Oct 04_07 (vesp) Os han dado manifestaciones para que podáis creer más firmemente.

Rosario vespertino

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Temas:

  • Ésta Luz, grande, bella, inconmensurable que vendrá para todos los hombres, los habitantes de la Tierra, vendrá a purificaros.
  • Bienaventurados, los que sin ver han creído y entre ellos estáis vosotros.
  • El Amor va creciendo de acuerdo a cómo lo vais viviendo, si lo vivís, lo transmitís, se va aumentando.
  • Yo, vuestro Dios hecho Hombre, que caminé en la Tierra, os traje lo que Mi Padre Me pidió y os lo di con Amor, pero también con sufrimiento.
  • Grandes edificios veréis caer, obra del hombre, que se afanaron por hacer crecer su poderío en lo material, más no se fijaron en la Gracia espiritual que se les daba y despreciaron.
  • Una parte del mundo estará en crisis de destrucción, mientras en otros lugares paz habrá, porque serán escogidos aquellos que Me escogieron a Mí y serán protegidos.
Ofrecimiento,
Habla Dios Padre,
Sobre: Ésta Luz, grande, bella, inconmensurable que vendrá para todos los hombres, los habitantes de la Tierra, vendrá a purificaros.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Mi nuevo Nacimiento se dará para toda la humanidad, Mi Gracia ya está cayendo sobre los hombres de éste mundo, vida y Amor renacerá, como hace tanto que ya no se ve entre vosotros. Luz extrema, extraordinaria, sobrenatural, traspasará los corazones, conoceréis Mis Misterios de Amor, los que os trajo Mi Hijo pero no quisisteis aceptar, que poco se han vivido y se deben vivir ya. Mucho Amor se ha desperdiciado y mucho Amor habrá ahora y ahora será tomado, será apreciado entre los hombres, porque sabréis con conocimiento de causa lo que desperdiciasteis y ahora  lo aprovecharéis pidiendo perdón por lo que no quisisteis tomar anteriormente.

Mis pequeños, Yo Soy un Dios de Amor, un Dios de unión, un Dios, que en Mi Sabiduría inmensa, inconmensurable, trato de levantar al hombre de los niveles tan bajos a donde ha caído. Si vosotros os pudierais ver ahora y pudierais ver a los Primeros hombres, veríais la diferencia tan grande, como ver una llanura y ver una montaña excelsa.

Sí, Mis pequeños, caísteis por el Pecado, pero ahora estoy Yo para levantaros, os quiero cerca de Mí y al decir cerca de Mí, quiere decir en santidad, en pureza, en amor. Para estar cerca de Mí, tenéis que estar a Mi nivel espiritual, digo a Mi nivel espiritual, estar en esa transparencia Divina, que no haya nada, nada de éste mundo, de pecado, de maldad en vuestra alma, que podáis llegar a Mí, felices, contentos, porque estáis limpios, porque estáis sanos de todo pecado. Así son las almas ante Mi Presencia en el Reino de los Cielos, transparentes, llenas de Luz, no hay opacidades. Cuando hay pecado, el alma tiene ésas opacidades que no permiten dejar pasar Mi Luz Divina a través de ellas y por eso debéis pasar un tiempo purgando, para ir quitando todo aquello que no puede llegar al Reino de los Cielos. Ninguna impureza puede llegar al Reino de los Cielos.

Por eso os digo que ésta Luz, grande, bella, inconmensurables que vendrá para todos los hombres, los habitantes de la Tierra, vendrá a purificaros. Tomad esto, Mis pequeños, como un adelanto de Mis Bondades, de Mi Amor Infinito, preparaos y preparad a todos aquellos que quieran venir a Mí y estar Conmigo. Estáis invitados todos a ello, pero sé que muchos, muchos de vuestros hermanos no toman todo esto como una advertencia amorosa, simplemente no les interesa o no creen, porque quieren vivir su vida, vida mundana, vida a la cual le llaman ellos alegría, pero luego se volverá llanto, porque cuando llegue ésta Luz que enviaré, verán que ésa vida estaba llena de pecado y estaba en contra de Mí, vuestro Dios.

Vosotros habéis sufrido, ya desde hace tiempo, porque estáis Conmigo, porque habéis apartado de vuestras vidas el mal, al menos habéis tratado de ello, de llevar una vida como Yo os he pedido, habéis luchado contra las fuerzas del mal, habéis tratado de evitar todo aquello que no es amor en vuestra vida. Ciertamente sois pequeños y no sois perfectos, sois débiles y habéis caído todavía en el pecado, pero ése afán de lucha, de lucha contra el enemigo y de lucha contra todo aquello que no viene de Mí, vuestro Dios, eso es lo que importa para Mí. Deseáis el Bien, pero aún caéis en el mal, pero os levantáis, os sacudís de ése mal y tratáis de seguir adelante. Eso es grande, eso es bello, esas son las almas que luchan por lo Bienes del Cielo y que ayudan a otras almas a ello, a levantarse, porque saben que hay un Bien superior, que hay que luchar para alcanzarlo, a pesar de las caídas fuertes que tenéis, prácticamente todos los días.

Aquellos que viven en el mundo, que buscan las cosas del mundo, ciertamente no tienen caídas, porque ya están en el fango, no desean salir de él, porque les gusta estar en el pecado, para ellos no hay diferencia entre Bien y mal, simplemente le dan gusto a lo que su cuerpo les pide. Su alma, deshecha está por el pecado, al espíritu no le hacen caso, no buscan la mejora y satanás les va llevando poco a poco por un laberinto obscuro, en el cual ellos mismos no pueden darse cuenta del mal en el que están viviendo, todo es obscuro para ellos y no encuentran salida de luz por donde escabullirse y ver su mal.

Mis pequeños, agradeced Mis Bendiciones, tanto las de vosotros como las de vuestros hermanos y Yo agradezco el que vosotros Me hayáis escogido a Mí, vuestro Dios, aún a pesar de todo aquello que satanás os ha puesto como tentación para alejaros de Mí, sois Mi pueblo elegido y Yo Soy vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños, gracias por todo el bien que ha salido de vuestro corazón, Yo os daré el ciento por uno de todo lo que habéis dejado de la Tierra, que no quisisteis tomar por darMe a Mí Mi lugar en vuestra vida y en vuestro corazón.
Os bendigo, Mis pequeños y que ésta bendición llegue a los vuestros.

Primer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Bienaventurados, los que sin ver han creído y entre ellos estáis vosotros.
 
(Lenguas…) Hijitos Míos, muchos, muchos grupos se han formado alrededor del mundo porque Yo lo he suscitado, muchos grupos que viven la espiritualidad santa, que buscan vivir según Mis Leyes y Decretos, que buscan vivir en el Amor. Todos esos grupos se unirán en el Cuerpo Místico de Mi Hijo, porque todos ellos están siendo alimentados con la Sangre Preciosa de Mi Hijo. Aunque ahora se encuentran separados, la Sangre es una, el espíritu es uno y todos serán unidos en un preciso momento y es cuando veréis el renacer de la Nueva Iglesia, el renacer de las Nuevas Tierras, de los Nuevos Cielos, con la nueva Vida purificada con la Sangre Preciosa de Mi Hijo y con el Espíritu Santo, transformador y vivificador de toda la humanidad. Este será el remanente santo que iniciará el nuevo pueblo, Mi nuevo pueblo, en donde Yo seré su Padre y su Dios y ellos serán Mis hijos, Mis consentidos. PedidMe, pues que ésa Sangre Preciosa de Mi Hijo os alcance y os una en Su Cuerpo Místico, para que viváis lo Prometido desde antiguo.

Cosas bellas y grandes vendrán para todos vosotros que habéis entendido y aceptado en vuestro corazón, ésa es Fe, Mis pequeños, haber creído en la Palabra de vuestro Dios, ésa es Fe, cuando habéis aceptado en vuestra vida Mi Presencia, sin haberMe conocido, sin haberMe escuchado, pero sabiendo que estoy con vosotros. Aunque en éstos tiempos, Mis manifestaciones Divinas se han dado alrededor del mundo, porque el hombre se ha vuelto duro de corazón y Me he mostrado a los hombres de diferentes formas, para que sea más palpable, porque eso es lo que ahora quiere el hombre, ya no una Fe santa, del creer sin haber tocado, como santo Tomás, la Fe, así, simple, intocable, que llega a lo profundo del corazón, ahora se os han dado manifestaciones para que podáis creer más firmemente, porque satanás ha hecho su parte, para tratar de evitar que ésa Fe pudiera arraigarse fuertemente en vuestro corazón. Pero aún así, a pesar de las manifestaciones Divinas que se han dado alrededor del mundo, muchos, muchos hermanos vuestros no quieren creer, aunque oportunidades todavía habrán, porque os amo a todos. Bienaventurados, los que sin ver han creído y entre ellos estáis vosotros. Primeramente creísteis y luego, por las manifestaciones, fuisteis regalados de Mi Amor. Habéis sentido Mi Presencia muchas veces, pero ésos son regalos a vuestra Fe, porque a otros hermanos vuestros, se les dio lo mismo y pusieron muchas excusas para no creer, aún después de haber visto.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: El Amor va creciendo de acuerdo a cómo lo vais viviendo, si lo vivís, lo transmitís, se va aumentando.

Hijitos Míos, aún desde el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento, hay un detalle que se remarca mucho en aquellos escogidos por Mí, vuestro Dios y es el caminar. Todos, todos están marcados con ése caminar, el ir de un lado a otro y es el movimiento que deben tener las almas. A veces ése caminar los iba a llevar a una purificación, a veces ése caminar los iba a llevar a un destino para ayudar a un semejante, a veces ése caminar iba a ser para crecimiento, a veces ése caminar iba a ser para protección y a veces ése caminar iba a ser para santificación.

Ese caminar lo debéis tener todos vosotros, nunca estáticos, siempre dinámicos, os he dicho que el mismo Amor es dinámico. El Amor va creciendo de acuerdo a cómo lo vais viviendo, si lo vivís, lo transmitís, se va aumentando; si lo dejáis estático, no crece, porque no lo alimentáis. Cuando vosotros utilizáis los dones que Yo os he concedido, ésos dones se van acrecentando, es el dinamismo que deben tener los dones en las almas, para que se vaya acrecentando Mi Reino. El apóstol, el discípulo también tenía que caminar para llevar la Palabra y así se iba diseminando lo que Mi Hijo os vino a enseñar. Vuestra vida tiene que ser así, un continuo caminar para repartir a vuestros hermanos de lo que se os ha dado gratuitamente. Debéis dar, debéis repartir en ése caminar.

Vosotros mismos os levantáis por las mañanas y lleváis ése caminar a muchos lados, por vuestras obligaciones. Vuestras obligaciones de estado os llevan a visitar a muchos semejantes vuestros. Debéis llevar a Mi Hijo en vuestro interior para darlo a vuestros hermanos, mostrar lo que es la vida del Cristiano, la vida del discípulo que todos vosotros sois, discípulos de Cristo, Mi Hijo. Vuestro caminar es diario, Mis pequeños, a veces hacia un lugar, a veces hacia otro, vuestra presencia debe de ser lo importante, presencia santa, palabras santas, ejemplo santo y así iréis cambiando vuestro entorno con el propio cambio que debéis tener ya en vuestro interior, al haber aceptado la vida de Mi Hijo en lugar de la vuestra, en vuestro interior, en vuestro ser.
Vivid pues, vida santa y llevadla a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio,
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Yo, vuestro Dios hecho Hombre, que caminé en la Tierra, os traje lo que Mi Padre Me pidió y os lo di con Amor, pero también con sufrimiento.

Hijitos Míos, hermanos Míos, Yo, vuestro Dios hecho Hombre, que caminé en la Tierra, os traje lo que Mi Padre Me pidió y os lo di con Amor, pero también con sufrimiento. Os quejáis, os quejáis de lo que os pasa aquí en la Tierra, de las adversidades con las cuales tenéis que luchar todos lo días, pero Yo las tuve, las padecí y las ofrecí a Mí Padre. Hoy tomo las vuestras, tomo vuestros dolores, tomo vuestras carencias, todo lo que está en contra de vosotros, porque Yo lo tuve antes que vosotros y lo conozco y lo ofrezco al Padre nuevamente, para que estéis llenos de las mismas Bendiciones que Yo, vuestro Dios tuve en ése tiempo y que ahora vosotros necesitaréis para enfrentaros a las fuerzas del mal que también Me atacaron a Mí, vuestro Dios.

Seguí el camino para vuestra salvación, os he dado la Luz y el Conocimiento para seguirlo y así vosotros mismos podáis tomarlo y asegurar la salvación de vuestra alma, pero eso Me costó mucho dolor, envidias, ataques, sangre y muerte. Ciertamente no todos de vosotros tendréis éste mismo caminar, los mismos dolores que Yo, pero sí habrá ataque, porque la maldad sigue existiendo en el mundo. Se os dará a cada uno de vosotros en diferente forma, pero el dolor no lo podréis apartar de vuestra vida, algunos tendréis muerte cruenta, otros muerte incruenta, pero vuestra donación es lo más importante, Mis pequeños. No os fijéis en vuestro momento último, fijaos más bien en lo que haréis para que Mi Reino se disemine sobre la Tierra, porque de ello Me valdré Yo, vuestro Hermano y vuestro Dios para vuestro Juicio. ¿Disteis un buen servicio ó despreciaste la oportunidad, aquí en la Tierra, para servir a vuestro Dios?, ¿tomasteis las monedas, los dones que se os dieron para acrecentarlo y Me entregaréis a Mí muchas almas, ó escondisteis y enterrasteis vuestros dones para no tener ningún compromiso?, pero que eso  os valdrá una represalia Mía, de vuestro Dios en vuestro Juicio. Sed sinceros y honestos con vuestra vida, haced un recuento de vuestra vida y ved en qué posición estáis, ¿cuánto recibisteis y cuánto disteis?, muchos talentos se han repartido, ¿llegarán ellos multiplicados a Mí?

Mis pequeños, la Gracia que se os ha concedido, con el don de la vida, es inmenso, es una oportunidad grandísima que Mi Padre os ha concedido como almas, para que pudierais, con vuestro trabajo, en vuestro regreso triunfal, tener una Gloria más grande en el Reino de los Cielos. Eso no lo comprendéis todavía muy bien, pero si vosotros seguís Mis Consejos, Consejos que se os han dado durante Mi Vida sobre la Tierra y que tenéis en las Sagradas Escrituras, si las lleváis a cabo, podréis regresar con las manos llenas y os aseguro que gozaréis eternamente un premio inmenso, que ni siquiera os imagináis.

Las almas que están en los Cielos, que tuvieron su oportunidad de vida en la Tierra, saben a qué Me refiero y gozan inmensamente y quisieran bajar a servirMe mejor, porque ahora saben lo que es la paga de vuestro Dios. Tomad Mi Palabra como cierta y verdadera, para que os afanéis y hagáis más por el Reino y por la salvación de vuestros hermanos y así en Fe y en Amor se os pague inmensamente por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Grandes edificios veréis caer, obra del hombre, que se afanaron por hacer crecer su poderío en lo material, más no se fijaron en la Gracia espiritual que se les daba y despreciaron.

Grandes edificios veréis caer, obra del hombre que se afanaron por hacer crecer su poderío en lo material, más no se fijaron en la Gracia espiritual que se les daba y despreciaron. Así como veis cómo éstos edificios se derrumban, así, muchos hombres, que se sienten grandes, poderosos, serán derrumbados, serán apartados de la faz de la Tierra y quedarán los humildes, los sencillos, los amorosos, los que sean otros Cristos, porque estudiaron el Amor de Mi Hijo y tomaron de Su Ejemplo para hacer sus vidas y fueron ejemplo digno ante sus hermanos, ante los pueblos, ante las naciones.

De todos éstos escombros vendrán los verdaderos edificios, edificaciones inmensas, pero cimentadas en Mí, vuestro Dios. Los hombres de ésos tiempos tendrán bases firmes, poderosas, pero a la vez sencillas y humildes, tendrán Sabiduría Divina y transmitirán lo que se les ha dado. Será una gran alegría entre los hombres el vivir en Mi Amor, porque el Amor los unirá. Serán una sola cosa, un solo pueblo guiados por un solo Pastor. Vida Verdadera se tendrá en ésos tiempos próximos a venir, por los que debéis luchar, poner vuestra parte, para que edifiquéis, para que seáis parte de éstos nuevos edificios que se darán. Todos vosotros, los de ése tiempo, tendréis una vida espiritual inmensa, agradable a Mis Ojos, Me conoceréis, Me sentiréis y os alegraréis inmensamente.

Ahora los hombres creen tener un poderío inmenso por el conocimiento que se tiene, pero es soberbia, no tienen bases firmes y ésta soberbia es la que os destruirá. La humildad, la sencillez, siempre tiene bases Divinas, poderosas, que soportan las grandes pruebas y vencen.

Eso os pido, Mis pequeños, que viváis así, sencillos, humildes, obedientes, trabajadores para Mi causa que es el engrandecimiento de Mi Reino, en Pureza, en Virtud, en Amor.

Lo malo será arrojado como hojarasca al fuego, lo malo que existe ahora será apartado por que ya no influya, con su maldad, a lo que Yo escoja, que no ensucie estas nuevas almas que estarán purificadas en éste nuevo renacer de la humanidad. Almas ejemplares, almas bellas, almas llenas de Mi Vida.

DejadMe, Mis pequeños, que Yo logre ésa transformación en vuestro ser para que podáis llegar a éstos momentos santos, profetizados y escogidos por Mí, por vuestro Dios, para las almas bellas, trabajadoras que han buscado la santidad en su vida, a pesar de sus caídas.

Venid a Mí con confianza, que Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, Soy el único que os puede purificar, levantar, animar y alimentar para que estéis preparados para ése cambio y para  que podáis pertenecer a ésta nueva vida, a éste Reino que pronto se implantará entre los hombres. Dejad que Yo derrumbe vuestra soberbia y vuestro pecado y que haga renacer, de los escombros, la nueva vida que ya se debe haber iniciado en vuestro interior, al dejar que Mi Hijo se manifieste a través de cada uno de vosotros. Seréis un pueblo santo, Cristos, seréis reflejo de Mi Hijo sobre la Tierra, porque Me amasteis, Me seguisteis, tomasteis de Su Ejemplo y por eso os pareceréis a Él y por eso Yo os diré, “hijos Míos” y vosotros Me diréis, “Padre nuestro”.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Una parte del mundo estará en crisis de destrucción, mientras en otros lugares paz habrá, porque serán escogidos aquellos que Me escogieron a Mí y serán protegidos.

Hijitos Míos, en éstos tiempos difíciles que estáis viviendo y porque el pecado de la humanidad es grande y no habéis querido escuchar las advertencias que se os han dado, sentiréis y viviréis cada día más, los azotes de las fuerzas de la naturaleza que atacarán al hombre, a sus hogares, a las naciones. Los mares crecerán encrespados, engullirán a las islas y a varias naciones cercanas a las orillas del mar, explosiones tremendas se darán causadas por los calores intensos. En otros lugares de la Tierra las estrellas caerán sobre la Tierra y destruirán naciones enteras. Miles y millones morirán en segundos, otros serán protegidos de éstos desastres que el pecado está provocando.

Sí, Mis pequeños, no Soy Yo el que está destruyendo a la humanidad y que está destruyendo a la vida, no sería Yo vuestro Dios de Vida y Amor si así fuera, es vuestro pecado el que está causando todo ello, vosotros os separasteis de Mí, no quisisteis vivir bajo Mi Sombra protectora, bajo Mi Gracia Infinita, alimentasteis al pecado y el pecado os engullirá. Sí, vuestro pecado se volverá contra vosotros, alimentasteis a las fuerzas satánicas y éstas se volverán contra vosotros.

Una parte del mundo estará en crisis de destrucción, mientras en otros lugares paz habrá, porque serán escogidos aquellos que Me escogieron a Mí y serán protegidos contra ésta ola devastadora de la humanidad. Aún así os daréis cuenta de la destrucción y estaréis orando por aquellos que estarán muriendo en otro lado. Mi Gracia siempre se dará y Mi Misericordia Infinita no se termina, aún a pesar de vuestro pecado. Mi Amor os protege y os tratará de salvar, esperaré los últimos momentos de vuestra vida para escuchar vuestro arrepentimiento y Yo, tomaros para alcanzar vuestra salvación eterna. Mi Misericordia buscará salvaros aún a pesar de que ésta ola de pecado querrá destruiros, satanás atrás de toda ésta destrucción querrá vengarse de Mí, vuestro Dios, por haberlo separado del Reino de los Cielos porque él se opuso a Mi Amor y porque Mi Amor nunca se termina, trataré de salvar a todas las almas que se arrepientan a tiempo, que reconozcan su pecado con humildad y vean Mi Luz y se arrepientan, sabiendo que Yo las podré salvar aún en el último momento de su vida.

Sí, Mis pequeños, Soy un Dios de Amor, Soy un Dios de Misericordia, Soy un Dios que da vida y no muerte. La muerte, os repito, vendrá por vuestro pecado, porque sería ilógico pensar que si doy vida, os voy a mandar también la muerte. Vida doy a todo aquel que Me la pida, muerte se lleva aquel que se aparta de Mí.

Entended bien esto, Mis pequeños, para que no os confunda el mismo satanás, que os quiere poner siempre en contra de Mí, de vuestro Dios.
Os amo, Mis pequeños y espero regreséis al Reino de los Cielos, a donde pertenecéis.
Gracias, Mis pequeños.