Jul 30_98 La Soledad.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Hijitos Míos, hoy os voy a hablar sobre la Soledad. Una gran mayoría de vosotros, Mís hijitos, temen a ésta situación en vuestras vidas. La soledad de verse sin vuestros hijos, la soledad de verse sin su cónyuge, la soledad de un reclusorio, la soledad de un asilo, la soledad el Mundo.

¡Cuánta materialidad existe en vuestros corazones! ¡Cuánto apego al Mundo y a sus creaturas! ¡Cuánta necesidad vuestra de tener todo lo que os rodea! Cuando sólo una cosa debieran de buscar afanosamente y eso es Mí Presencia en vosotros. Cuando Yo habito un alma, esa alma queda colmada, al grado de no sentir necesidad de personas, de cosas y a veces hasta de alimento de éste Mundo vuestro. Yo os podría colmar plenamente si os soltaras a Mí Amor y a Mís Deseos. Debéis aprender a confiar en Mí y a desconfiar en lo que no sea Mí Presencia en vosotros, porque al no esta en Mí, os preocupáis, os entran temores e incertidumbres en lo que serán vuestras vidas en lo futuro y Me quitáis el tiempo de oración y donación de vuestras almas hacia Mí y lo utilizáis en pensar sólo en materialidades.

En algunos casos Yo permití esa soledad en vuestras vidas y en diferentes circunstancias para que sea tiempo de reflexión, tiempo de búsqueda a lo que habéis desperdiciado en vuestras vidas, tiempo de ayuda para otros hermanos vuestros, tiempo de conversión y de salvación para las almas.

Yo permito que a veces perdáis vuestro trabajo para que regreséis a Mí, Vuestro Padre. Vuestra vida no debe transcurrir sólo en lo material ni en la búsqueda de posesión de bienes de éste mundo. Os afanáis demasiado en buscar el dinero, el placer, las posesiones, los viajes y muchas otras cosas que os dan cuando tenéis mucho dinero, dinero que habéis obtenido por vuestro trabajo, pero mal empleado para vuestra salvación.

Yo os he dado todo lo que tenéis y es bueno, pero es vuestra falta de visión hacia lo espiritual lo que hace que lo bueno que os concedí, sea usado en forma egoísta o en muchos casos, hasta en contra de vuestra salvación. Entonces tengo que actuar porque os amo y lo recalco, porque os amo y deseo vuestro regreso a Mí Reino y es cuando os retiro una gran parte de todos aquellos bienes y entradas económicas que usábais mal y os dejo lo mínimo para subsistir y os dejo tiempo para reflexionar en vuestras vidas, sobre el apego a lo material, a lo supérfluo de vuestra existencia anterior, a vuestras pocas acciones que hicistéis para ganar Mí Reino, al mal que provocásteis en vuestro prójimo, a vuestra soberbia y el mal trato hacia los demás, al fincar todo vuestro valor en un valor efímero como lo es el dinero.

Al veros así desnudos con vuestros pecados y faltas ante vuestros semejantes, al veros en vuestra realidad personal, al veros así humillados y en condiciones peores, a veces, de las personas a las que humillasteis anteriormente, cuando érais “poderosos”, os concedo la Luz de la Verdad en vuestros corazones para que reflexionéis en vuestras vidas y os déis cuenta de que ibais directos al despeñadero, directos a la muerte eterna, porque no Me buscábais a Mí, buscábais vuestros propios intereses, intereses de muerte espiritual, lo cuál no reflexionábais por no tener tiempo para Mí y para la ayuda a vuestros semejantes.

Es el Amor verdadero, Mí Amor, el que os coloca en ésta situación de reflexión de vuestro pasado, para un cambio favorable para vuestro futuro. Desgraciadamente muchos de Mís hijos no comprenden ésta situación de regalo que hago en sus vidas, para su bien eterno y vociferan y blasfeman contra Mí, Vuestro Creador. Orad vosotros por vuestro cambio y el de vuestros hermanos que estén en la misma situación y agradeced a Vuestro Dios ésta situación porque estáis así porque os ama en demasía.

Lo mismo permito que suceda con otros de vuestros hermanos, a los que permito sean encarcelados y es ahí en donde van a encontrarMe, van a encontrar su salvación eterna. Aprended, hijos Míos, a ver Mís intereses y no los vuestros. Hijos Míos, que estáis encarcelados por un error propio o de vuestros semejantes y que justa o injustamente habéis perdido vuestra libertad, es Mí Amor el que ha permitido que esto suceda. Ved el trasfondo real de la situación, es vuestra alma y la de vuestros semejantes que están a vuestro alrededor sufriendo la misma situación lo que Me interesa, vuestra salvación eterna es Mí deseo hacia vosotros. Recordad que estáis de paso, que vuestra vida es un momentito pequeñísimo en la Eternidad que os espera. Confiad en Vuestro Padre Dios que Él os ha creado para el amor y el gozo eterno. No caigáis en las mentiras de Mí enemigo que os regala con bienes efímeros de la Tierra y posteriormente, la condenación eterna, eterna hijos Míos. Ahora, éste tiempo, éste pequeño tiempo de vuestras vidas es de reflexión, de penitencia y salvación. Después que hayáis sido juzgados, vuestras obras ya no contarán para vuestra salvación, es durante vuestras vidas que podéis hacer méritos, después ya no.

El tiempo de soledad que le doy al viudo, a la viuda, al anciano sobre todo, es tiempo de preparación para trascender a vuestra eterna vida y cuando es una enfermedad larga y destructiva la que va acompañando a ésta soledad, os volvéis fuentes de salvación, os volvéis Cristos junto con Mí Hijo, os volvéis creaturas adorables de Mí Corazón, porque es a través de ésa soledad santificada y de pesos dolores divinizados en Mí Hijo, que Me alcanzáis una gran cantidad de almas vivas y purgantes para Mí Reino.

Hijitos Míos, aprended a apreciar lo que Vuestro Padre os concede día a día. Es Mí Providencia de Amor la que os guía. Yo lo guío todo en el amor, aún aquello que para vuestros intereses, aparentemente, no lleve ése gusto o ése placer humano al que estáis acostumbrados vanamente, ved Mís intereses por vosotros mismos y veréis que éstos son de salvación.

Muchos hombres han regresado a Mí después de que, habiendo tenido todo se los he retirado y cuando ya han vuelto a Mí, agradeciendo y entendiendo Mí Bendición sobre ellos, les devuelvo todo y es cuando valoran las cosas de Mí Reino y ya no aprecian ni buscan las riquezas como antes lo hacían, las tienen de regreso, pero ya no les importan como antes y ahora Me buscan a Mí y a la Vida Eterna que os he prometido.

Sed desde ahora sabios y prudentes y hallaréis pronto la libertad de vuestras almas, apartando de vosotros las ataduras mortales para vuestras almas que encontráis en el uso indebido de las cosas del Mundo.

Yo os he dado todo, divinizádlo en Mí Amor, uniendo y poniendo todos vuestros bienes al cuidado y guía de la Sabiduría de Mí Hijo Jesucristo y así Él os llevará por el camino de la Verdad y del Amor. Recurrid a Vuestra Madre Celestial y de Ella obtendréis la guía y el Amor Maternal que se dá sin límites para vuestra prueba y donación terrena y para vuestra felíz partida a vuestra Casa Eterna. Recurrid al Espíritu de Amor para que os guíe en la Verdad y en la Luz de Mís Deseos Divinos y recurrid a todos los Ángeles y Santos para vuestra protección y consejo, para vuestro éxito final.

Yo os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesucristo y en el del Amor Infinito del Espíritu Santo.