Nov 10_08 Seréis juzgados por cuanta alma pudisteis haber levantado y al contrario, destruisteis.

Rosario vespertino

Temas:

  • Una gran mayoría de vosotros no producís el amor necesario para que se dé el cambio sobre la Tierra que tanto se necesita.
  • Ya no vais a Misa, no cumplís con los Sacramentos, os vais vaciando de la Gracia Divina.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Una gran mayoría de vosotros no producís el amor necesario para que se dé el cambio sobre la Tierra que tanto se necesita.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, Mi Amor es grande, Omnipotente, eterno, Infinito. Vosotros no os podéis imaginar la magnificencia de Mi Amor, Mis pequeños. Os he dejado sentir Mi Amor en vuestro corazón, pero sois tan pequeños, que no podéis imaginar lo que vale Mi Amor y sobre todo, el valor de Mi Amor sobre vosotros.

Estáis muy acostumbrados solamente a vivir el amor humano, que es muy superficial, convenenciero y aún pecaminoso en algunos casos.

Mis pequeños, cuando realmente entráis en la oración, Yo os voy permitiendo profundizar en Mi Amor y es cuando empezáis a entender lo que es Mi Amor en vosotros y para vosotros. Fuisteis creados para amar y ser amados, fuisteis creados para producir amor, Mis pequeños y desgraciadamente, una gran mayoría de vosotros no producís el amor necesario para que se dé el cambio sobre la Tierra que tanto se necesita. No vivís en el amor, Mi Amor, que nace primeramente en vuestro corazón, pero que vosotros mismos tenéis que desarrollar.

Cada uno de vosotros, al ser Bautizados, en ése momento, Mi Amor empieza a actuar en vosotros, vais creciendo (Lenguas…), vuestros padres y aquellas personas que os rodean y os aman, os van ayudando a que esa semillita de Amor, que fue puesta en vuestro corazón a la hora del Bautismo, empiece a crecer. El amor que os dan, os va enseñando a apreciar ése es el amor que debéis dar después. Vais creciendo, empezáis a orar, en el mejor de los casos, en una familia cristiana, se os habla de Mí, de Mi Amor, del Cielo y de tantas cosas bellas que vienen de Mí y así vosotros vais creciendo en ésa intimidad Conmigo, con vuestro Dios. Desde ahí ya empieza vuestra obligación de empezar a dar lo que ya recibisteis y así, empieza la gran lucha del hombre contra las fuerzas de satanás.

Os he dicho que estáis en sus dominios, porque el príncipe de éste mundo es el enemigo, al que debéis combatir y destruir en base al Amor. Al ir creciendo, vosotros debéis dar lo que aprendisteis, pero además lo debéis seguir cultivando y haciendo crecer, ¡pero tanto se os olvida!, preferís las cosas del mundo y hacéis a un lado ése amor que ya iba renaciendo en vuestro corazón. Como una plantita, el amor iba creciendo bien, pero ya no le disteis de comer, no la regasteis, no la cuidasteis y termina por marchitarse.

Así es el amor en vuestro corazón, no sois constantes, no sois ávidos de querer tener en vuestro corazón esas capacidades grandes que Yo os doy, cuando ya pertenecéis a Mí por el amor.

Sí, Mis pequeños, cuando vosotros hacéis crecer el Amor en vuestro corazón, cuando vivís el Amor, en ése momento sois como otros hijos Míos, otro Cristo sobre la Tierra, en quienes puedo confiar, en quienes Me puedo derramar en Bendiciones y quienes van a recibir grandes regalos de Mi Amor. Las almas, que han cultivado el Amor, pero el Amor Verdadero, el que viene de Mí, que es Puro y Santo pero que además va reformando todo aquello que está mal, ésas almas son en las cuales Yo confío y puedo darles mucho, porque son almas que van a responder a Mis cuidados y sobre todo a Mí llamado.

Mis pequeños, ¿a qué nivel estáis vosotros?, ¿en qué nivel consideráis estar? Mucho se os ha dado, ¿lo habéis aprovechado todo?, ¿lo tenéis todo?, ¿no habéis dejado pasar lo Mío y preferisteis lo del mundo?, ¿habéis desaprovechado Mis Bendiciones que Yo os daba, que Yo tenía a la Mano, que Yo tenía en Mí Corazón para daros, pero que vosotros solamente pasasteis frente a Mí y no tomasteis nada, seguisteis caminando y tomasteis lo del mundo?

¿Sentís ahora el dolor de Mi Corazón?, como Yo, todo un Dios, Bondad Infinita, que deseo lo mejor para vosotros, vosotros solo pasáis frente a Mí y a pesar de que os regalo regalos inimaginables, que no podréis conseguir en ningún otro lado, simplemente Me veis, y algunos hasta con desprecio, pasáis frente a Mí y preferís seguir viviendo en el mundo. Ese es Mi dolor, Mis pequeños, Yo que quisiera que ya pudierais vivir el Cielo en la Tierra gracias a Mis Bendiciones, gracias a los dones que os doy, pero sobre todo a Mi Amor y no queréis, no queréis venir a Mí, no queréis buscar vuestra perfección espiritual, no queréis vivir en el Amor, que el Amor lo es todo.

Ese es Mi dolor, Mis pequeños, preferís el pecado que vivir en la Gracia, preferís vivir en la inmundicia que vivir en la Gloria Infinita que Yo os doy. ¡Cuánto dolor, Mis pequeños, tendréis que sufrir!, pero sufrir para que os deis cuenta de lo que habéis despreciado y ese dolor os llevará a la purificación y a apreciar lo que no quisisteis tomar. Vergüenza os dará cuando os presentéis nuevamente ante Mí, que veáis los regalos que os iba a dar y no los quisisteis aceptar, no los valorabais y cuando los valoréis, lloraréis no haberlos tomado a su debido tiempo.

De cualquier manera, Mis pequeños, sabéis que os amo y que en cualquier momento que necesitéis, podréis venir a Mí y tomar de Mí lo que necesitéis para crecer, para crecer en el Amor, para crecer en la Virtud, para ser otro Cristo sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ya no vais a Misa, no cumplís con los Sacramentos, os vais vaciando de la Gracia Divina.
Hijitos Míos, cuando vosotros vais a salir de día de campo, por uno o varios días, o vais a salir de viaje, todo lo vais preparando con tiempo, anotáis lo que vais a necesitar para que nada se os olvide, tomáis provisiones, preparáis todo para que vuestro viaje no tenga ningún contratiempo y para que no se os olvide nada importante que luego podáis necesitar.

(Lenguas…) Cada uno de vosotros, Mis pequeños, estáis de viaje, estáis en el mundo, habéis venido para una misión específica. Os he dado todo lo que necesitaréis para que aquí en el mundo podáis ayudar mucho a vuestros hermanos. Pero, ¿qué ha pasado con vosotros?, os habéis distraído, sabíais desde pequeños que os ibais a topar con problemas a lo largo de vuestra vida y ni aún así os habéis prevenido para ello. Caéis y os levantáis, volvéis a caer y a veces tomáis más tiempo para levantaros y así transcurre toda vuestra vida. Caídas, resurgimiento, pero no queréis aprender u os va costando tanto, que ya después de un tiempo ya no queréis luchar y mejor os quedáis caídos y esto es, vivir en el pecado. Ya no vais a Misa, no cumplís con los Sacramentos, os vais vaciando de la Gracia Divina y hay muchas, muchas almas alrededor del mundo que se dicen cristianas ó católicas y Mi Presencia en ellos es muy pobre. No se han alimentado con los Sacramentos, no buscan su mejora espiritual, es tan superficial su vida espiritual, que con un viento, caen.

Mi Hijo os dio una Parábola en la que debíais ser como robles fuertes, bien arraigados, pero sois plantitas, que apenas si vuestras raíces han penetrado en el suelo y hasta con un riachuelo sois eliminados del piso y esto es porque vosotros mismos no habéis buscado estar fuertes en Fe y en Amor, para combatir los embates del enemigo. Luego, os suceden tantas cosas desagradables en vuestra vida y Me echáis la culpa a Mí de todo lo que os pasa, tanto en lo material, como en lo espiritual. Al no querer Mi protección, satanás os vence fácilmente, pero es que vosotros mismos Me habéis dado la espalda y no queréis nada de Mí, no habéis buscado el Amor Verdadero, las riquezas verdaderas que os harán crecer en vuestra vida y os abrirán paso ante toda la problemática que viviréis a lo largo de vuestra vida.

Queréis vivir aislados, queréis luchar con vuestras propias fuerzas y estáis mal, Mis pequeños, os he dicho que satanás es mucho más poderoso que vosotros y si no acudís a Mí, fácilmente él os vence. Para venir a Mí, Mis pequeños, debéis buscar el estado de Gracia, debéis buscar los Alimentos que os dan los Sacramentos, os debéis reforzar en cuerpo y alma, pidiendo Mi ayuda constantemente, pero os acordáis de Mí, muy de vez en cuando y solamente cuando necesitáis de los bienes materiales.

¿Qué queréis pues, Mis pequeños?, ¿queréis vivir vuestra propia vida ó realmente vinisteis a servirMe para que Mi Reino se diera ya entre vosotros, a través del amor que viváis y que seáis ejemplo ante vuestros hermanos? Cada uno de vosotros debe ser ejemplo de vida en la Virtud y en el Amor y es así como iréis moviendo los corazones de vuestros hermanos. Pero hacéis todo lo contrario, dais mal ejemplo y a los que pudisteis haber ayudado, con un buen ejemplo de vida, los escandalizáis por el mal ejemplo que dais y así, en lugar de levantar una o varias almas, las destruís.

Os he dicho que seréis juzgados por cuanta alma pudisteis haber levantado y al contrario, destruisteis. Seréis juzgados en el Amor. Amor se os dio, pero vosotros no quisisteis utilizarlo para compartir con vuestros hermanos, viviréis eternamente en un Reino de Amor.

¿Habéis cultivado el Amor en vuestro corazón, para que os podáis presentar ante Mí y pasar directamente a ése Reino de Amor que os he prometido?, ¡No!, Mis pequeños, la gran mayoría de las almas tienen que purificarse antes de entrar al Reino de los Cielos, porque habéis desperdiciado Mi Amor, Amor que se os dio gratuitamente y que no habéis aprovechado, que habéis hecho a un lado de vuestra vida y preferisteis la maldad y en lugar de dar buen ejemplo, fuisteis escándalo ante los hombres. Muy poco pensáis sobre esto Mis pequeños, que ante vuestros hermanos, hay muchos que os están viendo y están viendo cómo os comportáis y tomarán de vosotros el ejemplo que deis y de acuerdo a ese ejemplo, serán almas buenas y aprovecharán Mi Vida en ellos; u otros, al ser escandalizados por vuestra forma de vida, ellos también quedarán destruidos y así se forma la cadena, que desgraciadamente está cubriendo la Tierra entera, una cadena de maldad, de desamor, de inutilidad de las almas. Vinisteis a trabajar para Mí, éste mundo, destruido por el mal, se tiene que recuperar en el Bien y en el Amor y para eso vinisteis para que, con el amor que puse en vuestro corazón, fuerais limpiando vuestro alrededor, empezando con dar vida a los que estén a vuestro alrededor, para que fuerais ejemplo de Amor y de Virtud y hacéis todo lo contrario, en lugar de dar Luz, producís sombra y destrucción.

El Juicio particular de las almas, se lo va ganando cada alma a través de los años vividos, si habéis vivido en Mi Amor y en el ejemplo, suave será vuestro Juicio, agradable a Mis Ojos, loable para el Cielo, pero si fuisteis escándalo, lloraréis ante Mí, tendréis arrepentimiento si todavía queda algo de amor en vuestro corazón, pero sufriréis, porque sabréis en ése momento lo que os perdisteis, que pudisteis haber tenido tanto y no lo aprovechasteis y además todo eso lo desperdiciasteis, porque Me disteis la espalda y preferisteis vivir para el mundo, para sus pasiones, para el pecado, para el desamor.

Yo Soy un Dios de Amor y os amo tanto, Mis pequeños, os quiero consentir tanto, pero parece que os aburre que os hable tanto de Mi Amor.

Así es la creatura, no sabe apreciar las riquezas de Mi Amor y tiene que sufrir para aprender. Os mandé a Mi Hijo para que os enseñara y le siguierais y así os ahorrarais tanto dolor, y por seguirle, aprenderías a amar y por consiguiente, pudierais pasar fácilmente de la Tierra a vuestro Hogar, en el Reino de los Cielos.

Os he dado al Maestro de Maestros, os he dado Mi Vida en Él para que aprendierais pero habéis desperdiciado lo que Él os ha dado. Sois necios, preferís el camino difícil y doloroso que, a pesar de que voy cuidando vuestros pasos, preferís correr lejos de Mí, para hacer vuestra voluntad y no la Mía.

De cualquier manera, Mis pequeños, os amo infinitamente y seguiré buscándoos a donde vayáis, ahí os alcanzaré y buscaré vuestro arrepentimiento para que volváis a Mí, porque sois Mis hijos y a todos os quiero Mis pequeños, a todos os quiero de regreso en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.