Oct 04_07 Mi Amor en vuestros corazones, aminore todas las pruebas que se os vendrán.

Rosario –(Fiesta de San Francisco de Asís)

Mensajes de Dios Padre a J. V.


Temas:

  • Haced que vuestra oración llegue a todos los confines de la Tierra, son pocos, pocos los que ya oran con el corazón.
  • Tratad pues, Mis pequeños de que en el medio en el que estéis, seáis ejemplo de vida, seáis ejemplo para otros que han caído en la maldad.
  • PedidMe pues, la Sabiduría Santa, para que podáis hacer lo debido durante vuestra misión sobre la Tierra.
  • Os quiero decir, Mis pequeños, que volváis a lo que Yo os di como Primer Mandamiento, que Me tengáis a Mí primero, antes que a nada o a nadie en vuestra vida.
  • Que vuestro amor, Mi Amor en vuestros corazones, aminoren todas las pruebas que se os vendrán, tanto en lo particular como en forma mundial.

Primer Misterio,
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Haced que vuestra oración llegue a todos los confines de la Tierra, son pocos, pocos los que ya oran con el corazón.


Hijitos Míos, con la vida de vuestro hermano Francisco de Asís, se dio lo que tanto os he pedido, el ser otro Cristos aquí en la Tierra. Yo os decía, “aquél que quiera venir en pos de Mí, tome su cruz y sígame”.


Mis pequeños, la vida en la Tierra es un continuo luchar por la Fe, por la Virtud, por el Amor. Cuando estáis Conmigo podéis ver claramente lo que se necesita a vuestro alrededor. Cuando estáis Conmigo veis la realidad de la vida humana, veis la realidad del pecado a vuestro alrededor, porque vosotros no os enlodáis. Si sois otros Cristos, pensaréis y viviréis en la Gracia, en la santidad, la buscaréis porque ése es vuestro alimento, alimento de vida para el que es Mi seguidor, porque Yo Soy el Santo de los Santos y aquél que Me siga tendrá que seguir los Pasos del Santo de los Santos, que Soy Yo, el Hijo del Dios Verdadero.


Os he dicho también que el mundo está en contra de aquellos que Me siguen que, sí, ciertamente tendréis una vida difícil porque satanás os estará acechando mucho más que a aquellos de vuestros hermanos que no están Conmigo, vosotros, los que Me seguís, estáis luchando contra las fuerzas satánicas, contra todo aquello que está tratando de destruir Mi obra sobre la Tierra.


Mis pequeños, Mis hermanos, Mis hijos, tenéis que seguir luchando para que se vaya dando el Reino sobre la Tierra, el Reino de Mi Padre, el Reino que debe de llevar todo lo que Yo os enseñé, que debéis vivirlo, para que seáis ejemplo de vida ante vuestros hermanos, como lo fue Francisco. Sí, es difícil, os vuelvo a repetir, pero al ser otros Cristos, también tendréis ésas prerrogativas, haréis grandes cosas, vuestro nombre será ensalzado en los Cielos y en la Tierra, porque el ser otro Cristo para vuestros hermanos, lleva también pago inmenso del Cielo, sois ejemplo vivo nuevamente sobre la Tierra. Grandes bendiciones se derraman sobre las almas que son otros Cristos, pero sobre todo, lo que más haréis, será la salvación de muchas almas por vuestro ejemplo, por vuestra donación, por la vida que dais a vuestros hermanos y que ellos, al tomaros como ejemplo, cambiarán. 


Sí, Mis pequeños, es el ejemplo lo sabéis, lo que hace que las almas cambien. Muchas palabras podéis decir, pero si ellas  no conllevan también ejemplo, nada haréis. Seguid adelante, Mis pequeños, mucho se os ha dado, mucho se os pedirá, pero no temáis, Yo estoy con vosotros, los que Me seguís, gozaréis grandemente del Reino. Recordad, entre los hijos de Dios no cabe el egoísmo, por eso los hijos de Dios piden continuamente por la salvación de sus hermanos, en el Reino hay cabida para todos, no seáis parcos en vuestra oración, en vuestra intercesión por la salvación de vuestros hermanos. Haced que vuestra oración llegue a todos los confines de la Tierra, son pocos, pocos los que ya oran con el corazón. PedidMe ésa Gracia de orar con vuestro corazón por la salvación de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.


 


Segundo Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Tratad pues, Mis pequeños de que en el medio en el que estéis, seáis ejemplo de vida, seáis ejemplo para otros que han caído en la maldad.


Hijitos Míos, vuestra entrega a Mí debe ser sencilla, humilde y amorosa. Un siervo, cuando trabaja para su amo, aprende a amarlo, porque el amo se comporta con el siervo de una manera humana, respeta al siervo, porque no por el hecho de ser siervo deja de ser una persona, a la cual hay que darle todo el respeto debido y así el siervo amará al amo por ése respeto y amor que siente por él, pero sobre todo, porque le da dignidad, la dignidad que muchos de vosotros le quitáis a vuestros hermanos, porque según vosotros están haciendo un trabajo inferior, un trabajo que vosotros mismos menospreciáis, pero que es necesario para que vosotros tengáis las comodidades a las cuales estáis acostumbrados.


El hecho de tener ése tipo de trabajos, que vosotros veis inferiores a los vuestros, no os hace a vosotros superiores. Os he dicho muchas veces que todos vosotros os necesitáis mutuamente, que todos vosotros necesitáis de vuestros hermanos. Aquél que hace, supuestamente, un trabajo de alta dignidad, necesita de aquél que hace el trabajo menor. Todos vosotros sois iguales ante Mis Ojos, todos vosotros lleváis una tarea muy importante que desarrollar sobre la Tierra y no es el trabajo en el que estéis, con el cual recibís dinero para comprar cosas, sino el trabajo que hacéis con amor, el que importa y por el cual seréis juzgados.


Si en el trabajo que estáis, que según vuestro pensar es de alta dignidad y os hace ganar mucho dinero, no lo hacéis con justicia, con amor, no lo hacéis para que vuestros hermanos obtengan de vuestro trabajo también una ganancia espiritual, estaréis haciendo mal vuestro trabajo, porque si no lo estáis haciendo honradamente, si no estáis poniendo primeramente el corazón en ello, no estáis llevando a cabo bien vuestra misión. O aquél que lleva un trabajo bajo, según vuestros ojos, pero que tampoco lo está haciendo debidamente, que se está quejando y aún blasfemando Mi Nombre, porque tiene ése trabajo y no recibe la remuneración económica que quisiera, también estará haciendo mal su trabajo.


Entended que lo que estéis haciendo, ya sea en vuestra vida de trabajo, en vuestra vida de hogar, en vuestra vida social, si no lo hacéis poniéndoMe a Mí antes, para que vuestro trabajo y lo que hagáis sea con amor y haga mella en el corazón de los hombres, estáis obrando mal y no estáis haciendo Mi Voluntad.


Os vuelvo a repetir, seréis juzgados en el amor, no importa en el medio en el que estéis, el trabajo que estéis realizando, si sea importante a los ojos de los hombres o no, debéis entender que lo que estéis haciendo debe ser importante a Mis Ojos, no según como el hombre lo ve, sino como Yo lo veo. Si en vuestro trabajo no hay virtud, no hay dedicación, no hay ejemplo honesto, bueno y sobre todo, perfecto, no estaréis obrando de acuerdo a Mi Voluntad.


Tratad pues, Mis pequeños de que en el medio en el que estéis, seáis ejemplo de vida, seáis ejemplo para otros que han caído en la maldad, en la corrupción, en el pecado, en la indolencia por el pobre y con el necesitado. Ayudad a todos aquellos que acudan a vosotros, ya sea económicamente, ya sea de palabra, ya sea de apoyo espiritual, ayudad con lo que tengáis, todos vosotros habéis obtenido dones de Mí, vuestro Dios y debéis compartir de lo que tengáis. A veces concedo grandes dones a aquellos que el hombre ve inferiores y aquellos que se sienten grandes ante los hombres, porque su poder económico es fuerte, desdeñan Mis dones, no los utilizan y, de ésta forma, no están siendo grandes a Mis Ojos, aunque a los ojos de los hombres sean poderosos. Tened cuidado pues con vuestro juicio, porque vuestro juicio humano es muy diferente a Mi Juicio Divino.
Gracias, Mis pequeños.


Tercer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: PedidMe pues, la Sabiduría Santa, para que podáis hacer lo debido durante vuestra misión sobre la Tierra.


Hijitos Míos, os pido que Me roguéis para que os dé una Sabiduría llena de humildad, porque con ella obraréis correctamente y os digo llena de humildad, porque muchas veces tenéis la sabiduría, pero, al saber que la tenéis, os llenáis de soberbia y va perdiendo su valor y podréis perder la Sabiduría Santa que Yo concedo a todos aquellos que quieran vivir en el Amor y en la rectitud.


Mis pequeños, estáis viviendo tiempos difíciles, en los cuales, para que os podáis mover correctamente en vuestra vida, deberéis vivir realmente con una Sabiduría Santa, porque es tanta la maldad que ha diseminado satanás por toda la Tierra, que estáis obrando muchas veces en el error.


Satanás contamina los corazones, contamina los pueblos de la Tierra con sus mentiras y llegó el momento en el que estáis creyendo vivir bien, cuando realmente estáis viviendo totalmente a espaldas de Mis Leyes.


Mis pequeños, la Sabiduría Santa, os va a ayudar a caminar por un camino recto durante vuestra vida, no os desviaréis, porque veréis las cosas tal y como son, a veces dolorosas, a veces, las veréis como Yo las veo y serán bellas y gozaréis con ellas. Con la Sabiduría Santa, podréis conocer realmente quiénes son vuestros hermanos confiables, a los cuales podréis seguir y que ellos os podrán seguir a vosotros. Conoceréis el mal, pero podréis ayudarles también, con la Sabiduría Santa, a recuperar el Bien, sobre todo cuando se ha implantado la maldad en el corazón de vuestros hermanos. La Sabiduría Santa os ayudará a que podáis convencer a vuestros hermanos a que regresen al buen camino, a que dejen el camino malo, torcido, erróneo, en el que viven actualmente y que puedan ver el camino recto, bello, para el cual ellos bajaron a la Tierra, para hacer un camino bueno, para que sus hermanos pudieran seguir.


La Sabiduría Santa os va a atraer primeramente hacia Mí, Mis pequeños. PedidMe pues, la Sabiduría Santa, para que podáis hacer lo debido durante vuestra misión sobre la Tierra, pero sobre todo, para que podáis ayudar a vuestros hermanos a que puedan encontrar el camino correcto.


Salomón supo que necesitaba de la Sabiduría para poder guiar a su pueblo, vosotros ahora sois Salomones que deben ayudarMe a guiar a Mi pueblo por el buen camino y atraerlos a Mí, vuestro Dios. Con la Sabiduría Santa haréis grandes obras que Yo agradeceré grandemente a cada uno de vosotros, trabajaréis fuertemente, pero al final, Mis pequeños, podréis ver la realidad de vuestro trabajo y gozaréis Conmigo lo que hicisteis para Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.


Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Os quiero decir, Mis pequeños, que volváis a lo que Yo os di como Primer Mandamiento, que Me tengáis a Mí primero, antes que a nada o a nadie en vuestra vida.


Hijitos Míos, la gran mayoría de vosotros, como seres humanos, estáis acostumbrados a hacer planes para el futuro. Ya desde que nace el hijo en el hogar, los mismos padres ya están planeando su vida, ya están imaginando qué profesión puede tener, hacia dónde guiarán al hijo, ó a la hija, qué planes tienen para ellos para que no la pasen mal en éste mundo, etc., tantas cosas que vosotros, como padres, primeramente deseáis para los hijos. El hijo va creciendo y va adquiriendo conocimiento en la escuela, va llenándose, en algunos hogares, de capacidades espirituales que los padres les transmiten, pero en muchos otros hogares ya se han olvidado de esto, Mis pequeños, de darles conocimiento espiritual, valores espirituales. Va creciendo el hijo y empieza a abrirse camino en el mundo, y hace sus propios planes para el futuro y así va caminando según sus planes, según lo que a él le conviene, teniendo un ideal en su corazón, en su mente para lo que hará en el futuro, pero son pocos, muy pocos aquellos que antes de poner sus planes humanos Me anteponen a Mí, vuestro Dios. Pocos son los que Me preguntan a Mí qué es lo que deben hacer de acuerdo a lo que Yo necesito de vuestra presencia en la Tierra. Sí, vosotros vinisteis a servirMe a la Tierra, Yo os necesito a vosotros, vosotros necesitáis de Mí ciertamente, para que Yo os dé las capacidades necesarias para que podáis cumplir con vuestra misión humana, para que podáis llevar a cabo lo que viviréis en éste mundo material pero debéis acudir a Mí para preguntarMe qué es lo que necesito Yo, a través de vosotros, de cada uno de vosotros, que podáis transmitir a vuestros hermanos. Pocos, muy pocos de vosotros Me incluís a Mí, vuestro Dios en vuestros planes futuros y así camináis en lo humano y no en lo Divino. Vuestra vida se va separando de lo Divino, de lo espiritual, vais haciendo solamente planes para vivir cómodamente en lo humano, pero no vais haciendo planes para que Mi Reino se dé sobre la Tierra, que ésa es la misión primordial para la cual bajasteis a la Tierra. Vais uniendo vuestra misión con vuestras necesidades humanas, pero siempre deberé de estar Yo primeramente en vuestras necesidades, deseos, planes. Si Yo no estoy primero, tened seguro que lo que planeáis no saldrá correctamente.


Os he dicho que los ataques del enemigo los tendréis constantemente y si vuestra vida no está consagrada a Mí, si vuestro caminar sobre la Tierra no está consagrado a Mí, vuestro Dios, fallaréis, caeréis, tendréis ataques muy fuertes del enemigo, porque no estaréis protegidos, porque no tendréis el suficiente sustento espiritual para contrarrestar todo su ataque. Con esto os quiero decir, Mis pequeños, que volváis a lo que Yo os di como Primer Mandamiento, que Me tengáis a Mí primero, antes que a nada o a nadie en vuestra vida y así aseguraréis vuestro buen caminar, el actuar en Sabiduría y con precisión espiritual durante toda vuestra vida. Si, si os alejáis de Mí, sufriréis mucho, porque no estaréis Conmigo, Yo trataré de estar con vosotros, pero no me escucharéis de cualquier manera, porque tendréis puestos vuestros intereses solamente en lo humano, en lo material y no en lo Divino.


Tened cuidado, Mis pequeños, no Me apartéis de vuestra vida, porque si no tendréis una vida con muchos problemas, con muchos dolores, con muchas caídas.
Gracias, Mis pequeños.


Quinto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Que vuestro amor, Mi Amor en vuestros corazones, aminoren todas las pruebas que se os vendrán, tanto en lo particular como en forma mundial.


Hijitos Míos, vosotros como padres ó madres de familia, siempre buscáis el bien para vuestros hijos, os sacrificáis por ellos, os dais por ellos, trabajáis, a veces duramente por ellos, hacéis todo lo posible para que ellos no sufran lo que, quizá vosotros sufristeis en vuestra vida, en vuestra niñez, en vuestra juventud.


Mis pequeños, si vosotros hacéis eso por vuestros hijos, entended lo que Yo he hecho por vosotros, tenéis toda una historia de Salvación. Yo, como Padre vuestro le di al pueblo Judío primeramente las Leyes y Decretos con los cuales debían de guiarse para tener una vida perfecta en el Amor. Posteriormente mandé a Mi Hijo para que Él viviera lo que Yo antes había pedido para los pueblos de la Tierra, no solamente para el pueblo Judío, porque ellos tenían que ser los transmisores de Mis Leyes y Decretos. Mi Hijo se dio en totalidad por vosotros, en lugar de que fuera aceptado como Mi Hijo y Mesías, no lo quisieron aceptar, porque según ellos se les estaba pidiendo mucho.


Mis pequeños, Yo solamente os pido una cosa, Amor, que os améis los unos a los otros, todos los demás Decretos y Leyes saldrían sobrando si vosotros convivierais en el Amor. Con el Amor, Mis pequeños, tenéis abiertas las puertas del Reino de los Cielos de par en par. Cuando vosotros vivís realmente en el Amor, tenéis todas las alegrías del Cielo con vosotros.


Ciertamente satanás irá en contra de vosotros, porque él despreció el Amor y tratará de quitar el Amor de los corazones que lo estén cultivando, pero el Amor siempre será mucho más poderoso contra su fuerza, contra su poder malvado y satánico que quiere destruir todo lo bello que Yo creé para vosotros. Si vosotros vivierais realmente en el Amor, tendríais un mundo bellísimo, el mundo que Yo os pedí a través de Mi Hijo, grandes cosas daríais y grandes cosas se darían, porque cuando vosotros tengáis el verdadero Amor, honesto, sencillo, humilde y sobre todo, dadivoso, podréis hacer grandes milagros por el bien de vuestros hermanos. Con el Amor, vosotros podéis hacer grandes cosas para la salvación y recuperación del Reino para todos vuestros hermanos. El Amor puede destruir toda la maldad que existe sobre la Tierra.


Si vosotros os dais cuenta de lo que está sucediendo a vuestro alrededor, os daréis cuenta de que no es por obra del Amor, sino por la falta de él. En los corazones ya no se vive el Amor, se está viviendo la maldad, el aprovecharse los unos de los otros, el buscar solamente el bien particular y no hacer nada por el hermano y así vuestro egoísmo, la maldad, que habéis dejado ya reinar y gobernar, vuestros corazones están impidiendo que Mi Amor se disemine sobre la Tierra. ¿Hasta cuándo entenderéis, Mis pequeños?, ¿hasta cuándo entenderéis?, ¿necesitáis que todo sea un caos, una destrucción espiritual y humana, que ya no haya nada en que os pueda apoyar, que el mundo esté en contra vuestra para que volváis a Mí?, ¿hasta cuándo entenderéis que Yo necesito de vosotros para la recuperación del Reino?


Os he dicho que falta poco, que el tiempo ya está sobre vosotros, que estáis en cuenta regresiva para que Mi Reino se recupere sobre la Tierra, pero el dolor de recuperación será mayor si en vuestro corazón no hay amor.


Tratad pues, de ser ejemplo vivo en vuestro ambiente que os rodea, para que se vaya dando ya Mi Reino y que éste paso, que tenéis que dar ya, todos vosotros, los del mundo viejo, a los Nuevos Cielos y Tierras Nuevas que se os darán, sea menos doloroso.


Que vuestro amor, Mi Amor en vuestros corazones, aminoren todas las pruebas que se os vendrán, tanto en lo particular como en forma mundial. El cambio se tiene que dar, porque os veo sufrir mucho, pero sobre todo, porque veo que Yo ya no vivo en vuestros corazones ni en vuestra vida, Soy vuestro Padre y vuestro Dios y ya no hay cabida Mía en vuestro corazón, Me habéis hecho a un lado en vuestra vida y esto no puede ser. Recapacitad, Mis pequeños, regresad al Bien Supremo, que Soy Yo, vuestro Dios para que Mi Amor vaya reinando en vuestras vidas.
Gracias, Mis pequeños.