Feb 14_01 El día de la amistad deberíais celebrar el Amor Puro y Santo.

Mensaje de Dios Padre a J. V.


 
Habla Dios Padre,
Sobre:El día de la amistad deberíais celebrar el Amor Puro y Santo.

Hijitos Míos, Mis débiles creaturitas, hoy celebráis el día del amor y la amistad, pero cómo quisiera Yo que ése amor del que habláis, fuera el amor puro, el amor santo, el amor que debe unir a los hombres entre ellos mismos y luego ellos Conmigo, con vuestro Dios.


También habláis de amistad, pero la tratáis en forma muy convenenciera, os dais y dais a aquellos a los cuales les podéis sacar luego algo más grande de lo que dais. No actuáis con amor verdadero, sino veis sólo para vuestros intereses personales.


AMOR, una palabra, un pensamiento, un sentimiento, él lo es todo porque es Mi esencia, sin él nada sois y lo que hagáis sin él no llega a Mi Corazón. Él es el alimento que nutre y vivifica todo lo creado, visible e invisible. Habláis de amor, pero no el del corazón, sino el del sexo y lo destruís con vuestras pasiones desordenadas. Habláis de amor entre los pueblos, dando una cara a las multitudes, traicionándolas después en lo secreto, al permitir asesinatos de cuerpos y almas, corrupción y pecado. Habláis todos vosotros de amor y vuestra sinceridad queda muy lejos de vuestros actos. Habláis de amor hasta que conseguís de lo que deseáis y luego traicionáis.


El amor es un alimento real, tanto para el cuerpo como para el alma. Sabéis que un bebé que no reciba cariñitos desde su nacimiento, no se desarrolla bien. El niño que no recibe muestras de cariño, abrazos y besos de sus padres, crece inseguro y desconfiado. El joven que no ha sido preparado en su familia para dar amor, se vuelve receloso e irónico para con los demás. El adulto que no vivió el amor en su niñez y juventud, no puede unir a una familia, ya que ella se une y se protege de los ataques del mal por medio de él.


Sin amor todos vuestros actos se vuelven estériles. Sin amor verdadero no podréis construir un Mundo nuevo. Sin el verdadero Amor, que sólo puede venir de Mi, no podréis cambiar a éste Mundo envuelto en la mentira y el pecado. Se os ha hecho creer que el amor es solo sexo, sexo desenfrenado, sin límites, sin complejos, sin sentimientos de culpa.


Os han convencido de tomar, cuando queráis, al sexo opuesto, en el mejor de los casos ó al mismo sexo, si así lo deseáis, porque os han dicho que en el “amor” no hay límites y que debéis hacer lo que vuestro “corazón” os dicte. Yo so pregunto, ¿realmente os lo dicta vuestro corazón ó vuestros instintos desordenados?


Ya os he explicado que los animales se guían por el instinto que he puesto en ellos y que es inmutable. Siguen una ley superior, Mi Ley y a ella se atienen sin pensar porque no lo pueden hacer, puesto que no tienen alma.


Vosotros, Mis hijos, todos, no estáis regidos por el instinto porque, a demás de que os he dado un alma, Mi Santo  Espíritu habita en vosotros. Ciertamente el instinto lo tenéis en la carne, la cuál se ha deteriorado por el pecado, pero tenéis un alma que si la ayudáis a elevarse con la ayuda de los consejos del Espíritu que os habita, la podréis vencer fácilmente.


La carne y sus pasiones os vencen cuando las alimentáis y dejáis que el instinto rija vuestra vida. El hombre, como creatura de Dios, vale en cuanto a que se haga batalla a sí mismo con la ayuda de las virtudes  y de la vida en la Gracia, para poder vencer al mal que continuamente lo ataca.


Las almas que caen son almas débiles, almas que no luchan, almas comodinas que les interesa más vivir en la “borregada” para que no se metan con ellas y tampoco intentan sobresalir por su pureza y virtudes, lo cual, generalmente les va a acarrear críticas y persecución.


Mi Hijo Jesucristo os lo dijo, “aquellos que Me sigan, los que hayan aceptado Mis Palabras y Mi Vida, serán perseguidos, porque Me verán a Mí en ellos” y como están en el Mundo y el mundo se rige por el pecado y sus pasiones desordenadas, éstas almas, que son Mi reflejo en la Tierra, son extrañas, no hay lugar para ellas, son un peligro para el mal, ya que dan “mal ejemplo” a sus semejantes, quitándole almas al maligno.


La creatura humana que Me sigue, que se ha llenado de Mí, es Mi hijo y tiene derecho al Reino de los Cielos. En cambio, aquellas creaturitas Mías que Me han traicionado por apartar de su corazón Mi Ley, se dejan vencer por los instintos y se vuelven peor que animalitos, porque traicionan a su Creador al escoger voluntariamente el camino del mal. El animal no puede darMe la espalda ni escoger mal, ó bien, simplemente hace lo que Yo le ordené hiciera desde su creación. Por eso el hombre que escoge el mal, desciende a niveles inferiores al animal.


Sois alma y cuerpo y cuando concebís transmitís éstas características al nuevo ser. Mi santo Espíritu os habita para indicaros lo que es bueno ó malo, NO es ley natural, es LEY DIVINA        la que os aconseja Mi Santo Espíritu en vuestro interior. Quién se deja guiar por Él, tendrá asegurado su retorno a la Casa Paterna.


Os he dicho que cuando concebís os doy un almita para que la ayudéis a crecer junto con su cuerpo. Debéis alimentar dos entidades, una humana y una espiritual y así os volvéis padres en dos niveles reales.


No podéis, ni debéis actuar como los animalitos, de los cuales algunos de ellos, dejando a la hembra preñada, se van y se desatienden de sus crías y la madre, sola, va a ser la que sacará adelante a sus crías hasta que ellas se puedan valer por sí mismas. Vosotros NO  podéis hacer esto, sois una familia y tenéis que alimentar cuerpo y alma de vuestros pequeñines. NO debéis desembarazaros de ésta santa responsabilidad, la de hacer crecer, en totalidad, a ése nuevo ser.


Hijos Míos, ¡es una alma la que traéis a la Tierra con vuestro acto de procreación!, no es sólo “un niño más”, un pedazo de carne viviente,SOY YO en él y se vuelve inmediatamente, en el momento de su concepción, vuestro prójimo y Yo os dije, a través de Mi Hijo, “lo que le hagáis a vuestro prójimo Me lo hacéis a Mí!


Sí, estáis haciendo mal uso del sexo que os presté y estáis afectando a las almas que llegan a la Tierra por vuestro mal proceder. Yo os pediré cuentas por cada una de ellas que habéis traído irresponsablemente.


Cada alma tiene una razón de ser, una razón de vivir, una misión que realizar y si no es ayudada a ello, los que la procrearon responderán por ella.


Muchas, muchas almas se condenan ó pasan en el Purgatorio grandes períodos de tiempo por éste pecado tan grave, han echado a perder la vida productiva de un alma. El que mal procreé, responderá por su mal acto de procreación y por los malos actos que el ser procreado produzca, cuando éste, por el abandono de sus progenitores, no reciba la educación humana y espiritual para comportarse correctamente en la Tierra.


Vuestra responsabilidad es grande en el Cielo y en la Tierra, no lo olvidéis hijos Míos. Yo os di Leyes Eternas y son inmutables, si vosotros las afectáis, recibiréis vuestra paga por ello.


Yo os he dado algo bellísimo, el AMOR verdadero, el AMOR Divino, el cuál, bien llevado, va a producir vida, pero la verdadera vida que Yo quiero en el ser humano y que es la vida que se debe tener para vuestro buen desarrollo en la Tierra.


De vosotros depende que viváis según Mis Leyes. Si lográis vencer al instinto, vuestra vida del alma se manifestará entre todos vosotros y eso hará que el Cielo se una a la Tierra.


Luchad hijitos Míos, contra las fuerzas del mal. Pedid discernimiento y fortaleza para que podáis reconocer las mentiras del mal y no os dejéis vencer por ellas. Os di voluntad propia, la cual no tienen los animalitos, no caigáis más bajo que ellos, os lo pido. No os aburráis de ser buenos y de vivir en Mí para que Yo no os impida la entrada a Mi Reino y así Yo no Me aburra de vosotros, porque no os interesa vivir con vuestro Dios.


Pedid Mi Gracia, la cual necesitáis todos vosotros, que Yo no os la negaré. Yo, más que cada uno de vosotros, deseo vuestra perfección. ¡Sois hijos de un Dios y no de un animalito sin alma!, ¡Tenéis un alma, dadle su alimento para que crezca y dé fruto abundante!


Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu. Acogéos a la guía amorosa de Mi Santísima Hija para que os conduzca a la Verdad.