Mzo 14_19 El hecho de que tengáis el don de la vida, es una Gracia inmensa, es Mi Amor en vosotros, es Mi Presencia en cada uno de vosotros.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Les da vergüenza hablar de Mí, les da vergüenza que les puedan decir “hijos de Dios”. Recordad las Palabras del Evangelio: aquél que Me niegue ante los hombres, Yo lo negaré, también, al momento en que regreséis.

Hijitos Míos, al momento en que Yo os doy el don de la vida, al momento de vuestra concepción, Yo ya os he escogido desde el Cielo, para que bajéis a servirMe, y vosotros habéis aceptado, con gran gusto.  Ciertamente, al momento en que os encarnáis, en que vuestra alma entra en el cuerpo que apenas se está iniciando, cuando apenas se están uniendo ésas dos células que os van a dar vida, vuestra vida, ya desde ese momento inicia la vida, y vosotros ya estáis ahí con vuestra alma.

Mis pequeños, el venir a servirMe a la Tierra, es una Gracia inmensa que concedo a las almas. Hay miles, millones de almas que quisieran bajar a servirMe, cada uno de vosotros fuisteis escogidos para ello.

Mi Amor está en vosotros, os cuido desde el preciso momento en que Me disteis vuestro “fiat” de venir a servirMe, de traer Mi Amor a la Tierra. Ciertamente, hay un compromiso de parte Mía hacia vosotros y un compromiso de parte vuestra hacia Mí. Os voy llevando por el buen camino, pero tenéis el libre albedrío.

Cuando vosotros habéis hecho ese compromiso Conmigo, vosotros estáis aceptando Mis Leyes, Mis Mandamientos pero, sobre todo, el llevar Mi Amor del Cielo a la Tierra; es un compromiso grande y bello. Como os he dicho muchas veces, vuestra misión en la Tierra, es venir a salvar almas, dejando que la Presencia de Mi Hijo Viva en vosotros y trayendo el Amor que se vive en el Cielo. Ciertamente, para ello, vosotros debéis mantenerMe a Mí, en vuestro corazón a lo largo de vuestra existencia, durante vuestra misión en la Tierra.

Os he explicado, también, muchas veces, que venir a la Tierra, es venir a luchar y luchar fuertemente contra las fuerzas del mal, recordando que satanás, es el príncipe de este mundo, y él, al saber que viene un alma más a la Tierra, se va a encargar de atacarla, porque sabe que cada alma que llega a la Tierra, viene llena de Mi Amor y viene para vencerlo al vivir Mi Amor entre los hombres. Pero, ¿qué pasa con todo ello?, el hombre escoge, muchas veces, el vivir según la carne, el vivir según el mundo y apartarse de ese compromiso que hicisteis Conmigo en el Cielo, antes de bajar.

Por Mi parte, Mi compromiso hacia vosotros, es protegeros, guiaros, daros Mi Verdad, que negó satanás, que ya no quiso llevar sobre sí y no servirMe. Yo os protejo contra sus fuerzas malignas; tenéis Mi protección de Mi Santísima Trinidad, viviMos en vuestro interior, tenéis la protección de Mi Hija la Siempre Virgen María, de Su esposo, el Señor San José, de los Santos Ángeles y especialmente del Ángel Custodio, que os pongo para que vosotros seáis protegidos, además, vuestro Ángel Custodio está en comunicación continua Conmigo, vuestro Dios. Él es el que Me indica cómo estáis vosotros, qué necesitáis y os lleva, también, por caminos seguros, siempre y cuando, vosotros le pidáis ser protegidos por él.

Ciertamente, vosotros, no os vais a dar cuenta de tantas veces en las que sois atacados por satanás porque vuestro Ángel Custodio os protege, eso lo sabréis cuando retornéis aquí, Conmigo, al Reino de los Cielos, si es que cumplisteis con vuestra misión, con vuestro compromiso, con vuestra promesa.

Mis pequeños, sois Mis hijos, Soy vuestro Padre, en todo momento os cuido, pero, daos cuenta, nuevamente, os lo pido, de que meditéis íntimamente, bajo Mi Gracia, con Mi Amor: El hecho de que tengáis el don de la vida, es una Gracia inmensa, es Mi Amor en vosotros, es Mi Presencia en cada uno de vosotros.

Os he dicho, Mi Santísima Trinidad Vive en cada uno de vosotros, y vosotros, tenéis la obligación, sí, Mis pequeños, tenéis la obligación, de transmitirnos, de mostrarNos ante el mundo, a través de vuestras obras, a través de vuestras palabras, a través del amor que debe ser parte esencial de vuestra existencia.

Obviamente, satanás os atacará más fuertemente, porque sus dominios, que son de maldad, de obscuridad, de terror, él no quiere ver almas que estén trabajando para destruir sus dominios, almas, almas que vienen a traer esa Luz que se perdió por el Pecado Original.

Todos lleváis Mi Luz en vuestro interior pero, la gran mayoría de vosotros la esconde, no la deja salir, no viven para Mí, no se vuelven esos Cristos que Yo quiero ver en este tiempo.

¡Hay tantas almas que desperdician esta tarea tan bella, tan grande, tan loable, de ser Mis mensajeros en estos tiempos de tribulación! ¡Cuántas almas se salvarían si vosotros fuerais esos mensajeros de Amor, como lo fue Mi Hijo! Él quiere encarnarse en vosotros, pero vosotros se Lo tenéis que pedir, y al momento en que si, realmente, vosotros accedéis a ello, empieza vuestro Cielo en la Tierra. Es un gozo tremendo para el alma, que Mi Hijo Viva en vosotros, que Mi Hijo os guíe, que Mi Hijo os reeduque en el Verdadero Amor y no en el amor que se vive en la Tierra, que es un amor que deja mucho que desear y que es un amor pecaminoso, porque está contagiado por la maldad de satanás.

Cuando vosotros vivís, realmente, para servirMe, por un lado, ciertamente, seréis atacados por satanás pero, por otro lado, Me derramaré en Bendiciones, Carismas, Gracias, sobre vosotros. Viviréis lo que la gran mayoría de vuestros hermanos no viven, porque les da vergüenza servirMe, les da vergüenza hablar de Mí, les da vergüenza que les puedan decir “hijos de Dios”. Recordad las Palabras del Evangelio: aquél que Me niegue ante los hombres, Yo lo negaré, también, al momento en que regreséis.

Gracias, Mis pequeños.