Mayo 23_00 Cuando ya no se pueda tomar físicamente, Me tomaréis espiritualmente.

Mensaje en el Grupo de Oración.

 

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Habla Dios Padre,
Sobre: Vosotros sois hermanos, ni siquiera amigos, ni desconocidos, sois hermanos bajo Mi Paternidad Divina.

Hijitos Míos, os he reunido, estáis aquí, porque Mi Corazón lo pide, estáis reunidos, porque Mis deseos deben cumplirse, estáis reunidos, porque sois instrumentos de Mi Amor, estáis reunidos, porque los tiempos así lo piden, estáis reunidos, porque deberéis ser presencia Mía en la Tierra.

Sois Mis instrumentos, sois hijos Míos, que he preparado para la difusión de Mi Amor sobre la Tierra.

Cada uno de vosotros ha tenido una formación diferente de vida, cada uno de vosotros, Me ha aceptado en forma diferente en su corazón, cada uno de vosotros ha vivido Conmigo y se ha dado a Mí en forma diferente y, así lo he querido Yo, porque cada uno de vosotros tiene misión diferente, pero que al final es la misma, la conversión de las almas y la difusión de Mi Amor sobre la Tierra.

Cada uno de vosotros, tiene diferentes dones, que Mi Santo Espíritu ha otorgado, cada uno de vosotros ha sido llamado en diferente época de su vida, así lo he querido Yo.

Pero ahora, a todos vosotros os reúno, porque éste es el momento, el momento en que deberéis actuar firmemente, porque el tiempo así lo llama. Éste es el tiempo de vuestro Dios, el tiempo del cambio, el tiempo de la Vida que se dará para todos vuestros hermanos que estén Conmigo. Éste es el tiempo del Amor en el cual deberéis mostrarMe ante los demás, aún a costa de vuestra propia vida.

Vosotros sois hermanos, ni siquiera amigos, ni desconocidos, sois hermanos bajo Mi Paternidad Divina.

Os he reunido porque os quiero dar una Bendición especial para la misión que ahora ya comenzará más firme para todos vosotros. El mal se acelera, Mi Gracia también, Yo nunca he de abandonar al género humano, a Mis hijos, malos ó buenos, son Mis hijos y, son vuestros hermanos y, así deberéis aceptarlo en vuestro corazón.

Aún aquellos que os ataquen, son vuestros hermanos y merecen salvación, porque Yo Me he dado por cada uno de vosotros, buenos ó malos, no deberá haber distinción de bondad, ó de maldad en vuestro corazón, porque Yo Soy el Único que puede juzgar, porque Yo conozco el corazón de cada uno de vosotros, conozco su vida pasada y conozco los dolores de su nacimiento, así que, de vosotros pido y exijo Amor, Amor, con todos sin distinción.

Yo Soy vuestro Dios, Soy vuestro Padre, Soy el Amor Divino, que se dio por cada uno de vosotros y Soy el Amor que se comparte en Sus dones , en cada uno de Sus hijos.

Hijitos Míos, os he reunido con Mi Amor, como lo haga ahora por todas partes sobre la Tierra, son los momentos en que a pesar de las tinieblas, se empezará a ver la Luz, la Luz de los Míos, la Luz de los escogidos, la Luz de aquellos que Me han de llevar a los que aún viven en tinieblas. Seréis antorchas en medio de la obscuridad, pero no para vosotros, porque ya la obscuridad ha sido apartada de vuestros corazones.

Deberéis acercaros más fervientemente a Mi Corazón, deberéis tomar más seguido el Alimento de Vida, porque Me habréis de necesitar y, cuando ya no se pueda tomar físicamente, Me tomaréis espiritualmente, pero deberéis daros cuenta que, sin Mí, nada podréis, de Mi deberéis tomar toda Fuerza para luchar contra la obscuridad, porque deberéis llevar por caminos de Luz a todos aquellos que estén alrededor vuestro.

Vuestros caminos se diversificarán, iréis por diferentes caminos llevando Luz y Yo estaré con cada uno de vosotros, y al final, os reuniré en la Gran Luz, en Mi Presencia Real y Divina, ante todo el género humano, ante todos aquellos que habrán aceptado Mis enseñanzas.

Ésta Luz ahora os la daré y seréis ahora un sólo pueblo, un sólo rebaño, bajo un sólo Pastor, el Gran Pastor del Amor.

Hijitos Míos, como os dije, aquí estoy, para daros una Bendición especial, a que recibáis a Mi Santo Espíritu de Amor, que os cubrirá y que os dará toda la Paz, Sabiduría, Amor y los dones necesarios para que, cada uno de vosotros, cumpla la misión por la cual ha venido a éste mundo.

El Amor de Mi Santo Espíritu descienda sobre cada uno de vosotros.