Nov 21_07 Veréis los Cielos abrirse, veréis la Señal del Hijo del Hombre aparecer entre las nubes.

Rosario.

Mensajes de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.

  • Al estar separados de Mí, la desgracia os une, cuando os repito, os debierais haber unido en la paz y en la estabilidad.
  • Veréis los Cielos abrirse, veréis la Señal del Hijo del Hombre aparecer entre las nubes.
  • Yo, os daré tanto, que ya no necesitaréis de otra cosa, gozaréis estando Conmigo, Yo Soy el Todo.
  • La Promesa de Mi Hijo, de que la Iglesia se mantendría hasta el fin del mundo, así será.
  • ¿Por qué buscar el mal, Mis pequeños, cuando vosotros no fuiste creados para el mal, ni para recibirlo ni para darlo?.
 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Al estar separados de Mí, la desgracia os une, cuando os repito, os debierais haber unido en la paz y en la estabilidad.

Hijitos Míos, os he dicho que Yo siempre de un mal, voy a sacar un bien. Mis pequeños, también os he dicho que, debido a que la humanidad se ha apartado de Mí, de vuestro Dios y Señor, de vuestro Padre que os ama tanto, por haberse olvidado de Mi amor y sobre todo, de actuar en el Amor, Yo permito que satanás os ataque, os ponga a prueba, porque de Mí no puede salir ninguna maldad, pero vosotros, en vuestro libre albedrío os habéis apartado de Mis Leyes y de Mi Amor. Al estar apartados de Mí, os habéis atraído el ataque de satanás.

Yo voy protegiendo a las almas desde su concepción, pero vosotros, cuando crecéis, caéis en soberbia y creéis no necesitar de Mí, según vuestro pensar, y de tal forma os apartáis de Mí, que quedáis a merced de las fuerzas satánicas.

Mis pequeños, a lo largo de la historia, el hombre ha tenido diferentes tipos de pruebas, siempre puestas por satanás, permitidas por Mí, para vuestro crecimiento espiritual.

Un soldado, os he dicho, que no puede obtener la medalla al mérito de la batalla si no ha luchado, si no se ha enfrentado al enemigo. Aunque hay almas a las cuales exento de ataques fuertes y aún mortales por parte del enemigo, porque son almas escogidas que viven en pureza y santidad toda su vida, la mayoría de vosotros no estáis en ésta situación y salís al campo de batalla, que es toda la Tierra, y ahí os enfrentáis a las tentaciones que os pone satanás.

Cada uno de vosotros fuisteis creados en el Amor, para producir Amor, para producir virtud, para producir unión, paz, alegría, pero como estáis separados de Mí, empezáis a actuar según satanás os va tentando, y os propone que cambiéis de forma de pensar y de vida y por eso, porque os ha convenido ésa vida, quedáis a merced de su ataque y de sus fuerzas. Pero Yo siempre os protejo y aún a pesar de que Me traicionéis, siguiéndole a él, siempre voy a buscar que de ése mal, de ésa caída en la que estáis, obtengáis un bien para vuestro crecimiento espiritual, no solamente personal, sino para vuestros hermanos que os rodean. Y por eso ahora se están dando esos ataques tan fuertes a los pueblos, a las naciones, ataques de purificación.

Sí, Mis pequeños, de purificación, para que crezcáis en el Amor, en la virtud, en la fraternidad, ved Mi Plan atrás de los ataques de satanás. Satanás mueve las fuerzas de la naturaleza para que haya desastres naturales, inundaciones, terremotos, deslaves, mucho calor ó mucho frío, pero ¿qué es lo que pasa atrás de todo esto? Atrás del desastre, de un aparente mal ó en un real mal, como lo queráis ver, porque Yo veo todo en lo espiritual y vosotros lo veis en lo material, viene la virtud, viene el amor, viene la fraternidad y así, después de ése mal, os unís, Mis pequeños, para ayudar al desvalido. Dais de lo que tenéis, compartís de lo que tenéis, oráis por los que no tienen ó han sufrido, os unís como hermanos, como siempre debisteis haber estado y así no necesitaríais de éstas pruebas, porque el amor impediría el ataque satánico, pero de ésta forma, estáis uniéndoos y estáis protegiendo al hermano desvalido, al hermano que ha perdido, al hermano que ya no tiene.

¿Veis cómo Yo os voy cuidando?, ¿cómo voy protegiéndoos a todos vosotros?, estáis uniéndoos como verdadera familia, porque, en una familia que realmente se ama, cuando alguno de los hermanos sufre, los demás le apoyan y ahora vosotros estáis apoyando al desvalido, al que ha caído en desgracia, al que necesita de vuestra ayuda.

Quisiera Yo, como Padre y vuestro Dios, que no se tuviera que llegar a tanto, a tanto dolor, a tanta pérdida para que vosotros entendierais la lección que os enseñó Mi Hijo, el de amaros los unos a los otros como verdaderos hermanos. Debierais amaros, protegeros con amor, aún en la paz, en la estabilidad, pero como no entendéis, os viene la desgracia y como resultado, llegáis a esto, a la unión. Al estar separados de Mí, la desgracia os une, cuando os repito, os debierais haber unido en la paz y en la estabilidad.

Uníos, Mis pequeños, mundialmente, uníos en el amor, en la oración, en la fraternidad y veréis que todo cambiará y el mismo satanás ya no podrá atacaros, ya no habrá éstas pruebas tremendas para la humanidad, porque el amor vencerá toda maldad de satanás.
Os amo, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Veréis los Cielos abrirse, veréis la Señal del Hijo del Hombre aparecer entre las nubes, una gran Luz os iluminará y conoceréis Mi Amor, Mi Misericordia Infinita.

(Lenguas…) Hijitos Míos, veréis los Cielos abrirse, veréis la Señal del Hijo del Hombre aparecer entre las nubes, una gran Luz os iluminará y conoceréis Mi Amor, Mi Misericordia Infinita, conoceréis vuestros errores, pero tendréis el apoyo infinito de Mi Misericordia. Lloraréis vuestro pecado, lloraréis vuestros errores, pero os daré el apoyo de Mi Misericordia, ése Amor Infinito que se derrama constantemente y que se derramó por todos vosotros en la Persona de Mi Hijo, en Su Sacrificio Eterno y en la recuperación del Cielo para todos vosotros.

Grandes cosas veréis, Mis pequeños, tendréis la oportunidad de conocer Mi Voluntad y aunque sea doloroso el momento, por un lado, porque veréis vuestra pequeñez, veréis vuestros errores, vuestros pecados, vuestra traición, por otro lado, al estar apoyados con Mi Amor, gozaréis y sabréis cómo os he amado.

Lloraréis el no haber aprovechado tanto Amor, tanto Amor que se derramaba sobre vosotros, tesoros infinitos de Gracias, de Bendiciones, de apoyo espiritual, de crecimiento vivo. Lloraréis no haber querido tomar todo ése raudal de bellezas inimaginables que Yo os ofrecía y que no quisisteis tomar por vuestra falta de Fe, por vuestra negligencia, por vuestra maldad.

Sí, Mis pequeños, muchos habéis preferido la maldad, el dolor en el mundo por estar de parte de satanás, Me negasteis y atacasteis todo el Amor, Mi Misericordia, Mis Bendiciones, dones, regalos espirituales que Yo os daba, porque no quisisteis creer en ellos, pero Mi Misericordia está con vosotros. Aceptaré vuestro arrepentimiento, vuestro corazón contrito hará que Mi Misericordia os invada y os revista nuevamente de Gracia y así, conociendo Mi Misericordia, gozaréis un nuevo principio de vida para vuestra alma.

Me olvidaré de vuestro pasado y empezaréis una nueva vida, una nueva vida que no solamente vosotros gozaréis por tenerMe ya, sino Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, gozaré, porque habré recuperado al hijo perdido, a la oveja que se descarrió. ¡Cuánto espero ése momento, Mis pequeños!, en que puedo mostrar Mi Amor a todos vosotros, y de ésta forma recuperar a tantas almas perdidas actualmente por el pecado que habéis permitido crecer en vuestra alma y en vuestro corazón. ¡Os amo tanto, Mis pequeños, os amo tanto!, que haré hasta lo imposible, a ojos humanos, para poder recuperar vuestra alma, para poderla gozar eternamente, para poderla consentir, porque vosotros no conocéis el Amor tan grande que tengo por vosotros. ¡Cómo quisiera poder consentiros ya!, pero vosotros Me apartáis de vuestro corazón, no queréis entrar en Mi Corazón.

Os pido que oréis para que éste momento se dé, que se dé ya para toda la humanidad, para que ya os pueda reunir, para que la familia esté completa. Y por otro lado orad, Mis pequeños, vosotros, los que ya Me conocéis y Me amáis, por vuestros hermanos que viven en el error, por aquellos que no quieren acercarse a Mí, que necesitan ése momento, para que lo hagan llegar a su alma lo antes posible, para que no desperdicien ya su tiempo sobre la Tierra.

¡Cuánto os amo, Mis pequeños!, ¡cuánto os amo!. Que el Amor de Mi Corazón se derrame ya, pues, sobre cada uno de vosotros y empiece su transformación en la santidad, porque a todos os quiero santos, a todos os quiero renovados en Mi Amor y podamos así gozar de los Nuevos Cielos y las Nuevas Tierras, en donde habitaréis, gozando plenamente de Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños. 

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo, os daré tanto, que ya no necesitaréis de otra cosa, gozaréis estando Conmigo, Yo Soy el Todo.

Hijitos Míos, se os ha dicho en las Escrituras, que lo que deis a los demás y especialmente a los más pequeños, os lo restituiré al ciento por uno.

Sí, Mis pequeños, es tanto Mi Amor hacia vosotros, que gozo cuando vosotros dais éste amor que Yo he puesto en vuestro corazón, a vuestros hermanos. Vosotros habéis recibido de Mí, gratuitamente, Mi Amor, Mis Bendiciones y cuando hacéis uso de ellos y los repartís a vuestros hermanos, Yo Me gozo inmensamente. El tenerMe, a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, en vuestro corazón, es un gozo inmenso.

Yo Me gozaba en vuestros Primeros Padres cuando bajaba a su corazón. Vivía en su corazón, Me comunicaba desde su corazón, ellos Me gozaban y Yo gozaba con ellos. Por eso, cuando vosotros dais a vuestros hermanos de lo que Yo os he dado, es como vosotros vais esparciendo Mi Reino sobre la Tierra. Mi Reino es Mi Amor y vosotros lo habéis adquirido al aceptarMe dentro de vuestro corazón.

No os imagináis, Mis pequeños, lo que hacéis con vuestros hermanos cuando vosotros les dejáis Mi Reino en sus corazones, cuando sembráis en su corazón Mis Palabras tiernas, Mi Amor Infinito, Mis Enseñanzas. Estáis renovando a las almas cuando les dais lo que Yo os he dado. Vosotros debéis transmitir todas éstas bellezas y vosotros creceréis inmensamente, porque aquél que da, recibe también infinitamente. En cambio aquél que teniendo no comparte, no crece, muchas veces puede ser por soberbia de sentirse ya grande. Aquél que es soberbio, en ése momento empieza a declinar, porque ya no permite una entrada más hacia él, en capacidades, en conocimiento, en inteligencia, en sabiduría, se cierra completamente a todo, porque ya se siente satisfecho. Por eso es tan grave la soberbia, porque cerráis la entrada a tantas capacidades, a tantos dones, a tanta vida que Yo os puedo dar, os quedáis estancados.

Os pido que tengáis siempre ése espíritu de crecimiento, espíritu humilde, que sabe qué necesita para poder avanzar, que sabe que lo Mío es Infinito y que necesitaréis una eternidad para poder crecer. Eso es lo que Yo necesito de las almas que Me siguen, humildad, deseo de vida, de Mi Vida y Yo os lo concederé. Tendréis una eternidad avanzando, avanzando en Mi Amor, en Mi Sabiduría y creceréis, creceréis infinitamente, pero además con un gozo inmenso, porque aquél que Me conoce, goza infinitamente y ya no busca más, ha encontrado la perla preciosa, ha encontrado el tesoro enterrado y pone todo su empeño en obtenerlos, en obtener Mis tesoros. DejadMe pues que Yo os llene y que ponga en vosotros esa necesidad de buscarMe y, Yo, os daré tanto, que ya no necesitaréis de otra cosa. Gozaréis estando Conmigo, Yo Soy el Todo y así ya no tendréis que buscar otras cosas, porque vuestra alma estará satisfecha de tener a vuestro Dios y al Amor Increado en vuestro ser.

DejadMe pues, Mis pequeños, que Yo habite en totalidad en vuestro ser, porque vosotros seréis ricos, millonarios, tanto más cuanto Me tengáis vosotros en vuestro corazón y no tanto cuanto os llenéis de las cosas terrenas. Mientras más crezca Yo en vuestro ser, menos necesitaréis de lo terreno.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: La Promesa de Mi Hijo, de que la Iglesia se mantendría hasta el fin del mundo, así será.

Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra y protectora de la Iglesia, escuela de las Enseñanzas de Mi Hijo, os pido que oréis fuertemente por ésta herencia que os dejó Mi Hijo, la Santa Iglesia Católica. Sí, Mis pequeños, la santidad nunca será apartada de ella, aunque sus miembros, sus ministros se hayan desviado, muchos de ellos, por las cosas del mundo. Por la búsqueda de las riquezas que les rodean, se han desviado con los placeres mundanos, han dejado de pastorear muchos de ellos.

Aparentemente está cayendo y se está obscureciendo, porque ya no brilla con su santidad, debiera brillar y ser ejemplo para la humanidad entera. Se da el mal ejemplo, ya no se da ejemplo de virtud.

Mis pequeños, estáis viendo la declinación, pero no será su muerte. La Promesa de Mi Hijo, de que la Iglesia se mantendría hasta el fin del mundo, así será. Pero debéis ser concientes, Mis pequeños, de que la habéis descuidado, de que habéis descuidado éste tesoro tan grande que se os dio. Se os pidió que le cuidarais y os distrajisteis con las cosas del mundo, a tal grado, no solamente vosotros como fieles os habéis distraído, sino que os vuelvo a repetir, sus ministros también se distrajeron y prefirieron las cosas del mundo.

Se les han dado dones grandes, inmensos y ¿qué han hecho con ellos?, el ser ministro de la Iglesia es una Gracia inmensa que concede el Cielo. El ser ministro, el ser sacerdote, os he dicho, que es infinitamente superior a ser el rey de una nación. Ya se os dijo que vale más aquella alma que se llena del Amor de Dios, que aquella que se llena de los bienes del mundo, ahora Mis ministros, Mis hijos predilectos, los sacerdotes, han preferido llenarse de los cosas del mundo y han despreciado el verdadero valor que los podría hacer millonarios, que es el tener plenamente a Mi Hijo en su corazón, el vivirlo y transmitirlo. ¿Para qué estáis pues, Mis pequeños, hijos Míos, predilectos, sacerdotes?, sois como ésa higuera que es plantada y se espera frutos de ella. Recordad el pasaje en el cual Mi Hijo buscó frutos de la higuera y no encontró, y ¿qué paso?, hizo que se secara, murió. Estáis así vosotros, Mis pequeños, Mis sacerdotes, Mis hijos predilectos, sois ésa higuera que ya no produce fruto y así seréis exterminados, porque no servís para lo que fuisteis creados, no simplemente no dais fruto, sino que además causáis escándalo, sois árbol frutal que no sirve para nada y seréis eliminados. Reparad por lo que no habéis hecho, entregáos nuevamente al Corazón de Mi Hijo, dejad que Él os invada y volváis nuevamente al Bien al que fuisteis creados, porque si no es así, vuestro Juicio será muy severo y dolorosa vuestra penitencia.

Tened cuidado, Mis pequeños, hijos Míos, sacerdotes, porque estáis jugando con fuego y ése fuego os puede quemar eternamente. Entended, entended antes de que sea demasiado tarde para vuestra vida y para la de los vuestros. Fuisteis creados para la salvación de las almas, en la administración de los Sacramentos, en el ejemplo de vida, en la transmisión del Amor de Mi Hijo, ¿qué estáis haciendo pues, para cumplir lo que se os pidió?. Tened cuidado, antes de que la Justicia Divina os alcance.
Os amo, Mis pequeños, venid a Mí, para que Yo os ayude a reparar vuestro camino.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: ¿Por qué buscar el mal, Mis pequeños, cuando vosotros no fuiste creados para el mal, ni para recibirlo ni para darlo?.

Hijitos Míos, cuando veáis en vuestro prójimo, en vuestro semejante, el bien que podéis hacer y lo hagáis, en ése momento estaréis actuando santamente. Mi Hijo os enseñó esto y vosotros, en obligación Cristiana, debéis hacerlo también.

Cada uno de vosotros posee dones, virtudes, capacidades que se os han dando para realizar el bien. Fuisteis creados para producir el Bien, pero satanás, en su envidia, para que vosotros no crezcáis en ése bien y que podáis perder el bien futuro, os ataca constantemente, para que en lugar del bien que podáis dar, deis y provoquéis maldad.

No fuisteis creados en la maldad ni fuisteis creados para la maldad. Por necesidad el alma tiende al Bien, el alma nunca tenderá al mal. Si tenéis la opción de tomar un vaso con agua limpio a un vaso con agua sucia, iréis hacia el bien, tomaréis el agua limpia. Si tenéis la opción de comer una alimento sustancioso, sabroso a tomar algo putrefacto, iréis hacia el bien y así os podría poner infinidad de ejemplos y en todos responderíais que buscarías el bien, lo que es bueno, lo que es sano, entonces ¿por qué buscar el mal, Mis pequeños, cuando vosotros no fuiste creados para el mal, ni para recibirlo ni para darlo?. Es satanás quien os lleva hacia el mal, es satanás quien os hace preferir el mal, tanto en recibirlo, como en darlo.

Cuando vosotros actuáis en el bien, estáis viviendo para Mi Reino, estáis viviendo para hacer vivir a otros. Cuando vivís en el mal, estáis destruyendo Mi Reino sobre la Tierra, estáis siendo traidores a Mi causa, no os podéis llamar hijos de Dios, no seréis realmente hermanos con vuestros hermanos.

Mi Reino se dará, os lo he dicho y quienes habitarán los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, son aquellos que han recibido Mi Amor, viven Mi Amor y hacen todo lo posible por transmitir Mi Amor, vivir en el bien, gozar Mi bien.

Todos aquellos que están traicionando el Amor, que se llenan de maldad, transmiten maldad, destruyen almas y cuerpos, no pueden vivir donde se va a sembrar y vivir solamente el Amor. Por eso se os ha dicho que en el Juicio serán apartados el trigo y la cizaña, las ovejas de los corderos. ¿Qué sois vosotros, oveja ó cordero?, ¿trigo ó cizaña?. Vosotros sabéis exactamente cómo habéis actuado y cómo seréis juzgados, vuestro interior os lo indica, Mi Santo Espíritu que habita en vosotros os ha juzgado ya y sabéis exactamente de qué lado estáis y que podréis obtener si sois juzgados en éste momento de vuestra vida. Ciertamente Mi Misericordia os da la oportunidad de reparar el camino perdido y que retoméis lo que es bueno en vuestra vida para vosotros y para vuestros hermanos. Tenéis el libre albedrío, tenéis libertad de acción, pero también conocéis las consecuencias.

Aquellas almas que se salvan, saben por qué se salvaron, porque vivieron en el Amor, lo transmitieron e hicieron todo lo posible para que otras almas vivieran en el Amor. Aquellas almas que se condenan, saben de antemano por qué se condenaron, porque despreciaron Mi Amor, porque no lo quisieron vivir y no quisieron que otras almas lo vivieran.

Yo Soy un Juez Justo, nunca actúo en la injusticia y en la falta de Amor, ciertamente buscaré vuestro arrepentimiento con infinidad de ocasiones a lo largo de vuestra vida, pero si vosotros insistís en manteneros en la maldad, vosotros mismos sabréis vuestro futuro eterno.
Gracias, Mis pequeños.