Dic 05_07 Yo he permitido que algunos de vosotros tengáis riquezas en abundancia…

Mensaje.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Sí, Yo he permitido que algunos de vosotros tengáis riquezas en abundancia, os lo he permitido para que vosotros repartáis de lo que tenéis.

Hijitos Míos, leéis en las Escrituras cómo repruebo las comilonas, las borracheras, ésa vida disipada de vicio y de mal.
Sí, Yo he permitido que algunos de vosotros tengáis riquezas en abundancia, os lo he permitido para que vosotros repartáis de lo que tenéis. Esas riquezas os podrán haber llegado en formas diferentes, ya sea herencia, ya sea un buen negocio, múltiples formas, pero la finalidad es una, compartir de los bienes que Yo he permitido tengáis. Al tener tantos bienes, Mis pequeños, así como el rico de las Escrituras, que se la pasaba en fiestas, en comilonas y en borracheras, ¿de qué os sirve ésta vida para vuestro crecimiento espiritual, si no estáis haciendo con los bienes de la Tierra un tesoro para el Cielo? Tenéis en abundancia, porque Yo lo he permitido. Yo no estoy peleado con las riquezas del mundo, Yo permito que las tengáis para que por ellas vosotros podáis, también, tener abundancia de Bienes del Cielo al compartir de lo que vosotros tenéis y que recibisteis por Mi Gracia y por Mi Bendición, por darlas a vuestros hermanos y así ayudarles a tener una vida digna que, a veces vosotros desperdiciáis en comilonas y borracheras. Si al menos vosotros, que teniendo mucho, fuerais ejemplo de vivir en Mí, vuestro Dios, de ser ejemplo de vida en amor, en virtud, respetando Mis Mandamientos, otra cosa sería, ahí estaríais, siendo ejemplo vivo, apóstol de Mis Mandamientos, ayudando a vuestros hermanos que están como vosotros, tendiendo muchas riquezas y despilfarrándolas, cuando muchos otros se mueren de hambre, de frío, no tienen ni lo más mínimo para vivir dignamente. Gratuitamente recibisteis, gratuitamente debéis compartir y os he dicho que mientras más deis, más recibiréis.

Si vosotros os portáis egoístas con los bienes que no son vuestros, Yo podría portarMe egoísta con los Bienes del Cielo, cuando lleguéis al final de vuestra existencia. Son Mis Bienes y si Yo no quiero compartirlos, muy Mi libertad, muy Mi placer. Yo podría y no lo hago, sois Mis hijos y os amo, por eso os digo todo esto, Mis pequeños, para que reflexionéis. Me duele vuestra indolencia hacia los necesitados, Me duele vuestra ingratitud, porque tenéis de sobra y no os acordáis que lo tenéis porque Yo lo he permitido. Podríais decir que vuestras capacidades intelectuales, vuestra sabiduría e inteligencia os ayudaron a tener éstos bienes, a mantenerlos y, aún, multiplicarlos, pero ¿de dónde sacasteis ésas capacidades? Esa es la ingratitud que tenéis hacia Mí, vuestro Dios, Yo os he concedido tanto y vosotros no os acordáis de Mí. Desperdiciáis tanto, Mis pequeños, cuando el pobre se podría conformar con una milésima parte de lo que vosotros desperdiciáis, que no aprovecháis para nada y que tampoco os ayudará a alcanzar el Reino de los Cielos. Por eso en las Escrituras también se lee que cómo será difícil que pueda salvarse un rico, que más fácil será que pase un camello por el ojo de una aguja.

Sí, Mis pequeños, os llenáis de los bienes del mundo, vuestro corazón, vuestra mente, todo vuestro ser está lleno con las cosas del mundo y no hay lugar para Mí. Toco a vuestra puerta, toco a vuestro corazón y lo tenéis cerrado, preferís lo que podéis gozar, tocar, y aquello que es intangible, pero que os va a dar vida eterna, no lo apreciáis, no Me buscáis, porque no os da los placeres de la carne.

Ciegos, sordos e insensibles estáis, Mis pequeños, os hago un llamado más para que reflexionéis, el tiempo es corto, os estáis jugando una vida eterna, utilizad los bienes que Yo os he concedido para que os ganéis la vida eterna. No desperdiciéis, Mis pequeños, los que os creéis más afortunados porque tenéis mucho, mucho de lo material, ya que si realmente os dierais cuenta de vuestro interior, lloraríais vuestra vaciedad espiritual. No tenéis nada, Mis pequeños, que presentarMe al final de vuestra existencia, ¡nada! Mucho tenéis en lo material, ciertamente, ¿qué Me presentaréis al final? No fuisteis testigos de virtudes ni de amor, ni de Mi Vida en la Tierra. No fuisteis testigos de Mis Mandamientos, no compartisteis con vuestro hermano de los bienes que Yo os concedí, ¿qué tendréis para presentarMe al final de vuestra existencia? Lloraréis, lloraréis vuestra vaciedad interior, mucho le disteis a vuestro cuerpo, gozasteis demasiado de Mis bienes y os repito, de Mis bienes, porque no son vuestros. Fuiste malos administradores con los bienes que Yo os concedí, debisteis haberlos utilizado para llenar otras vidas, para alegrar otras existencias y no lo hicisteis, vacíos estáis y vacíos os quedaréis eternamente si no entendéis la lección.

Os amo, os amo, Mis pequeños y espero entendáis vuestra lección, ésta lección que os doy de Amor, que vuestro Dios os concede, para que reflexionéis y salvéis vuestra existencia eterna.
Gracias, Mis pequeños.