Dic 14_98 Sólos no podemos contra el mal que hemos sembrado.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Habla Dios Padre, Sobre:Sólos no podemos contra el mal que hemos sembrado.
Hijo Mío, escribe. Las delicias de Mí Corazón se satisfacen cuando os veo alrededor del pesebre de Mí Hijo, cuando veo que a través de vuestra humildad y donación libre os entregáis a la Vida de Mí Hijo, la cuál es Mí propia Vida.

Las delicias de Mí Corazón se derraman sobre todos vosotros cuando os dáis plena cuenta de que Yo, vuestro Dios, os ha cuidado, os ha fortalecido, os ha amado por siempre. Las delicias de Mí Corazón son todas vuestras y en ellas se compromete Mí Corazón a daros todo lo necesario para vuestra misión y santificación en la Tierra. Las delicias de Mí Corazón son grandiosas, son de puro amor para con Mís hijos, Yo sólo busco vuestro bien.

Conozco todo lo que tendréis que pasar sobre la Tierra. Os conozco perfectamente a cada uno de vosotros, os conozco en todos vuestros actos y momentos, nada se escapa a Mí Sabiduría y aún así, a pesar de vuestras deficiencias en el amor, en el compromiso y en vuestra donación, aún así os amo.

Yo todo lo perdono; Yo todo lo reparo; Yo todo lo disculpo, pero la decisión de salvación está en vuestra voluntad, en vuestra libre respuesta a seguirme, en aceptar una vida de luz en Mi Voluntad o una vida de tinieblas con Mí enemigo. Yo no os puedo forzar, pero sí os puedo guiar e insistir en vuestro camino hacia el bien y hacia la eternidad. Yo os he dado Mís Mandamientos, los cuáles he plasmado con letras de fuego en vuestro corazón, a través de Mí Santo Espíritu de Amor, Quien habita en vuestro corazón. Las Tablas de Mí Ley que fueron escritas con Mí Fuego Abrazador, con ése mismo fuego plasmé Mís designios en vuestro corazón y ése fuego será de vida eterna si los aceptáís, los seguís y los amáis, sabiendo que al seguir Mís Mandatos, estáis haciendo Mí Santa Voluntad. Pero también ésas letras de fuego serán vuestros jueces para toda la eternidad y os quemarán con fuego que no se consume, si conociendo Mí Voluntad, no la aceptáis y la rechazáis, traicionando Mí Amor en vosotros al aceptar libremente el mal en vuestro corazón.

Yo os doy multitud de momentos, durante vuestras vidas, para volver a Mí. Este tiempo de Adviento es tiempo de Gracia que os doy para recapacitar sobre Mi Gran Misericordia para con vosotros, al haberos enviado a Mí Unico Hijo, Jesucristo. Este tiempo es de preparación espiritual para provocar un cambio en vuestros corazones y en vuestro proceder para con vuestro Dios y para con vuestros hermanos. Este tiempo es un tiempo de salvación en el cuál marco un nuevo inició, una nueva vida para el ser humano, al concederos la gracia de tener a Mí Hijo entre todos vosotros. Las delicias de Mí corazón se satisfacen cuando vosotros os dáis cuenta de ellas, las agradecéis, las tomáis y hacéis nueva vida en vuestra vida.

Os deberéis dar cuenta plena que vuestra vida ha caminado, en gran medida, en el error. Mi Santo Espíritu os indica el camino constantemente y vosotros acalláis Sus Palabra, Su guía, Su Verdad y preferís seguir viviendo, o más bien, muriendo en el pecado que preferís, a la Vida que Yo os doy.

Hijitos Míos, grandes momentos de cambio se os avecinan; grandes momentos de Mí Misericordia Excelsa se os mostrará, para que con ellos Yo pueda salvar a Mí Pueblo, pueblo que seguirá a Su Pastor, porque así lo reconocerán, cuando se os muestre. Yo NUNCA abandono a Mí pueblo, a Mís hijos, a los que son Míos. Yo doy todo lo Mío para lograr la salvación de vuestras almas. Mí enemigo siempre trata de tergiversar Mís Verdades y os pone ante caminos que no tienen salida, que os envuelven en tinieblas, que os llevan a la perdición eterna, que os llevan a la obscuridad de las almas, que os llevan a la desesperación. Yo soy Vida, Yo Soy Paz, Yo Soy Alegría, Yo Soy Salvación, Yo Soy Perdón Infinito, Yo Soy Amor en todas sus facetas y ellas son infinitas. En Mi, SIEMPRE encontraréis refugio seguro, paz infinita. En Mí no cabe la duda ni el abandono, Yo siempre busco a la oveja perdida, a la oveja afligida. Conozco vuestras deficiencias y las trato de solventar en todo momento, siempre y cuando os acerquéis a Mí, aceptando y pidiendo perdón por vuestros errores y pecados, contra Mí Corazón adolorido por ellos. Si vosotros os pudiérais dar cuenta del dolor tan profundo que Me causáis con vuestras faltas, aún con las más pequeñas, no pararíais de llorarlas por días o meses. Veráis Mí Amor, que se os ha dado en pleno y veríais vuestras culpas pisoteándolo; veríais vuestra fragilidad y vuestro desprecio para con Vuestro Dios, comparado con la búsqueda afanosa de Mí Corazón por salvaros. Yo os amo infinitamente, a cada uno de vosotros. Yo Me he dado en totalidad, en Mí Hijo, hasta la última gota de sangre y de Amor. Yo Me he dado en guía amorosa en vuestro corazón a través de Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros, ¡Yo os amo Mís Hijitos!

Yo os amo, hasta la desesperación de Mí Corazón para poder recuperaros. Yo busco momento a momento, durante vuestra vida, rendijas en vuestro corazón, para introducirme y poder habitar en vosotros plenamente. Os doy alegrías de toda índole. Os doy paz de corazón a través de muchos medios, para que Me podáis reconocer en los acontecimientos. Os doy Mi Amor a través de vuestros semejantes, a través de Mís creaturas y a través de Mi naturaleza para que los toméis en cuenta, los introduzcáis en vuestro corazón y al meditarlo, os déis cuenta de que Vuestro Dios está con vosotros en todo momento. Vosotros habláis de casualidades, en Mí no existen, puesto que, todo esta guíado por Mí amoroso Corazón. Todo aquello que mueva vuestro corazón al arrepentimiento, a la reflexión que os lleva al conocimiento de haber cometido un mal a Vuestro Dios, viene de Mí y es dado para lograr un cambio, una nueva vida de alma para con vuestro Dios, para bien vuestro y para la propagación de Mí Amor entre los vuestros. Yo os llevo paso a paso a conocer Mís Designios Sagrados. Yo os muestro paso a paso, en vuestro corazón, lo que más conviene para vuestra vida futura. Yo os muestro paso a paso Mis Designios Amorosos para crear Mí Reino sobre la Tierra. Yo os muestro paso a paso Mí Cielo en vuestro corazón. La gran mayoría de vosotros acalláis Mis voces en vuestro corazón. No seguís Mís designios de salvación y de amor. Vosotros mismos váis creando un mundo sin amor, sin Dios, sin vida futura en el amor. Vosotros mismos Me volvéis a matar y al así hacerlo negáis toda ayuda a vuestra alma. Al así mover vuestra alma, a ponerse en contra de vuestro Dios, os ganáis vuestro propio mal, vuestra propia condenación. Os incomodáis por lo que sucede en vuestro mundo, por los desastres y muertes, por los cambios tan radicales de clima y por el pecado que camina por vuestras calles y que penetra vuestros hogares libremente. Os dáis cuenta de que ya no son capaces de luchar y menos vencer a tanto mal que habéis propiciado. Os encontráis ahora en un callejón sin salida. Ya vuestro mal ha empezado a corromper cada familia. Ya vuestro mal ha empezado a destruir Mís templos. Ya vuestro mal se burla de vosotros mismos. Los va acabando poco a poco, ya no podéis, ni podréis detener su paso, porque le habéis dado mucha vida. Habéis alimentado al mal en todas sus formas y así vosotros y vuestros hijos padecerán por vuestro error. Os habéis puesto en contra de vuestro Dios y Señor, único Dios Verdadero, único camino de salvación. No habéis escuchado Sus Designios ni Sus Palabras Amorosas y abrísteis vuestros oídos a las insidias perversas del mal. Ahora tendréis que padecer lo que sembrásteis, cosecharéis mentira, mal, perversión, persecución y muerte por no haber escuchado a vuestro Dios y Señor.

Nueva Vida vendrá después de ésta purificación. Purificación y eliminación de toda la cizaña esparcida por el mundo tratando de ahogar a la buena semilla que aun Me ama, que a pesar de la podredumbre sembrada por todo el mundo, aun se mantienen en Mí palabra yen Mí Amor. La cizaña será cortada y arrojada al fuego eterno, porque eso fue lo que sembrásteis y cultivásteis, porque eso fue la meta de vuestra vida, porque preferísteis gozar del mundo y de su putrefacción sabiendo que Me ofendíais, sabiendo que Yo os buscaba. Me perseguistéis hasta aniquilarme en vuestro corazón y en el de vuestros hijos. Enseñastéis los vuestros a atacarme, a no seguirme, argumentando debilidad de corazón y según vosotros, creásteis en vuestro corazón montañas poderosas contra los demás, basadas en el mal y en Mí abandono. No Me dejásteis actuar a Mí, vuestro Dios. Me apartastéis de vuestra vida deliberadamente para no escuchar Mí Voz que os acusaba, que os guiaba, que os amaba. Llenásteis vuestro corazón de lujuria, de mal, de falta de caridad hacia vuestros semejantes. Os llenásteis de riquezas desmedidas, cubiertas de sangre y dolor humanos. No quisísteis escuchar Mí Voz que os llamaba al arrepentimiento. Acallásteis Mí Voz eliminando a Mís Sacerdotes que os hacían recapacitar en vuestro mal. Así como alimentásteis al mal, como se alimenta a un bebé, que crece y se hace hombre y se vuelve más fuerte y vosotros más ancianos y débiles, ahora así el mal, en su edad de poder, ahora se volcará sobre vosotros. No lo podréis detener por vosotros mismos, porque el mal no reconoce ni agradece a Su creador ni a sus protectores. El mal traiciona siempre y así os traicionará. Lo alimentásteis y creéis que os va a proteger y a mimar y estaréis en un error, el mal no busca halagar a nadie, el mal sólo busca destrucción y condenación para todos, aún de los que lo cuidaron, lo hicieron crecer y lo encumbraron. Os digo y advierto de éstas cosas, porque ya estáis en el tiempo de la prueba, en el tiempo de la siega. Os aviso porque os amo y porque aún espero vuestro arrepentimiento y vuestro retorno a Mí, Vuestro Dios. Todo aquél que se acerque a Mí, tendrá vida eterna. No importa su pasado, sólo espero vuestro arrepentimiento sincero, profundo, de corazón. Espero vuestro llamado, de corazón a corazón. Espero vuestro retorno sincero al Amor Infinito, reconociéndome como Vuestro Dios y Creador y reconociéndoos como miseria que Me habéis hecho mucho mal, pero que solo Conmigo podréis volver a la Vida.

Hijitos Míos, os regalo nuevamente éste tiempo para que recapacitéis en vuestras vidas, porque os amo y os quiero a todos, a todos vosotros, nuevamente en Mí Corazón. No temáis, volved y os envolveré en Mi Amor. Sólo veníd a Mí con corazón contrito y no os dejaré ni hablar; vuestra presencia humillada Me gritará a Mí Corazón, comprando con vuestro arrepentimiento la purificación de vuestros pecados y de vuestra salvación eterna.

Hijitos Míos, Me habéis costado tanto, cada uno de vosotros, que no os abandonaré en ningún momento y a todos os quiero salvar, a TODOS. Os amo infinitamente y espero vuestro retorno a la Casa Celestial. Luchad con las armas del amor y de la verdad. No temáis a nada, porque vuestro Dios NUNCA abandona a Sus hijos, ni aún a los más alejados, puesto que también de ellos es el Reino de los Cielos. Yo os bendigo y os envío todas las gracias y dones que necesitaréis para éstos tiempos de prueba, en la Verdad y en el Amor. Tomádlos y defendéd lo que es vuestro, a Mí, vuestro Dios, Y a vuestra libertad, en la pureza de vuestros corazones. Vuestro triunfo será el Mío y vuestro premio, la Vida Eterna en Mí Corazón, lleno de regalos inimaginables. Mi Amor Infinito quede con vosotros y con todos los vuestros. Revestíos con la coraza del Amor y ningún mal podrá contra vosotros.