Abr 18_01 Quiero tocar las fibras más íntimas de vuestro ser, Yo Soy vuestro Dios.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

 

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Hijitos Míos, quiero tocar vuestro corazón, quiero tocar las fibras más íntimas de vuestro ser, Yo Soy vuestro Dios, vuestro Salvador, Yo Soy el Cordero inmolado que se ha ofrecido a sí mismo para la salvación de todo el género humano.
Yo os quiero hacer saber que, no importa la magnitud de vuestros pecados, el error en el que hayáis caído, el mal producido, Yo, vuestro Dios, Me ofrecí en holocausto para poder salvaros del pecado, sin importar lo que satanás os haya aconsejado hacer y que vosotros accedisteis a hacerlo.

Satanás es muy astuto y os va engañando a lo largo de vuestra vida, sobre todo cuando os habéis acercado a Mí desde vuestra infancia ó, por el contrario cuando la vida espiritual en el hogar no se ha dado. En el primer caso ataca para desviaros y así no podáis crecer más en Mi Amor. En el segundo caso ataca para tomaros como instrumentos fáciles de su odio contra Mí y muchas veces ni cuenta os dais del mal que hacéis, puesto que ni Mis Mandamientos ni Leyes conocéis.

No importa la magnitud de vuestro pecado, Yo, vuestro Dios y Redentor os puedo perdonar todo. Mi sacrificio fueun sacrificio DIVINO y ésto quiere decir que no hay nada superior a ésto. Así, el resultado de Mi acción se vuelve infinito. Vuestros pecados, por más malos que sean, nunca van a alcanzar ésta capacidad infinita, ni aún el mismo demonio puede pecar en forma infinita.

Su pecado fuemuy grave y Yo lo podría haber perdonado, pero lo que sí coarta Mi Poder infinito de perdón es la soberbia y ella no le permite actuar.

Vuestras capacidades son finitas, vuestro actuar es limitado y así son vuestras acciones, las buenas y las malas. Vuestras buenas acciones adquieren un poder infinito cuando las unís a las Mías, pero vuestras malas acciones, nunca van a tener ése poder infinito de maldad, porque el único que las puede respaldar es el demonio y él posee un poder infinitamente inferior al Mío.

Aquí es donde os debéis dar cuenta que, gracias a vuestra humildad y el reconocer vuestras faltas graves y veniales, podéis obtener la absolución de vuestros pecados, sean como sean. Sólo la soberbia detiene Mi Poder de absolución, porque en vuestro corazón sentís que el pecado grave que cometisteis es mucho más poderoso que Mi Poder infinito de perdonar y por consiguiente no os acercáis a ningún sacerdote para pedir la absolución. Muchas almas se condenan, no tanto por la gravedad del pecado cometido, sino porque su soberbia no les permitió acercarse a algún hijo Mío sacerdote a pedir MI PERDON y al morir con su pecado se ganan la condenación eterna.

Yo Soy un Dios de perdón que desea regresar a cada alma a su dignidad santa, a la dignidad en la que fuisteis creados. Si existe humildad en vuestro corazón, ya os puedo decir que vuestra alma se puede salvar. La humildad es la llave con la cuál Yo puedo entrar a un alma abatida por el pecado y salvarla.

Ahora, en éstos tiempos en los que los padres dejan abandonados a los hijos en manos extrañas a la familia, la educación en Mis Leyes y en Mis Mandamientos se vuelve cada vez más escasa, lo que ha causado que innumerables jóvenes ya no se guíen por lo que Mi Amor os pide y que habita en vuestro corazón, Amor que sus padres debieron haberles inculcado a través de la palabra y el ejemplo. Ya las familias no cultivan Mi Amor ni lo practican con sus hermanos.

El alma constantemente busca a su Dios, pues necesita de Mi Alimento, pero estas almas actuales no lo pueden dar ni recibir, porque, en su mayoría, ni siquiera saben que existe. Pocos en la actualidad hacen su Primera Comunión y, si la han hecho, no mantienen ésta práctica, la de alimentar a su alma. Esto provoca que se vuelvan almas estériles, almas débiles, almas mal criadas, porque no han sabido alimentar a su alma, de la misma forma como lo hacen con su cuerpo

¡Volved, Mis pequeños, volved a Mí, vuestro Salvador! En Mi encontrarán comprensión, en Mí tendrán ayuda, en Mi tendrán aliento, en Mi tendrán Vida Eterna. El mal Me quita muchas almas porque no se han sabido alimentar y proteger con la oración y la vida en la pureza. Venid a Mí, que Yo os perdonaré todo y haré nuevos hombres, nuevas mujeres, nuevas almas, para poblar el Nuevo Mundo por venir.

El caos en el que vivís no puede durar, pero de ello os tenéis que dar perfecta cuenta y Me debéis pedir el cambio porque está dañando gravemente a Mi Corazón.

Dejad que la humildad y el arrepentimiento muevan vuestra alma para que logréis el cambio.

Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu