Feb 22_00 Os quiero hablar sobre Mi Iglesia.

Mensaje de Dios Padre a J.V.


Habla Dios Padre,

Sobre: Os quiero Hablar sobre Mi Igelsia.

Hijitos Míos, hoy que se festeja la Cátedra de San Pedro, os quiero hablar sobre Mi Iglesia.


La gran mayoría de vosotros sabéis lo que las fuerzas del demonio han tratado de hacer contra ella a través de los siglos. Ha habido guerras en la que, los pueblos apartados de la cristiandad, trataron de destruir los Lugares Santas y a todos aquellos que seguían Mis Enseñanzas, y no pudieron.


Ha habido Papas que vendían puestos dentro de Mi Iglesia, buscando así primero lo material, antes que lo divino y ni aún así Mi Iglesia fue destruida y, además, a pesar de la materialidad de éstos hijos Míos, guías de Mi Iglesia de ésos tiempos, cuando Mí Santo Espíritu tenía que dar algún Mensaje ó guiar a Mi Iglesia en la Fé, para bien de toda la cristiandad, lo hacía a través de aquellos que eran guías o cabezas de Mi Iglesia, aunque, aparentemente, no fueran lo más idóneo para guiarla.


Han habido épocas de una casi total destrucción de la Fé y del derrumbamiento de Mi Iglesia y entonces he hecho que a través de pequeñas almas escogidas, den ejemplo de Mi Poder sobre las poderes del mal y de su influencia negativa sobre las almas. Así tendremos a una Juana de Arco, a un San Francisco de Asís, a una Santa Teresa y a muchas otras más almas “raras” en su tiempo, quienes haciéndose instrumentos sencillos y donadas a Mi Voluntad, han dado ejemplo de Mi Poder y cuidado espiritual sobre Mi iglesia.


Mi Hijo os lo prometió, “los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella”, así es y así será. Ha sufrido obscuridad por vuestra falta de espiritualidad y la volverá a sufrir. Ahora, de hecho, la estáis viviendo y ésta ha sido causada par vuestro poco ó nulo interés en preservar, cuidar, alimentar lo que es Mío.


Yo Soy vuestro Dios, Soy vuestro Padre y debéis cuidar lo que es Mío y si sois Mis verdaderos hijos, deberéis cuidar lo que a vosotros, también, os pertenece. Porque Mi Casa, Mi Reino, Mi Iglesia, os pertenecen también a cada uno de vosotros y si dejáis que el ladrón tome posesión de lo que es vuestro ¿a dónde iréis?


La Iglesia es de institución DIVINA y por ser así, las fuerzas del mal con su influencia, no pueden predominar sobre ella. El mal puede obscurecer vuestros sentidos espirituales para que no vayáis a obtener el alimento de vida por parte de Mis ministros, quienes, aún a pesar de sus errores humanos, el Don DIVINO que he depositado en ellas, les confiere la Gracia de poder alimentaros con Mis Enseñanzas, con la oración, con Mis Sacramentos.


Mi Iglesia es de institución Divina y ella os provee de vida, de Mi Vida aún a pesar de que os desarrolláis en un mundo que pertenece al mal y que está al acecho para destruir todo lo que venga de Mí.


Por más que las fuerzas del mal quieran atacar a Mi Iglesia, no podrán destruirla, porque todo Mi Poder se encuentra en ella y a ella debéis acudir para obtener lo que os haga falta durante vuestra estadía sobre la Tierra. Ella es vuestra maestra, os guía a través de Mis Enseñanzas. Os da vida espiritual, a través de los Sacramentos. Os da seguridad en Mí, para que vosotros mismos os convirtáis en otros Cristos y de ésta forma podáis seguir transmitiéndoMe, primero en vuestra familia, luego ante la sociedad y después ante el Mundo.


Mi Iglesia es de institución Divina y vive en cada uno de vosotros, por eso a la Iglesia no la hace el edificio hermoso, cual tabernáculo majestuoso que alberga el Cuerpo de Mi Hijo. Mi Iglesia es constituida por Mi Santo Espíritu, quién habita, también, en vosotros. El le dá vida. El la guía. El provee de Dones y Gracias para que prevalezca. El la guarda de las ataques del maligno. El la llevará a su triunfo a través de las almas puras.


La Iglesia es de origen espiritual, no material, por ello, la Iglesia la constituís todos vosotros, por llevar al “Instrumento Espiritual”, por excelencia, a Mi Santo Espíritu, dentro de vosotros. Por ello, la Iglesia se desarrolla en la reunión de almas, unidas bajo una sola intención, la alabanza a su Dios y ello proviene del corazón de las personas y no del edificio construido a tal efecto.


También Mi Hijo os lo dijo: “Dónde dos ó más estén reunidos, ahí estaré Yo. Con esto Mi Hijo os quiere asegurar la unidad entre lo Divino y lo humano. No importa el lugar de la reunión, cuando dos o más se reúnan en Mi Nombre, ahí estaremos presentes en Nuestra Santísima Trinidad.


¿Ahora os dais cuenta del poder tan grande que tiene la oración? ¡Hacéis presente a vuestro Dios cuando os reunís con sagrada intención de amarNos, de buscarNos, de alabarNos! Ante las almas sencillas y dispuestas a estar ante Nuestra Divina Presencia, no podemos negarNos.


Podrán destruir los templos. Podrán cerrar los edificios bellísimos construidos para albergar el Santo Cuerpo de Mi Hijo. Podrán impedir la reunión de almas baja el techo de las Iglesias ó Catedrales, pero NUNCA podrán impedir que Mi Iglesia subsista, porque “donde dos o más estén reunidos para amar a su Dios y para alabar Mi Santo Nombre, ahí estareMos presentes”. Os digo esto, porque vendrá un tiempo, no lejano, en que se os quitarán vuestros templos, -los edificios materiales- ­pero Mi Iglesia seguirá viva, cómo se dio con los primeros tiempos de la Cristiandad, con la reunión de almas, de vuestras almas, con vuestro Dios.­


Así que no temáis, hijitos Míos, a los ataques, cada vez mayores del mal porque Yo estaré con vosotros hasta el fin de los siglos. Yo seguiré suscitando almas religiosas, almas que mantengan la vitalidad de Mi Iglesia, almas que den vida al enseñaros Mis Verdades y Mis deseos de salvación.


Yo haré crecer a Mi Iglesia, en cada uno de vosotros, tanto como me lo permitáis. Vosotros sois Mi Iglesia, Sois y deberéis seguir siendo los depositarios de Mis Leyes de Amor y de Mis Verdades, para que sigan subsistiendo de edad en edad.


DádMe vuestra vida y Yo os colmaré de Mi Vida.


Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el del Amor donado de Mi Hijo Jesucristo y en el del Amor Inspirador de Mi Santo Espíritu.