Sep 22_10 No pasará éste año en que sufriréis calamidades muy fuertes.

Rosario vespertino

Temas:

  • Preparaos, Mis pequeños, porque no pasará éste año en que sufriréis calamidades muy fuertes, en lo espiritual y aún en lo humano.
  • Voy todavía alrededor del mundo, buscando a aquellas ovejas descarriadas, aquellas almas enfermas, aquellas almas traicioneras.
  • Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, he bajado y estoy entre vosotros, llamadMe y acudiré inmediatamente hacia vosotros.
  • En estos tiempos, ciertamente envío nuevamente a Mi Santo Espíritu, pero todo lo contrario de la Torre de Babel, vengo a reunificar a Mi pueblo.
  • Aún después de ésta purificación y éste cambio que se dará, todavía viviréis afectados por el Pecado Original y tendréis el libre albedrío.

 

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y Dios Espíritu Santo, a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Preparaos, Mis pequeños, porque no pasará éste año en que sufriréis calamidades muy fuertes, en lo espiritual y aún en lo humano.
Hijitos Míos, vosotros podéis ver a una planta cuando está enferma, veis que sus hojas se ponen amarillentas, se caen, no dan fruto, no crecen correctamente, se perforan sus hojas y las flores no nacen o si nacen, nacen muy débiles. Veis alrededor de la planta y quizá no veáis ningún parásito ni nada externo que la esté dañando, pero la enfermedad está ahí, el daño está en algún lugar y debéis buscar bien para encontrar en dónde está el parásito o la enfermedad para poder aliviar a toda la planta. Y generalmente, Mis pequeños, esto estará en la raíz, si la raíz está enferma, está afectada y el resto también estará afectado.

Estáis viendo alrededor de la Tierra ya esta afectación, lo veis a nivel de gobiernos de la Tierra, lo veis a nivel de Mi Iglesia, en las familias, las autoridades, todo está afectado y debéis de ir entonces al punto de la afectación y esto es en vuestra alma.

Vuestra alma se ha corrompido, vuestra alma ya no vive en un estado de salud perfecto, ya no busca el estar Conmigo, ya no busca el estado de Gracia ni alimentarse debidamente con el Cuerpo de Mi Hijo, ya no dais fruto, precisamente, porque vuestra alma está sucia y, si llegáis a dar fruto, está podrido, es malo, transmitís cosas negativas, o sea, frutos podridos que van a dañar en lugar de dar salud a quien se acerca a vosotros.

Os lo vengo anunciando desde hace muchos años. Mi Hija, La Siempre Virgen María, en Sus apariciones ya os lo anunciaba también, que debíais volver a Mí. Tenéis en las Escrituras las profecías desde antiguo, que también se anunciaban éstos momentos. Tanto, tanto se os avisó y no quisisteis poner un freno a vuestra maldad, a vuestra corrupción, a vuestra necedad.

Si dejáis que la planta se siga enfermando, ¿qué pasa entonces?, la arrancáis y la echáis al fuego, ¿acaso queréis que Yo, vuestro Dios, haga esto con vosotros?, ¿que os arranque del mundo y os eche al fuego eterno? Muchas almas se merecerían esto por su mal proceder, porque no están dando fruto y están corrompiendo a otras, a muchas otras almas.

Estáis viendo a vuestro alrededor tantas almas que no vienen a Mí, que no Me buscan, que no quieren saber de Mis Preceptos ni de Mi Amor, éstas son almas que merecen ya ser arrancadas de la Tierra, no sirven para Mis fines. Yo os he creado para que vivierais en Amor, para que llenarais vuestro ser con Mi Amor y lo transmitierais, ¿qué están haciendo ésas almas? y también os pregunto a cada uno de vosotros ¿qué estáis haciendo para vivir en el Amor y transmitirlo a vuestros hermanos?, ¿también os merecéis cada uno de vosotros ser arrancados del mundo y ser arrojados al fuego eterno?

Ciertamente Soy un Padre Misericordioso, Soy un Padre lleno de Amor por Mis creaturas, pero ¿estáis acaso sirviendo para Mis Planes o estáis en contra de ellos?

Mis pequeños, Mi Justicia se tiene que dar también, os lo he dicho tantas veces. Mi Hija, la Siempre Virgen María, aboga continuamente por vosotros, pero ha de llegar un momento en que Mi Justicia se tiene que dar sobre los hombres, como pasaba con el pueblo judío en el pasado.

Sí, Yo amaba a Mi pueblo, lo escogí, pero ellos continuamente Me daban la espalda y traicionaban Mi Amor y eso es lo que estáis haciendo vosotros. Por más que os aviso, que os advierto de lo que pueda pasar, no queréis hacer caso y esto ya no puede seguir así, hay muchas almas que están Conmigo y, que por el ataque de satanás, también podrían perderse y os he dicho que por ellas y por vuestra oración, por los que estáis Conmigo, ya voy a detener esto.

Ya es muy breve el tiempo, está a la vuelta de la esquina, en que los desastres y calamidades en gran potencia se darán sobre la Tierra y estáis viendo cómo se han ido acrecentando las pruebas hacia los seres humanos, que es vuestra purificación y no queréis entender, pero ya, por vuestro bien, debo detener todo esto.

Preparaos, Mis pequeños, porque no pasará éste año en que sufriréis calamidades muy fuertes, en lo espiritual y aún en lo humano.

Os he pedido que os reforcéis en lo espiritual, porque es ahí en donde la prueba será más fuerte, porque satanás quiere destruir vuestra alma y la quiere llevar a la perdición eterna y es donde os deberéis reforzar más y es donde debéis, vosotros mismos, ayudar a vuestros hermanos a que se refuercen. Tendréis ataques muy fuertes, Mis pequeños, en lo espiritual y, si realmente no estáis viviendo lo que se os ha enseñado, lo que tenéis en las Sagradas Escrituras, seréis fácil presa de las garras de satanás, vuestra vida eterna está en juego, Mis pequeños.

Se os avisó por mucho tiempo, no podéis volver vuestro rostro hacia Mí y decirMe que fui injusto, que todo llegó de repente, cuando se os ha venido anunciando por años y vosotros no quisisteis atender Mi llamado. Os he dicho que Yo no os puedo presionar, Mi deber como Padre fue el de avisaros, Yo os sigo protegiendo si venís a Mí, pero debéis realmente venir a Mí y permanecer en Mí, para que seáis protegidos de las garras de satanás.

Me apena de Corazón, deciros todo esto, Mis pequeños, pero Yo tengo que proteger al resto fiel, a las ovejas del rebaño que se quisieron mantener en vida de amor y no a aquellas que quisieron destruir al rebaño, dispersarlo, siendo instrumentos de satanás.

Tantas veces os lo dije, ¿o estáis Conmigo o estáis contra Mí?, y no fue una sola vez, si no cientos de veces, en todos los países del mundo. Tuvisteis la oportunidad de escuchar alguna vez Mi llamado, Mis Mensajes de Amor y no quisisteis hacer caso y muchas veces, hasta os burlasteis de ellos. La misma Iglesia se burló muchas veces de Mis enviados y ahora ellos mismos tendrán que pagar su ignorancia y su maldad.

Orad mucho, Mis pequeños, orad por vuestra vida y por la de vuestros hermanos.

Os repito, la purificación está a la vuelta de la esquina, si no estáis Conmigo, el ladrón saldrá de repente y os podrá destruir. Estoy con vosotros, sigo con vosotros, de vosotros depende vuestra vida eterna si estáis Conmigo. Regresad, regresad Conmigo, os suplico, Mis pequeños, porque tengo muchas cosas grandes y bellas para cada uno de vosotros. Sois libres, escoged el camino.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Voy todavía alrededor del mundo, buscando a aquellas ovejas descarriadas, aquellas almas enfermas, aquellas almas traicioneras.
Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano, Jesucristo, muchos podrían decir que, en estos momentos de la humanidad, Mis Llagas se han cerrado, que no escucho, que no ayudo, que no veo, que Me he aislado de vosotros, y no es verdad, Mis pequeños, es en estos momentos en que Mis Llagas se han avivado, Mis Llagas, sangrando están, pero para que Mi Sangre, Preciosa y Salvadora, alcancen a la mayor cantidad de almas que necesitan de Mi Vida, que necesitan de Mi Amor.

Os estoy cuidando, Mis pequeños, sigo buscando por vuestra salvación eterna, sigo ofreciéndoos Mi Vida. Voy todavía alrededor del mundo, buscando a aquellas ovejas descarriadas, aquellas almas enfermas, aquellas almas traicioneras.

Soy vuestro Hermano y vuestro Dios y quiero la salvación de todos vosotros, porque Mi Sangre Preciosa os alcanza a todos, a todas las generaciones en todos los tiempos, pero antes del fin del mundo.

Estáis en momentos de un cambio tremendo, en el que muchas almas pueden perderse eternamente. Mi Sangre Preciosa está con vosotros, Mi Sangre Salvadora os acompaña en vuestras oraciones, tomadla, Mis pequeños, en vuestras oraciones, llevad Mi Sangre Salvadora a todos aquellos hermanos vuestros, en todos los países del mundo, para que vaya purificando y salvando a tantas almas que necesitan de su salvación.

No desperdiciéis, Mis pequeños, el Poder de Mi Sangre, está a vuestro alcance y vosotros, que Me amáis, vosotros que debéis amar también a vuestros hermanos enfermos, a vuestros hermanos que se han apartado de Mi Amor. Tomad Mi Sangre, vertedla sobre ellos por su purificación y ofrecedMe sus almas, para que Yo les dé Vida nueva, porque Yo vine a dar nueva Vida a toda la humanidad, desde aquél tiempo y tenéis ya Mi nueva Vida porque os la di, ya hace un poco más de dos mil años.

Ahora es vuestro tiempo, Mis pequeños, de ser corredentores y sois corredentores, tomando, primeramente, Mi Corazón. Debéis hacerLo vuestro y así, llenándoos de Mi Amor, deberéis tomar también Mi Sangre Preciosa, Mi Sangre Purificadora y la deberéis repartir a vuestros hermanos que están enfermos por la maldad, por el error, por tantos pecados que apartan al hombre de Mí, vuestro Dios.

Así pues, Mis pequeños, ved nuevamente Mis Llagas cómo están abiertas y acercad a ellas a todos aquellos hermanos vuestros que veáis que necesitan de su salvación para su salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo,
Sobre: Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, he bajado y estoy entre vosotros, llamadMe y acudiré inmediatamente hacia vosotros.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo. Dios Padre os ha dado Vida, Dios Hijo os dio Vida con Su Sangre, Yo, vuestro Dios Espíritu Santo os vengo a dar Vida, Vida nueva en el Amor. En la Santísima Trinidad, Nosotros os damos Vida. Debéis Mis pequeños, buscar ésa Vida, que es de lo que debéis alimentaros.

Vuestras capacidades están bloqueadas por el Pecado Original, no os dais cuenta de lo que es un alma, de lo que es un ser como vosotros, pero un ser purificado, un ser santificado y, ahora estáis en ése proceso, Mis pequeños, de dejar, como decía vuestro Dios Jesucristo, dejar el hombre viejo y vais a entrar ahora hacia el hombre santificado.

Ciertamente, para alcanzar ésa santificación, ése estado de Vida supremo del hombre, deberéis desarraigaros de todo aquello que os ha separado de vuestro Dios. De la maldad que habéis dejado entrar en vuestro corazón y que no puede convivir con todo lo bello y grande que viene de Nosotros, de Nuestra Santísima Trinidad.

Ciertamente Somos respetuosos del pensar del hombre y si vosotros escogéis que viva en vuestro interior el mal, no hay cabida para el Bien, no hay cabida para Nosotros, para vuestro Dios. El hombre mismo debe desear de corazón que Nuestras Potencias penetren en vosotros, que os purifiquen y que os lleven a ésa santificación, que debéis vosotros desear con todo vuestro corazón, porque no es posible que el hombre escoja vivir en la mediocridad o en la maldad, cuando tiene ésa opción Divina de dejar que Nosotros vivamos plenamente en vuestro ser y así, se dé el Reino de Dios sobre la Tierra, y esto debe venir de vuestro deseo, desde lo más profundo de vuestro corazón y de ésa lucha fuerte que debéis tener cada uno de vosotros de no permitir el paso del mal a vuestro interior. Habéis sido muy consecuentes con el mal, habéis dejado que él viviera en vosotros y jugabais tontamente con la vida espiritual.

Llevabais una vida mediocre, a veces viviendo en el bien, buscando el bien, porque el alma a eso añora, pero vuestra voluntad le impedía a vuestra alma volar hacia Nosotros. Vosotros mismos, con vuestra voluntad ya sucia, maleada, corrupta, impedíais a vuestra alma volar hacia su santidad. El alma fue creada para vivir en la santidad, el alma, aún de aquél que vive en el mal, añora y busca lo espiritual, porque el alma quiere vivir con su Dios, pero es vuestra voluntad, entendedlo, vuestro libre albedrío, el que detiene que vuestra alma vuele hacia su perfección, que crezca hacia lo Divino.

Debéis entender esto, Mis pequeños y debéis luchar contra vuestra mediocridad, contra vuestra propia voluntad, que está afectada por el pecado.

Por eso, Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, he bajado y estoy entre vosotros, llamadMe y acudiré inmediatamente hacia vosotros. Estáis viendo maldad a vuestro alrededor, pero Yo Me estoy moviendo rápidamente entre vosotros, el Cielo no os deja abandonados, Soy vuestro Dios y quiero la recuperación y perfección de vuestra alma y, os repito, para eso ya estoy entre vosotros, porque así Me lo ha pedido vuestro Padre Dios.

Vosotros debéis poner de vuestra parte, en ésa lucha continua contra vuestro “yo”, para que Yo Me pueda manifestar plenamente en vosotros. Yo no puedo entrar a un alma que está sucia, que le permite libremente al mal y al pecado vivir en su interior.

Debéis sacar todo lo malo que existe en vosotros, para que Yo pueda reinar plenamente en vuestro interior y de esta forma, llevaros hacia vuestra perfección, que es la santidad de vida.

Debéis respetar Mi Presencia Divina en vosotros y debéis luchar por mantenerMe en vuestro interior, porque tan pronto coqueteáis con el mal, Yo no puedo convivir con él, no puedo convivir con satanás.

LlamadMe pues, Mis pequeños, deseadMe de corazón que Yo Viva en vuestro interior y ahí estaré pronto, para vuestra purificación y vuestra santificación y juntos, vuestra voluntad y Mi Divinidad, lucharemos por vuestra santidad.

Dejad que vuestra alma se libere ya de las ataduras del mal, dejad que vuele hacia donde tiene que volar, que es hacia Nuestra Santísima Trinidad y, dejad que goce plenamente ya de la vida espiritual a la que todos vosotros estáis llamados,  porque mucho se ha hecho por salvaros.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: En estos tiempos, ciertamente envío nuevamente a Mi Santo Espíritu, pero todo lo contrario de la Torre de Babel, vengo a reunificar a Mi pueblo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, recordad el pasaje de las Sagradas Escrituras sobre la Torre de Babel. El hombre, en aquél tiempo, queriéndose proteger de Mi Ira y de Mi Justicia Divina, quisieron hacer una torre muy alta para protegerse de otro Diluvio, con esto Me estaban retando, en lugar de procurar mejorarse espiritualmente. Nada más estaban protegiendo su cuerpo, su bienestar personal, pero no su bienestar espiritual, y por eso mandé a Mi Santo Espíritu para que se diera ésa división, división de lenguas y hasta de pensamiento y de esta forma se desperdigaron y llenaron la Tierra en diferentes lugares, con diferentes idiomas, con diferente forma de pensar y, éste fue el castigo hacia el hombre, por querer retarMe, por no querer mejorarse en lo espiritual y solamente vivir para lo mundano.

Ahora, en estos tiempos, ciertamente envío nuevamente a Mi Santo Espíritu, pero todo lo contrario de la Torre de Babel, vengo a reunificar a Mi pueblo, os vengo a reunificar en un solo pensamiento, en una sola lengua, en un solo Amor. Y de esto debéis estar muy contentos, Mis pequeños, éstos son Mis regalos de Amor, son los regalos de Mi Corazón para todos Mis hijos que Me han buscado y que se han mantenido en Fe y Esperanza a todas Mis Promesas que he dado alrededor del mundo, desde antaño hasta éstos días.

Por eso os pido que no estéis tristes, que no estéis preocupados con los acontecimientos que se han de suceder para la purificación de toda la humanidad. Si estáis Conmigo, os he dicho, que no debéis de temer y que debéis, al contrario, estar felices de que va a haber un cambio mundial para bien, en donde viviréis lo que es la hermandad, la hermandad en el Amor, la hermandad Divina, porque estaréis bajo Mi Divinidad, estaréis bajo Mi Amor, derramaré Mis Bendiciones fuertemente sobre cada alma que escogió vivir Conmigo y para Mí, estar a Mi servicio y amándoos los unos a los otros.

Os he prometido varias veces un cambio benéfico y bellísimo para toda la humanidad actual y futura, siempre y cuando os mantengáis Conmigo y no atacándoMe con el pecado que habéis dejado entrar a vuestro corazón.

Grandes Bendiciones bajarán sobre aquellos hijos obedientes y buenos, en cambio, para aquellos desobedientes y malvados, os anuncio penalidades, dolor y condenación eterna.

De esta forma os vuelvo a mostrar que no Soy un Dios injusto, si estáis Conmigo y os mantenéis en pensamiento y en obras, con todo lo que Yo os he pedido, grandes cosas tendréis, Mi Amor se derramará sobre vosotros y Mis Bendiciones alcanzarán a varias generaciones posteriores a la vuestra, es Mi Promesa y, por Mi Amor, todo lo cumplo.

Os amo tanto, Mis pequeños, y deseo lo mejor para aquellas almas bondadosas y fieles, como vosotros. PedidMe pues, Mis pequeños, que os mantengáis Conmigo, siempre fieles y deseosos de servirMe, aceptando Mis designios de Amor sobre cada uno de vosotros y de vuestros hermanos.

Os amo, Mis pequeños y envío Mis Bendiciones sobre cada uno de vosotros y sobre los vuestros y los que pongáis en vuestro corazón durante éste Rosario.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Aún después de ésta purificación y éste cambio que se dará, todavía viviréis afectados por el Pecado Original y tendréis el libre albedrío.
Hijitos Míos, hasta el fin del mundo, las almas que vivan sobre la Tierra, contarán con el libre albedrío. Ciertamente, aún después de ésta purificación y éste cambio que se dará, todavía viviréis afectados por el Pecado Original y tendréis el libre albedrío. Todavía podréis escoger entre el Bien o el mal que tendréis en vuestra vida, pero así, como las almas que se llenan de mal y éste las colma, llega un momento en que el alma, aunque quiera reaccionar, no puede zafarse del mal, porque es tanto el mal que dejó entrar a su corazón, que el mal vence a los buenos deseos del alma y no se aparta del mal.

Pero por otro lado, también aquellas almas que han dejado que Mi Bien las inunde, ésas almas difícilmente caerán en las garras de satanás, ciertamente, tropezarán de vez en cuando, pero nunca darán cabida total al mal en su corazón, como las otras almas lo han hecho.

Por eso, si vosotros, Mis pequeños, estáis buscando el Bien en vuestra vida y en la de vuestros hermanos, el Bien siempre os protegerá, hasta el fin del mundo y debéis desear que ése Bien, siempre impere en vuestra vida.

Ciertamente, lucharéis contra vuestras pasiones, contra vuestra propia voluntad, contra todo aquello que os lleva hacia la maldad, pero ése es el valor del hombre, precisamente, la lucha, la lucha por su bien, porque las almas que no luchan y se dejan vencer por el mal, ésas almas ya perdieron, ésas almas caen para nunca más levantarse y éstas son las almas que se pierden eternamente, porque dejaron entrar tanto mal en su corazón, que prácticamente, éste mal las vence, no les permite levantarse ni luchar contra aquello que ellas dejaron entrar libremente en su corazón. Si viven en el mal, es porque les gusta vivir en el mal y es muy difícil para éste tipo de almas, desarraigarse de aquello con lo cual están viviendo a gusto.

Las almas que están Conmigo, que ciertamente caen, se arrepienten de su pecado, se arrepienten de ése mal que dejaron entrar en su corazón, están a disgusto que hayan permitido entrar voluntariamente ése mal en su corazón y luchan, se arrepienten y sacan ése mal tan pronto pueden, a través de su voluntad y a través de Mi Perdón, a través de los Sacramentos.

Por eso os pido, Mis pequeños, que os mantengáis siempre alerta para no dejar que el mal entre a vuestro corazón, para que no se adueñe de él y luego os impida que vosotros os arrepintáis y queráis regresar a Mí. Cuidad lo más valioso que tenéis, que es vuestra alma y la pureza de ella.
Gracias, Mis pequeños.