Jul 29_98 El Miedo y el Temor.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Hijitos Míos, hoy os voy a hablar sobre el miedo y el temor.
Yo, Vuestro Dios, no he creado el miedo ni el temor para amedrentarlos, es más, Yo no lo he creado, a Mí se viene sin temor. Los que a Mí se acercan lo hacen guiados por el Amor de Mí Corazón. Cuando se ha obrado mal, cuando vuestra voluntad se ha puesto en Mí contra, cuando se Me ha atacado, cuando os habéis vuelto traidores a Mí Ley, es vuestra falta de confianza, de Fé y de amor lo que va a producir en vosotros esos temores hacía Mí, ya que no es vuestro espíritu al que dejáis discernir, sino a vuestra carnalidad.

Si dejárais actuar en vosotros al Espíritu que habita en vuestro corazón, si realmente escuchárais Su Voz, si realmente dejárais que Él viviera guiándoos, entonces, a pesar de los pecados cometidos contra Mí, sabríais y estaríais seguros de que os encontraríais con un Padre compasivo, con un Padre leal, con un Padre benevolente y amoroso, con un Padre que necesita ver el arrepentimiento sincero de vuestro corazón, para nuevamente estrecharos contra Su Corazón. Pero, a causa de vuestra desconfianza y del pensar en un Dios con pensamientos humanos, vosotros os hacéis y os imagináis a un Dios justiciero, vengativo, destructivo y el temor que vosotros creáis en vuestros corazones al imaginarMe así, os hace sentir miedo de venir a Mí.

El temor os hace apartarse de Mí, Yo Soy todo Amor. Es vuestra maldad la que os hace pensar que Yo voy a tomar el mismo camino y la misma forma de actuar de vosotros. Recordad vuestra pequeñez y vuestras imperfecciones. En Mí no existen ésas imperfecciones, así que Yo no puedo actuar en forma contraria a Mí Esencia Vital y ésta esencia es de puro Amor.

Si vosotros oísteis hablar de Mí en el Antiguo Testamento como del Dios Justiciero y Destructivo, no fue Mí Voluntad el hacerlo, fueron las mismas obras humanas, de ése pueblo escogido, que se atrajeron hacía sí, ésas maldades y destrucciones. Es el mismo mal el que acaba con el mal.

Las leyes de la Naturaleza, que vivas están, protegen Mís Leyes y Mí Voluntad. Es Mí Amor el que debe prevalecer.

Escuchad éstas revelaciones. Todo lo creado tiene Vida en Mí, todo está constituído en Mís Leyes y Preceptos y cuando todo aquello que he creado se siente atacado y ya no puede proseguir con las Leyes que he dictado en ellas, clama justicia para restablecer el equilibrio en Mí Amor y en Mí Ser.

La maldad, como cáncer destructivo en el mundo, en la sociedad, ataca y destruye a los propios órganos vitales. Lo que es bueno se debe proteger para no ser corrompido o destruído. Recordad que todo lo creado y constituído dentro de Mís Leyes de Creación forman parte de Mí Cuerpo Místico. Todo tiende y debe tender a la Paz, al Amor, a la Pureza de Mí Espíritu Creador. El equilibrio de lo creado siempre debe tender a lo bueno, porque Yo así lo predispuse para bien de todo lo que de Mís Manos Amorosas salió.

El arma más poderosa que tiene Mí enemigo es el del miedo, el del temor, el del terror. Él, a través de sus secuaces y seguidores y que viven entre vosotros, que han aceptado su palabra y su guía para ponerse en Mí contra y en contra vuestra, puesto que sóis Mí Creación, han tomado los medios humanos de comunicación, principalmente para crear confusión y temores entre todos vosotros.

Mís hijitos, os dejáis llevar por todo aquello que él os aconseja y os transmite y en lugar de volveros a Mí, en lugar de usar de vuestro discernimiento, en lugar de permitirMe a Mí, abrazaros y acogeros bajo Mí Manto protector, permitís que la mentira y el miedo destruyan vuestra paz y vuestra conciencia. Yo NUNCA os voy a dejar solos y menos en éstos momentos en que Mí enemigo os quiere aniquilar y quiere destruir Mí Obra de Creación.

La maldad ha crecido a niveles extremos y así ha sido porque vosotros, Mís hijitos, lo habéis permitido, porque en vez de producir oración en vuestros corazones, ellos se han apagado por estar atentos a las mentiras que os muestra Mí enemigo y os mantiene atentos a ellas en vez de sobreponeros y destruírlas con vuestra confianza puesta en Mí y en Mí Misericordia y Amor hacia vosotros. Vosotros mismos os váis ahogando en vuestras propias tinieblas. El Mundo ahora, es representativo de vuestras propias almas. Si se vive en el temor, en el miedo, en las tinieblas y en el mal, es porque ello predomina en vuestros corazones. Vosotros mismos le estáis dando alimento y fuerza a ésas tinieblas y a ése mal para que os siga atacando y ahogando; os hace perderos en callejones sin salida porque todo se os nubla en vuestra mente y en vuestro corazón. Ya no permitís que Mí Luz os guíe, porque os falta la Fé. Confíais en lo que véis o más bien, en lo que vuestro corazón en tinieblas os permite ver. No le estáis dando alimento de amor, de confianza, de Fé a vuestro corazón. Preferís llenaros de lo que vuestros sentidos humanos pueden percibir y en ésto radica el triunfo de Mí enemigo sobre vosotros, en vuestra falta de Fé en lo espiritual y divino. No son vuestros sentidos humanos, los que pueden ver y tocar, sino vuestro corazón y vuestra mente, las que deben sobreponerse a toda la ola de mentira que os rodea. Tenéis que abandonaros a Mí, a Mí Guía amorosa, a Mí Amor interesado en vuestra salvación, a Mí Misericordia.

Necesitáis apagar vuestra atención al Mundo y necesitáis abrir vuestras capacidades espirituales para que Yo pueda actuar libremente en vosotros y os dé los lineamientos a seguir en estos momentos de obscuridad en los que vivís.

Yo Soy la Luz, Yo os he creado para vivir en la Luz del Amor, de la Paz de Mí Ser. No os dejéis convencer de lo que sucede a vuestro alrededor, el mal puede ser fácilmente vencido cuando vosotros empezáis a ser luz, las tinieblas no soportan la luz. Cuando un alma vive en confianza plena en Mí, se vuelve luz y las tinieblas se apartan de ésa luz que vosotros mismo producís. Ved como una linterna o un faro alumbran en la obscuridad, apartan las tinieblas y todo se vé de diferente color al que vuestros ojos y vuestra mente apreciaban antes de encender la luz del foco o de la linterna.

¡Haced la Luz, hijitos Míos! Cread Luz a vuestro alrededor, permitiendo que primero alumbre vuestro ser, vuestro interior. Contagiád y transmitid la Luz que Yo Mismo pondré en vosotros para vencer al mal. Confiád en Mí, que sólo deseo vuestro bien. Todo mal se puede detener y aún apartar totalmente de vuestra vida y de vuestra historia si os volvéis a Mí y Me permitís actuar en vosotros, poniendo Mí Luz en vuestra mente y en vuestro corazón. Juntos podremos lograrlo, pero Yo necesito que Me déis vuestra confianza plena, que Me déis vuestro corazón para ser purificado por medio de vuestro arrepentimiento. Sed nuevamente Mís Hijos Pródigos que se han perdido en el mal y en las tinieblas de la vida y regresad a los lazos amorosos de vuestro Padre Dios para que os mime y os llene de bendiciones como antes vivíais, cuando pertenecíais a Mí por entero. Vuestra voluntad debe volcarse a Mí voluntad.

No dejéis que vuestra mente os aconseje mal, Mí Omnipotencia es muchísima más poderosa que el mal y las tinieblas que os rodean. Confiad en Mí y en Mí Paz y Amor, para que podáis desechar y erradicar totalmente los miedos y temores que habitan en vuestros corazones. Ayudádme a crear el nuevo Mundo del Amor, en donde sea Mí Amor, Mí Paz, Mí Dulzura, Mís Delicadezas y Mís Bendiciones hacia vosotros, las que os alimenten. No son sólo palabras bonitas las que os doy y os prometo, es Mí Ser Mismo el que se os dá a vosotros, Mís Hijitos, Mís Creaturitas.

PermitídMe crear ésa luz, Mí Luz Divina, en vuestro interior con vuestro permiso, dejádMe compartir con vosotros, ya desde ahora, las delicadezas de Mí Reino y gozad de ellas como fruto de vuestra confianza hacia Vuestro Padre y Creador. Mí Amor es Eterno e Inmutable, Yo os he amado desde antes de vuestra concepción y voy a luchar por recuperar lo que de Mís Manos Creadoras salió. Sólo dádMe vuestra confianza y empezaréis a vivir Mí Cielo, dádMe vuestro amor y os llevaré a bellezas inimaginables, a vuestra pequeñez humana. Aquellos que se han dado a Mí, ya viven de éstos regalos divinos de Mí Amor. Confiad en Mí y entre Mí Amor y vuestro amor, podremos destruir la maldad que os rodea. Debéis sentiros poderosos y con fuerza descomunal al saberos hijos Míos. El hijo verdadero cuida de los bienes de su padre y, a la vez, puede libremente tomar de ellos, puesto que los aprecia y los reclama como su herencia. Tomad todo de Mí y llevádlo a vuestros semejantes, todo lo Mío es vuestro, es vuestra herencia celestial.

Alimentad, hijos Míos, vuestra confianza y vuestra Fé. Haced actos de Fé y de confianza seguidos. Poco a poco y pequeños, si así queréis, para que Yo os vaya demostrando Mí Promesa en ellos y así poco a poco iréis creciendo en ésa confianza hasta hacerla plena y, así con ojos cerrados, os dejaréis abandonar en Mí para que Yo os guíe en el camino del Amor.

Tratad y perseverad, aunque todo se vea obscuro a vuestro alrededor. Vuestros pequeños actos de Fé y confianza empezarán a dar fruto y la luz empezará a iluminar vuestras vidas y las de vuestros semejantes. Recordad que Yo no fuerzo vuestras voluntades. Yo las espero hasta que lleguen a Mí, libremente y rodeadas de confianza y de amor. Acercáos y pedid ayuda a Vuestra Madre Celestial y Ella os guiará a alcanzar la Luz Verdadera.

Yo os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesús y en el del Espíritu Santo de Amor. Seguid la Luz que el Espíritu os dará hijitos Míos, ¡seguidla