Abr 22_03 Vuestra vida en la Tierra tiene una función espiritual.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

 

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Hijitos Míos la Salvación no se os ha dado “de a gratis”, sí, es verdad que Yo, Jesucristo vuestro Redentor, vine a pagar el precio a vuestra Redención para abriros las puertas del Cielo que estaban cerradas para los justos, pero la afectación por el Pecado Original subsiste y es ahí en donde debéis poner de vuestra parte.

Vosotros no vinisteis a la Tierra a gozar, a pasarla bien, a ver pasar la vida, no podéis ni debéis tomar ésa posición simplista y comodina, vuestra alma y vuestro cuerpo, al estar afectados por el Pecado, son muy volubles a él y, por lo tanto, vuestra lucha y vuestro perfeccionamiento deben ser constantes.

Existen hermanos vuestros que os pregonan una “fácil salvación” por solo el hecho de creer en Mí, pero sus actos no son dignos de Mi y han provocado que muchos de vuestros hermanos ya no sigan Mis Leyes y Decretos de perfección por basar toda su creencia en que si Yo ya sufrí por todos, ya no es necesario que ellos sufran.

Mucho error hay en el Mundo, mucho mal se ha diseminado, el maligno también ha sembrado y está recogiendo muchos frutos malos.  Habéis llegado a límites más allá de lo soportable por el Cielo, vuestra atmósfera terrestre se ha vuelto nauseabunda y pocos son los que claman al Cielo pidiendo Mi Misericordia.  Os estáis acostumbrando al lodo de la maldad y no queréis levantar los ojos al Cielo para pedir Nuestra Guía para alcanzar la perfección del Amor.  Vuestras creencias se han vuelto acomodaticias y si no os salen como esperabais volteas a Mi a exigir, hasta groseramente, Nuestra intervención para que se logren vuestros planes mezquinos.

Mis hijitos, Mis pequeños, el Plan de Salvación sigue una secuencia, Yo os lo viene a mostrar, os di la pauta a seguir y en vosotros está el ser Mis seguidores, Mis discípulos, como aquellos 12 que primero tuve.  Habéis tergiversado Mis Palabras para vuestra propia conveniencia, el mismo mal las ha afectado y vosotros, en vez de discernir sus planes, os los habéis tragado, como el pez se traga la carnada para encontrar, no la vida, sino muerte segura.

Sí, vuestra vida sobre la Tierra no es tarea fácil, no es para gozo humano, pero sí debe ser de gozo Divino, que es el que os llena cuando hacéis la Voluntad de Mi Padre como Yo la hice.  Este es el gozo que debéis buscar, pero éste gozo es el que se obtiene después de haber sido blasfemados por vivir y transmitir a vuestro Dios, sí, éste es el verdadero gozo de las almas que Me siguen, de las almas que quieren lo que Yo quiero, la salvación de todo el género humano.

Aquellos que os pregonan lo contrario, el gozo humano, el gozo terreno, no son congruentes con Mi Evangelización ó ¿acaso se os hace congruente el que Yo, vuestro Hermano Mayor, que os di toda una doctrina de Amor, de Pureza, de trabajo para salvaros a todos, os comportéis haciendo todo lo contrario?  No es posible que en una familia la cabeza diga y actúe en una forma y los demás miembros se comporten de otra, esto es lo que se pregona y es lo que habéis aceptado la mayoría de vosotros.  Yo sufrí, Yo viví para los demás, Yo trabajé para daros salvación y ahora vosotros os divertís y gozáis del mundo, sin querer daros cuenta de que os está apartando de vuestro Dios y de vuestras OBLIGACIONES.

Os repito, Mis pequeños, vuestro gozo está en pareceros a Mi, en hacer la Voluntad de Nuestro Padre para después obtener el verdadero premio que será el gozo celeste por toda la eternidad.
Ya no os engañéis, ya no os apartéis de vuestras obligaciones y tareas, vuestra vida en la Tierra tiene una función espiritual y requiere de mucho trabajo y dedicación; todo aquello que os lleve a una vida relajada, a una vida de gozo terrestre, a una vida en el error, en donde obtendréis gozos efímeros, todo esto será un desvío propiciado por Mi enemigo, estad atentos porque él conoce muy bien la naturaleza humana y os da lo que más os gusta.
Yo os viene a mostrar viviendo lo que Mi Padre quería, no la pasé bien, como lo pregonan algunos de vuestros hermanos, sufrí, porque para luchar contra las fuerzas del mal y de sus desvíos hay que poner toda la atención del alma, el que se duerme espiritualmente ya está vencido.

¡Luchad, Mis pequeños, trabajad para vuestro Padre y tendréis vuestro gozo asegurado y para toda la Eternidad!

Yo os bendigo en Nombre de Mi Santo Padre, en Mi Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.