Abr 17_01 Mi Triunfo abarca a todo Mi Cuerpo Místico.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Hijitos y hermanos Míos, Mi Triunfo no es sólo Mío, Mi Triunfo abarca a todo Mi Cuerpo Místico, al cual vosotros pertenecéis.

Cuando en una familia se celebra una fiesta, no gozo sólo el celebrado, sino todos en la casa gozan con él.

¡Éste es el día del gozo del Señor! Cantan Mis Ángeles y Mis Santos. Si no se hubiera llevado a cabo Mi Resurrección, de nada hubiera servido Mi Obra sobre la Tierra.

Nací para todos vosotros. Evangelicé para todos vosotros. Padecí para todos vosotros. Morí por todos vosotros y RESUCITÉ para confirmar MI DIVINIDAD.

Yo os he dado Palabras y Ejemplos Divinos. Yo, vuestro Dios, bajé a enseñaros lo que Mi Padre os quiso dar. En cambio, muchos de vosotros seguís doctrinas, religiones ó sectas en donde el conocimiento que se imparte fue dado por hombres normales. Algunos de ellos se dejaron guiar por Mi Santo Espíritu y sus enseñanzas fueron buenas, pero mezcladas con algo de mundo y así el nivel de espiritualidad y de verdad nunca será igual al que vosotros tenéis acceso por seguirMe.

Yo Soy vuestro Dios y si Me he encarnado ha sido por un acto grandísimo de Mi Misericordia, Misericordia que os envuelve y os da nueva vida si así lo queréis.

Yo vine a desatar ataduras, a soltaros de las cadenas con las que satanás os tenía aprisionados, ¡os vine a dar nueva vida!, vida que no habíais tenido, que se os había anunciado por Mis antiguos Profetas, pero que no se había realizado. Yo vine a dar plenitud a lo profetizado y vine a vencer a la muerte y al pecado.

Estos son días de gozo en vuestro Dios y Señor, ¡debéis alegraros de tener un Dios que siempre está atento a vuestras necesidades!

Los Ángeles añoraban éste momento. Las almas que ya habían cumplido con su misión, deseosas estaban de su realización, para poder entrar al Cielo a gozar, en su hogar, de su premio eterno. Todo lo creado esperaba éste momento y por fin se realizó, ¡Éste es el día del triunfo de Mi Dios, debierais salir a pregonar y a atestiguar!

Ahora, como hermanos Míos y discípulos, es vuestro turno, el de llevarMe a vuestros hermanos que no Me conocen ó que se han apartado de Mí.

Mucho mal ha diseminado ya Mi enemigo, pero con vuestro buen ejemplo y con vuestra vida, apoyada en la Mía, podréis lograr lo que Yo os comuniqué.

El Triunfo de vuestro Dios se debe dar en todos los corazones, cosa que todavía no se da. Todos vosotros sois discípulos y si Me amáis, si de veras estáis gozosos de Mi Triunfo, si de verdad creéis en Mí, debéis vivirMe y hacerMe vivir en el corazón de vuestros hermanos.

Es la vivencia en vosotros la que debe hacer el cambio en el Mundo entero. Yo no usé la fuerza para imponer Mi Doctrina, Yo, humildemente, mostré Mi Amor y él es el que ha hecho el cambio.

A los primeros cristianos se les reconocía de entre los demás ciudadanos por ser “diferentes” y la diferencia consistía en que Me permitían vivir en ellos. Al Amor no se le puede esconder, es una piedra preciosa que se debe mostrar a los demás, ¿o, a caso os sentís avergonzados de ser seguidores Míos?

El Mundo debe conocer a su Dios a través de sus hijos y vosotros lo sois. No podéis ser cristianos solo los días Domingo y el resto de la semana paganos, ¡ó sois todo el tiempo ó sois impostores!

Que el Triunfo que he logrado para todos vosotros os haga sentiros satisfechos de pertenecer a Mi Familia Real y que vuestra alma se llene de ésa Divina responsabilidad de llevarMe a TODA  la Tierra.

¡Yo estaré con vosotros, con todos los Míos, hasta el Fin del Mundo!
Yo os bendigo en el Nombre de Mi Padre, Amor y Misericordia excelsa, en Mi Nombre, portador y ejemplo de ellos y en el Nombre de Mi Santo Espíritu, vida de Amor y Perfección.