Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.
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Primer Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Visión: Veo a la Santísima Virgen, enorme, está parada sobre el Mundo, (Lenguas…), y lleva adelante de ella, cargando, y teniéndola frente a ella, una balanza, y nos dice:
Hijitos Míos, el tiempo de la Justicia está sobre vosotros. Vengo sosteniendo esta balanza, por la que van a tener que pasar todos, todos vosotros. Algunos de vosotros, moriréis, otros, os mantendréis para la nueva generación, pero, tendréis, todos, que pasar por la balanza, para ser purificados, para que vuestra estancia en las Nuevas Tierras, se den en Santidad.
Tantas veces, que os heMos hablado de vivir en Santidad, Mis pequeños. La Santidad es el grado máximo del alma, y se os ha dicho que estáis obligados a llegar a ella, y el ser perfectos, como Mi Hijo os dijo: “sed perfectos, como Mi Padre es Perfecto”, es precisamente, para que lleguéis a esa Santidad a la que estáis llamados.
Habéis tenido muchas oportunidades para buscar la Santidad y la gran mayoría de vosotros no las habéis aprovechado, y os dolerá mucho más, cuando ya estéis aquí en la balanza y seáis pasados al lugar de purificación.
Los dolores, allá, también son tremendos, porque es vuestra alma, ya, apartada del cuerpo, la que tendrá que pasar esta purificación, y los dolores del alma son muchísimo más sensibles, más dolorosos, que cuando vuestro cuerpo cubre vuestra alma.
Mis pequeños, ¡cómo habéis desperdiciado tantos bienes que Nuestro Dios y Señor, en Su Santísima Trinidad, os ha concedido!, si fuerais perfectos, estaríais esperando con ansia este paso que todos deberéis tener, tarde o temprano. El paso, al que llamáis muerte, pero es Vida, un paso precioso, cuando estáis, precisamente, en estado de Gracia y en la búsqueda de la Santidad, y al estar viviéndolo así, buscando la Santidad, vuestras capacidades se abren, y entendéis mejor lo que Dios Nuestro Señor quiere de vosotros.
¡Cuántos errores habéis causado durante vuestra existencia!, y muchos de vosotros, la gran mayoría, ni siquiera os habéis preocupado de restaurarlos, de componerlos, y menos evitarlos.
El Amor es todo, Mis pequeños, y al desperdiciar vuestro tiempo, en donde no buscáis la Pureza, la Santidad y el Amor, os va a doler en vuestro Juicio, recordad esto. Pero como os dije, lo recordará vuestra alma, porque es la que será juzgada y os dolerá inmensamente.
Recordad que la oración, produce milagros, cuando creéis en ella y cuando la hacéis junto con Nosotros.
¡Cuánto bien habéis desperdiciado y os llenasteis de mucho mal, que os apartó de la Mirada de Nuestro Dios!
Deberéis ser fuertes, Mis pequeños, y luchar contra el demonio y sus secuaces, sus obras y sus maldades, para que cuando lleguéis ante Mi Presencia, no hayáis caído en el error y podáis perder vuestra alma eternamente.
Recordad vosotros todo el mal que habéis hecho de pensamiento, palabra, obra y omisión, repasad vuestra vida, con el deseo con el cual, vosotros, tratasteis de evitarlos.
Ciertamente, la carne os lleva a que cometáis las faltas a donde os lleva satanás, pero vosotros podéis vencer a la carne con una vida espiritual Santa, y al orar por vuestros hermanos, les hacéis un gran favor en sus vidas.
¡Hay tantos hermanos vuestros que no saben cómo orar, que no saben cómo llegar a Nuestro Corazón!, que no Nos toman en cuenta, que su vida no está alrededor de Nuestro Dios y de Su Voluntad, sino que está guiada por satanás. Y esto es muy grave, Mis pequeños. Os habéis dejado llevar por el gozo del mundo, por sus bienes, llenándoos de riquezas, y llenándoos de las mentiras que el mundo provoca en vuestro ser y en vuestros hermanos.
Cuando vivís en el mundo, cometéis muchas faltas, principalmente, la de la mentira. Y vais caminando por el mundo, mintiendo, destruyendo almas, destruyendo conciencias y haciendo creer que lo que vosotros decís, es lo importante, es lo imperante, es lo que debe hacerse, y esto va a ser contrarrestado, va a ser evitado por la Gracia que caerá sobre toda la humanidad, y esto será muy fuerte, cuando veáis la Verdad que viene de Dios y que va a destruir la mentira que viene de satanás.
Luchad contra vosotros mismos, Mis pequeños, porque la mentira la tenéis muy arraigada en vuestra vida, en vuestra conciencia, en vuestros actos y así se va dando una irrealidad a vuestro alrededor, porque la gran mayoría, como os dije, no estáis actuando ya en la Verdad, por vergüenza o porque no queréis que se sepa que no sois verídicos.
Que no os importe vuestro ser, sino que lo primero que os debe de importar, es el vivir en la Verdad para alegrar a vuestro Padre, vuestro Dios, vuestro Creador.
Cuando vosotros os negáis a vosotros mismos, empezáis a vivir vuestra vida, pero, bajo la Sombra Divina, gozáis inmensamente, porque la Verdad os trae alegría, la Verdad os hace grandes ante los Ojos del Padre y ante todos vuestros hermanos.
Velad, pues, y orad unos por otros, para que la mentira sea ya eliminada de la Tierra, que sea eliminada de vuestro ser espiritual, que no viváis en el error, sino que viváis en la Verdad que os trajo Mi Hijo. Os cuesta, a muchos de vosotros, lograr vivir en esa Verdad que se os enseñó, porque tenéis que mirar vuestro ser corrupto. Tenéis que apartar de vuestra existencia, todo aquello que hace que vuestro Dios, Mi Señor y Mi Dios, os rechace. Es un gran pecado, una gran falta la mentira, no caigáis ya en ella, Mis pequeños, os lo pido, como vuestra Madre que Soy, María Santísima.
Gracias, Mis pequeños.