Jul 22_2021 A la soledad que tuve en dos formas: de aquellos que Me seguían como discípulos y a la soledad con Mi Padre y con el Espíritu Santo.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, ya desde hace tiempo se os avisó que esta humanidad padecerá lo mismo que Yo padecí, y Me refiero en este momento, a la soledad. A la soledad que tuve en dos formas: de aquellos que Me seguían como discípulos y a la soledad con Mi Padre y con el Espíritu Santo.

La soledad es un sentimiento muy fuerte, muy doloroso, especialmente cuando uno ama a los demás. Cuando uno se aparta de aquellos que le hacen daño, prefieren la soledad, porque no les gusta el dolor. Pero la soledad que Yo tuve y de alguna forma, sigo teniendo de parte vuestra, Me duele y Me duele mucho, Mis pequeños, porque como os dije, la soledad duele, porque uno ama y al amar, el sentir el rechazo del ser amado, es muy doloroso.

Primeramente, cuando en el Huerto de los Olivos Me dejaron solo, aquellos en los que Yo había puesto toda Mi Confianza, fue doloroso, Yo confiaba en ellos. Ciertamente, todavía eran “muy humanos” y lo pongo entre comillas, porque todavía Mi Santo Espíritu no los motivaba, a través de la Bendición que les daría, para ser esos súper hombres que irían por todo el mundo llevando Mis Enseñanzas.

Aun así, al dejarMe abandonado con los soldados y sufriendo desde un principio sus crueldades, Me dolía lo que Me hacían, pero más Me dolió el verMe solo, entre pura gente que Me golpeaba, Me blasfemaba, Me trataban como un gran enemigo, un maleante, un asesino, cuando Yo no era nada de eso. Me conocían perfectamente y sabían que de Mí, solamente, salía Amor, Milagros, Compasión para con los demás. Fueron momentos muy dolorosos, porque la traición duele y darle la espalda a uno, cuando uno ama a los demás, duele. Confiaba en ellos, en Mis Discípulos, pero se apartaron de Mí y Me dejaron solo.

La soledad, también en la Cruz, cuando Mi Padre y el Espíritu Santo se apartan de Mí, fue también muy doloroso. Y no podéis entender este Dolor, Mis pequeños, porque es un Dolor Divino, un Dolor de Dios a Dios. Yo, la Segunda Persona de la Trinidad, fui apartado de la Trinidad.

Es un dolor muy fuerte, Mis pequeños, porque en la Trinidad SoMos Tres Personas en Una Sola, pero el haberse apartado de Mí, es un Misterio grande, fuerte, muy doloroso y esto fue la resultante de que Yo Me hiciera pecado, porque tomé todos los pecados de vosotros, de todo el tiempo pasado, presente y futuro, y al momento en que Me convierto en portador de todos esos pecados, Soy rechazado por el Padre y por el Espíritu Santo, porque Mi Padre os ha dicho que Él no puede estar en un alma en donde esté el pecado. Él Vive en las almas limpias, en las almas que están buscando su pureza, su santidad, pero Él se aparta de las almas que viven en pecado, en pecado grave, y Yo había tomado en ese momento todos vuestros pecados, todos los que habéis cometido cada uno de vosotros, pecados graves, pecados menos graves, pero siguen siendo pecados y en ese momento, se apartan las Dos Divinas Personas, Mi Padre y el Espíritu Santo y no quieren estar Conmigo, porque era pecado, estaba totalmente sucio por todos los pecados de la humanidad de todos los tiempos. Fue una soledad tremenda, que soporté y ofrecí por vuestra salvación.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que os vayáis preparando, porque tendréis momentos de gran soledad, de rechazo, aún de aquellos que dicen que os aman, aún de aquellos en los que ahora tenéis puesta vuestra confianza y vuestro amor. Seréis rechazados, apartados, y os quedaréis solos, pero recordad que Yo estoy con vosotros, Nos unireMos en ese dolor, vendré a vosotros para acompañaros, para que no sufráis esa falta de amor de aquellos que os rodean y que os darán la espalda.

Preparaos, Mis pequeños, con la oración. Dejad que Mi Corazón palpite dentro de vuestro corazón, ya desde ahora, para que no sea tan doloroso el momento que tendréis.

DadMe, dadMe vuestros dolores y Yo os daré Mi Amor. CompartidMe vuestros padecimientos y Yo os compartiré Mi Gloria.

Estoy con vosotros, no se os olvide, SoMos Uno y quiero que así lo sintáis, Yo no Me apartaré de vosotros, sentiréis, en un momento dado, esa soledad, pero os estaré viendo y tan pronto pase la prueba, os abrazaré, Mis pequeños y Mi Amor se unirá al vuestro y gozareMos eternamente ese gozo, el gozo de la prueba, de una prueba difícil, dolorosa, pero purificadora.

Gracias, Mis pequeños.