Ene 02_01 ¿Vuestra INTENCIÓN está sellada con Mí Amor?

MENSAJE.

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: El tiempo que os he concedido para la salvación de las almas.
Aquí estoy, como siempre, Mis pequeños, esperando por cada uno de vosotros. Un nuevo año comienza, un nuevo siglo comenzaréis a vivir, pero vedlo sólo como tiempo, como el tiempo que os he concedido para ayudarme en la salvación de la humanidad.

Hacéis propósitos, hacéis, promesas, empezáis el año con dudas y con esperanzas. Os hacéis muchas preguntas sobre lo que sobrevendrá en este año que comienza. Véis los periódicos, veis las noticias, véis y escucháis las “predicciones” de los supuestos adivinadores y os preguntáis cómo será para cada uno de vosotros este año que comienza, en una palabra, veis vuestro futuro fundado en lo material y humano y no hacéis, casi nadie, propósitos en lo espiritual.

¿No os he enseñado ya por mucho tiempo que vuestra vida sobre la Tierra se desenvuelve  en el ámbito de lo espiritual? ¿Todavía estáis tan ciegos que no véis que todo lo que sucede en vuestro Mundo es afectado por la espiritualidad que tenéis cada uno de vosotros y especialmente de la de aquellos que guían a los pueblos?

La espiritualidad personal se traduce en obras y éstas serán buenas o malas según a quien tengáis en vuestro corazón. Los poderosos manipulan a gente y a pueblos completos, según sus gustos y creencias, por ello, debéis ir más allá de los hechos, debéis aprender a ver la INTENCIÓN del que hace y mueve las cosas.

Ved ahora cómo está vuestro Mundo, vuestra ciudad, vuestra familia, vuestra alma. Ved y meditad que lo que está sucediendo a vuestro alrededor, hacia dónde os está llevando, es bueno y provechoso, o malo y destructivo?

Sed conscientes de lo que el maligno, en el alma de algunos “poderosos”, os está causando. Las cosas no suceden por casualidad, todo se desarrolla para un fin bueno o malo, según la intencionalidad.

Yo os remarco esto, puesto que podréis ver de alguien que hace algo determinado, pero la intención que lleva en lo profundo es lo que, realmente, hará el cambio. Por eso decís: No hagáis cosas buenas que parezcan malas, y es la intención la que sella a la obra realizada.

Muchos de vosotros habréis hecho ya propósitos, pero ¿vuestra intención está sellada con Mi Amor?

Tanto os he hablado de Mi Amor y, de hecho, ésta fue la razón de Mi venida a la Tierra. Os lo vine a mostrar con Mi Vida y con Mis Enseñanzas y para indicaros que la única intención de Mis Obras, era el hacer la Voluntad de Mi Padre, ¿vuestras obras a qué van encaminadas, a servirMe o a serviros?

¿Seguís pensando en sacarle el mayor “jugo” a vuestra existencia sobre la Tierra y aprovechar al máximo lo que éste os ofrece o ya disteis el paso definitivo hacia el camino del Amor verdadero, sabiendo que venís a hacer la Voluntad de Mi Padre? Si vuestra respuesta es la primera, si os atrae todavía el mundo y sus “valores”, todavía vuestra alma no ha llegado a su plenitud, no ha permitido que la Sabiduría Santa sea la que selle a vuestros actos.

Si vuestra respuesta va hacia lo segundo, ya podéis llamaros hermanos Míos, hijos de un mismo Padre.

Hijitos Míos, vuestro Mundo no se va a mejorar sino hasta cuando reaccionéis humildemente y hagáis que vuestras obras salgan de vosotros selladas con Mi Amor, con Mi Amor que debe vivir plenamente en cada uno de vosotros.

Nadie puede dar lo que no tiene, ya os lo he dicho. Así que no podréis tener un Mundo de Paz, un Mundo lleno de Amor, un mundo donde se viva la hermandad que se vive en el Cielo, si ello no habita primero en vuestro ser.

Cuando alguien tiene un ideal, lucha contra todo para lograrlo y pasa hasta por sobre los imposibles para hacerlo patente ante sus hermanos. Por ésa fuerza interior grandes cosas hechas por vuestros hermanos, habéis visto en el transcurso de la existencia humana. Si os llenáis ahora de ésos ideales buenos, ideales de cambio, ideales de renovación, basados en lo que Yo os enseñé y si los ponéis como básico para vuestra vida y para la de los demás, Yo estaré con vosotros para que juntos hagamos el cambio en vuestro Mundo.

Hijitos Míos, llenaos de propósitos de cambio fructífero para que vuestro Mundo, vuestra ciudad, vuestra familia y vuestro ser, lleguen a ser lo que Nuestro Padre pensó para vosotros desde antes de los siglos, para que vosotros vivierais como Sus hijos, envueltos en Su Amor, sin penalidades ni temores de ninguna especie y viviendo bajo Su Voluntad, una Voluntad llena de Amor y que solo desea todo vuestro bien.

Yo os bendigo y os deseo que Mi Santo Espíritu os guíe bajo la Mano Amorosa de Nuestra Madre, la Siempre Virgen María.