Ene 03_05 El Pastor que está guiando ahora Mi Iglesia, Juan Pablo II, conoce Mis intenciones.

Rosario.

 

Temas:

  • El Pastor que está guiando ahora Mi Iglesia, Juan Pablo II, él conoce Mis intenciones, él sabe lo que le espera a Mi Iglesia.
  • El estado de Gracia os lleva a conocer la mentira del mal.
  • Si buscáis colocar vuestro nombre en el Libro de la Vida, sabréis que es para la Eternidad.
  • Para que sepáis que actuáis en el bien, no salgáis, Mis pequeños de Mis Santos Mandamientos.
  • La humanidad está así, yendo por caminos errados, porque no conocen a Mi Bebé.

 

 

Mensajes de Dios Padre y La Santísima Virgen María a J. V.

 

 

Primer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: El Pastor que está guiando ahora Mi Iglesia, Juan Pablo II, él conoce Mis intenciones, él sabe lo que le espera a Mi Iglesia.

Hijitos Míos, os pido os mantengáis siempre unidos a la voluntad del que es cabeza de Mi Iglesia, Mi hijo, el Papa. Él guía, porque el Espíritu Santo está con él. Él guía por el mandato que Yo le he dado. Él guía por el amor que él tiene a la Iglesia y al amor que Me tiene a Mí.

Mis pequeños, manteneos unidos a él íntimamente para que la cabeza, que está siendo guiada por la Sabiduría del Santo Espíritu de Amor, os mantenga siempre aprendiendo, elevando, santificando Mi Iglesia, vuestra Iglesia.

Seguid adelante, Mis pequeños, que mucha oración se necesita. El hombre pronto se olvida de sus deberes cotidianos, recuerda solamente lo que es material porque es lo palpable para el hombre, pero de lo que es espiritual, de lo que lo va a elevar más profundamente hacia esas alturas, en las cuales solamente llegan los que se han soltado totalmente a Mi Voluntad, se olvida pronto.

La Fe del hombre decae si no se ejercita esa Fe, se pierde, el hombre ha perdido la Fe, ha perdido la Esperanza, ha perdido el Amor. Virtudes teologales que todo bautizado tiene, pero que no se han ejercitado y por eso el mundo va en esa decadencia total. Tengo que acudir a los que están Conmigo, pedirles más, insistirles más por sus hermanos. No os apartéis pues, de las intenciones del Santo Padre, el Pastor que está guiando ahora Mi Iglesia, Juan Pablo II, él conoce Mis intenciones, él sabe lo que le espera a Mi Iglesia y vuestra Iglesia. Orad con él, apoyadlo, unios y manteneos firmes, pase lo que pase, que Mi Iglesia subsistirá hasta el fin del mundo. Mientras os mantengáis en Ella, salvos estaréis y, a pesar de los ataques del mal, estaréis protegidos por Mi Gracia. Atraed a vuestros hermanos con  vuestro ejemplo, vivid los Sacramentos y no solo eso, gozadlos, para que enamoréis a vuestros hermanos y se acerquen a Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: El estado de Gracia os lleva a conocer la mentira del mal.

Hijitos Míos, el estado de Gracia es una lucha continua entre el alma y el pecado. El estado de Gracia es el que os lleva a esa santificación tan necesaria para el alma, porque si el alma no es santa, no es digna de Dios y no da fruto abundante.
El estado de Gracia debe ser esa lucha continua contra los embates del mal que se hacen cada vez mayores, porque la humanidad ha “normalizado” el pecado.

El estado de Gracia os lleva a conocer la mentira del mal, para que no caigáis en el, para que no caigáis en lo que ahora es normal para muchos de vuestros hermanos, para una gran mayoría.

Manteneos siempre luchando por mantener esa vida en Gracia, esa vida en Pureza, esa vida en salud espiritual, porque sino la tenéis vosotros ¿Cómo podréis ayudar a vuestros hermanos?

El estado de Gracia os ayuda a mantener esa vida íntima Conmigo, vuestro Dios, os mantiene en la unión perfecta, os mantiene en ese Alimento continuo que os va engrandeciendo. Manteneos Mis pequeños, en esa íntima unión Conmigo y así os haré grandes para que podáis servir mejor a vuestros hermanos y podáis dar más gloria al Reino de los Cielos.

Manteneos sencillos, humildes, necesitados de Mi Gracia. La Pureza de corazón os llevará a esa pequeñez espiritual, que es la que necesito para los que están Conmigo y que tendrán que luchar fuertemente contra los poderes del mal. Sed sencillos, pequeñitos, humildes, pero muy trabajadores, para que podamos seguir sembrando Bendiciones en la Tierra y recolectando mucho fruto de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Si buscáis colocar vuestro nombre en el Libro de la Vida, sabréis que es para la Eternidad.

Hijitos Míos, el hombre se afana en buscar el bienestar en la Tierra, en buscar las riquezas del mundo, desperdicia mucho tiempo para que su nombre esté escrito en los libros humanos, la soberbia lo ciega, los valores de éste mundo lo hacen creerse importante y lo van perdiendo. Mancilla su nombre y Mi Nombre. Reprende y castiga a sus hermanos como si fuera un gran hombre, superior a ellos, simplemente porque tiene más bienes de la Tierra.

El hombre quiere ver su nombre en letras de oro, para que todo el mundo lo alabe, lo eleve a un altar y le rinda pleitesía como a un rey.

Esta es la clase de hombres que no Me han encontrado, que no Me han buscado ó que simplemente no Vivo en su corazón ni les intereso.

Vosotros Mis pequeños, afanaos en que vuestro nombre quede escrito en el Libro de la Vida, el Libro de la Eternidad, trabajad para Mi Reino. Solamente a través de esa búsqueda interior y de vuestros actos exteriores ganaréis que vuestro nombre esté en el Libro de la Vida. No os preocupéis por las banalidades de éste mundo, vuestro nombre en el libro del mundo es una falacia, es una mentira, es un bien temporal. En cambio, si buscáis colocar vuestro nombre en el Libro de la Vida, sabréis que es para la Eternidad, que es para vuestro bien eterno, pero porque luchasteis por llevar a vuestros hermanos hacia el Bien Eterno.

Hay dos grandes diferencias entre ganar la banalidad del mundo y el Bien Eterno. Para ganar el mundo lucháis para vosotros mismos, para engrandeceros vosotros mismos, la soberbia os lleva a ello. En cambio, para que vuestro nombre esté en el Libro de la Vida, debéis luchar para que vuestros hermanos crezcan y se salven, lucháis por el bien de los demás y no tanto por el vuestro propio, porque cuando lucháis para los demás estáis dando el fruto que ya tenéis en vuestro corazón. El amor os lleva a ello, a daros por los demás y no buscar vuestro mérito particular, esa es Caridad, eso es Amor y eso es Vida Eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Para que sepáis que actuáis en el bien, no salgáis, Mis pequeños de Mis Santos Mandamientos.

Hijitos Míos, muchos de vuestros hermanos actúan bajo una falsa idea. Dicen, que si lo que están haciendo ó lo que viven les trae alegría y tienen amor, entonces están actuando en el bien.

No siempre es así pequeños, porque también los que hacen el mal actúan bajo esas dos premisas. También el asesino, también el que destroza almas ó aquél que vive en el pecado ó en el error actúa igual. Les gusta lo que hacen, aman lo que hacen y están realmente haciendo el mal. No os dejéis llevar por éstas falsas ideologías.

Para que sepáis que actuáis en el bien, no salgáis, Mis pequeños de Mis Santos Mandamientos, de la Ley que Yo os di y que tanto Me ha costado. Aquél que vive bajo Mis Leyes así estará seguro de que vive en el Bien, de que actúa para el Bien y que llegará al Bien Eterno.

No escuchéis  a aquellos que tratan de induciros a un bien mundano, acudid inmediatamente a vuestro interior a pedir esa ayuda que solamente puede venir de Dios, pero pedidla de corazón y con honestidad, pedid el consejo de vuestro Dios y no el consejo de vuestra propia necedad.

Cuando estéis actuando así, bajo los principios que Yo os di, es cuando encontraréis la verdadera libertad, el amor y la alegría, porque estaréis Conmigo y Yo os doy una libertad total, una alegría total, una vida total. Porque, vuestros hermanos se engañan cuando no actúan así, quieren acallar el espíritu que vive en su interior y aunque vivan una aparente alegría ó un aparente amor, sus actos ya no serán de fruto bueno. Nadie se puede engañar así mismo, tarde ó temprano la Verdad sale a la luz.

Así pues, Mis pequeños, ayudad a vuestros hermanos a encontrar la  Verdad y que actúen dentro de Mi Verdad y no de las verdades del mundo que os llevan a la decadencia espiritual y a la muerte eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio,
Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: La humanidad está así, yendo por caminos errados, porque no conocen a Mi Bebé.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre Santísima, la Siempre Virgen María. Madre de éste pequeño Ser al que Adoro, al que está en el Pesebre, al que Es Mi Dios y vuestro Dios, al que Amo con todo Mi Corazón y al que he entregado toda Mi Vida y todo Mi Ser.

Mis pequeños, es el Rey del Universo el que está aquí, es el Hijo del Rey, es el Amor Infinito. Ante Él, toda rodilla se dobla, ante Él toda maldad desaparece, ante Él los soberbios caen, ante Él la vida renace nuevamente, ante Él las tinieblas se vuelven Luz, ante Él el odio desaparece para volverse amor.

La humanidad está así, yendo por caminos errados, porque no conocen a Mi Bebé, porque no conocen Su Corazón, porque no conocen Sus Bondades.

El mundo no quiere venir aquí a arrodillarse, ante su Dios, ante su Salvador, ante Él, que es Vida, Unión, Perfección.

Ved a Mi Bebé, ¡amadlo, Mis pequeños, ved Su Belleza, ved Su Perfección, ved cómo os sonríe, ved como os abre Sus bracitos!

¡Vedlo, Mis pequeños! gozadlo, estrechadlo a vuestro corazón, para que Su Corazón entre en el vuestro y rompa esa coraza de acero, de piedra, que tienen muchos, que no permiten que Su Amorcito penetre en vuestro corazón lleno de soberbia y de maldad.

Es el Perfecto, es el Santo de Dios, es la Voz del Padre que viene a enseñaros, que os viene a salvar, que se viene a dar por entero a cada uno de vosotros.

Atendedle, Mis pequeños, venid aquí, arrodillaos, gozad de Su Presencia, abrid vuestro corazón para que os de Su Bendición y os llene de Sus Regalos que solamente Él puede dar, porque Él es vuestro Dios. Pequeñito ante los ojos del los hombres, Infinitamente grande y bello al corazón de los sencillos. Amadlo, amadlo de corazón y grandes Bendiciones obtendréis.

Vividlo y hacedlo vivir en el corazón de vuestros hermanos y la Paz habitará entre vosotros.
Que la Paz y el Amor de Mi  Pequeño Bebé, vuestro Dios y Mi Dios esté con vosotros, con vuestra familia y con el mundo entero, Mis pequeños. Mi Corazón también os Bendice y también os lleva para engrandeceros.
Gracias Mis pequeños.