Feb 14_19 Nunca podréis separar el dolor y el Amor, pero eso es cuando es un Verdadero Amor.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO.

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Cuando hay un verdadero Amor, os duele ver al hermano que sufre, y nace de vuestro corazón la ayuda, para que ese hermano vuestro salga adelante y lo veáis sonreír de nuevo.

Hijitos Míos, vosotros fuisteis creados en Mi Amor, vosotros fuisteis creados para vivir en el Amor, esa es vuestra vida principal y única, esa es la vida que importa, porque el alma se alimenta de Mi Amor. Ciertamente, tenéis un cuerpo, un cuerpo que tiene que ser cuidado, pero es el Amor el que alimenta a vuestra alma.

Mi Hijo vino en la plenitud del tiempo, cuando el hombre se había, ya, apartado tanto de Mí, de Mi Amor, de Mis Mandamientos, que os vino a recordar cuál es vuestra obligación para Conmigo. Pero quiero que entendáis bien esto, Mis pequeños, el Amor no es una obligación, el Amor debe nacer de lo profundo de vuestro corazón y ese es el Amor Verdadero, no es un amor pasional, no es un Amor que viene y se va fácilmente, el Amor que os vino a enseñar Mi Hijo es el Amor profundo de vuestra alma.

Un alma alimentada en el Amor produce mucho fruto, un alma llena de Mi Amor, camina entre los hombres y va transmitiendo Luz y la gente, a su alrededor, nota ese algo diferente, y eso es lo que debéis buscar todos vosotros, Mis pequeños, porque en Mi Amor, el Amor que os vino a recordar Mi Hijo, es el Amor Verdadero, es el Amor que mueve corazones, es el Amor que alimenta a otras almas desvalidas, mal alimentadas, almas que ya no pueden luchar, a veces, por tanto mal que han dejado entrar en ellas.

Mi Amor tiene muchas, muchas facetas. Mi Amor perdona; Mi Amor salva; Mi Amor levanta; Mi Amor os da esa Vida de Mi Hijo y todos estáis llamados a ello, porque así os lo pidió Mi Hijo. Ciertamente, llevar Mi Amor, también significa sacrificio, porque para poder respetar Mi Amor en vuestro interior, mantenerlo ahí y transmitirlo, conlleva mucho sacrificio, dolor.

Os he dicho que nunca podréis separar el dolor y el Amor, pero eso es cuando es un Verdadero Amor, porque, tanto se ha desviado en estos tiempos el Amor, el Verdadero Amor que, tan pronto tenéis algún problema, sobre todo, los recién casados, que muchos de ellos, se unen por un amor pasional y no de un Verdadero Amor que nazca de lo profundo de su corazón, en donde esté Yo, como el Rey de vuestro corazón, tan pronto hay un problema, se separan, porque no fueron unidos por Mi Amor. Ciertamente, llevaron una celebración, una Misa, pero, quedó, solamente, como algo superficial, algo social. Cuando se vive el Verdadero Amor, en lo profundo del Amor, se soporta todo, se perdona todo, se unen en un solo interés y ese único interés, Soy Yo.

Todos vosotros tenéis una misión y cada misión tiene que ser respaldada con un amor profundo, un amor grande hacia Mí, porque estáis trabajando para Mí, Mis pequeños, fuisteis enviados a la Tierra para servirMe, fuisteis enviados para que Yo viviera entre los hombres.

Si os dais cuenta, lo que hacéis, cada uno de vosotros, es tratar de vivir Mi Amor en lo profundo o hacer las cosas que se os piden, pero hacerlas con Amor, con un gran respeto hacia Mí, vuestro Dios y un gran respeto hacia los que están a vuestro alrededor, que son vuestros hermanos.

Mi Amor en vuestro corazón os lleva a perfeccionaros, porque Me estáis viendo a Mí primero, antes que ver a ninguna otra persona. Al estar trabajando para Mí, haréis todo en una forma perfecta y santa, no haréis daño a los demás, cuidaréis del afligido, del adolorido, del pobre, del desvalido. Cuando hay un verdadero Amor, os duele ver al hermano que sufre, y nace de vuestro corazón la ayuda, para que ese hermano vuestro salga adelante y lo veáis sonreír de nuevo.

Aquel que no se duele en el dolor humano, en el dolor de sus hermanos, no tiene un verdadero Amor en su corazón, no estoy Yo ahí en su corazón.

Hay tantos, tantos hermanos vuestros, que van por el mundo deambulando sin corazón, haciendo daño, no metiéndose con nadie, en ellos no hay hermandad que, también, es producto del Amor.

Como os dije, en el Verdadero Amor hay muchas facetas y Mi Hijo os fue mostrando una a una. Así como se acercaban los lisiados, enfermos, los afectados de alma y cuerpo, los afectados por satanás, los curaba a todos, pero había otros, por los cuales, también hoy, se os pide que oréis por sus necesidades particulares. Quizá no los conozcáis, pero sabéis que hay dolor en el Mundo, en el Universo entero, porque satanás se ha introducido a todos niveles y él produce dolor, él produce mentira, engaño, maldad y eso es algo que, también, vosotros, debéis curar con el Amor.

Si realmente, todos vosotros vivierais en un Amor profundo, no podríais ver ningún tipo de maldad ni de dolor a vuestro alrededor, inmediatamente, entraríais en oración en vuestro corazón y Yo os escucharía y, de esta forma, vosotros iríais arreglando el Mundo, si se pudiera decir así; Me pediríais ir sacando adelante a vuestros hermanos adoloridos, enfermos, tanto de dolores naturales, enfermedades, pero, también, dolores causados por satanás.

Buscad en los Evangelios todos aquellos actos de Mi Hijo, Sus Palabras, el trato hacia vuestros hermanos de aquel tiempo, Amor, Amor, Amor, Amor en todo momento y ¿qué hacéis vosotros para estar viviendo ese Amor?

Cuando vosotros hacéis el Bien, cuando hacéis algo bueno por vuestros hermanos, estáis atrayendo el Cielo a la Tierra. En el Cielo se vive Mi Amor, se vive un Verdadero Amor. Al momento en que vosotros obráis en el Bien, estáis llevando a cabo la misión que Yo Le encomendé a Mi Hijo, que fue la de enseñaros a amar en la profundidad de vuestro corazón. Esa es la misión de cada alma a la que le doy la oportunidad de bajar a la Tierra y servirMe y esa es vuestra principal misión, hagáis lo que hagáis, no importa la profesión, los talentos, las capacidades que tengáis, todo, todo lo que hagáis y penséis, debe estar envuelto en Mi Amor.

Meditad esto, Mis pequeños, porque si no estáis obrando en el Bien, si no estáis produciendo un Bien a vuestro alrededor, no estáis cumpliendo la misión que Yo os encomendé, que es la de atraer el Cielo a la Tierra, para que vosotros viváis Mi Amor, y que ayudéis a vuestros hermanos a vivir Mi Amor con vuestro ejemplo, que fue lo que hizo Mi Hijo, con Su Ejemplo, con Sus Palabras, con la Oración, Él vivía en pleno Mi Amor. Por eso, os he pedido tanto el ser otros Cristos, para que unáis el Cielo con la Tierra, para que viváis el Verdadero Amor, para que soportéis las pruebas que conllevan vivir en el Amor.

Os repito, nunca podréis separar el dolor del Amor, pero cuando se vive en Mi Amor, se soporta todo dolor.

Gracias, Mis pequeños.