Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de la Santísima Virgen María a J. V.
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Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la siempre Virgen María. Sigo velando por vosotros porque los acontecimientos son difíciles, pero veo que no respondéis, seguís buscando el gozo de vuestro cuerpo, diversiones, vida de mundo, y os olvidáis de lo más importante que tenéis en vuestro interior, que es la vida espiritual.
¡Cuánto error hay en vosotros, Mis pequeños! ¡Cuánto error y no queréis cambiar! Sigo intercediendo por vosotros, Mis pequeños, pero vosotros solamente estáis inmiscuidos en las cosas del mundo que, ciertamente, satanás os ha llevado a que os preocupéis más por vuestro cuerpo, más por la economía, más por las cosas temporales, y os olvidáis de lo más importante, de la perpetuidad de vuestra alma, pero la perpetuidad gozosa, porque ciertamente todos moriréis, pero ¿a dónde iréis, Mis pequeños: al Cielo que os tiene prometido Nuestro Dios y Señor, o al Infierno que también las almas se lo ganan por traicionar al Amor Misericordioso de Nuestro Dios?
Ciertamente, la Misericordia de Nuestro Dios es Infinita, pero os aprovecháis de ello, Mis pequeños, imagináis que podéis pecar y hacer todo lo que queráis aquí en la Tierra, como despreocuparse del Amor, despreocuparse de la vida espiritual, despreocuparse de ser ejemplo santo entre vuestros hermanos, y ¿creéis que por la Misericordia de Mi Señor y Mi Dios, al momento de vuestra muerte, con sólo decir “Señor, Señor” os salvaréis? No, Mis pequeños, el Cielo también se gana con mucho trabajo, es un premio inmenso para el alma y tenéis que trabajar duramente para conseguirlo.
Estos son momentos de mucha reflexión, Mis pequeños, pero no todos respondéis, no todos tenéis ese deseo grande de regresar al Reino de los Cielos. Muchos no creen que haya Vida después de esta vida, una Vida grande, una Vida bella, reservada para los que tienen Fe y que han luchado por obtener ese regalo grande que se os tiene prometido. Otros no creen en que haya un Infierno, un lugar de castigo eterno, ¡eterno, Mis pequeños!, un lugar reservado para las almas malas, y al decir malas son almas que se han apartado totalmente del Amor, que se han apartado totalmente tanto de Mí como de vuestros hermanos, y que se han dedicado a producir maldad entre vosotros; son almas satanizadas que no han querido transmitir el Bien que llevan en su corazón, que es el Amor. Esas almas que viven en el mal no pueden entrar al Reino de los Cielos.
Mis pequeños, así como los Apóstoles, que estaban timoratos después de la Donación de Mi Hijo Jesucristo, tuvieron esa efusión espiritual cuando Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, bajó sobre ellos y los transformó, los transfiguró, los hizo hombres nuevos para poder ser testigos de la Donación de Mi Hijo, vosotros, los que amáis a Mi Señor y Mi Dios, que Me amáis a Mí, vuestra Madre, preparaos, preparaos en este tiempo para recibir la efusión del Santo Espíritu de Amor sobre vosotros. Pedid que os transforme, pedid que os prepare para los acontecimientos por venir. Lejos de vivir en el miedo y en el error, estaréis viviendo en la Verdad y en el Gozo porque, ciertamente, Mi Esposo, que vive en vosotros, os está guiando hacia la Verdad y sentís en vosotros un gozo que quizá no os podéis explicar, pero sabéis que algo bello se viene, a pesar de las cosas terribles de la Purificación que también se darán.
Cuando un alma está preparada para vivir en la Voluntad de Nuestro Dios y Señor, no puede vivir en el temor, vive en la esperanza y en la alegría porque de Mi Señor y Mi Dios solamente puede venir un Bien, y un Bien grande que se ha de dar pronto para transformar a las almas buenas, a las almas que viven en el Amor.
Cuánto error habéis dejado entrar en vuestro corazón, y este error os ha llevado a que no penséis bien en lo que hacéis, no os dejáis llevar por la Sabiduría Divina sino por los actos humanos, y esto es un gran error, Mis pequeños, porque os engañáis continuamente unos a otros y satanás está en medio de todo este engaño que os está llevando, con sus manipulaciones, a que vosotros no viváis en la paz tan necesaria en estos tiempos, que esta paz os lleva precisamente a una vida espiritual profunda porque no teméis a los acontecimientos.
Por eso,Mis pequeños, os pido nuevamente que entréis en vuestro corazón, acudid a vuestro Dios Espíritu Santo que vive dentro de vosotros y pedidLe que os transforme, que os lleve hacia la Verdad, que os haga ver la realidad Divina a la que estáis llamados y que no os dejéis llevar por las mentiras de satanás que os rodean y os llevan al error.
Pronto pisaré la cabeza de satanás, será vencido y vendrá el triunfo grande de la Iglesia, de Mi Persona sobre la maldad de satanás y el triunfo tan esperado de los dos Sagrados Corazones, el de Mi Hijo y el Mío, Mis pequeños. Preparaos con todo amor para estos acontecimientos.
Gracias, Mis pequeños.