Ago 30_2021 Sed como niños, pero niños pequeñitos, niños confiados en Mi Amor, niños necesitados de ser apapachados por alguien grande, como Yo, vuestro Dios.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

.

================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

================================

.

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, cuando Yo os he pedido ser como niños, os lo he pedido porque el niño es más escuchado por Mí, por su inocencia, por su confianza y por su amor. Ciertamente, ellos tienen estas características por su corta edad, porque están, todavía, muy cerca de Mí, pero hay almas, también como niños, que es lo que os he pedido a vosotros, los que estáis ya más crecidos en años, que podéis llegar a ello, ayudados por Mi Gracia, y podéis ser esas almas inocentes, almas sencillas, almas amorosas, almas que confían plenamente en Mí.

Vosotros ya como adultos, o almas más crecidas en edad, pero también en Gracia, conocéis lo que Yo quiero en vosotros: vuestra total donación.

El niño se dona, se da a sus padres o a aquellos a los que ellos aman, en total donación. Ellos no se ponen a meditar si le van a hacer daño o no, de hecho, lo intuyen; cuando Yo veo que hay un alma negativa a su alrededor, por Gracia Mía, los protejo. Pero vosotros, los que estáis más crecidos en edad, y que habéis hecho los méritos para alcanzar, con vuestro trabajo, con Mi Gracia, con Mi Amor, esa inocencia que tanto admiro, que tanto amo, que tanto quiero, por ser, esas almas sencillas, santas, sois muy escuchadas por Mí.

El mundo está ahora en ese caos espiritual, anunciado ya, desde antiguo, pero el hombre no quiso hacer caso a todas esas profecías, tanto Mías, como de Mi Madre, el hombre prefirió ser como adulto, adultos en años, pero no adultos en Sabiduría, en Amor, en Virtudes, en Gracia.

La Santidad se gana con trabajo, Mis pequeños, la Santidad se gana luchando contra el mundo, luchando contra todo aquello que viene de satanás. La Santidad se gana y con ello, el Reino de los Cielos, dejándoos mover por Mí, vuestro Dios.

Yo he estado en el mundo, he estado entre los hombres, os conozco y por eso, todos aquellos que se acercan a Mí confiados en que Yo os puedo ayudar, os puedo hacer crecer fuertemente en Virtudes, en Amor, en Ciencia, en Sabiduría, os llevo de la Mano y vosotros, a la vez, movéis a muchas almas con vuestro ejemplo. Eso es lo que necesito en estos tiempos, cuando os he dicho ser otros Cristos. Ciertamente, cuando os he dicho ser otros Cristos, también es tomar vuestra Cruz y con ello, luchar contra el mundo. Mi Vida sobre la Tierra no fue fácil, porque satanás continuamente movía almas a Mi alrededor, para que no Me dejaran llevar a cabo Mi Misión, Mis Enseñanzas.

La vida del Amor es difícil en estos tiempos, porque satanás no soporta el Amor, ataca fuertemente a las almas que se han dejado mover y llenar de Mi Amor. Por eso, debéis estar más conscientes de esta situación, Mis pequeños: que vais a ser atacados fuertemente, pero eso a la vez, os llevará a vuestra purificación personal, que también os abrirá las Puertas al Reino de los Cielos. La maldad es mucha a vuestro alrededor, pero no es invencible, Mis pequeños, estando Conmigo, podréis vencer a las fuerzas de satanás.

Por eso os repito: sed como niños, pero niños pequeñitos, niños confiados en Mi Amor, niños necesitados de ser apapachados por alguien grande, como Yo, vuestro Dios. Os quiero de regreso en el Reino de los Cielos y os vuelvo a repetir: para ganar el Cielo hay que luchar mucho y muy especialmente contra vosotros mismos, cuando ya habéis dejado entrar en vuestro corazón, muchas cosas negativas que os apartan de la Gracia, de las Virtudes, de una vida de ejemplo entre vuestros hermanos.

Recordad que os veo, que os amo, que os guío, que velo por cada uno de vosotros.

Repito, satanás os seguirá atacando, pero Yo veo por los Míos, sufriréis, no tanto como Yo sufrí, pero recordad que después del sufrimiento viene la Gloria y ahí es donde descansaréis, en Mis Brazos, en el Reino de los Cielos, eternamente.

Gracias, Mis pequeños.