Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, recuerden lo que pasó en las Bodas de Caná, Mi Madre Me pidió que ayudara a esos novios, no era mi tiempo, le dije, pero lo hice. Acudid a Ella, Mis pequeños, porque el tiempo ya está sobre vosotros, el tiempo de la gran tribulación.
Recordad, Mis pequeños, que se os ha dicho que vosotros debéis pedir para que Yo derrame Mis Bendiciones. Yo quisiera derramarlas continuamente, para preservaros del mal, de los castigos, de todo aquello que os haga sufrir, ya que, al momento en que vosotros pedís, os estáis dando cuenta de lo que está sucediendo por eso, quiero que vosotros seáis conscientes de la realidad que estáis viviendo. Y al estar conscientes, sentiréis, en vosotros mismos, Mis Dolores, Mis Preocupaciones, todo aquello que Me hace sufrir por vuestros pecados, por vuestras distracciones, por todo aquello que vosotros no estáis haciendo correctamente.
Una vela no se prende por sí sola, necesita un cerillo, ese cerillo, sois vosotros. Ciertamente cuando encendéis el cerillo, surge una luz potente, pero se termina demasiado rápido y si no prendéis rápidamente la vela, ésta no dará su luz. Vosotros sois ese cerillo; sí, llegan momentos en que vosotros os llenáis de Mi Amor, y así lo permite el Espíritu Santo que habita en vosotros, pero si vosotros no utilizáis ese momento y lo compartís Conmigo, no encendéis lo que Yo quiero que encendáis en Mí: el deseo grande de ayudaros.
Ya os he explicado que vosotros tenéis un poder grande sobre Mí, Soy vuestro Dios, pero no actúo si vosotros no Me lo pedís. Respeto vuestro libre albedrío, y por eso, os he pedido que estéis conscientes de que cuando Me pidáis algo, os pongáis en Mi lugar, que sintáis, viváis lo que Yo sufro, o las alegrías, que pocas veces Me dais. Esto lo hago porque deseo, de todo Corazón, que vosotros seáis parte de la mejora mundial y aún Universal de lo que está sucediendo.
Ya no sois unos bebés porque os he educado, para que seáis hermanos mayores entre vosotros. Debéis estar más sensibles a todo lo que está sucediendo a vuestro alrededor. Y por eso quiero que vosotros seáis intercesores fuertes, ante Mi Corazón, Mis pequeños.
Ciertamente, ahorita son tiempos de Mi Madre, la Siempre Virgen María y deberéis actuar junto con Ella, porque satanás va a tratar de destruir, primeramente, vuestras almas y después, todo lo Creado, porque tiene envidia de vosotros, porque tiene envidia de que todavía guardáis, en vuestro corazón, esa Luz Divina, Mi Luz en vosotros. Pero estáis tan metidos en las cosas del mundo, tan distraídos en todo aquello, que no sirve para vuestra salvación, ni para la de los vuestros, que desperdiciáis el tiempo. Y os repito, ya no hay tiempo, Mis pequeños.
Estáis a momentos, muy fuertes, en que se vendrá una oleada de destrucción sobre la humanidad. No os imagináis, Mis pequeños, los sufrimientos que tendréis, y estáis distraídos, no os estáis centrando en la oración, especialmente, vosotros, los que habéis sido preparados para ser Mis apóstoles de éstos tiempos. Si no oráis en lo profundo, no estaréis preparados para recibir el Conocimiento que vosotros viviréis.
Os habéis dado cuenta, ya, de que os he hablado del futuro, de cosas que sucederán y que se han dado, y ahora os estoy hablando de esto, Mis pequeños. Cosas tremendas sucederán en la Tierra entera, y estando en oración profunda, Yo os iré indicando qué hacer, cómo protegeros, a dónde ir, por eso, no debéis perder el tiempo.
Haced lo que tenéis que hacer, en lo que vivís, pero también, manteneos continuamente Conmigo, en vuestro corazón, en vuestro pensamiento. Ciertamente, tenéis, cada uno de vosotros, obligaciones de estado, pero Me podéis invitar a caminar con vosotros, no os separéis de Mí, satanás os va a tratar de destruir, os va a tratar de atacar en diferentes formas y si no estaMos caminando unidos, logrará sus maldades sobre vosotros y sobre los vuestros.
Ciertamente, os he prometido protección a vosotros y a los vuestros, pero hay tantos hermanos vuestros a vuestro alrededor, que no tienen ni idea de lo que vendrá, y debéis orar por ellos. Os lo he pedido tanto. No os imagináis lo que es la maldad de satanás, no respeta nada ni a nadie, ni a Mí Mismo Me respetó.
Así que, Mis pequeños, manteneos en una unión íntima de oración Conmigo, no os apartéis en ningún momento de Mí.
Os repito, haced lo que debéis de hacer en vuestras obligaciones de estado, pero invitadMe ya a que todo lo hagaMos juntos, de aquí en adelante, para que no os separéis ni un segundo de Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.