Oct 25_07 El afán de vencer vuestros pecados…

Rosario.

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Tema:

  • El afán de vencer vuestros pecados y ser mejores es lo que va a hacer que vosotros os ganéis la Gloria eterna.
Primer Misterio,Habla Dios Padre,
Sobre: El afán de vencer vuestros pecados y ser mejores es lo que va a hacer que vosotros os ganéis la Gloria eterna.

Hijitos Míos, es el afán de lucha, el afán de mantenerse en estado de Gracia, el afán de vencer vuestros pecados y ser mejores es lo que va a hacer que vosotros os ganéis la Gloria eterna.

La lucha es continua, Mis pequeños, aquí en la Tierra, los ataques de satanás contra vuestra persona, contra vuestra alma, contra todo lo bueno, es continua y vosotros debéis estar atentos a ésta lucha contra satanás y sus secuaces que hacen contra vosotros. Debéis estar atentos, porque la lucha es encarnizada y sutil.

Vosotros creeréis, quizá en algún momento, que no es tan malo lo que estáis viendo ó lo que estáis haciendo ó lo que estáis pensando, porque una gran mayoría así lo hace. Veis gente que triunfa, que tienen recursos económicos más poderosos que los vuestros y creeréis que todo lo que ellos hacen está bien hecho.  Lo veis también en personas famosas y así os van llevando hacia el mal, porque ellos son ejemplo ante la humanidad.

No, Mis pequeños, no siempre el ser ejemplo y lo que den vuestros hermanos, con la fama que se hayan obtenido, van a hacer que sus obras sean las correctas. Siempre deberéis actuar bajo Mi protección, bajo el discernimiento Divino, para que os deis perfectamente cuenta si vuestros hermanos realmente están actuando según Mis Leyes, Mis Virtudes y Mi Amor.

Como os dije, el ataque es continuo y vuestra lucha tiene que ser continua por mantenerse en la vida, en la Vida que Yo os doy y que os he enseñado. Aquellos que se dan por vencidos, aquellos que ya no luchan, que ya no se levantan, que ya no Me piden su protección, protección para su alma, protección para a su cuerpo, protección para sus pertenencias, protección para su familia, ya son almas muertas, almas vencidas, almas que no quieren estar Conmigo, que prefieren dejarse llevar por la corriente del mal, para no ser ya atacadas por el mal, se dejan llevar como muchos hermanos vuestros se han dejado llevar por esa corriente, corriente que a veces les va a traer un bienestar económico, un bienestar social, pero será efímero, Mis pequeños, como efímera su vida será aquí en la Tierra y de mucho dolor la vida eterna.

Estas almas ya no luchan, a pesar de que están viviendo en el mal, que saben que su obrar, su pensar, su decir, es malo, es pecaminoso, les está destruyendo, pero se han dado ya por vencidos.

Orad por ellos, Mis pequeños, para que tengan ésa fuerza que a vosotros os he dado, la lucha constante contra las fuerzas del mal. Me tenéis a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, tenéis todas las fuerzas del Cielo, todas las Potencias que Yo he dejado ahí, para que sean tomados por vosotros, que sois débiles y que podéis caer en cualquier momento.

Tened mucho cuidado, Mis pequeños, porque si vosotros estáis luchando, satanás os atacará más para tratar de venceros y dejaros débiles y abatidos. No permitáis esto en vuestra vida, en vuestra conciencia, en vuestro corazón, Mis pequeños. Luchad, luchad, porque éste afán de lucha es lo que os llevará al triunfo final, seréis también juzgados por el estado del Gracia en que os encontréis en el momento en que Yo os mande llamar. Yo respetaré a aquellas almas que luchan constantemente, Yo, que Soy Bondad Infinita no os mandaré llamar cuando estéis en pecado grave, si veo que durante vuestra vida, aunque hayáis caído, hayáis luchado por levantaros y por mantener vuestra alma el mayor tiempo posible en estado de Gracia, Yo permitiré que vosotros os arrepintáis a tiempo para que lleguéis a Mí. Soy un Dios Justo, un Dios Bondadoso, un Dios y Padre que mira por Sus pequeños, no desconfiéis nunca de Mis Bondades y de Mi Amor, siempre estaré protegiéndoos contra los ataques de satanás y, os repito nuevamente y os pido de Corazón, orad, orad fuertemente por aquellas almas que se han dejado ya vencer por las fuerzas de satanás.
Gracias, Mis pequeños.