Mayo 17_01 El pecado es como una coraza que no permite que entre Mi Gracia…

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Habla Dios Padre,
Hijitos Míos, no se puede vivir con la casa sucia porque os podéis enfermar y os evita el crecer como se debe. Con ésto Me refiero, tanto al estado de vuestra alma, como al estado del Mundo entero.

Para que un organismo pueda crecer debidamente, todo el cuerpo debe estar sano, tanto anímicamente como físicamente. Cuando anímicamente estáis pasando por malos momentos, os sentís decaídos, sin ganas de comer ni de hacer bien vuestros quehaceres y éso va a repercutir en todo vuestro cuerpo. Todos vosotros habéis padecido alguna situación anímica adversa que os ha llevado a pasar, un mal rato, varios días de pena ó aún meses o años.

Ya sea en la pequeña edad, al haber caído en algo desagradable y, como resultado a ello, haber obtenido un castigo, se afectó vuestro estado anímico, el cuál se pudo haber olvidado en el momento ó haber perdurado toda la vida.

En la adolescencia también habréis pasado por malos momentos y se pueden haber causado por vuestra falta de responsabilidad, de conocimiento, de imprudencia, etc. ó se pueden ocasionar, también, a causa de un accidente ó muerte de un ser querido.

Como adultos también seguiréis teniendo malos momentos en multitud de ocasiones y al afectar el estado de vuestra alma, también se afectará vuestro cuerpo.

Ahora quiero ir más profundamente. Vuestra alma también puede    llegar a estar mal Conmigo, con vuestro Dios, al vivir en pecado mortal y de ésta forma el alma no puede recibir Mi Alimento, no podrá crecer correctamente y, por consiguiente, tampoco dará fruto. Cuando vuestra alma se encuentra encadenada al pecado mortal, éste no le dará paz al alma para que crezca con los dones y virtudes que Yo continuamente os concedo. El pecado de cualquier grado, es restrictivo para el alma.

El pecado es como una coraza que no permite que entre Mi Gracia ni que salgan obras buenas, solo vuestra voluntad puede romperla y se logra cuando os arrepentís de corazón y acudís al Sacramento de la Confesión a recibir Mi bendición de parte de Mis Sacerdotes. Cuando así limpiáis vuestro corazón de pecado y mugre, entonces Mi Alimento de Vida os puede hacer crecer. Los pueblos antiguos crecieron enormemente cuando tuvieron su época de oro, llamada así porque fue cuando vivieron en paz, tanto entre ellos mismos como con los pueblos vecinos. Todo el Mundo, aún el actual, en el que vivís, salieron beneficiados por los avances en las letras, en las artes, en la cultura en general, que se desarrolló en ese tiempo de oro.

Este es el ejemplo que deseo toméis en la actualidad. Vuestro Mundo no puede crecer, no puede dar lo que DEBE de dar si, primero, vuestra alma no se encuentra bien Conmigo, vuestro Dios, ya que no dará los grandes frutos que cada uno de vosotros puede dar y, segundo, si no os preocupáis por “limpiar” a vuestro Mundo de lo malo que en él hay, no podréis mejorar en lo absoluto.

Ya os he dicho que la oración llena de Fé y confianza puede lograr milagros, pues Yo los haré a través vuestro.

Vuestro Mundo está lleno de “basura” que debéis eliminar. Todo tipo de pecado, de corrupción, de maldad, es la basura que debéis sacar y ésta sólo se puede barrer con la oración, el ejemplo, inspirado por Mi Santo Espíritu, el mismo que os dió Mi Hijo, para que todo ello dé los frutos que se obtienen por vivir en estado de Gracia e íntimamente Conmigo.

Así como cada quién debe limpiar su alma, también debe limpiar su hogar, para que con el buen ejemplo que deis, vayáis motivando a vuestros “vecinos-hermanos” y así, poco a poco, se vayan ensamblando los eslabones de la “cadena de amor” que salvará a vuestro Mundo.

También os he explicado, ya muchas veces, que Yo os dí una total libertad de actuación y la respeto en totalidad y que sólo puedo actuar en vuestra alma cuando de corazón y libremente Me lo pedís.

Yo, más que nadie, deseo que vuestro hogar-Mundo, se purifique con     el Amor, porque, cuando lo logréis, verteré todas Mis Gracias y Bendiciones sobre él, en cada uno de vosotros y conoceréis, por fin, lo que será vivir con vuestro Dios, el Cielo en la Tierra.

Vuestra misión actual es la de sacar la basura de toda la Tierra mediante la oración y las buenas obras, Yo haré el resto. El regalo que gozaréis será grandísimo, os lo aseguro. Yo solo estoy esperando vuestra respuesta para derramar prontamente Mis Bendiciones.

El maligno sabe lo que Yo puedo hacer en un Nuevo Mundo, pero él os tiene gran envidia y no lo quiere permitir, sólo vuestra oración y vuestra vida en la Gracia lo pueden vencer. Yo estaré con vosotros si Melo pedís.

Juntos gozaremos los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva.
Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.