Dic 26_05 Mi Cruz es Cruz de Vida, es la misma Cruz que debéis llevar vosotros.

Rosario.

 

Temas:

  • No veáis muerte donde no la hay, Mi Cruz es Cruz de Vida, es la misma Cruz que debéis llevar vosotros.
  • Llevad siempre la Verdad en vuestros labios y en vuestros actos, cueste lo que cueste.
  • Cada uno de vosotros sois depositarios de algún don, de alguna Bendición y todos vosotros debéis compartir lo que se os da.
  • Alegraos Conmigo, Mis pequeños, por la Salvación que Yo os he enviado a través de Mi Hijo, Mi Misericordia se derramó sobre la humanidad.
  • Cuando se vive Mi Verdadero Amor en el hogar, ése hogar será Bendecido eternamente.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No veáis muerte donde no la hay, Mi Cruz es Cruz de Vida, es la misma Cruz que debéis llevar vosotros.
Hijitos Míos, la  Cruz es la que os salvará. Sí, Mis pequeños, Yo mismo, vuestro Dios, vuestro Hermano Jesucristo, Hijo del Dios Verdadero, también tomé Mi Cruz, Me hice pequeñito, Me hice como vosotros, sacrifiqué Mi condición Divina para hacerMe como vosotros, Mi Cruz fue la aceptación de la Voluntad de Mi Padre. Pero, Mis pequeños, cuando se habla de Cruz, inmediatamente creéis hablar de muerte y no es así Mis pequeños, la Cruz es Vida.

La Cruz que Yo vine a destruir os dio Vida, la Cruz, en ése tiempo significaba para los romanos, para ésta gente, destrucción de la maldad, destrucción de los criminales, destrucción de todos aquéllos que provocaban más maldad entre sus hermanos. La Cruz que Yo tomaba significaba destrucción de la muerte a donde os lleva el pecado, a donde os lleva satanás y al destruir ésa muerte espiritual, Yo os estaba dando Vida y ahí es a donde os quiero llevar, Mis pequeños. Que la muerte, la cruz que vosotros lleváis por el Pecado Original, ésa muerte del alma, se debe destruir en vosotros con la virtud y el amor.

Quiero que os fijéis en Mi Cruz, en Mi Sacrificio, en el Amor que Yo puse para traeros Vida, que la toméis, la sirváis y así alcancéis ésa Vida que Yo os vine a dar al abriros nuevamente las Puertas del Paraíso.

Así que, Mis pequeños, no veáis muerte donde no la hay, Mi Cruz es Cruz de Vida, es la misma Cruz que debéis llevar vosotros, ir destruyendo todo aquello que pueda apartaros de Mí, que pueda apartaros de la virtud y del amor y toméis ésa vida de perfección enseñando a vuestros hermanos lo que Yo os dejé en predicación.

Vida, toda Mi Vida sobre la Tierra, fue para traer a vosotros ésa vida de Cielo, el Amor que se vive en el Cielo, la fraternidad entre los hombres.

No sufráis, Mis pequeños, al contrario, unios Conmigo y así juntos gozaremos de la Cruz que os va a santificar.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Llevad siempre la Verdad en vuestros labios y en vuestros actos, cueste lo que cueste.
Hijitos Míos, la falsedad cubre al mundo, hay falsedad en los corazones, hay falsedad en las obras, hay falsedad en lo que se enseña, hay falsedad por doquier, Mis pequeños, el demonio os cubre de falsedad.

Antes de que Yo viniera a la Tierra, una gran falsedad omnibulaba la mente de todos los hombres. Ahora estáis viviendo ésa falsedad por conveniencia, porque Yo os vine a traer la Luz.

Me costó traeros ésa Luz, Mis pequeños, mucho sacrificio de parte Mía, de vuestro Dios. Han sido poco más de dos mil años de predicación para que ésta Luz de Sabiduría se os diera a todo el género humano y seguís prefiriendo la falsedad. Habláis con falsedad ante vuestros hermanos, habláis con falsedad para aprovecharos de los bienes de vuestros hermanos, actuáis con falsedad para dar una cara, cuando realmente tenéis otra y no os dais cuenta de que Yo conozco la otra.

Creéis vivir, de acuerdo a una verdad falsa que os habéis creado, pero tarde ó temprano ésa falsa verdad que seguís os lleva al abismo. Vosotros mismos vais cerrando puertas por vivir en la falsedad, cuando la Luz os abre todo, todas las puertas y os sentís libres, podéis caminar con la frente en alto cuando vivís en la Verdad.

Ciertamente, en éstos tiempos es atacada la virtud, el Amor, la vivencia de los Sacramentos, Mis Verdades, porque el hombre prefiere vivir en ésa falsedad y se siente acusado cuando ve a otros viviendo en la Verdad, en la Luz y por eso tratan de destruir siempre la Luz, para que no les  haga ver ante los hombres su falsedad.

Mis pequeños, Yo os vine a mostrar ésa vida en la Luz y por eso, todos aquellos que Me siguen sufren y mueren a manos de aquellos que prefieren vivir en la falsedad, pero sed valientes, porque ésa vivencia en la Luz, os llevará a la Luz Perpetua, estaréis Conmigo por los siglos de los siglos. Mientras que aquéllos que han preferido las tinieblas, la falsedad, que ha destilado el veneno de satanás, los va a llevar a la condenación eterna. Sed Luz para vuestros hermanos, Mis pequeños, cueste lo que os cueste, llevad siempre la Verdad en vuestros labios y en vuestros actos, cueste lo que cueste, que se vea que sois verdaderos apóstoles de la Verdad y de la Luz, que seáis verdaderos apóstoles de Cristo Jesús. Os amo, Mis pequeños y no sufráis, al contrario, alegraos cuando se os persiga por ello, porque a Mi se Me persiguió primero y así estaréis seguros de que estáis actuando en la Verdad. Al ser perseguidos por vuestros hermanos, alegraos, que es cuando más cerca estaré Yo de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cada uno de vosotros sois depositarios de algún don, de alguna Bendición y todos vosotros debéis compartir lo que se os da.
Hijitos Míos, la malicia del hombre empieza cuando vosotros aceptáis en vuestro corazón la soberbia, el egoísmo. Vosotros os queréis apropiar de Mis riquezas, por eso Mi Hijo os decía “sed como niños”, el niño vive en libertad total, el niño no trata de atesorar, simplemente se deja consentir por los padres. En cambio, aquéllos que empiezan a atesorar se empiezan a encadenar a todo aquello material y aún en lo espiritual. Quieren atesorar y no compartir.

Yo os he dicho a vosotros, Mis pequeños, que mientras más deis, más recibiréis. Pero el hombre en su inseguridad, en su falta de amor hacia sus hermanos, atesora, se encadena y en lugar de tener ése espíritu caritativo, empieza ése espíritu de avaricia, en donde cree que todo mundo lo ataca y quiere sus bienes que, se los quieren quitar y así empieza una problemática espiritual tremenda, porque no se vive en paz, no se vive con amor, no se vive ésa donación que Yo os vine a enseñar en Mi Hijo Jesús.

Es una donación total la que debéis tener vosotros, Mis pequeños. Los bienes del Cielo pertenecen a todos vosotros, cada uno de vosotros sois depositarios de algún don, de alguna Bendición y todos vosotros debéis compartir lo que se os da y así, en el compartir, estaréis creando amor entre los hombres que os irá preparando para ésa vida de Amor, real, verdadera y santa que tendréis en el Reino de los Cielos, donde seréis consentidos por Mí, vuestro Dios.

Aprended pues, Mis pequeños, a dar totalmente de lo que recibís y así seréis Bendecidos eternamente.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Alegraos Conmigo, Mis pequeños, por la Salvación que Yo os he enviado a través de Mi Hijo, Mi Misericordia se derramó sobre la humanidad.
Hijitos Míos, muchos, muchos de vuestros hermanos creen que Soy el Dios que se aparta de Su creatura, que se olvida del hijo, cuando Soy todo lo contrario. Yo Soy como la gallina que trata de mantener bajo sus alas a sus polluelos, os doy tanto Amor, Mis pequeños, os quiero tener bajo Mis Alas con todos Mis cuidados, os quiero apartar del peligro del gavilán que está rondando y esperando que se salga alguno de Mis polluelos para tomarlo y devorarlo. No, Mis pequeños, ninguno de vosotros, por  más pecador que seáis, por más alejado que estéis, estáis apartados de Mi Vista, a todos vosotros os procuro, a todos vosotros os persigo, os quiero tener bajo Mis Alas a todos vosotros y es que, estando bajo Mis Alas, tendréis protección total de cuerpo y alma, Mis pequeños. Cuando vosotros os salís y creéis que ya sois lo suficientemente sabios para caminar solos por el mundo, es cuando os dais cuenta de vuestra pobreza espiritual y vuestra pobreza en sabiduría.

No, Mis pequeños, sin Mí, vosotros no sois nada, ciertamente cuando estáis Conmigo, os hago grandes ante los ojos de vuestros hermanos, ante los ojos de los hombres, llegáis a ser grandes, llegáis a ser ejemplo para ellos, pero es que ellos mismos Me han dado su libertad, ellos mismos han coartado su libertad y Me la han dado a Mí, entonces se vuelven ellos prisioneros de Mi Amor. Al ser prisioneros de Mi Amor, es cuando alcanzan su libertad espiritual total.

Mis pequeños, vivid pues bajo Mis Alas para que alcancéis esa libertad total en el Amor que os va a dar la Sabiduría que os vino a enseñar Mi Hijo. No os separéis de Mí, porque el demonio está al asecho, os quiere destruir y es una realidad. Mis pequeños, voltead para un lado y para el otro y veréis la destrucción que ha provocado. Si realmente vivís en lo espiritual os daréis cuenta de esto, porque aquéllos que no viven en lo espiritual, ven un mundo de libertinaje que les conviene y creen que eso es lo bueno para su vida. Eso no os va a dar trascendencia, Mis pequeños, el libertinaje que tenéis, simplemente os llevará al llorar eternamente.

Alegraos Conmigo, Mis pequeños, por la Salvación que Yo os he enviado a través de Mi Hijo, Mi Misericordia se derramó sobre la humanidad. Alegraos Conmigo, porque tenéis ahora al Salvador entre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando se vive Mi Verdadero Amor en el hogar, ése hogar será Bendecido eternamente.
Hijitos Míos, os he hablado mucho sobre la familia. La familia es en donde los hijos aprenden a amar y ser amados, pero deben saber dar los padres ése Amor, que es Mi Amor. Deberéis enseñarlos en el Amor Verdadero, en las Virtudes, en la Sabiduría Santa que se os ha dado a través de Mi Hijo.

Lo ideal, Mis pequeños, es que la pareja sea virtuosa, la pareja sea santa, la pareja camine de acuerdo a los Mandamientos, a Mi Ley, a Mi Amor. Pero cuando alguno de los dos padres de familia no viven en la virtud, con aquél que viva la virtud, Yo estaré y se manifestará Mi Gloria, Mi Poder, Mi Sabiduría y Mi Amor a través de ése hijo Mío, sobre todo, cuando quiera, a pesar de los ataques del cónyuge, mantener las virtudes, la vida santa en el hogar, Yo ahí estaré, Mis pequeños.

El Amor tiene una fuerza tremenda, Mis pequeños, al Amor nadie lo puede detener y por eso, cuando se vive Mi Verdadero Amor en el hogar, ése hogar será Bendecido eternamente. Siempre habrá unión en un hogar que viva Mi Amor, que viva la Virtud, que viva la Luz que os vino a dar Mi Hijo.

Deberéis ser ésos oasis de Luz en éste mundo que se debate ya en las tinieblas. Si vosotros pudieras ver desde el Cielo cómo os veis ahora, humanidad, veríais éstos oasis de Luz en medio de la terrible obscuridad que os cubre. No temáis, Mis pequeños, porque la Luz se va a dar, luchad, a pesar de que seáis atacados.

El Amor, Mi Amor que se vive en vuestro hogar, que se viva en vuestra presencia, es la que os va a dar ésa seguridad de que estaréis caminando por el bien y aunque seáis atacados, venceréis al final. Yo, a través de vosotros, venceremos e iremos destruyendo ésta obscuridad y poco a poco se irá dando la Luz para todos vosotros. Las tinieblas harán su trabajo, las tinieblas tomarán a aquéllos que prefieren vivir en las tinieblas y serán apartados de la Tierra, porque la Luz prevalecerá.

Daos pues, Mis pequeños, por todos aquellos que viven en la tinieblas, dad la Luz que tenéis para salvar a vuestros hermanos, pero no, no dejéis que las tinieblas, la falsedad, la mentira, el pecado se introduzca en vuestro hogar, continuamente estáis atacados por las fuerzas del mal. Orad, orad fuertemente y daos en sacrificio y en penitencia si vuestro cónyuge no está en la Luz, porque a través de él puede entrar la tiniebla a vuestro hogar. No despreciéis a ésa alma que está con vosotros, aún equivocada, al contrario, con vuestro amor, que es Mi Amor en vuestro corazón, levantadla, protegedla de la tiniebla, de la maldad de satanás en su corazón, ayudadla, para que por la Luz que se viva en vuestro hogar, alcance también la Luz y la perfección.

Yo estaré con vosotros, no os preocupéis, seréis atacados, pero prevalecerá Mi Verdad entre vosotros. Luchad fuertemente, Mis pequeños, luchad y venceréis. Manteneos en la Verdad y gozareis plenamente de Mis Bendiciones.
Gracias, Mis pequeños.