Mzo 19_19 Aquél que vive en Paz ha encontrado un gran tesoro, aquél que vive Conmigo, ya encontró el Cielo.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO.

==============================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

==============================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: ¡Es tanto, tanto lo que os mete satanás en vuestra vida, que os separa de Mí!, no os deja tener Paz, y aquél que no tiene Paz, no entra en su corazón y no Me invita a tener ese coloquio Divino.

Hijitos Míos, no es el Mundo ni los valores del Mundo los que os dan la Paz interior, Soy Yo, vuestro Dios, el que os da la Paz. Y esto lo podéis, también, comprobar con aquellos que, a pesar de tener muchos bienes del Mundo, muchas riquezas, no hay Paz en su corazón, se llenan de problemas, buscan tener más de lo del Mundo, temen por perder lo que atesoraron del Mundo, en fin, son tantas, tantas las vicisitudes a las que os pueden llevar los bienes del mundo, en donde, en lugar de tener Paz, tendréis problemas y temores.

Como os dije, el estar Conmigo, el buscar los bienes del Cielo, el buscarMe a Mí, Mi Sabiduría Divina, el buscar Mi Compañía, el buscar Mi Amor, eso es lo que os va a dar la Paz, que muchos de vosotros anheláis.

Aquél que vive en Paz ha encontrado un gran tesoro, aquél que vive Conmigo, ya encontró el Cielo. Pero ¿cuántos de vosotros, realmente, estáis buscando ese momento santo?, que es la Paz, y que se obtiene, como os dije, en estar Conmigo, buscándoMe y viviéndoMe, y lo más bello, transmitiéndoMe, para que otros tengan, también, de la Paz, de la cual, ya vosotros alcanzasteis y deseáis transmitir.

Os había dicho que satanás, lo primero que os iba a querer quitar, es la Paz, y muchos de vosotros vivís en la tribulación, pensando en el qué va a suceder, y así, entre unos y otros, elucubráis.

Satanás se mete en vuestra vida, os mete ideas que vosotros empezáis a acrecentar y eso, os va quitando la paz, porque, nada de eso, quizá, sea verdadero, sino solamente son elucubraciones por las que satanás os está llevando por mal camino, para que vosotros tengáis muchas preocupaciones de diferente índole, que os distraen y os evitan el estar Conmigo, viviéndoMe y transmitiéndoMe.

Esa es vuestra obligación, Mis pequeños, transmitirMe, pero antes, llenarse de Mí y eso lo lográis con el estudio, con la oración, con la meditación, con la vida santa, con la vida de ejemplo, con la vida de amor, ¿cuántos, de vosotros, realmente, lleváis una vida así?, prácticamente, sois muy pocos.

Antes que vivir todo esto que os acabo de decir, os llenáis de preocupaciones, en ¿cómo pagaréis esto o aquello?, porque no os alcanza lo que ganáis, o porque las enfermedades menguan vuestra salud y no estáis trabajando y sufrís por eso. ¡Es tanto, tanto lo que os mete satanás en vuestra vida, que os separa de Mí!, no os deja tener Paz, y aquél que no tiene Paz, no entra en su corazón y no Me invita a tener ese coloquio Divino.

Todos vosotros lo necesitáis, debéis entrar en vuestro corazón y platicar Conmigo, vuestro Dios. La Sabiduría no os vendrá de otro lugar, por más que lo estudiéis, que busquéis en libros, que busquéis en consejos. Mis pequeños, la Sabiduría que os doy, es personal, cada uno de vosotros tenéis una misión y esa misión requiere una forma específica de llevarla a cabo, porque cada uno de vosotros sois diferentes y actuáis en forma diferente ante el mismo estímulo o ante la misma reacción. Por eso, cada uno de vosotros debéis entrar en vuestro interior, buscarMe y dejar que Yo os guíe, para lo que Yo necesito que vosotros hagáis.

Os he explicado antes, que el servirMe, a Mí, vuestro Dios, es una Gracia muy grande que os he concedido y que muy pocos, realmente, lo meditan. Vosotros, debéis meditar y al meditar, gozar cuando Yo os explique estas realidades Divinas. Mi Mismísimo Hijo lo hacía, Jesucristo, Mi Hijo, vuestro Salvador, tenía ese coloquio continuo Conmigo; pasaba, a veces, noches enteras platicando Conmigo, para que Yo Le diera instrucciones, para que llegáraMos a un acuerdo sobre lo que tendría que Él hacer por vosotros. Si Él Mismo Lo hizo, ¡con qué mayor razón lo tenéis que hacer vosotros!

Creéis saber todo, sentís que con lo poco que dais de oración o de vida espiritual, ya con eso es suficiente, y no, Mis pequeños, para llegar a un grado de perfección, tenéis que invertir mucho y, vosotros, la gran mayoría de vosotros, no lo hacéis.

Tengo Yo que estar mendigando vuestro amor, tengo que estar buscándoos por todos lados, para que Me deis un tiempo y, generalmente, ese tiempo es muy pequeño. Preferís buscar los gozos del mundo, buscar diversiones, distracciones, y a eso sí le dais mucho tiempo, pero a lo que es importantísimo, tanto para vuestra vida, como para la vida de los  que están a vuestro alrededor, a los cuales, podéis ayudar para su salvación, invertís muy poco tiempo. ¿Cómo queréis llegar a la perfección y ser llamados “hijos Míos”, si Me dais tan poco tiempo y, es un tiempo de muy poca calidad?

Satanás, tiene, también, a aquellos que le siguen y, muchos de ellos, dan mucho más tiempo en su preparación en el mal, que vosotros, que estáis llamados para hacer el Bien.

Los ataques de satanás los estáis viviendo ya, estáis viviendo alrededor de vosotros una gran problemática espiritual, y ni aun así vuestro corazón voltea a verMe y a pedir ayuda para vuestro crecimiento espiritual.

Os debéis preparar, Mis pequeños, los ataques serán muy fuertes y vosotros no os estáis protegiendo lo suficiente como para poder contra atacarlo. Os lo he venido pidiendo desde hace tiempo y no queréis entender, estáis poniendo en juego vuestra salvación eterna.

Aprended de Mi Hijo, aprended de Mi Hija, la Siempre Virgen María, aprended de los Santos, aprended de aquellos hermanos vuestros, que con su vida, con su donación, os dan lecciones de amor. Todos vosotros sois Mis hijos, a todos vosotros os he dado una misión particular, y esa misión, muy diferente una de otra, porque todos sois diferentes, van ayudando a ésta pobre humanidad, a alcanzar su cambio, su salvación, su purificación, y esos momentos ya los tenéis encima y no os estáis preparando.

Mi Hija, la Siempre Virgen María, estará con vosotros en todo momento. Mi Santo Espíritu, os está guiando pero, vosotros, no queréis entender, sólo aquellos que, realmente, entran en oración profunda, aprenden a escuchar a Mi Santo Espíritu. ¿Qué haréis todos los demás de vosotros, que no queréis escuchar las directrices que os está marcando Mi Espíritu Santo? Queréis el Cielo, trabajad, pues, para alcanzarlo.

Gracias, Mis pequeños.