Dic 17_18 Creéis más en la maldad que os ha inoculado satanás, que en la Paz que Yo os vine a traer.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Tened, pues, Mis pequeños, mucho cuidado del cómo actuáis, qué aceptáis en vuestro corazón, qué tenéis en vuestra mente, porque, os repito, os falta mucha Fe, y al no tener Fe, os falta confianza, os falta Esperanza, os falta Mi Presencia en vosotros.

Hijitos Míos, os he dicho varias veces, que lo primero que os iba a quitar satanás, era la paz. Y estáis viendo alrededor del Mundo, cómo se pelean unos contra otros, cómo se apartan de las Leyes del Amor, de Mis Leyes. Mis pequeños, mucho mal veis a vuestro alrededor y ¿qué pasa con vosotros cuando sucede esto?, perdéis la paz y os da miedo todo. Perdéis la libertad con el miedo. Eso es lo que quiere satanás.

Si os dais cuenta, él os aparta, de esta forma, al crearos temores. Vosotros mismos os enconcháis, estáis, prácticamente, dentro de una jaula y no queréis salir de ahí, por lo que pudiera suceder.

Vosotros mismos ya no salís con seguridad a la calle, os sentís vigilados y, quizá, hasta sentís que os van a atacar por todos lados. Vais con temor, creyendo que os vayan a asaltar, y en casos más graves, hasta quitaros la vida. ¿Os dais cuenta de cómo os manipula satanás?

Yo os viene a traer la libertad, Yo estuve entre los hombres y caminé entre los hombres, a pesar de que tenía el ataque de aquellos sacerdotes y escribas, pero Yo Me mantenía en lo Mío, que es la Verdad, que es la Libertad, que es el Bien. Yo no caminaba con temor entre los hombres, Yo vivía como lo que Soy, vuestro Dios, porque Yo os traía lo que se vive en el Cielo: Paz y Amor, que se traducen en Libertad, que se os da al tener esa paz interior, porque confiáis en que tenéis a un Dios que os está cuidando continuamente. El no tener Paz, os lleva a una falta de Fe tremenda. Creéis más en la maldad que os ha inoculado satanás, que en la Paz que Yo os vine a traer.

Si lo analizáis mejor, Mis pequeños, esto es gravísimo, porque vosotros mismos os estáis encadenando. No camináis seguros, teméis a vuestros hermanos, no confiáis en el actuar de vuestros hermanos, de lo que dicen, de lo que hacen y, con el: “pudiera ser que me puedan hacer un daño”, no estáis pensando en la Verdad, no estáis pensando con Discernimiento Divino, no estáis viviendo lo que Yo os he enseñado.

Al traeros, Yo, vuestro Dios Jesucristo, la Paz, el Amor, la Sabiduría Divina, esto os debiera bastar. Soy vuestro Dios y Yo estoy muy por encima del mal que satanás está diseminando, y os lo demostré muchas veces; se lo he mostrado a Mis Apóstoles, a Mis Discípulos, y en estos pocos más de dos mil años, os lo he mostrado, también, en muchos milagros.

¿Os dais cuenta, cómo reacciona satanás, cuando se Me nombra?, él huye, él no puede estar donde se vive el Amor, en donde está Mi Presencia y, aun así, seguís temiendo. Debéis confiar plenamente en lo que Yo os he dado. Debéis caminar siempre con la frente en alto, aún en lugares que vosotros pensáis que os pueden hacer algo. Si Yo, realmente, voy en vuestro corazón, porque tenéis esa Fe grande y Me invitáis a estar en vosotros, ¿acaso, satanás podrá contra vosotros?, no, Mis pequeños, si Me habéis invitado a estar en vosotros, él sabe que Yo voy en vosotros y no se acercará, no os hará daño, es Mi Promesa.

Pero, vosotros, preferís creer más en la maldad, que en Mi Amor y en Mi Bondad. Así es el hombre, siempre buscando más lo negativo, siempre creyendo más en lo negativo, y así no avanzaréis, Mis pequeños. Os vuelvo a repetir, el mal os limita, os encadena, os encarcela. Así no avanzaréis, Mis pequeños.

Pedid Mi Santo Espíritu. Ciertamente, Mis Doce Apóstoles vivían en temor, hasta que llegó Pentecostés, Mi Santo Espíritu les dio ese valor, un valor extraordinario. Salían con valentía a llevar Mi Nombre entre los hombres, a llevarles lo que habían aprendido de Mí, a llevar Mi Paz, Mi Amor, a todos aquellos que encontraban en el camino, en las ciudades, por todos lados.

Pedid Mi Santo Espíritu, para que os dé Fortaleza para que sepáis, de una vez por todas, que satanás no podrá con aquellos que Me llevan por todos lados, que Me muestran ante los hombres, con vuestra presencia, con vuestras palabras, con vuestros gestos. El ser otros Cristos os hace invencibles ante las potencias de satanás. Yo, en vosotros, ¿acaso él podrá venceros si Soy Yo en vosotros?

Tened, pues, Mis pequeños, mucho cuidado del cómo actuáis, qué aceptáis en vuestro corazón, qué tenéis en vuestra mente, porque, os repito, os falta mucha Fe, y al no tener Fe, os falta confianza, os falta Esperanza, os falta Mi Presencia en vosotros.

Gracias, Mis pequeños.