Dic 26_01 Al borde de la perdición, si no os componéis, graves cosas os pueden suceder.

Mensaje.

 

Mensaje dado por Dios Padre a J. V.

 

Habla Dios Padre,
Hijitos Míos, ¿tenéis que estar al borde de la perdición, que causa vuestra insensatez, para que entendáis, que si no os componéis, graves cosas os pueden suceder?

Mientras crecéis en la vida muchos errores cometéis y, a través de ellos, vais normando vuestra conducta, ya por conveniencia social, ya para evitar dolores físicos ó morales, pero pocas veces entendéis con los consejos que se os dan. En la mayoría de los casos aprendéis más con las caídas y con el dolor que con el consejo que os evitaría penalidades.

Mucho os he explicado, desde el Principio de los Tiempos, la forma en como debierais normar vuestra vida y poco caso habéis hecho a Mis Palabras. Caéis y caéis y con dolores y penas, avergonzados, os levantáis nuevamente, para volver a caer prontamente. ¿Por qué caéis tanto?

Vuestra falta de Fé, vuestra carnalidad a la que no moderáis con las virtudes, creyendo que podréis deteneros a tiempo y que no cometeréis el error por completo, pero que sí podréis gozar la tentación un poco. Vuestra necedad y soberbia, al creer que, por ser Mis hijos, no obtendréis castigo por vuestros errores graves cometidos, os han llevado a no hacer mayor caso a Mis Enseñanzas y Advertencias y por ello el Mundo entero ha sufrido graves castigos.

¿Por qué no abrís los ojos y miráis bien a vuestro alrededor? ¿Por qué no usáis de vuestro discernimiento interior y comparáis lo ideal, enseñado por Mi Hijo, con lo que ahora estáis viviendo? ¿Por qué no os humilláis, al menos un poco y aceptáis, que por haberos salido, del cause que Yo tanto os he marcado, estáis viviendo a espaldas de Mi Ley?

Cuando creé al hombre le di el mando sobre todo lo creado y ¿a dónde habéis llevado Mi Creación? La mayoría de vosotros rápidamente le echaríais la culpa a los científicos y a los gobiernos por haber inventado y usado, desde insecticidas hasta armas nucleares, que han afectado a la atmósfera y al medio ambiente o podrías hablar de la tala inmoderada de los bosques o del uso de sustancias que han afectado la capa de ozono, etc. Sí, todo esto ha sido malo para la Creación y ahora estáis sufriendo las consecuencias. Sí, también ha sido obra de siglos de “inventos” y de sacrílega actuación de parte de algunos de vosotros que, buscando enriquecerse, han destruido Mi Obra a diestra y siniestra, pero todos vosotros, en mayor o en menor grado habéis afectado y estáis afectando a diario todo lo creado, la Naturaleza entera. Ahora, en éstos tiempos, el maligno la está manipulando para destruiros.

En lo moral os está sucediendo lo mismo, habéis transgredido Mis Leyes, os habéis puesto en contra Mía y de Mi Iglesia con rebelde soberbia. Decís y sentís que Mis Leyes son ahora obsoletas y que es vuestra humana razón la que  debe prevalecer sobre Mi Divina Sabiduría. Sentís que Mis Leyes os ahogan y pedís libertad de actuación, la cual os ha llevado hasta el fango en el que ahora estáis. Habéis seguido “al pie de la letra” los consejos de Mi enemigo, quien sólo desea vuestro mal y vuestra destrucción y estáis tan ciegos, por vuestra soberbia, que insistís en manteneros en el mal, que os está destruyendo, antes de aceptar que Yo os pueda regresar al bien, si a Mí acudís.

Un padre o una madre, enseñan a los hijos lo mejor de ellos después de que han normado su conducta y han sufrido caídas, por sus errores, durante su vida. Ellos sólo desean el mejor bien para sus hijos porque los aman. Desean evitarles la mayor cantidad de problemas y sufrimientos, por los que ellos pasaron, porque los aman. Desean ver en ellos lo que ellos mismos no pudieron ser, ya por haber nacido con restricciones económicas, problemas físicos o por deficiencias intelectuales, porque los aman. Esto sucede con personas sensatas, personas que el dolor las hizo crecer y las cicatrices se volvieron maestras de superación para su vida.

Todos vosotros tenéis una historia personal y compartís la misma historia mundial y con ellas deberíais normar vuestra vida y vuestros actos, pero, por lo visto, sólo tomáis lo que os conviene, egoístamente, y no para servir a los demás. Sólo véis por lo vuestro y os importa poco lo que le suceda a vuestro vecino próximo ó a vuestro vecino al otro lado del Mundo.

No os debe importar la lejanía, todos sois “vecinos”, pues estáis en el mismo planeta. Vivís bajo el mismo techo, que un día está sobre un país determinado y  al otro día sobre otro. Lo que hagáis en un lado, afecta al otro.

Aire contaminado, aguas contaminadas, ríos contaminados, pastos y cosechas contaminados, plantíos contaminados, ganado contaminado; alimentos contaminados, TODO VUESTRO SER Y VUESTRO ENTORNO CONTAMINADOS Y NO QUEREIS ACEPTARLO NI PONERLE UN HASTA AQUI.

De veras que necesitáis estar ciegos, por soberbios, para no aceptar que tanto mal os devora. Ya probasteis estar con el mal, al haberMe dado la espalda y al haber vivido según vuestra voluntad y bajo las leyes y consejos negativos que él os ha dado y ahora ved hasta dónde os ha llevado. Os quejáis de que Yo os he olvidado, cuando todo se pone difícil a vuestro alrededor, siendo que vosotros sois los que no habéis seguido Mis Leyes de Amor ni habéis respetado lo creado. Me echáis la culpa de los males que aquejan al Mundo, pero no queréis ver que son los mismos hombres los que han destruido lo que Yo creé para vosotros, para que no os faltara nada. Teníais un Paraíso Terrenal y ¿que hicisteis con él? Meditad bien.

Ha sido el darMe la espalda continuamente lo que os ha traído el mal a vuestro Mundo desde el Principio de los Tiempos. Cuando la soberbia se ha impuesto a las virtudes se han producido guerras y destrucción moral. Cuando las virtudes se impusieron se logró avance en la humanidad. Estudiad, observad, entended y aprended de vuestra historia personal y mundial. Ahora sed honestos y sensatos. Ved fríamente en qué situación estáis y lo que podréis obtener si así seguís.

¿Está ahora Ia Humanidad y vosotros, en lo personal, Conmigo o sin Mí? ¿De quién se habla más, de vuestro Dios o de Mi enemigo, que también es el vuestro?

¿A quién se le adora en éstos tiempos por sus obras, a vuestro Dios ó al ángel malo?

La balanza ya está pesando los actos humanos y cuando lleguen a su máximo, si no entendéis a tiempo, una nueva purificación, dolorosa y necesaria, se os vendrá, causando con ella, cicatrices de sabiduría que os harán volver al camino del bien.

Yo no quisiera que sufrierais, porque os amo,  pero parece que vosotros no Me amáis a Mí y os creéis con la suficiente sabiduría como para vivir vuestra propia vida al margen de Mi Ley y de Mis Preceptos.

El Bien solo puede salir de Mí. La respuesta a vuestros males solo está en Mí. El Poder Divino para remediar y encausar nuevamente todas las cosas al bien, solo lo tengo Yo, pero es necesario que os humilléis, lo entendáis de corazón y Me lo pidáis, para que Yo os ayude a restaurar lo que el maligno ha dañado ya fuertemente.
¡Volved a Mí, Mis pequeños, os amo y deseo sólo vuestro bien! ¡Pedid Mi ayuda cuanto antes, para que no sea demasiado tarde y sufráis lo que Yo no deseo que sufráis!

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.
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