Sep 03_10 El Amor es el que va a unir a todas las generaciones.

Rosario vespertino

Temas:

  • No os imagináis lo que puedo Yo hacer con el hombre, con aquellos que se dejan mover por Mí, vuestro Dios.
  • El amor de vosotros, pidiendo por vuestros hermanos, Me da a Mí ésa oportunidad de mover a las almas hacia su salvación eterna.
  • Todo trae consecuencias, Mis pequeños y cuando vivís fuera de Mí, de Mis Leyes y de Mi Amor, éstas serán malas.
  • Es un gran pecado de omisión, no dar amor a quien lo necesita, porque no queréis saber de ésos hermanos vuestros que están sufriendo.
  • Doy más a aquél que agradece y que además aprovecha lo que Yo le concedo para el desarrollo de su vida y para el bien de sus hermanos.

 

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: No os imagináis lo que puedo Yo hacer con el hombre, con aquellos que se dejan mover por Mí, vuestro Dios.
(Lenguas…) Hijitos Míos, estoy con vosotros, Me manifiesto ante vosotros, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador. Mi Amor os llene, Mi Amor os purifique, Mi Amor os santifique.

Dejad, Mis pequeños, que Mi Santo Espíritu os invada, que Mi amor os dé la Vida que vosotros necesitáis y que se ha perdido a lo largo del tiempo por el pecado del hombre, pero ya es tiempo, Mis pequeños, en que el hombre regresará a Mí, vuestro Dios y seréis satisfechos con Mi Amor, con Mis dones, con Mi Presencia en vosotros, de una fuerte Presencia que tendréis de Mí continuamente, y es cuando gozaréis plenamente lo que Yo, vuestro Dios, os di, desde un Principio, a través de vuestros Primeros Padres.

¡Tanto Amor que vosotros necesitáis y no Me lo pedís! No os imagináis lo que puedo Yo hacer con el hombre, con aquellos que se dejan mover por Mí, vuestro Dios. No os imagináis a qué alturas os puedo Yo llevar y ¡tan fácil que pudiera ser para vosotros!, y que es con vuestra donación total, pero el mundo no os deja. Estáis tan embebidos de mundo que no queréis volar hacia Mí, la maldad ha obnubilado vuestras mentes, no os deja pensar correctamente, no os deja tener una vida plena en el Amor.

Mucho necesitáis de Mí, vuestro Dios, la vida espiritual que ahora tenéis, es tan mediocre, tan vana, porque todavía coqueteáis con satanás. No lleváis un camino pleno y profundo hacia Mí, os desviáis en el camino para tomar de las cosas que satanás os ofrece y, aunque ciertamente regresáis, regresáis sucios.

Debéis tratar, Mis pequeños, de manteneros en el camino de la pureza y la santidad, de la vida llena de Amor y no buscar, dentro de las cosas del mundo, aquello que, aunque, ciertamente, en algún momento gozáis en vuestros goces humanos y pecaminosos, después se os vuelven cargas inmensas y tardáis mucho en eliminar lo que tomasteis de satanás, porque afecta fuertemente vuestra alma, la deja marcada, la deja herida, la deja llagada, la deja con cicatriz, así es satanás.

Que vuestra vida, Mis pequeños, sea vida de oración para la salvación de las almas.

Os pido Mis pequeños, nuevamente, que abráis vuestro corazón y que dejéis que Mi Santo Espíritu os invada, para que os lleve por caminos seguros, para que ya no titubéis en el camino, para que ya no dudéis en los pasos que daréis y para que vuestros pasos sean seguros dentro del camino que Yo os trazo.

Os Bendigo, Mis pequeños y Bendigo a todos aquellos que vosotros tenéis en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: El amor de vosotros, pidiendo por vuestros hermanos, Me da a Mí ésa oportunidad de mover a las almas hacia su salvación eterna.
Hijitos Míos, en una familia, las necesidades de los hijos son diferentes a las necesidades de sus progenitores, por eso Yo os he pedido que veáis por Mis necesidades como Padre.

Ciertamente se os puede hacer raro que Yo os pida esto, cuando Yo no necesito de nada ni de nadie, porque Soy Perfecto, pero os he dado la Gracia de que seáis corredentores con Mi Hijo y la respeto y, con esto, Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, permito que vosotros, con vuestra intercesión, con vuestra donación, Me traigáis las almas de vuestros hermanos que viven en el mal, que están alejadas de Mí.

Como Yo respeto vuestro libre albedrío, Yo no puedo presionar a las almas a su conversión, además de que esto no tendría mucho valor para la salvación de las almas, puesto que no estarían haciendo gran cosa, porque esperarían que Yo, en Mi Voluntad, os aprisionara y que hiciera que vosotros actuarais según Mi Voluntad y entonces ahí no habría mérito alguno de vuestra parte para ganar el Reino de los Cielos.

Pero por otro lado, sí hay un gran mérito que entre vosotros oréis, os reunáis para orar, para ganarMe almas y así, a través de vuestra intercesión, Yo sí puedo derramar Mis Bendiciones, Mi Perdón, Mis Gracias sobre vuestros hermanos, ya no estoy presionando a las almas, puesto que el amor de vosotros, pidiendo por vuestros hermanos, Me da a Mí, ésa oportunidad de mover a las almas hacia su salvación eterna.

¿Veis Mis pequeños, cuánto valéis para Mí?, ¿cuánto valen vuestras oraciones?, ¿cuánto vale vuestra intercesión?, ¿cuanto vale el que seáis corredentores en estos momentos de la humanidad? Por eso os he dicho que muchas almas se han de salvar por vuestras oraciones, por vuestra donación, por vuestra vida de penitencia y de gozo en Mi Amor, porque vosotros oráis para que vuestros hermanos estén también recibiendo fuertemente Mis regalos espirituales y aún materiales, que no obtienen aquellos que viven en pecado mortal, que no obtienen aquellos que no viven en plenitud, porque no se le puede consentir por igual al hijo bueno, que al hijo extraviado. El hijo bueno tiene más méritos, lo consiento, le doy mucho, pero también voy por el hijo extraviado que ciertamente necesita más cuidados, porque está tan distraído en las cosas del mundo que poco le interesan las cosas espirituales que realmente valen.

De cualquier manera, os pido que sigáis intercediendo por vuestros hermanos, porque necesito que ellos vuelvan a Mí y por eso utilizo infinidad de ocasiones para que ellos regresen a Mí.

Vuestra intercesión es valiosísima, Mis pequeños, seguid adelante, seguid viviendo en el amor para que el Amor toque el corazón de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Si apartáis el Amor de vuestro corazón, difícilmente podréis salir avante de la prueba tan fuerte que se os viene.  
Hijitos Míos, continuamente os pido que unáis vuestras cruces a Mis Cruces, a Mis Dolores, a Mis Padecimientos, pero también el hombre tiene logros.

Yo conviví entre vosotros, Yo, vuestro Hermano Jesucristo, caminé entre los hombres y el hombre no puede vivir ni debe vivir solamente en el dolor ni en el padecimiento ni en la tristeza. No, Mis pequeños, fuisteis creados para vivir en la alegría, por eso, también os pido que Me deis vuestras alegrías, vuestras perfecciones, vuestros deseos de hacer todo bien y que son los logros que tenéis en vuestra vida, eso también os lleva a la perfección.

Vuestros dolores, vuestra cruz de cada día no la podéis apartar de vuestra vida y por eso unís ésos dolores a los Míos, porque Yo padecía también, en diferentes formas, también tuve que padecer los cambios del clima, el hambre, el trasnochar en el campo, dormir a la intemperie, los ataques de los mismos fariseos, escribas y gente del pueblo, los ataques de satanás. Tantas cosas desagradables que viví y que vosotros, también vivís todos los días. Por tal razón Yo tomé todo eso para que vosotros os pudierais santificar al uniros a lo que Yo Le ofrecí a Nuestro Padre Dios.

Vosotros os unís a Mí, traéis ante Mi Presencia vuestra vida, vuestros logros y sufrimientos, vuestras alegrías y tristezas, tantas y tantas cosas que tenéis en vuestra vida.

Cuando os unís perfectamente a Mí, os santificáis y santificáis a muchos de vuestros hermanos, por eso no podéis vivir en el mundo sin ninguna meta, sin ningún deseo.

Que, de ahora en adelante, también vuestro deseo sea hacer las cosas bien, porque cuando vosotros hacéis las cosas bien, lo más perfectamente posible, sea lo que sea, agradáis a vuestros hermanos, pero como Yo estoy en vuestros hermanos, con eso Me estáis agradando a Mí. Por otro lado, cuando en vuestro deseo por hacer lo que tenéis qué hacer, ya sea de vuestras obligaciones, en vuestro trabajo, en el lugar en el que estéis, que tenéis que actuar, actuad pues de la mejor forma y con eso estaréis mostrando vuestra dignidad de ser hermanos Míos, porque os debéis comportar con una gran dignidad Divina, porque si os decís hermanos Míos, no podéis ser de satanás, tenéis que seguir Mi ejemplo, tenéis que vivir en el amor, tenéis que buscar ésa perfección en todos los ámbitos de vuestra vida.

Si esto lo entendéis, Mis pequeños, debe haber un cambio fuerte en vuestra vida. Ya no podéis ser del mundo, tenéis que ser ejemplo para aquellos que viven en el mundo. Entended la importancia de ésta situación, Mis pequeños, ya no podéis ser un ser más sobre la Tierra, sois Mis hermanos y os debéis comportar como tales, para ir logrando que se dé la familia Celestial aquí en la Tierra.

Pido vuestro arrepentimiento por vuestros pecados, pasados y presentes y un deseo grande de no cometer los futuros, aunque ciertamente sois débiles y seguiréis cometiendo faltas, pero tratad de que éstas cada vez sean más pequeñas, más insignificantes, que no se muestre ésa maldad fuerte en vuestros actos y, especialmente, que no os lleven éstos actos malos a que os apartéis de Mí, por ser faltas graves. No perdáis el estado de Gracia, no perdáis la afiliación Conmigo, no perdáis el amor que tanto Le costó a Mi Hijo, ésa Vida que os vino a dar, pero que vosotros no la apreciáis, por vivir en el mundo.

El Amor es el regalo más grande que Yo, vuestro Dios, le he dado al hombre. No lo desperdiciéis, cuidad de éste tesoro, porque satanás os lo quiere arrebatar. Luchad para que el Amor nunca se aparte de vuestro corazón, porque el Amor es el que va a unir a todas las generaciones y vencerá todos los ataques que se han de venir. Estando en el Amor, Mis pequeños, venceréis, si apartáis el Amor de vuestro corazón, difícilmente podréis salir avante de la prueba tan fuerte que se os viene. Cubríos con Mi Amor, cubríos con Mi Sangre Preciosa, cubríos con Mis Méritos y así, protegidos, manteneos en pureza santa y en íntima comunicación Conmigo. Yo nunca Me apartaba de Mi Padre, oraba continuamente con Él y eso es lo que quiero que hagáis vosotros, que la oración Nos una, para que seamos uno en el Amor de Nuestro Padre Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Todo trae consecuencias, Mis pequeños y cuando vivís fuera de Mí, de Mis Leyes y de Mi Amor, éstas serán malas.
Hijitos Míos, siempre os he pedido por la familia, por vuestras familias, por los hijos de vuestras familias. Porque no os quisisteis dar cuenta de la importancia de criar a vuestros hijos dentro de Mis Leyes y de Mi Amor, vuestro egoísmo, vuestra distracción, impidió que vuestros hijos recibieran Vida para sus almas, que Me recibieran a Mí y, sobre todo, que aprendieran a amarMe y a respetar Mis Leyes en su vida.

Os dedicasteis a buscar otras cosas que no interesaban a Mis intereses de Padre y para cuidar de Mi Creación en la que vivís y, porque los dejasteis abandonados, ellos crecieron y a una buena mayoría de éstos hijos vuestros, satanás los engañó, y ahora son vuestros dirigentes mundiales, son aquellos que son cabezas en las autoridades de todo tipo.

Ahora estáis sufriendo las consecuencias de vuestra distracción, ahora estáis siendo atacados por ésa maldad que vosotros debisteis haber impedido que entrara en el corazón y en la mente de vuestros hijos. Aún no salís de éste mundo y ya estáis sufriendo las consecuencias porque no sembrasteis. ¿Veis ahora vuestro error, Mis pequeños?, ¿veis por qué es tan importante lo que Yo tanto os pedía?, ¿cómo debiera ser vuestra familia?, ¿cómo debisteis haberla guiado?, ¿cómo la debisteis haber llenado de tantas bellezas, de Sabiduría y de Amor? Pero no, no quisisteis seguir lo Mío y ahora sufriréis vuestra tontería y vuestra negligencia.

Todavía podéis remediar algo, pero ya no podréis dejar ésas raíces profundas que se dejan en los hijos cuando son pequeños, cuando os dais el tiempo para estar con ellos y enseñarles lo bueno desde que están en temprana edad.

Todo trae consecuencias, Mis pequeños y cuando vivís fuera de Mí, de Mis Leyes y de Mi Amor, éstas serán malas.

De cualquier manera, os pido reparéis. Que ahora, vuestro remedio, Mis pequeños, sea vuestra donación perfecta a Mí, vuestros sacrificios y penitencias, el amor que empecéis a hacer crecer en vuestro corazón, que al menos, el final de vuestra vida sobre la Tierra, sea de reparación y de ejemplo para las generaciones que vivirán después de vosotros.

No desperdiciéis el tiempo que os quede, para seguir en cosas inútiles. Reparad el camino que no supisteis construir, algo todavía podréis hacer por vuestros hijos y por vuestros hermanos alrededor de la Tierra.

Luchad contra toda aquella maldad que se ha desatado, de la que, en cierta forma, vosotros sois culpables de ello. Pedid Mi ayuda a través de Mi Santo Espíritu, para que os deis cuenta del error mundial en el que estáis viviendo, pero también, para que os deis cuenta del remedio que podéis lograr, para que todo sea renovado.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Es un gran pecado de omisión, no dar amor a quien lo necesita, porque no queréis saber de ésos hermanos vuestros que están sufriendo.
Hijitos Míos, vosotros sabéis que el dolor no es aceptado por la humanidad y os he dicho, también, que éste es muy desperdiciado. Además quiero que os pongáis en el lugar de vuestros hermanos que sufren, para que también Me pidáis por ellos. Os estoy hablando de vuestros hermanos encarcelados, vuestros hermanos que sufren en los hospitales, en clínicas de salud, aquellos que están apartados de la sociedad, que se esconden, porque saben que son rechazados por la misma sociedad, por tener algún defecto físico o mental.

Hay tanto dolor que no es ofrecido y por el que vuestro corazón no se mueve porque, o lo ignoráis, o simplemente no lo tomáis en cuenta porque no lo conocéis y por eso os lo recuerdo, Mis pequeños, porque son almas de hermanos vuestros que están sufriendo y sufriendo muchos de ellos muy fuerte. Viven injusticias del hombre y, sobre todo, la mayor injusticia es el ser rechazado por el mismo hombre.

Ése es un gran pecado de omisión, no dar amor a quien lo necesita, porque no queréis saber de ésos hermanos vuestros que están sufriendo, pero no queréis entrar en su vida para ayudarles, por vuestro egoísmo, por vuestra maldad.

Poneos pues en el lugar de ellos, sentid, junto con ellos el dolor del rechazo y de la maldad que ha crecido en vuestro corazón, porque os sentís superiores a ellos y con derechos de destruirlos o de tenerlos en menosprecio y, así, vais también vosotros pecando por falta de Caridad hacia vuestros hermanos.

Sí, son vuestros hermanos, pero no los consideráis así por sus defectos, por sus errores, por sus enfermedades. Es más fácil para vosotros despreciar y olvidar a vuestros hermanos en tribulación, que dejar que vuestro corazón se mueva en Caridad hacia ellos y hacerles un bien.

También de esto seréis juzgados, Mis pequeños, de la falta de Caridad que tuvisteis para con vuestros hermanos que vivían en necesidad.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Doy más a aquél que agradece y que además aprovecha lo que Yo le concedo para el desarrollo de su vida y para el bien de sus hermanos.
Hijitos Míos, también está en el hombre saber agradecer en todo momento por todas las Bendiciones que recibís de Mi Amor. Vuestra distracción no permite que vosotros os deis cuenta de tantas Bendiciones que os llegan del Cielo, que os llegan de Mi Sacratísimo Corazón. Ojalá, Mis pequeños, pudierais estar más consientes de vuestra vida, de Mis regalos, de cómo os protejo continuamente contra los ataques de satanás.

Os quejáis continuamente de tantas y tantas cosas, pero ¿cuántas veces agradecéis lo que Yo os doy, Mis pequeños? Prácticamente no entra en vuestra vida y en vuestra forma de ser, el que sepáis agradecer lo que Mi Divina Providencia os da en todo momento.

Vosotros, se podría decir, tenéis dos vidas, vuestra vida humana y vuestra vida espiritual, que es vuestra vida del alma, y Yo continuamente alimento a vuestras dos vidas. Os doy lo necesario para que vuestro cuerpo pueda mantenerse en salud, ya sea con buen alimento, con un hogar, con ropa que cubra vuestro cuerpo y con tantas y tantas formas en las que Yo os ayudo y que vosotros no os dais cuenta.

Cuando vosotros vivís como verdaderos hijos de familia, sabéis apreciar lo que se os da, porque en una familia, cuando los padres les dan a los hijos ésa confianza de convivir en la familia y con esto os quiero decir que hay muchos, muchos hijos Míos que tienen a los hijos como alguien fuera de la familia, que exigiendo demasiado respeto hacia ellos, como progenitores, los hijos no sienten la confianza de acercarse a ellos por un consejo, por un apapacho, por un perdón o por una necesidad.

Os pido pues, Mis pequeños, que os concienticéis de lo que recibís de Mí, que Me agradezcáis, porque Me lo merezco y porque además, cuando vosotros sabéis ser agradecidos, recibís más, porque así es como pago Yo. Doy más a aquél que agradece y que además aprovecha lo que Yo le concedo para el desarrollo de su vida y para el bien de sus hermanos.
Gracias, Mis pequeños.