Jun 09_08(vesp) Ciertamente el Tiempo es corto, pero Mí Misericordia es Infinita.

Rosario vespertino

Temas:

  • No le dais el valor que tiene una Bendición del perdón de vuestros pecados en el Sacramento de la Reconciliación, en la Confesión.

  • Yo os he dado capacidades, os he dado dones que debéis utilizar, son los talentos de los que se habla en las Sagradas Escrituras.

  • Ciertamente el tiempo ya es corto para recuperar todo lo perdido, pero Mi Misericordia es Infinita.

  • Me deleito cuando vuestros hermanos os aman, Me entristezco cuando vuestros hermanos os rechazan porque no estáis actuando en el Bien.

  • Ved ahora las Iglesias casi vacías, que aún a pesar de que se llenara una Iglesia en la Santa Misa, ¿cuántos se quedan sentados y no reciben la Sagrada Eucaristía?

 

Mensajes de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: No le dais el valor que tiene una Bendición del perdón de vuestros pecados en el Sacramento de la Reconciliación, en la Confesión.

Hijitos Míos, os he dicho que Mi Gracia Infinita, Mis Bendiciones se derraman sobre buenos y malos, todos vosotros sois Mis hijos, todos vosotros tenéis derecho a recibir lo que viene de Mí. Vosotros, en vuestro libre albedrío, sois los que decidís si lo que viene de Mí lo dejáis entrar en vuestro corazón ó lo atacaréis ó simplemente no le haréis caso.

La Sangre de Mi Hijo se dio por todos vosotros, Él os vino a dar vida y que la tuvierais en abundancia si abríais vuestro corazón, si seguíais Mis Mandamientos, si fuerais positivos con todo lo que viene de Mí y con vuestras obligaciones en la Tierra. Vosotros sois los únicos que decidís si lo que viene de Mí os moverá a hacer el Bien y ganar con ello vuestra salvación ó poneros en contra Mía y con ello perderos eternamente.

Ni Yo Mismo, como Padre y Dios vuestro, os obligo a que toméis Mi Bien, ni tampoco os obligaría a llevar una vida de mal. Tenéis el libre albedrío y en vosotros está el escoger vuestro futuro eterno, pero recordad, Mis pequeños, que antes de que seáis juzgados, deberéis de llevar una vida aquí en la Tierra, estáis llamados a ser como Mi Hijo, estáis llamados a dar vida en Mi Vida, estáis llamados a la perfección y esto es, haciendo lo que Mi Hijo hizo por vosotros. Seréis juzgados por toda una vida de actuación.

Yo Soy un Dios Justo, Yo no Me dejo llevar, como vosotros os dejáis llevar, por acontecimientos de una vida y así vais acabando con muchos de vuestros hermanos en la crítica porque, por algún error que ellos hayan tenido en algún momento de su vida, vosotros los juzgáis por el resto de su vida y no tenéis ése derecho.

Vosotros sois juzgados, de Mi parte, por todo lo que hacéis durante vuestra vida. En la balanza se pondrán vuestras obras buenas y vuestras obras malas, qué tanto servicio hicisteis para Mí, vuestro Dios en la ayuda a vuestros hermanos ó cuánto dejasteis de hacer por ellos y por Mí ó, peor aún, el tiempo que tuvisteis ¿lo usasteis para destruir la obra de Mi Hijo?, que eso es peor todavía, Mis pequeños.

Cada uno de vosotros sabe en su corazón cómo se ha comportado, cómo ha utilizado el tiempo, el tiempo que Yo os he dado, qué tanto Bien y qué tanto mal habéis hecho. El Espíritu Santo, que vive en vuestro interior, que es vuestra Voz de la conciencia, es el que siempre os está indicado cómo estáis ante Mí, Mis pequeños. No os podéis hacer tontos, sabéis perfectamente vuestro actuar.

Cuando Yo perdono vuestros pecados, para Mí, vuestro Dios, es el nuevo renacer del alma, volvéis a nacer para Mí en la Gracia y podéis empezar nuevamente a actuar y actuar en el Bien, porque cuando Yo os estoy dando la Bendición del perdón de vuestros pecados, Me estoy olvidando de vuestro pasado y os estoy dando la oportunidad de empezar una nueva vida.

¿Cómo habéis aprovechado, Mis pequeños, todas estas ocasiones de vivir nuevamente para Mí, para vuestro Dios y para vuestros hermanos? Os acostumbráis a lo bueno, desgraciadamente, ya no le dais, a lo que viene de Mí, el valor que realmente tiene. No os imagináis lo que es una Misa, el valor que tiene ante Mis Ojos, las Bendiciones que recibís al asistir a la Santa Misa. No le dais el valor que tiene una Bendición del perdón de vuestros pecados en el Sacramento de la Reconciliación, en la Confesión. No le dais el valor ya, tan grande que tiene, el tomar la Sagrada Eucaristía. Soy Yo, ahí, Vivo, para vosotros, en Mi Hijo. Tenéis tanto que viene de Mí, Tesoros tan grandes y ya se os hace como cosa de todos los días. Son regalos inmensos, inconmensurables, no alcanzan todas las riquezas de la Tierra, para poder equipararse al valor de la Eucaristía que vosotros recibís.

Mis pequeños, ese es el gran error, a veces, de Mis hijos. Es bueno obviamente, recibir constantemente Mis Gracias y Mi Alimento a través de la Santa Misa y de la Sagrada Eucaristía, pero ojala pudierais daros cuenta de estas Bendiciones que recibís, que les toméis el valor inmenso que tienen, que Me agradezcáis de corazón que lo tengáis y que le saquéis todo el provecho debido para el crecimiento espiritual, para vuestro crecimiento aquí en la Tierra, para que podáis ser grandes ante vuestros hermanos y les podáis ayudar más con lo que estáis recibiendo de Mí. Pero agradeced, Mis pequeños, todo lo que Yo hago por vosotros y especialmente por el perdón de vuestros pecados.

A través del perdón de los pecados Yo os abro nuevamente las Puertas del Reino de los Cielos. Vosotros realmente no habéis sentido la gravedad de no tener un sacerdote con vosotros cuando estáis necesitados de él. Los tiempos, estáis viendo que se van agravando cada vez más, estáis perdiendo mucho de lo que teníais, tanto en lo material como en lo espiritual, llegarán tiempos de verdadera necesidad, tanto en lo material, como en lo espiritual, ¿cómo os estáis preparando para ello, Mis pequeños? Y tened cuidado con vuestra pureza espiritual, porque llegará un momento en que encontrar un sacerdote que perdone vuestros pecados graves, será muy difícil y entonces sí, estaréis buscando, si realmente Me amáis, a un sacerdote que os perdone, porque no podréis cargar con ése lastre tan pesado que tendréis en vuestra alma. Yo pondré ésa necesidad en vuestro corazón, en vuestro ser, para que realmente os deis cuenta, en esos momentos, de todo lo que teníais y lo perdisteis, por no haberlo cuidado.

Aprovechad pues, lo que ahora tenéis, cuidad vuestra espiritualidad, cuidad, todo lo que Yo os he dado. AgradecedMe, ya de antemano Mis Bendiciones y sabed que nunca os voy a abandonar, pero sed, por favor, Mis verdaderos hijos, no Me traicionéis, no os olvidéis de Mí, dadMe, dadMe lo que podáis en agradecimiento y en servicio, porque Yo Me doy en totalidad por cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo os he dado capacidades, os he dado dones que debéis utilizar, son los talentos de los que se habla en las Sagradas Escrituras.

Hijitos Míos, si vosotros entráis a trabajar a una oficina, en una compañía, vosotros vais a entrar a servir a vuestro jefe con las capacidades que tenéis, con los estudios que habéis hecho. Vosotros tomáis responsabilidad de lo que estáis haciendo y gracias a ésa responsabilidad y a vuestras capacidades recibiréis un premio, que es vuestro salario. Y así como trabajáis para las cosas materiales, también trabajáis para las espirituales. Si vosotros mismos, dentro de vuestros deberes, en la oficina o en la compañía en la que estéis, atacáis a vuestro jefe, no trabajáis como debéis, empezáis a meter cizaña entre los otros trabajadores y empezáis a destruir lo que está hecho dentro, vosotros estáis traicionando la confianza que se os ha dado, estáis traicionando a vuestro jefe, estáis traicionando a vuestros compañeros de trabajo.

Vosotros estáis viviendo para Mí, así es Mi Reino, vosotros debéis trabajar también para Mi Reino, transmitiendo valores, virtudes, transmitiendo vida, llevando un buen ejemplo a vuestros hermanos. En las Escrituras os he dejado escrito que estáis Conmigo ó estáis contra Mí durante vuestra vida y os pregunto ahora Yo a vosotros, ¿estáis Conmigo ó estáis contra Mí?, si estáis Conmigo, haréis lo que Mi Hijo ha hecho, si estáis contra Mí ó estáis destruyendo lo que Mi Hijo os ha dejado o simplemente no le hacéis caso y es el pecado de omisión.

Muchos de vosotros decís que no os metéis con nadie y de ésta forma creéis que no os estáis comportando mal, porque no afectáis a nadie con vuestra forma de ser, pero estáis faltándome también, porque Yo os he dado capacidades, os he dado dones que debéis utilizar, son los talentos de los que se habla en las Sagradas Escrituras, estáis enterrando lo que Yo os he dado para trabajar y para servirMe y cuando vosotros no estáis utilizando esos talentos para ayudar a vuestros hermanos, tampoco estáis haciendo nada bueno, Me estáis traicionando y los estáis traicionando y este es un grave pecado porque, no es lo mismo no tener las capacidades para servir a los demás y no los servís, que tenerlas y no quererlo hacer, simplemente porque no queréis hacer las cosas y esto es muy grave, Mis pequeños, porque Yo, vuestro Dios, os he dado mucho. Lo que tenéis, os los di con Amor y os consentí con ésos dones para que pudierais servirMe y para que con esos dones, también os conocieran vuestros hermanos.

Grandes santos, grandes personalidades que conocéis, son admirados precisamente por los dones con que Yo los doté, ellos aprovecharon esos dones, los pusieron a trabajar, los potencializaron y después hicieron mucho bien con ellos. Por eso son ejemplo ante el mundo, porque pusieron a trabajar los dones, no los enterraron, no son esos talentos que se dejaron ahí, guardados. Sabíais vosotros que luego Yo os iba a pedir cuentas de esos talentos y no os quisisteis enfrentar a Mi Juicio, Juicio del cual no os podréis escapar, los utilicéis o no los utilicéis, Yo os pediré cuentas de lo mucho o de lo poco que Yo os di. Mejor, obviamente, si utilizasteis esos talentos para el Bien, porque seréis premiados todavía con más, pero si no aprovechasteis lo que Yo os di, se os quitará lo que os he dado y además sufriréis eternamente, porque no servisteis para nada, sois esa planta seca que solamente sirve para ser quemada. Tened cuidado pues, Mis pequeños de lo que estáis haciendo, ¿estáis Conmigo ó estáis contra Mí?, ¿estáis aprovechando lo que Yo os he dado o Me estáis atacando o simplemente no estáis utilizando Mis regalos que Yo os he dado de todo Corazón?
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Ciertamente el tiempo ya es corto para recuperar todo lo perdido, pero Mi Misericordia es Infinita.

Hijitos Míos, Yo les decía a Mis apóstoles y le decía a la gente de ése tiempo, que ellos sabían perfectamente predecir el tiempo, el clima que se iba a dar, esto lo sabían también los mismos sacerdotes, escribas, fariseos y les decía que cómo era posible que si sabían predecir el tiempo y habiendo estudiado las Sagradas Escrituras, no reconocieran que ya el Mesías estaba entre ellos. Me tuvieron entre ellos y, precisamente, porque ellos buscaban más las cosas del mundo no Me reconocieron, no quisieron reconocer Mi Persona, Mi Divinidad, en medio de ellos.
Esto es lo que pasa cuando se buscan más los bienes del mundo, Me hacen a un lado, se busca el vivir mejor, tener lo mejor, buscar lo mejor, pero del mundo. Satanás os conoce muy bien, Mis pequeños y conoce vuestras debilidades, porque os falta Fe y no veis con los ojos del alma, cegáis los ojos del alma y entonces os dejáis guiar solamente por los ojos de vuestro cuerpo y así satanás os engolosina, os muestra un mundo bello, un mundo que tenéis que poseer por entero y que debéis utilizar todo vuestro tiempo, toda vuestra vida, todo vuestro trabajo para obtener el mundo y sus bienes.

Muchos de vosotros trabajáis con ahínco, cobráis, a veces, precios exagerados por vuestro trabajo, con tal de tener lo suficiente para luego poder comprar lo que se os ofrece y luego os exigís tener lo mejor y por ello vais gastando todo lo que ganasteis con vuestro trabajo, para presumir lo que tenéis y así os llenáis de soberbia y vanidad.

Ciertamente, os vais volviendo dueños del mundo y de sus bienes y ¿qué Me presentaréis a Mí al final de vuestros días?, ¡nada!, llegaréis a Mí con las manos vacías, ¿qué hicisteis para ayudar a vuestros hermanos, para su crecimiento espiritual?, ¡nada!, posiblemente hasta les destruisteis su espiritualidad con vuestro mal ejemplo. Os llenasteis de bienes y ciertamente, ¿todos ellos los obtuvisteis en forma honesta?, muchas veces, no, Mis pequeños, no trabajasteis quizá con honestidad, quizá hasta robasteis ó afectasteis a algún hermano vuestro ó le arrebatasteis sus bienes ó hicisteis aún cosas peores y así os presentaréis al final de vuestro tiempo ante Mí, cargando con vuestra nada, con vuestros pecados, con vuestra incapacidad de transmitir virtudes, amor, enseñanza, enseñanza que os dio Mi Hijo, que debisteis de haber tomado como propia.

Así estáis, Mis pequeños, buscando solamente cosas del mundo y ahora, ved vuestro mundo, ¿hacia dónde va?, el mismo satanás está destruyendo ahora vuestro mundo, porque os ha engañado. Primero os llevó a ver un espejismo que teníais que conquistar como fuera, os llenasteis de cosas materiales que no iban a aprovecharos, prácticamente, en nada, que muchas veces, hasta os iban a crear más problemas, porque los estáis cuidando como si fueran grandes joyas que teníais que proteger. Ya que tuvisteis el mundo, ahora os lo está quitando, pero además ya os había quitado lo más importante, vuestra vida espiritual. Os dejó sin ningún tipo de protección, os dejó sin saber cómo orar, os dejó sin Mi Alimento de Vida, os dejó sin comunicación Conmigo, con vuestro Dios, os quitó lo más importante de vuestro ser y vosotros os dejasteis llevar por su mentira, ahora no tendréis nada de lo material y nada de lo espiritual. Ahora, ¿qué haréis, Mis pequeños?, estáis en un problema y un problema grave. Debéis volver a Mí.

A través de tantas apariciones de Mi Hija, la Siempre Virgen María alrededor del mundo, quise mover vuestro corazón al arrepentimiento, a buscar la verdadera vida, de la cual os debisteis haber llenado y en lugar de escucharlas, fueron atacadas y aún por la misma Iglesia. Os he dado la oportunidad, a través de muchos Mensajes alrededor del mundo, para que Me pudieras encontrar nuevamente y ¿qué hicisteis?, no os tomasteis el tiempo para recapacitar y poder llenaros de ésa vida, de la cual estabais muy fallos.

Ciertamente el tiempo ya es corto para recuperar todo lo perdido, pero Mi Misericordia es Infinita. Se os había dicho también en las Escrituras, que a aquél que se le dio mucho, también se le iba a pedir mucho. BuscadMe, Mis pequeños y dadMe lo que podáis de aquí en adelante, pedidMe que Yo recupere para vosotros el tiempo perdido, el conocimiento perdido, el amor perdido, pedidMe que os llene de Mí, pedidMe que restituya vuestro camino, pero deberéis llegar a Mí con humildad y con ese deseo de cambio.
El tiempo es corto, no desperdiciéis ya más lo que os queda, estáis viviendo una realidad espiritual, estáis viviendo ya el fin de los tiempos. Si aún queréis manteneros en vuestra necedad, el poco tiempo que queda os hará recapacitar y lloraréis todavía más vuestro tiempo perdido.

Meditad, Mis pequeños, meditad y retomad Mi tiempo para vuestro bien y el de los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Me deleito cuando vuestros hermanos os aman, Me entristezco cuando vuestros hermanos os rechazan porque no estáis actuando en el Bien.
Mis pequeños, Yo Soy un Dios Justo, Yo no exijo más allá de lo que hayáis obtenido ó de lo que hayáis luchado por obtener. Vosotros mismos, en lo humano, vais a la escuela, pasáis primeramente, cuando sois pequeños, por los primeros estudios, vais creciendo, vais buscando más conocimiento y así os vais preparando sucesivamente para obtener un conocimiento mayor que os dará un empleo mejor y así podéis ganar más dinero para lo que necesitéis en lo futuro. Podréis hacer una Licenciatura, una Maestría, un Doctorado y así os vais preparando, tanto para servir a vuestros hermanos, como para que tengáis un bien económico por parte de los servicios que daréis.

En lo humano, el mundo os juzga y os juzga en lo que hagáis y el conocimiento que adquiristeis, cómo estáis utilizando el conocimiento adquirido y cómo lo estáis poniendo en práctica para servir y ayudarles a vuestros hermanos. El mundo os juzga. A veces, el mismo mundo es injusto, pero seréis juzgados de cualquier manera. Os seguirán ó no os seguirán, tomarán de vuestro trabajo ó no, y dependerá también de vuestra forma de ser, de vuestra honestidad para llevar a cabo vuestro trabajo y cómo os dejéis llevar con vuestros hermanos, cómo conviváis con ellos porque, podréis tener todo el conocimiento del mundo, pero si no actuáis en caridad, en amor, en servicio, os harán a un lado.

Todo esto os lo digo, Mis pequeños, porque no es solamente el conocimiento del mundo lo que os hace grandes a Mis Ojos y ante vuestros hermanos, si todo ése conocimiento humano, todo vuestro servicio no va respaldado por el amor y la virtud, sois juzgados por ellos y después, también por Mí, vuestro Dios.

El conocimiento que hayáis adquirido, con los dones que Yo os he dado y que son obtenidos a través de Mi Santo Espíritu que habita en vosotros, los deberéis dar a vuestros hermanos en una forma correcta, honesta, amorosa, virtuosa y de ésta forma estaréis trabajando realmente para Mi Reino. Mi Reino, que os vino a mostrar Mi Hijo, es ese Reino que vosotros debéis construir con Mis dones, con Mis capacidades, que son las capacidades propias que Yo he puesto en cada uno de vosotros.

Yo Me delito al veros, Mis pequeños. Así como en una familia los padres se deleitan al ver a los hijos pequeñitos y les proveen de lo necesario, Yo también, vuestro Dios, Me voy deleitando con vuestro crecimiento, vuestro desarrollo y vuestra actuación entre vuestros hermanos. Me deleito cuando vuestros hermanos os aman, Me entristezco cuando vuestros hermanos os rechazan porque no estáis actuando en el Bien.

La virtud es tan necesaria en el hombre, en todos sentidos, no solamente a nivel profesional, sino en vuestra vida cotidiana. La pureza, la santidad que va mostrando el alma a lo largo de su vida, va haciendo a esa alma grande ante Mis Ojos.

Vosotros no os hacéis de la noche a la mañana en profesionistas exitosos, tampoco el alma se hace de la noche a la mañana un alma santa, se tiene que trabajar duro, debéis luchar muy duro contra todo lo que os rodea, contra toda la maldad y especialmente cuando estáis buscando el Bien y llevando una vida recta. Más sufriréis por los ataques de satanás, ya que, lo que menos quiere, son almas amorosas y virtuosas en el mundo. Ciertamente estáis trabajando en contra de las leyes del mundo, pero estáis Conmigo, Mis pequeños y así, juntos, unidos con éste ideal, el ideal que os vino a mostrar Mi Hijo, de dejar Mi Reino sobre la Tierra, unidos todos es como se logrará, Mis pequeños, por eso os pido que no temáis a los ataques que tengáis a vuestro alrededor ó aún en vuestra propia persona, alegraos, porque si sois atacados, es porque estáis en el Bien, porque estáis buscando el Bien, porque estáis logrando el Bien en vuestra vida y en la de muchos. Preocupaos cuando no seáis atacados, porque quizá estéis obrando en el mal, quizá estéis envueltos en el mal y ya os venció satanás con su pecado y con su maldad. Tened cuidado, Mis pequeños con esto, manteneos en la virtud, en la vida del espíritu, pedidMe que os ayude en todo momento si sois atacados, para que Yo os dé Fortaleza, para que salgáis adelante. Mi triunfo será vuestro triunfo, gozaréis Conmigo el Reino sobre la Tierra, porque trabajasteis para él y así juntos, con las capacidades y virtudes que Yo he puesto en vuestro corazón y vosotros, como instrumentos de Mi Amor, venceremos y gozaremos de lo que es Mío, porque sois Mis hijos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ved ahora las Iglesias casi vacías, que aún a pesar de que se llenara una Iglesia en la Santa Misa, ¿cuántos se quedan sentados y no reciben la Sagrada Eucaristía?
Hijitos Míos, ya os había dicho la forma en la que se comportaban vuestros hermanos, Mis primeros seguidores, en el Antiguo Testamento, cuando Me necesitaban y buscaban Mis favores para su pueblo ó aún en lo personal. Todos los ritos que tenían que hacer, a veces difíciles y largos, para obtener una Bendición Mía. Lo que quiero que entendáis, Mis pequeños, es que estáis recibiendo de Mí, vuestro Dios, a veces, favores inmensos, inimaginables por lo poco que dais. Ciertamente conozco vuestra pequeñez, conozco vuestra distracción, conozco vuestro amor tan pequeño hacia Mí. Os lo tengo que decir, Mis pequeños, pero un padre, una madre, se dan cuenta del amor que tienen los hijos hacia ellos y Yo veo que vuestro amor hacia Mí, todavía deja mucho qué desear, porque estáis buscando las cosas del mundo y todavía le abrís a vuestro corazón el pecado con el que satanás os engaña.

Preferís el pecado a llenar vuestro corazón de Gracia, de Amor y de Virtud y precisamente por ello, porque no Me estáis buscando plenamente, vuestro amor hacia Mí, es muy deficiente.

Mis pequeños, cómo quisiera que vosotros pusierais más empeño en la misión que tenéis qué hacer para Mí, aquí en el mundo, misión que a vosotros os santificará y os dará un lugar muy especial en el Reino de los Cielos, de acuerdo al trabajo que desempeñéis y cómo lo desempeñéis para servirMe.

Aún no caéis en cuenta real de ésta espiritualidad, de esta vida que debéis llevar y la cual tendréis por la eternidad. Como que no queréis comprometeros y conocer más de ello, porque no queréis soltar lo material y aún el pecado que os rodea. Cuando aprendáis a darle el valor real a todo lo que viene de Mí, Mis dones, Mis regalos espirituales, todo lo que Yo os he dejado aquí en el mundo para vuestro cuerpo y para vuestra alma, cuando comprendáis todo esto en su realidad, entonces quedaréis pasmados ante lo que tuvisteis y no lo aprovechasteis. Veréis que tuvisteis la oportunidad de tener tesoros incalculables y no luchasteis por ellos, aquí en la Tierra.

Vuestros hermanos luchan y aún hasta se matan por los bienes de la Tierra. Por sus riquezas, hacen lo que sea por obtenerlas y Mis riquezas son infinitamente mayores que cualquier bien de la Tierra y prácticamente no hacéis nada por ellos. Tenéis Mis tesoros al alcance de vuestra mano y los dejáis abandonados. Ved ahora las Iglesias casi vacías, que aún a pesar de que se llenara una Iglesia en la Santa Misa, ¿cuántos se quedan sentados y no reciben la Sagrada Eucaristía? El Cuerpo de Mi Hijo, Su Sangre Preciosa, las bendiciones que se reciben durante la Misa, todo eso vale infinitamente más que los tesoros del mundo y por ellos no lucháis.

Prácticamente no hacéis nada por obtenerlos, ¡qué tristeza Me dais, Mis pequeños!, ¡qué tristeza Me dais!, no sabéis valorar los tesoros que tenéis y buscáis y hasta os matáis por aquellos bienes que lejos de daros vida, os pueden dar muerte eterna. Así vivís engañados toda una vida, porque no Me buscáis a Mí, no buscáis la Sabiduría Santa, no buscáis el discernimiento Santo y así os llenáis de pura mentira, vais haciendo una vida de falsedad alrededor vuestro y lleváis a muchos hacia ésa falsedad. Enseñáis a vuestros hijos a vivir en esa falsedad de vida y los apartáis de los verdaderos tesoros actuales y futuros, tesoros eternos que os darán una felicidad aquí en la Tierra y en el Reino de los Cielos. ¡Cómo desaprovecháis el tiempo!, ¡qué pérdida de tiempo para vuestra alma!

Venid pues, Mis pequeños, a Mí, vuestro Dios, si realmente vuestro corazón se abre a Mis Palabras y queréis buscar y reparar el tiempo perdido. Venid a Mí, para que Yo, vuestro Dios, os pueda ayudar a hacer un bien por Mi Reino. BuscadMe, Mis pequeños y Me dejaré encontrar para vuestro bien y para el de los vuestros. No dejéis que satanás siga guiando vuestra vida y os siga destruyendo espiritualmente, no dejéis que destruya el tesoro tan grande que he puesto en vuestro ser, que es vuestra alma, alimentadla correctamente, dadle fuerza contra sus ataques.

DejadMe que Yo viva plenamente en vosotros, dejadMe que os santifique, Mis pequeños, dejadMe vivir plenamente, como lo hacían vuestros Primeros Padres antes del Pecado Original, Yo era su Rey, Yo era su Dios, Yo era su Padre. DejadMe que vuelvan esos momentos a la Tierra y así, se dé nuevamente el Paraíso entre vosotros. DejadMe Ser nuevamente y sabréis lo que todo un Dios pueda hacer por Su creatura, os consentiré como vosotros os lo merecéis, porque sois Mis hijos, porque tenéis una dignidad muy alta, sois los descendientes de Mi Creación por excelencia, Adán y Eva y quiero que nuevamente su descendencia, reine nuevamente en toda la Creación.

Amad a vuestros Primeros Padres porque, gracias a ellos, adquiriréis nuevamente esa dignidad en la que ellos fueron Creados. Amad a Mi Hijo, infinitamente, porque por Su Sangre Preciosa, recuperaréis esa dignidad que Yo os di en vuestros Primeros Padres.

AmadMe en Mi Santísima Trinidad, porque Yo, vuestro Dios os he dado la vida y os he dado Mi Amor, Amor que tendréis eternamente si regresáis a Mí, como el hijo pródigo. Fuisteis débiles, lo sé, pero la humildad y el amor, vencen por sobre toda soberbia, regresad pues y dejadMe que os ponga nuevamente el anillo, el anillo real y os revista con las vestiduras santas y limpias de Mi Reinado. Sois Mis hijos, todos vosotros y a todos os quiero de regreso. Orad unos por otros, ved por la necesidad de vuestros hermanos y orad por los más necesitados. A todos os quiero, Mis pequeños, quiero que todos regresen y que todos se amen como verdaderos hermanos. Mi Herencia es para todos, Mi Amor os pertenece a todos. Mi Reino es para todos vosotros.

Que el Amor crezca entre todos vosotros, que inunde todos los corazones, que busquéis verdaderamente el Bien de vuestro hermano, porque así lo que deis, luego recibiréis.

Os amo, Mis pequeños y quiero que este Amor venza ya las tinieblas de satanás entre vosotros, esto depende de vosotros, de vuestra donación, de vuestro trabajo y que dejéis entrar en vuestro corazón el verdadero Amor, con el que os debéis alimentar y vivir, que es Mi Amor, el Amor de vuestro Padre y vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.