Mensaje.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Habla Dios Padre
Sobre: Es vuestro amor el que mueve a Mi Corazón, si vosotros estáis realmente amando a vuestros hermanos, estáis deseando su Bien.
Habéis recordado Mis Palabras en uno de los Mensajes que os di, que acabáis de leer, que cuando vuestros deseos salgan desde lo más profundo de vuestro corazón, contáis completamente con Mi ayuda y debéis estar seguros que se realizarán, Mis pequeños.
Es vuestro amor el que mueve a Mi Corazón, si vosotros estáis realmente amando a vuestros hermanos, estáis deseando su Bien, estáis moviendo vuestro corazón en el amor, estad seguros Mis pequeños que esto llega a Mi Corazón.
Deseando los bienes que deseáis, al amor no se le puede detener. El amor todo lo da, Mi Hijo os enseñó que os amarais los unos a los otros no importando quien fuera y, sobre todo, cuando vosotros os ponéis en el lugar de vuestros hermanos, que no quisierais que ellos sufrieran, es cuando realmente estáis amando, porque os estáis poniendo en su lugar y estáis acompañándolos en su dolor a él y a los suyos. Es ahí donde vosotros realmente estáis actuando en Caridad, porque estáis compartiendo el dolor de vuestros hermanos por sus necesidades.
Cuando una petición sale de lo más profundo de vuestro corazón, ya no es una petición hecha a la ligera, es una petición de corazón, porque estáis viendo el dolor de ellos y de los que los rodean y eso es lo que Mi Hijo os ha enseñado en todos los Milagros que realizaba. Él ayudaba a aquellas almas que se le acercaban, almas adoloridas en cuerpo y en alma, almas de hermanos vuestros, que tenían también un corazón como el vuestro.
Las más de las veces la curación debe ser principalmente interior porque os falta mucho de crecimiento espiritual, porque teniendo un crecimiento espiritual grande, es cuando vosotros actuareis fácilmente en el amor y ya nada os faltará porque si tenéis Mi Amor lo tenéis todo.
Pedid pues, además de la curación en lo físico de vuestros hermanos, que Mi Amor les invada, que Mi Amor les ayude a crecer espiritualmente, que Mi Amor les dé todo aquello que les falta en su vida, y sobre todo la vida de relación con sus hermanos.
PedidMe también para vosotros mismos, que Mi Amor también os invada, porque si vosotros sois Mis apóstoles de estos tiempos, junto con muchos de vuestros hermanos alrededor de la Tierra, os debéis unir en un mismo corazón, que es el Mío, y así es como se logrará el cambio sobre la Tierra, con corazones que vivan profundamente Mi Amor, el Amor de Mi Hijo y el Amor que os dejó y así podáis tomar para vosotros mismos y para proseguir Su obra de Redención a todos vuestros hermanos.
Os Bendigo Mis pequeños y Bendigo vuestras peticiones para que éstas se realicen y para que se vaya dando Mi Reino sobre la Tierra, un Reino de Amor, un Reino de bellezas inimaginables, pero llenas de Amor.
Gracias, Mis pequeños.