Mayo 22_99 Cómo ser Instrumentos de Mi Amor.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Cómo ser Instrumentos de Mi Amor.

Hijitos Míos, hoy os quiero explicar como ser instrumentos de Mi Amor.
Un instrumento, por más fino que sea y por muy bien que esté hecho, no puede moverse por sí mismo. Un serrucho, un martillo ó instrumentos más sofisticados, no sirven si una mano ejercitada y una inteligencia capaz no los toma. Así sois todos vosotros, la finura ya la traéis implícita puesto que os he dado a Mi Santo Espíritu y vosotros así os volvéis posibles instrumentos si os dejáis mover por Mi Voluntad.

Un instrumento sirve para ordenar cosas, para componer, construir y muchas veces, construir hasta cosas mucho mayores de lo que el mismo instrumento es.

Vosotros, todos, habéis sido llamados a levantar y construir Mi Reino y, así como un instrumento se deja tomar dócilmente, Yo necesito que cada uno de vosotros se deje tomar como Mi Hijo Jesucristo y vuestra Madre Santísima se dejaron tomar. La humildad es la que os va a permitir conocer vuestra pequeñez y es la que os va a permitir dar vuestra anuencia para ser tomados por Mis Manos de Artífice divino para que, a través vuestro y con vuestra docilidad, pueda lograr levantar Mi Reino entre vosotros.

Mi Hijo Jesucristo os mostró como a través de El, Yo podía obrar perfectamente. El, siendo Dios, siendo Mi Hijo y pudiendo actuar por Sí mismo, Me permitió hacerMe presente entre vosotros, haciéndose El, pequeño y acatando Mi Voluntad. La gente de ése tiempo y ahora vosotros, a través de los Santos Evangelios, conocéis la obra tan grandiosa que Yo comencé a través de Mi Hijo Jesucristo y luego como les dí vida, Mi misma vida con Mi Santo Espíritu, a Mis Apóstoles y Discípulos. Aunque Mis Apóstoles y Discípulos de ése tiempo murieron, quienes se habían donado como instrumentos fieles, luego fueron perfeccionados con Mi Santo Espíritu en Pentecostés, para proseguir la obra de Mi Hijo. Ahora, Yo os pido a todos vosotros el permitirMe tomarlos como instrumentos fieles, sueltos a Mi Voluntad, para proseguir con Mi Obra de conversión y santificación de todos los pueblos de la Tierra. El resultado será grandioso como las obras que vieron hacer a Mi Hijo y que El Mismo prometió podríais hacer y aún mayores si le siguiereis.

Pero, ¿cómo se puede lograr esto?, os preguntaréis. Vosotros mismos, si os dais cuenta plena de vuestra pequeñez, sabréis que nunca, por vosotros mismos, podréis hacer las obras de Mi Hijo, ¿Por qué? Porque no tenéis Fé verdadera, humildad santa, ni docilidad dispuesta a todo. Es vuestra desconfianza, en Mi Poder Paternal, la que os limita.

Sois pequeños y así os amo. No quiero instrumentos, que en su soberbia, crean que pueden actuar por símismos. Quiero instrumentos pequeños, dóciles, humildes, en los cuáles su Fé sea absoluta y el amor hacia Mí sea fiel y que sabiéndoos pequeños Me regaléis vuestra pequeñez para que Yo la pueda engrandecer para servicio de vuestro Dios, para la salvación de las almas y para fa reconstrucción de Mi Reino.

La donación absoluta de vuestra vida que le deis a Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros, es la que hará que podáis crecer en el conocimiento de Mis Misterios de Amor. Mi Espíritu Santo espera el daros un Pentecostés a cada uno de vosotros, el cuál fructificará de acuerdo a vuestra docilidad, vuestra Fé, vuestra humildad y vuestra libre donación.

Apóstoles y discípulos sigo teniendo y los tendrá hasta el fin del Mundo, pero Mi Vida sobre la Tierra se podrá dar más inmediata, mientras más instrumentos fieles se Me donen para que Yo pueda trabajar a través de ellos.

iQué honor más grande es el de servir a vuestro Dios con docilidad y total donación! Mi Vida entera puede fluir a través de ésas almas y las almas que entren en contacto con ellas, podrán sentir Mi Presencia y tomar Mis Enseñanzas a través de ellas. Yo nunca he abandonado a Mis Hijos de la tierra. Siempre he compartido Mi vida y Mis Enseñanzas a través de Mis instrumentos fieles, los profetas, los cuáles los tendréis siempre, porque Yo siempre os amaré y siempre os ayudaré a crecer humana y espiritualmente, porque todos sois Mis hijos amados… Un verdadero Padre dá todo de sí con tal de ver a sus hijos desarrollarse plenamente.

Como os dije, todos vosotros tenéis la finura para ser dignos instrumentos de vuestro Padre, ya que Mi Santo Espíritu os habita. Debéis daros cuenta de que no es vuestro exterior ni vuestra condición humana ó social lo que cuenta a Mis Ojos, es vuestro interior el que vale, como ya os lo he explicado. Si pudiérais ver la magnificencia de vuestra alma, la hermosura de ella, os asombraríais. Es parte de Mi y así como Mi Hermosura de dios no tiene límite, vuestra alma tampoco. Podéis hacer maravillas al dejaros impregnar de Mi Vida.

Vuestra alma busca siempre unirse a Mi Vida, la cuál la atrae como un imán inmenso. Vuestra alma quiere volar hacia Mí, porque es su naturaleza la que se quiere unir para, que al fusionarse, adquiera lo que le falta. Sois pequeños hijitos Míos, dejad que vuestra alma vuele hacia Mí. Donaos a Mí y adquiriréis Mi Fuerza Divina, porque Yo podré actuar a través vuestro.

Pero eso sí, NUNCA Me busquéis, nunca os queráis unir a Mí, buscando ése poder del Don que os puedo dar, para vanagloria personal. Todos los dones que Yo os doy, toda la vida divina con la que Yo os puesto colmar, siempre son para servir a vuestro Dios, para servir a vuestros hermanos y nunca para que presumáis de lo que Yo os he dado. En el servicio de amor hacia Mí y hacia los demás, encontraréis la verdadera razón de vuestra existencia, No hay nada más bello y más agradable a Mis Ojos, que el que os deis por los demás, aún a costa de vuestra propia existencia,

Un instrumento fiel adquiere un potencial grandísimo, ya que a través de él, Yo puedo salvar infinidad de almas y engrandecer Mi Reino.

Hijitos Míos, en vuestra humildad, en vuestra docilidad y libre donación está el acelerar o retardar la Venida de Mi Reino, Reino que al vivir entre vosotros os hará gozar como nunca antes alguna generación ha gozado.

Ved vuestra pequeñez, aceptadla, porque eso es grato a Mis Ojos y dejad que vuestro Dios actúe a través vuestro y así vuestra vida se convertirá en un verdadero cielo, aún viviendo sobre la Tierra.

Yo os bendigo, hijitos Míos y derramo Mi Santo Espíritu, el Nuevo Pentecostés., sobre todos vosotros, para que viváis Conmigo Mi Reino Celestial ya desde ahora. Humildad, hijitos Míos, la humildad y la pequeñez en vuestras almas lograrán el cambio. Os amo a todos, os amo de corazón.