Sep 29_00 Solo una cosa es importante y María la tiene ahora y nadie se la quitará.

Mensaje.

 

Mensaje de la Santísima Virgen María a J.V.

Habla la Santísima Virgen María,
Sobre: “Martha, Martha, ¿Por qué te afanas tanto?, solo una cosa es importante…”
Martha, Martha, ¿Por qué te afanas tanto?, solo una cosa es importante y María la tiene ahora y nadie se la quitará.

Con éstas palabras Mi Hijo os hace entender que lo que debéis buscar afanosamente es Su Amor y todo lo que él encierra.

Yo os dije en Mi Aparición en Guadalupe: “Hijitos Míos, ¿de qué os preocupáis, no estoy Yo aquí que Soy vuestra Madre?

El demonio, la serpiente antigua e infernal, siempre ha atacado a la humanidad, desde que vuestros Primeros Padres fueron creados y su principal táctica, para haceros caer en la tentación del pecado, ha sido la soberbia, la duda, la desconfianza y la división.

Si hacéis una revisión de vuestra vida pasada, os daréis cuenta plena de que todos vosotros, Mis pequeños, ya habéis probado la amargura que produce el caer en pecado en cada una de éstas situaciones. La naturaleza humana, debilitada por el Pecado Original, siempre os llevará a caer y a caer, porque sois débiles, pero la principal razón a vuestras continuas caídas son: la soberbia, la cuál no acepta el error cometido ni acepta ayuda para remediarlo; el sentiros fuertes, autosuficientes y que no necesitáis de nadie para protegeros, ni física ni espiritualmente; el sentiros lo suficientemente inteligentes creyendo que nadie os puede vencer; el sentiros “adultos” y sabios, creyendo que vuestras capacidades están muy por encima de todos vuestros hermanos.

Vuestra debilidad radica en vuestra independencia. Nunca seréis lo suficientemente maduros, espiritualmente, si no os hacéis pequeños. Mi Hijo os lo dijo antiguamente y ahora Yo repito Sus palabras: “Dejad que los niños se acerquen a Mí, porque de ellos es el Reino de los cielos”.

A un niño pequeñito, si se le ha cultivado en el Amor, si se le ha rodeado de Amor, si se le ha comprendido en el Amor, si se le ha dado ejemplo en el Amor, no teme, no duda, no desconfía, no odia, no tiene rencores, no pierde su inocencia y sobre todo AMA, porque él dará en forma espontánea y natural, lo que sus padres han vivido y le han enseñado a vivir. Por ello, el ser como niños y enseñar como niños, llena a las almas del tesoro más grande que Nuestro Dios nos regaló, el Amor.

Como os decía, el demonio siembra dudas, temores, desconfianza, para crear división y con ella, la destrucción de las almas. Un alma que duda, que vive en la duda, que se alimenta de la duda, es un alma inestable, es un alma desconfiada, es un alma que está, continuamente, a la defensiva. Duda de todos, desconfía, no se entrega a nada ni a nadie plenamente, por lo que “le puedan hacer”. Este tipo de almas vive una vida miserable y le hace la vida miserable a los que le rodean, porque siempre va a cuestionarse el porqué del regalo, o del amor, o del trato que le dan los demás a él. No es sencillo ni recibe las cosas como niño.

Hijitos Míos, los regalos que vuestro Dios os ha concedido, son inmensos y vuestra pequeñez negativa, causada por vuestra soberbia, no os permite daros cuenta de ello. Vuestras dudas y desconfianzas os ciegan a reconocerlos como tales, ya que no os dais cuenta de que vuestro Dios os los dá sin esperar nada y de que os consiente porque os ama verdaderamente.

El alma que ama en la sencillez y en la confianza, responde como el niño cuando se le da un regalo, él no sabe si es su cumpleaños ó no, simplemente ve y siente el acto amoroso de sus padres y responde de la misma forma desde lo más profundo de su corazón, con un abrazo fuerte, con un besito sencillo y amoroso.

El mal os ha hecho mal pensados y mal intencionados, siempre os estáis cuestionando ó imaginando lo que habrá detrás de cada acción, como el ¿qué movió a aquella persona a decirme algo bonito ó qué me sacará por el regalo que me dio? Cuando actuáis en la sencillez y en la confianza, es el mismo Dios el que guía vuestra vida y así sabéis de grandes ejemplos de niños ó de gente sencilla, inocente y buena que, a pesar de haber pasado entre fieras salvajes ó entre maleantes y asesinos, su pureza y sencillez no les permitió que alcanzaran a vislumbrar la maldad ó el peligro que les rodeaba y salieron sin ningún ataque o rasguño de parte de sus enemigos.

El mal, mientras estéis sobre la Tierra, nunca os dejará de atacar ya que estáis en sus dominios, pero la Gracia y el cuidado de vuestro Dios y del Mío, tampoco se apartarán de vosotros.

Hijitos Míos, os invito, os imploro a que, a través de la oración y de la vida en la Gracia, os volváis como niños y así podáis encontrar lo que María sí encontró y lo que Martha no veía por afanarse en las cosas del mundo. Ya no seáis Marthas, viviendo de las cosas y para las cosas del mundo, vivid y buscad el Amor de Mi Hijo, Nuestro Señor.

Cuando encontréis éste tesoro tan grande y gratuito, entonces entenderéis la grandiosidad que habéis desperdiciado por haberos creído grandes y sabios y por no haberos sabido comportar como niños sencillos, llenos de Fé y de Confianza en el Amor de su Padre Dios y de su Madre, la Siempre Virgen María.

Yo os bendigo en el Santo Nombre de Nuestro Padre Dios, en el Nombre de Mi Hijo, ejemplo de humildad y de Amor y de Mi Esposo, el Espíritu Santo de Amor. Recibid Mis bendiciones de Madre y de Guía vuestra, Mis hijitos, Mis pequeños, Mis creaturitas.