Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, acabáis de leer en estos días, el relato cuando encuentro a los Apóstoles que van hacia Emaús, Me uno a ellos, y hago como que no conozco que es lo que ha pasado en esos momentos en toda Judea. Tenían los ojos velados, ciertamente, recordaban los momentos de Mi Vida, pero no Me reconocieron, los acompañé y les fui relatando todos los momentos en que se habla de Mí en las Sagradas Escrituras. Me invitan a cenar con ellos, en el momento de partir el pan, les devuelvo, nuevamente, esa vista espiritual, volvieron a reconocerMe y desaparecí.
¡Cuántos, cuántos de vosotros, alrededor del mundo tenéis la mente velada! No Me reconocéis, siendo que día a día Me tenéis en diferentes momentos de vuestra existencia. Desde que amanecéis, que tenéis, nuevamente, el don de la vida para ese día, no Me reconocéis y Yo, vuestro Dios, os estoy dando vida, vida en un nuevo día, un nuevo día, en el cual vosotros podéis ganar muchos méritos para vuestra salvación eterna y para que podáis salvar a infinidad de almas, tan necesitadas de Mí, vuestro Dios.
Ciertamente, satanás, ha velado, también, vuestra vista, vuestro corazón, vuestro entendimiento, todo vuestro ser, ya no Me veis a Mí, veis solamente lo del mundo, no hay vida espiritual en vosotros, y los acontecimientos de la purificación, que ya estáis viviendo, se acercan, cada vez más, a realizarse, especialmente, aquellos que eliminarán a gran cantidad de almas sobre la Tierra, y vosotros, con vuestro entendimiento velado, porque satanás así os ha llevado a no reconocerMe, y a no reconocer que vosotros Me necesitáis, no os preparáis. No os preparáis para una buena muerte, ni tampoco os preparáis en oración para salvar a infinidad de almas.
Entended, Mis pequeños, que estáis en momentos críticos, ¡críticos!, de vida o muerte, os estáis jugando la vida eterna o la condenación eterna. Muchos, porque os habéis apartado de Mí, ya no buscáis modos, caminos, formas, de ganar vuestra salvación eterna, y muchas almas, que dependen, también, de vuestra intercesión, se irán a perder, porque no hay quien ore por ellas.
Os repito y os lo repito, Mis pequeños, continuamente esto, porque, ya vuestra vida sobre la Tierra, pronto tendrá su fin, para una gran cantidad de vosotros.
Os he dicho que el resto fiel es muy pequeño, muy pequeño. Que ciertamente, en las Escrituras, se habla que ha de quedar un 25 o un 30 por ciento de la humanidad, y os tengo que decir, que es menos que eso. Y vosotros, ¿qué hacéis para entrar en ese resto fiel y ayudar a otros a que se salven?
No entendéis, sois de esos niños distraídos, que necesitan escuchar la lección varias veces, para aprenderla. Sois Mis hijos, sois Mis hermanos, sois Mi Amor, y quiero, quiero teneros a todos en el Reino de los Cielos. Pero, satanás juró destruir toda la Creación y todo lo creado por envidia, y vosotros, no entendéis que es satanás el que está manipulando estos tiempos, todos los desastres que se están dando. Os lo he explicado varias veces, pero no queréis tomar en cuenta Mis Palabras de salvación y cuando se sucedan estos acontecimientos en vosotros, será demasiado tarde para que os arrepintáis.
Ciertamente, escucháis que en varios lugares del mundo hay terremotos, inundaciones, cerros que se desgajan, hambrunas, y muchas otras cosas más, que y están acabando con hermanos vuestros, con sus hogares, y no os preocupáis gran cosa, decís: “pobres de ellos”, porque, ciertamente, están sucediendo lejos de vosotros, pero os dais cuenta, Mis pequeños, porque habéis visto cómo, sí se suceden estos acontecimientos, y son situaciones que ni se imaginaban que fueran a suceder, y se dan en segundos, apenas si tienen algún tiempo para correr, y otros quedan bajo las aguas, bajo la tierra, con sus casas destruidas, o muriendo al instante.
Tenéis las capacidades de observar lo que sucede en otras partes del mundo. Observad bien lo que sucede, y veréis que en la gran mayoría de los casos, no tuvieron ni tiempo para arrepentirse, que la muerte vino de repente, y murieron, quizá, eternamente, en el castigo.
Os aviso y os aviso, para que no tengáis esas situaciones, en las cuales, por querer salvar vuestra existencia, no pensáis en vuestra existencia espiritual. Corréis, os escondéis y ahí os encuentra la muerte. ¿Por qué no queréis escuchar, Mis pequeños? Profetizado está en que esos acontecimientos sucederán en todo el mundo. Todos los países del mundo pasarán por su purificación, algunos en mayor grado, otros en menor grado, dependiendo del pecado que se viva en cada país, dependiendo del pecado que cada persona tenga.
Yo no estoy feliz con esos acontecimientos, os he dicho, que por vuestra necedad, por vuestra traición hacia Mí, vuestro Dios Salvador, se le soltó la fuerza total a satanás, para que cumpliera con su cometido, prometiéndoos Yo, vuestro Dios, proteger a todos aquellos que Me buscan, que están Conmigo, que buscan su salvación eterna, pero que si vosotros, ya escogisteis a vuestro amo, satanás, vosotros mismos padeceréis un destino cruel, ¿por qué? Porque así es él.
¿Cuánto os queda de tiempo, a cada uno de vosotros, para que suceda un acontecimiento en vuestro país, en vuestra ciudad, en vuestro hogar, en vuestras calles, en donde encontraréis la muerte? Todo lo que os digo, se ha vuelto una realidad, y la están padeciendo en muchos lugares.
Arrepentíos, Mis pequeños, regresad a Mí, arrepentíos y os protegeré, arrepentíos, para que podáis gozar, eternamente, el Reino de los Cielos.
Recordad, nuevamente, que los acontecimientos vienen sin ningún aviso, simplemente, se dan, y no tenéis ni tiempo para prepararos espiritualmente, si es que vivís en pecado grave.
Estoy con vosotros, buscadMe y os protegeré. Si Me seguís traicionando, si seguís traicionando Mi Amor y todo lo que hice por vosotros, satanás, vuestro amo, os llevará a donde él existe y existirá eternamente.
Gracias, Mis pequeños.