Oct 28_08 Que ése ¡ay! de dolor, se vuelva un “gracias” de corazón.

Rosario Vespertino.

Temas:

  • Regresad a Mí y Me derramaré, sobre vosotros, si cumplís con vuestras obligaciones espirituales que Yo os pido.
  • Muy pronto acontecimientos graves se sucederán sobre la Tierra, que os arrancarán un ¡ay! de dolor.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Regresad a Mí y Me derramaré, sobre vosotros, si cumplís con vuestras obligaciones espirituales que Yo os pido.
(Lenguas) Hijitos Míos, Mi Amor quiere estar en vuestro corazón, pero vosotros no le abrís vuestro corazón a Mi Amor y lo hacéis a un lado, lo apartáis de vuestra vida y por eso, vuestra vida ya no se desarrolla dentro de las Virtudes ni del Amor.

Vivís con toda una serie de problemas a vuestro alrededor, vivís con perturbaciones espirituales, materiales y morales y todo esto causados porque vosotros Me habéis hecho a un lado de vuestra vida.

Os he dicho que vosotros no podéis vivir a expensas de vuestras propias fuerzas, satanás es más poderoso que vosotros y él os va atacando en vuestro caminar, haciéndoos caer, evitando vuestro crecimiento espiritual, evitando que vosotros crezcáis en dignidad, para que seáis esos verdaderos hijos Míos, que vais por el mundo, llevando Mi Presencia y Mi Amor.

Cuando vosotros, en vuestra soberbia, os apartáis de Mí, no solamente os estáis apartando de Mí, sino que no estáis aceptando Mis Bendiciones en vuestra vida y os quejáis de que todo os sale mal, pero es que vosotros mismos habéis cerrado la recepción de Mi Amor y Mis Bendiciones para vuestra vida y todo lo que se desarrolle  a través de ella. Queréis hacer vuestra propia vida sin tenerMe a Mí, ni como Guía, ni pidiéndoMe Mis Consejos, ni Mí Sabiduría Divina, ni creciendo a través de Mis Sacramentos.

Entonces, ¿qué queréis, Mis pequeños?, os quedáis aislados en éste mundo, sin tener ningún tipo de recepción Celestial y queréis que todo salga bien, cuando el príncipe de éste mundo es satanás y lo que os puede proteger de sus acechanzas, es precisamente Mi Gracia Divina, que os llega del Cielo.

Entended esto, Mis pequeños, vosotros mismos, cuando os apartáis de Mí, quedáis a merced de satanás y él os ataca, porque no os ama, él quiere destruir todo aquello que viene de Mí. Entended esto si queréis que os vaya bien en vuestra vida.

Aún dentro de vuestras obligaciones humanas, aquellos que os dan trabajo, os piden también obligaciones, vosotros hacéis un compromiso con el que os da trabajo, él os pagará por vuestro trabajo, pero vosotros tenéis que cumplir con sus reglas y hacéis un compromiso y si os salís de éste compromiso, él ya no os seguirá dando trabajo y os faltará aquello con lo que podéis vivir en lo material.

En lo espiritual es similar, si queréis recibir Mis Bendiciones, que os harán crecer espiritualmente y que por añadidura recibiréis lo material, si no aceptáis Mis condiciones, que es vivir bajo Mis Leyes, cumpliendo los Mandamientos, viviendo en estado de Gracia y recibiendo Mi Alimento de Vida, si no aceptáis éstas Bendiciones, que provienen de Mí, vuestro Dios, os quedáis aislados, os quedáis faltos de Mi Gracia y no sobrevivís, ni en lo material, ni en lo espiritual. Pero es culpa vuestra, Mis pequeños, no es Mi culpa.

Reparad por todo el mal que habéis hecho, reparad por el mal que Me habéis hecho, porque Me hicisteis a un lado, os preferisteis a vosotros mismos, antes que a Mí, vuestros Dios.

Regresad a Mí y Me derramaré sobre vosotros, si cumplís con vuestras obligaciones espirituales que Yo os pido. Tanto quiero daros, pero vosotros no queréis recibir, por no querer tener ese compromiso de Amor para Conmigo.
¿Queréis vivir en el Bien?, venid a Mí y cumplid con lo que Yo os pido. ¿Queréis seguir viviendo en la fatalidad y, como el “hijo pródigo”, seguir manteniéndoos alejados de Mí? Vosotros escogéis, Yo no os presiono. Escoged cómo queréis vivir, Mis pequeños, y si Me llamáis a Mí, pronto estaré, para acompañaros y serviros.

Os amo, Mis pequeños, espero entendáis esto para vuestro Bien.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Muy pronto acontecimientos graves se sucederán sobre la Tierra, que os arrancarán un ¡ay! de dolor.
Hijitos Míos, orad, orad fuertemente sin deteneros, porque pronto, muy pronto acontecimientos graves se sucederán sobre la Tierra, que os arrancarán un ¡ay! de dolor a todos vosotros.

Os habéis separado de Mí, vuestro Dios y éste es el resultado de vuestro olvido de Mis Leyes y a Mi Amor.

Este ¡ay! de dolor se escuchará por todas partes, empezaréis a padecer la purificación que os quitará todo aquellos que es inservible para vuestro crecimiento espiritual. Se os quitará todo aquello en lo que habéis confiado y que por haberlo puesto en primer lugar en vuestra vida, os hizo perder mucho tiempo, tiempo que desperdiciasteis y que eso le costo la vida eterna amuchas almas, porque no pedisteis por ellas y se condenaron.

Este ¡ay! de dolor, os hará volver a Mí y vendrá el arrepentimiento de vuestras faltas y de vuestra vida pasada, os haré entender lo que debisteis haber hecho y que no hicisteis y esto servirá para generaciones futuras, para que normen su conducta y que eviten, en lo posible, caer en lo que habéis caído en éstos tiempos.

Este ¡ay! de dolor os hará recapacitar, os hará entender que sin Mí, vuestro Dios, no sois nada, que las fuerzas humanas son débiles y siempre os llevarán hacia el mal, porque le mal que os ataca, si no lo rechazáis con Mi Gracia, vuestra humanidad no lo puede rechazar.

Este ¡ay! de dolor os hará entender que, como pueblo de Dios, debéis estar siempre pendientes de vuestras flaquezas, de vuestra pequeñez, de esa inseguridad humana que padecéis y que solamente estando Conmigo y con Mi Gracia, os podréis mantener firmes y sin caer ante los embates del enemigo, que continuamente os está tratando de destruir.

Este ¡ay! de dolor os llevará a la humildad, a la sencillez, a no buscar los excesos de la vida, sino vivir de acuerdo a lo que se os ha pedido, vivir en la sencillez, vivir en la confianza plena de Mi Providencia, vivir envueltos en Mi Amor y siempre con un amor fraterno que os dará fuerza contra todo aquello que os quiera separar.

Ahora vosotros vivís como individuos aislados, ciertamente, el pecado os ha llevado a ello, a desconfiar de vuestros propios hermanos. Ciertamente, en éstos tiempos no sabéis en quien confiar, quien os puede traicionar, por eso, estos acontecimientos que se darán, al llevaros a la purificación, con la eliminación de toda maldad en vuestro corazón y en vuestra mente, os harán nuevamente confiar uno del otro. Como verdaderos hermanos que debéis ser, como verdaderos hermanos que debéis apoyaros los unos de los otros, para que con la fuerza conjunta de vosotros, vayáis reconstruyendo Mi Reino sobre la Tierra.

Os habéis hecho idólatras de vuestro propio ser y de vuestros intereses y a Mí Me habéis hecho a un lado, a Mí, a quien debierais haber primero adorado y amado con todo vuestros corazón y vuestras fuerzas, pero depositasteis vuestra confianza en vosotros mismos y creísteis que erais lo suficientemente fuertes y sabios para llevar una vida sin problemas. Os confiasteis demasiado en vosotros mismos y ahora sabéis que el que estuvo atrás de todo esto, fue satanás, que con sus trucos y con si seducción, os llevó a vuestra autodestrucción. Ahora Yo vengo como Padre amoroso, pero también como Juez de vuestra maldad, para levantaros, para daros otra oportunidad, pero también para eliminar la cizaña de satanás que se introdujo en Mi pueblo, entre todos vosotros.

El arrancar la cizaña dolerá, porque ésta se agarra fuertemente a todo lo que hay a su alrededor, pero quedaréis libres, respiraréis nuevamente en ésa libertad que os da Mi Presencia en vosotros, que os da el confiar plenamente en Mí, vuestro Dios. Viviréis nuevamente es esa libertad santa, en esa libertad que os da la pureza de corazón, en esa libertad santa, en esa libertad que os da el vivir en el amor sencillo y fraterno, sin buscar vuestro propio bien y vuestros intereses, aprovechándoos de vuestros hermanos, sino el amor de donación, que busca primero el bien del hermano, antes que el de uno mismo, el desprendimiento pleno de la persona para buscar el bien del hermano.

Confiad, Mis pequeños, en Mí, vuestro Dios, en lo que permitiré en vuestra vida y en los acontecimientos próximos a sucederse. Que ése ¡ay! de dolor, se vuelva un “gracias” de corazón.  

Pedid Sabiduría Santa, que os dé Mi Santo Espíritu de Amor, para que podáis entender y agradecer lo que ocurrirá en vuestra vida y en la de vuestros hermanos, próximamente. Agradeced, de corazón, que he tenido Misericordia nuevamente con Mi pueblo. Agradeced con vuestra vida futura,  los que os mantengáis, que hayáis sido escogidos, para poblar las Nuevas Tierras que se os darán. Agradeced que tuviera Misericordia de vosotros y otra oportunidad se os da, para que realmente os comportéis como verdaderos hijos Míos. Grandes cosas veréis, Mis pequeños, y grandes cosas gozaréis los que os mantengáis, porque fuisteis escogidos por Mi Gracia y por Mi Amor y por vuestros méritos, para vivir para Mí, vuestro Dios ésta nueva vida sobre la Tierra.

Os Bendigo, Mis pequeños y os llevo fuertemente en Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.