Rosario.
Mensajes de Dios Padre a J. V.
Temas:
- A nadie he dado todas las capacidades, todos los Dones, todos los Carismas.
- Ésta humanidad está ciega y sorda al llamado Amoroso de Mi Corazón y todavía se queja por los desastres que suceden.
- El Tiempo de la Misericordia termina, aunque Mi Amor siempre va a estar con vosotros.
- Id pues, a cada país del Mundo, a cada reino, a cada isla, id y levantad a vuestros hermanos a la Gracia.
- Venid, venid todos vosotros que aún vivís como niños inocentes dentro de un Mundo lleno de pecado.
Sobre: A nadie he dado todas las capacidades, todos los Dones, todos los Carismas. Hijitos Míos, vosotros habláis sobre la crítica y os amparáis cuando decís que hay crítica constructiva y crítica destructiva. Mis pequeños, atrás de todo ello hay una gran soberbia de vuestra parte, al fin y al cabo estáis viendo defectos en los demás y no estáis viendo vuestros propios defectos. La Caridad es la que debéis utilizar para la mejora de vuestros hermanos. Cuando veáis que alguno de vuestros hermanos está en el error, en lo secreto, con amor y dirigiéndoos directamente a él, debéis hacerle ver su error, pero con la idea de ayudarle, siempre con la virtud y con el amor y que nadie más se entere de ello. Por otro lado, así como vosotros lo haréis con vuestros hermanos, ellos lo deberán hacer con vosotros. Ya os he dicho que no sois perfectos, que a nadie he dado todas las capacidades, todos los Dones, todos los Carismas, como para que creáis que sois perfectos y podréis ayudar a todos vuestros hermanos. Deberéis aceptar con humildad cuando alguien de parte Mía, venga a reprenderos, cuando os venga a llamar la atención por algún acto malo que hagáis ó que habéis hecho a alguien. La Caridad, la Humildad, deberán estar siempre con vosotros, antes que la soberbia para criticar a vuestros hermanos. Todos vosotros tenéis defectos que debéis mejorar y esa es la continua lucha por alcanzar la perfección en la Gracia, en las Virtudes y en el Amor. Es una continua lucha que tenéis todos los días y en la que deberéis veros a vosotros mismos antes que a los demás, porque cuando os mejoréis, los demás verán la obra que habéis hecho en vosotros mismos y así ellos, por vuestro ejemplo, mejorarán, sin una palabra de vuestros labios, simplemente, con vuestro ejemplo. Así que os aconsejo, Mis pequeños, que quitéis de vosotros la crítica para que no salga de ella, esa soberbia que no os llevará a nada y será muy destructiva, tanto para vosotros, como para vuestros hermanos. Os Amo, Mis pequeños, quiero la perfección en vosotros. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Maestro, tengo que reprenderos cuando veo que algo está mal en vuestro corazón. Aceptad todo esto como enseñanza de vuestro Dios que os Ama, que os Ama con todo Su Corazón.
Gracias, Mis pequeños. Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ésta humanidad está ciega y sorda al llamado Amoroso de Mi Corazón y todavía se queja por los desastres que suceden. En las Escrituras, se dice “¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo Te acordarás de Tu creatura?” Mis pequeños, Yo os estoy continuamente guiando, viendo, derramando Mi Misericordia, pero el hombre cada vez se vuelve más necio, ciego, sordo a Mis llamados. Mil veces he tratado de atraerlo a Mi Corazón, mil veces se ha querido apartar de Mí. Por más que busco al hombre, el hombre se separa de su Dios, por más que deseo que vuelvan al Buen Camino, el hombre se ha buscado sus propios caminos. Me ha rechazado, ha hecho su propio ídolo y lo adora, sin darse cuenta, que ése ídolo al que adora, -satanás- lo está llevando a su ruina. Mis pequeños, ésta humanidad está ciega y sorda al llamado Amoroso de Mi Corazón y todavía se queja por los desastres que suceden. La misma bestia, el mismo ídolo al que están adorando, los esta traicionando porque así es el demonio y no va a pagar con bien la adoración que se le hace. Siempre va a traicionar al hombre, porque vosotros Me pertenecéis, porque Yo os Amo y Yo os puedo levantar en cualquier momento tan pronto vuestro corazón tienda a Mí y eso lo sabe el maligno, lo sabe el enemigo, que Yo siempre voy a tener Misericordia, y voy a levantar al pecador más obstinado. Por eso él traiciona aún a aquellos que se han donado totalmente a él. La bondad no está en su corazón, él no puede pagar con bien el bien que se le hace al servirle. No seáis tontos, Mis pequeños, ¿cómo creéis que vaya a actuar en la verdad aquél que es pura mentira? Entended, Mis pequeños, que el Único Camino de Salvación, Soy Yo, vuestro Dios, el perdón y la ayuda, solamente pueden venir de Mí, no del enemigo. Entended que Mi Misericordia Infinita puede volver a modelaros aún a pesar de que estéis totalmente caídos y enfangados. Acudid nuevamente a Mi perdón, a Mi Amor, a Mi Vida y veréis qué Bueno es vuestro Dios, cómo Yo os puedo apartar y hacer olvidar de toda una vida de pecado y llevaros a la santidad, a la que creíais que no podrías tener alguna vez. Muchos santos fueron en su vida grandes pecadores y ahora están en los altares, porque tuvieron humildad, porque creyeron en Mis Palabras y porque se arrepintieron de corazón, tuvieron la valentía de un cambio total de vida y se ofrecieron totalmente a Mí.
Acudid a ellos, para que sean vuestros intercesores, ellos conocen esa vida de pecado y también os conocen a vosotros, conocen Mi Gracia y ellos os pueden llevar hasta Mi Corazón para que Yo os perdone. Nunca despreciéis Mis Bendiciones y Mis Promesas, que Yo puedo hacer grandes cosas con aquellos que arrepentidos y humildes, vengan a Mí. Entended, Mis pequeños, que Yo no quiero el mal para las almas, Yo quiero salvaros. Así como vinisteis a servirme, para traer amor al Mundo, Mi Amor al Mundo, Yo también, como Padre, os sirvo, os protejo, os guío, os levanto. Entended, Mis pequeños, que no fuisteis creados para sufrir y para vivir en las bajezas del mal. Fuisteis creados para la Gloria Eterna y que el servicio que Me darías en la Tierra, sería para que esa Gloria, Gloria Eterna fuera más grande, más beneficiosa para vuestra alma. No estáis en la Tierra por castigo, estáis en la Tierra para ganar más Gloria, para vosotros y para vuestros hermanos, es una gracia especial que Yo le hago al alma, el que pueda bajar a la Tierra para ganar más gloria para su alma. No tergiverséis Mis Palabras, ó las Palabras ya escritas en los Evangelios y en la Santa Biblia. El Amor es Uno y el Amor Soy Yo, y Yo trato siempre de llenaros de Mi Amor, de perfeccionaros en Mi Amor. El rey de la mentira, siempre va a tratar de desviaros y hacerme ver mal ante vuestros ojos, ante vuestro corazón, Yo Soy el Dios de la Bondad, el Dios de la Misericordia, el Dios del Perdón, y por eso os vuelvo a repetir, que grandes santos actuales, fueron antes grandes pecadores. Eso no lo puede hacer el enemigo, solamente Yo, vuestro Dios, puedo levantar al alma y elevarla a esa Bondad Infinita. El demonio nunca lo va a hacer, nunca os llevará a la perfección y a la santidad. Entended esto, Mis pequeños, meditadlo en vuestro corazón y así sabréis quién es vuestro Dios y a quién deberéis seguir.
Gracias, Mis pequeños. Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: El Tiempo de la Misericordia termina, aunque Mi Amor siempre va a estar con vosotros. Hijitos Míos, el Tiempo de la Misericordia se va terminando, os había dicho de que acudierais a ella antes de que Mi Justicia, Mi Justa y Santa Justicia se declarara ante los hombres. El Tiempo de la Misericordia termina, aunque Mi Amor siempre va a estar con vosotros. Mi Justa Justicia tiene que entrar para tomar su lugar para la Purificación del género humano. Tanto os he dado, Mis pequeños, tanto os he buscado, tanto he soportado de la grosería del hombre con su Dios, tanto abandono, tanta maldad. Pero aquí Estoy, Mis pequeños, para recordaros que aún Mi Misericordia está en pié, que aunque ya sea muy poco el tiempo, en segundos se puede salvar a un alma que ha sido gran pecadora toda la vida. Aún los actos de Mi Justa Justicia serán de Misericordia, pero ya no serán tomados así por el hombre, porque al no conocerMe, lo verán como venganza de Dios hacia el hombre. Os he dicho que Yo no Soy un Dios de venganza, ni un Dios de maldad. Aquellos que han sido salvados aún en el último momento de su vida, han reconocido Mi Misericordia dentro de Mi Justicia. ¿Por qué empeñaros, Mis pequeños, en esperar hasta el último momento? ¿Por qué no abrís vuestro corazón y reconoced a vuestro Dios, su vida en vosotros? ¿Por qué darMe migajas cuando Yo doy Mis Tesoros? Mi Justa Justicia vendrá, pero será para mostrar Mi Gran Misericordia y Mi Amor, sobre aquellos que fueron fieles a Mi Palabra, a las enseñanzas de Mi Hijo, al Amor Infinito del Espíritu Santo. Así el hombre reconocerá nuevamente quien es su Dios y reconocerá Mis Bondades en los Nuevos Cielos y en las Nuevas Tierras que se os darán. Es cuando el hombre Me conocerá más profundamente y por conocerMe y por haber conocido su pasado, la Humildad prevalecerá en todos los hombres de esos Tiempos, el agradecimiento por haber sido salvados y la donación por quererse dar en totalidad a su Dios Amor, a su Dios Perdón, a su Dios Misericordioso, a su Dios Perfección, a su Dios Alimento, a su Dios Vida. Sí, un gran cambio vendrá a la humanidad, cambio que conociendo Mis Planes vosotros, Mis pequeños, podéis llevar a cabo ya desde ahora. Empezad vuestro cambio en vuestro corazón y actuad como los Tiempos serán. En esa Humildad, en ese arrepentimiento, en esa donación a Mi Voluntad.
Gozad ya de vuestro Dios y sed perfectos ante los hombres.
Gracias, Mis pequeños. Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Id pues, a cada país del Mundo, a cada reino, a cada isla, id y levantad a vuestros hermanos a la Gracia. Mis pequeños, cuando os pido que oréis, el orar es ir viendo lo que vuestros hermanos necesitan. Es ir por todo el Mundo, como si fuerais caminando, visitando todos los lugares del Mundo, levantando almas, poniéndolas en Mi Corazón. Esa es vuestra tarea, Mis pequeños, en la oración, en la donación de vuestro ser, os doy esa Gracia de ir levantando almas que, a través de vuestra oración, a través de vuestra intercesión, puedan alcanzar nuevamente Mi Perdón, pueden dar fruto y fruto a veces abundante, antes de ser regresados a la Casa Paterna. Id pues, de corazón, con vuestra mente, con vuestra mente dispuesta a ser tomada por vuestro Dios, que realmente será vuestra alma a la que Yo moveré y la llevaré a todos aquellos lugares en donde necesito que vosotros oréis, e intercedáis por vuestros hermanos. Dejad que Yo tome vuestra alma llena de amor por Mí y por vuestros hermanos, para que aprendáis a perdonar, como Mi Hijo perdonó, para que aprendáis a sanar, como Mi Hijo sanó, para que aprendáis a amar solamente con ese amor que viene de vuestro Dios, que es todo Amor, Comprensión y Misericordia hacia los demás. Id pues, a cada país del Mundo, a cada reino, a cada isla, id y levantad a vuestros hermanos a la Gracia. Muchos han caído en la desgracia del pecado, vosotros los deberéis levantar a ese estado de Gracia con vuestra oración, con vuestra intercesión, Yo las tomaré y la Gracia les devolveré, pero tiene que ser a través vuestro, que vosotros como hermanos os deis por ellos. Vuestro amor tiene que estar dispuesto a saber amar y perdonar, a saber enseñar, a saber llevar a la perfección a vuestros hermanos, pero porque Mi Santo Espíritu estará en vosotros. Esos son Mis verdaderos discípulos, los que han aprendido bien del Maestro, los que han sabido tomar Mi Ser en sí mismos. Id alrededor del mundo y llevad Mi Amor, llevadMe a los demás. Gracias, Mis pequeños. Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Venid, venid todos vosotros que aún vivís como niños inocentes dentro de un Mundo lleno de pecado. Os vuelvo a recordar, Mis pequeños, lo que les he pedido, de ser como niños. Que el niño es confiado, los niños son agradecidos, el niño goza plenamente del amor de sus padres y él lo percibe y al percibirlo va y se abraza a sus padres. Los niños son muy sensitivos al amor. Es una gracia que Yo he puesto en los niños y que ahora se ha destruido por tanta maldad que el demonio ha diseminado entre los hombres. Pero la gracia, la pureza de corazón que todavía existe en algunos, no solamente pequeños, sino grandes, los mantiene así, inocentes, pequeñitos ante Mis Ojos, confiados en Mí, su Padre y su Dios, y ahí es donde os quiero, Mis pequeños, en Mis Brazos, confiados en Mi Amor, pero a la vez deseosos de servir a su Dios en perfecta obediencia. Sí, éstos son los tiempos para vivir en Mi Divina Voluntad, como vivían al principio vuestros Primeros Padres. Y eran así, humildes, sencillos, amorosos, agradecidos. Por eso os repito y repito lo mismo, porque los niños traviesos, los niños distraídos, se les tiene que estar repitiendo la lección varias veces para que la entiendan y vosotros sois eso, niños distraídos por las cosas del Mundo, niños traviesos que prefieren hacer su voluntad, antes que la del Padre. Yo no os quiero quitar vuestra libertad, ni el ser alegres, traviesos, juguetones. Yo os doy una total libertad para que seáis vosotros mismos, pero sí quiero, Mis pequeños, que volváis a Mis Brazos de vez en cuando, que os acordéis de Mí, que Me deis vuestro amor. Yo también requiero de ello, porque sois Mis creaturitas. Venid, venid todos vosotros que aún vivís como niños inocentes dentro de un Mundo lleno de pecado, puros, que no se enlodan con todas las mentiras del mal y agradecidos cuando en vuestro corazón todavía hay humildad de reconocer que todo lo que tenéis viene de Mí. Cuando por otro lado, muchos de vuestros hermanos, en su soberbia, creen que lo que poseen es por sus capacidades, por su inteligencia y no por Mi Presencia en ellos.
Gracias, Mis pequeños.