Abr 04_19 La Fortaleza solamente nace de Mí, ésta os lleva a ir aceptando lo que hay en vuestra existencia día a día, y Me lo ofrecéis.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO

==========================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

==========================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Soy vuestro Dios y estoy al tanto de vuestra existencia, sólo os pido una cosa: confiad en Mí plenamente. Soy vuestro Dios y os amo como vosotros mismos no os podéis imaginar, y nunca voy a permitir que un mal pueda causar que vosotros os alejéis de Mí.

(Lenguas…) Hijitos Míos, ciertamente, cada uno de vosotros traéis una misión para llevar a cabo en la Tierra, y bien lo sabéis.

Hay momentos en que todo se vuelve adverso a vuestra existencia, a veces, porque es una prueba, para ver vuestra fidelidad y vuestro amor hacia Mí, vuestro Dios y, también, a veces, es ataque de satanás, pero este ataque siempre os va a servir para fortaleceros, porque Yo siempre os he dicho que de un mal que venga de satanás, todo lo vuelvo para un bien espiritual hacia vosotros.

Mis pequeños, ciertamente, para cumplir vuestra misión, necesitáis Virtudes y mucho amor. Necesitáis, primeramente, una Fe firme, estar conscientes en que Yo os he dado la misión que estáis llevando a cabo, porque os he dado, primeramente, el don de la vida; y nada se da por casualidad, como os he dicho tantas veces, lo que sucede en vuestra vida, lo conozco perfectamente, y lo conozco desde antes de que suceda.

Cuando lleváis, esa misión, en donde ya vosotros aceptasteis por Fe, también, tendréis pruebas, pruebas fuertes, a veces, porque satanás tratará de quitaros del camino que lleváis. El camino, normalmente, va a ser pedregoso, difícil, doloroso, pero siempre llevaréis dentro de vuestro corazón, Mi Presencia. Mi Santo Espíritu os hará ver y vivir una alegría santa, a pesar de vuestros dolores, vuestras desavenencias, que a veces, hasta quisierais abortar la misión que Yo os he pedido que llevéis a cabo. Pero el amor, que nace en vuestro corazón, por la Fe que tenéis en Mí, os da esa alegría santa y seguís adelante.

Fortaleza, ciertamente, que la necesitáis, pero la Fortaleza solamente nace de Mí, ésta os lleva a ir aceptando lo que hay en vuestra existencia día a día, y Me lo ofrecéis.

Todo lo que os sucede, Mis pequeños, os lo he ejemplificado, primeramente, en Mi Hijo Jesucristo. Él vivía plenamente unido a Mí, en todo momento. Os he dicho que, a veces, pasaba noches enteras en comunicación Conmigo, platicando, poniéndoMe a cada uno de vosotros en Mi Presencia y en Mi Corazón.

Como hombre, ciertamente, hay momentos, en que uno quiere quitarse la problemática que en su vida lleva, pero si no tenéis esa Fe, esa Fortaleza y ese deseo de servirMe, sí sucumbiréis a ello.

Como os decía, Mi Hijo os puso el Ejemplo, Él sabía perfectamente a qué venía aquí a la Tierra, pero era el Amor hacia Mí, de servirMe, y el Amor hacia vosotros para salvaros, lo que hacía que Él siguiera adelante. Eso es lo que vosotros debéis acrecentar en vuestra vida, el amor.

Debéis saber que Yo, en todo momento os estoy viendo, escucho vuestros pensamientos, os llevo en Mi Corazón. Os he dado una misión y la conozco perfectamente y os la he dado para que cada uno de vosotros, la podáis sacar adelante porque, también, os he dado las herramientas para lograrlo. Os he dado Virtudes, os he dado ese deseo grande de servirMe, siempre y cuando, os mantengáis en vida de oración y de donación.

Cuando vosotros empezáis a dudar de vuestra existencia, de lo que os sucede, si os ponéis como mártires y vosotros os quejáis en todo momento de lo que os sucede, en ese momento, ya no estáis cumpliendo completamente vuestra misión, porque no estáis aceptando Mi Voluntad.

Cuando vosotros aceptáis lo que os sucede, estáis aceptando Mi Voluntad, y debéis saber, Mis pequeños, como otras veces os lo he dicho, Yo nunca os voy a pedir más allá de lo que vosotros podáis soportar en vuestra existencia. A veces, es difícil lo que os permito o lo que permito que pase en vuestra existencia, pero ya tenéis atrás un soporte físico y espiritual que Yo os doy. No podéis hablar de los dolores de uno o de otros, de la problemática de una persona a la otra, porque todos sois diferentes, lo que para alguno de vosotros es difícil, para otros se les hará fácil. Todo esto que sucede en vuestra existencia es personal, y a Mí será al Único al que le daréis cuenta de vuestra existencia, al final de vuestra misión.

Por eso, Mis pequeños, acercaos más a Mí, tenedMe a Mí en vuestro corazón, tal y como Mi Hijo lo hacía. Tomad de Él Su Vida, Sus experiencias, Su modo de actuar ante la gente pero, sobre todo, la forma de vivir Conmigo. Ataques, tuvo muchos y Él, que era Todo Amor y que sigue siendo Todo Amor, aun recibe esos ataques de parte de la maldad de satanás, a través de aquellos que son sus seguidores.

Satanás, también tiene a sus elegidos y conoce, perfectamente, a aquellos que están muy cerca de Mí. Os ataca, como atacó a Mi Hijo; os hace la vida difícil, como también se la hizo a Mi Hijo; se desquita, fuertemente, cuando vuestras oraciones, vuestras donaciones, cuando vuestro amor, hacen que muchas almas vuelvan a Mí como, también, Le pasó a Mi Hijo.

Si os dais cuenta, Mis pequeños, estáis viviendo una vida Crística, y eso os debe halagar. Estáis sirviéndoMe, como Mi Hijo Me sirvió, pero de Él no había queja, por Amor y por Respeto hacia Mi Voluntad. Pero sé que sois débiles vosotros, no sois seres divinos, sois seres muy frágiles pero, también, sabéis amar y ese es el regalo más grande que tenéis en vuestro corazón. Es un tesoro inmenso que tenéis que proteger, Mis pequeños, porque el amor os va a dar el triunfo y el amor os va a proteger contra las fuerzas de satanás.

Manteneos, pues, en unión Crística Conmigo, siendo otros Cristos, siendo Mis pequeños servidores, como Mi Hijo lo fue, salvando almas, intercediendo por vuestros hermanos, y eso hará que vosotros mismos crezcáis en vida espiritual, la cual os llevará a la santidad que Yo necesito en cada uno de vosotros, y así, entraréis, fácilmente, al Reino de los Cielos.

Acepto vuestras quejas, porque a ratos sois débiles y hay muchas circunstancias a vuestro alrededor, que hacen que vosotros os podáis quejar, pero no os preocupéis, Mis pequeños, os amo, y estoy junto a vosotros para levantaros, para aconsejaros, para llorar con vosotros o reír con vosotros en vuestros momentos difíciles o alegres de vuestra vida.

Soy vuestro Dios y estoy al tanto de vuestra existencia, sólo os pido una cosa: confiad en Mí plenamente. Soy vuestro Dios y os amo como vosotros mismos no os podéis imaginar y nunca voy a permitir que un mal pueda causar que vosotros os alejéis de Mí, o que, en un momento dado, hasta queráis apartaros de lo que Yo os he pedido en vuestra misión. Confiad, confiad y traedMe almas, como Mi Hijo Me ha traído la vuestra. Gracias, Mis pequeños.