Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, el hombre muy confiado estaba, en su manera de vivir, antes de éstos acontecimientos que se han venido sucediendo en estos últimos y pocos años. Se sentían a gusto de no padecer, por decirlo así, las preocupaciones de sus pecados; se habían apartado de Mí, el hombre hacía lo que quería y, prácticamente, el no sentir que alguien le reprendiera su mal actuar, aquí en la Tierra, estuvieron viviendo como quisieron, y sobre todo, no les importaba causarMe los dolores que Me han venido causando, de mucho tiempo para acá, toda la humanidad.
El hombre, pronto se olvida de su Creador, satanás aprovecha esto para desviaros y llevaros por caminos obscuros, de los cuales, el hombre sabe poco, y se deja llevar por estas insidias de satanás y como sabe poco, luego no sabe cómo salir de la problemática a donde os lleva.
Os he dado a Mi Hijo, que os dejó toda una Evangelización para que alcanzarais la santidad de vida a la que estáis llamados todos vosotros. Hubo tiempos, en estos dos mil años, en que el hombre se acercaba bastante a Mí, vuestro Dios. A veces, su amor se desbordaba hacia Mí, y Me agradaba eso; otras veces, satanás, moviendo los corazones, causaba ataques a Mi Iglesia, a los ministros de ella, a los fieles, causándoMe dolores, sobre todo, porque el hombre se apartaba de todo lo enseñado por Mi Hijo.
Os he tratado con benevolencia, con Amor, pero el hombre seguía dándoMe la espalda, y ese Amor se convirtió en Misericordia, que es un Amor más grande, todavía, salido de Mí, vuestro Dios, para que vosotros reaccionarais y regresarais a Mí. La Misericordia es un Acto Sublime de Mi Amor, que he inventado, para que vosotros podáis salvaros, pero ni aun así reaccionáis, Mis pequeños. Os he buscado como un padre busca al hijo que se ha perdido y vosotros, en lugar de gritar pidiendo ayuda, para que podáis encontrarMe y Yo esté contento con vuestro actuar, al contrario, os escondéis todavía más, para que no os encuentre y podáis seguir, haciendo de vuestra vida lo que queráis y no os dais cuenta que, al contrario: de estar viviendo, estáis muriendo por vuestros pecados, porque ya, ni a Mi Misericordia os acercáis, pidiendo perdón por vuestras faltas, implorándoMe que os perdone y que podáis tener, nuevamente, acceso a vuestro lugar que está en el Reino de los Cielos.
Así pues, por vuestra falta de amor hacia Mí, por la maldad de vuestros actos y porque ya no os importa seguir lo que Yo os he dado y que Mi Hijo os enseñó, estando entre vosotros, tendréis que padecer con dolor y aprender con dolor, lo que pudisteis haber aprendido y gozado con todo lo que Yo os di, repito, para que alcanzarais vuestra santidad de vida.
Ya os había profetizado que los tiempos se iban a poner cada vez más graves, y esto es para que reaccionarais. He permitido que los acontecimientos de la Purificación, los acontecimientos de los dolores que os van a hacer regresar a Mí, y desgraciadamente, no a todos vosotros, porque de la gran mayoría de vosotros, vuestro corazón es una piedra, pocos regresaréis, y si queréis que todo esto se detenga, para que no sufráis más, nuevamente os repito: arrodillaos, poned vuestra frente en el suelo y pedidMe perdón por vuestras faltas.
Vuestros pecados ya han subido a niveles inconcebibles y no permitidos por Mi Santidad, por Mi Divinidad, sois Mis hijos, os he creado para que dierais frutos buenos, para que crecierais en el Amor que se os ha enseñado, para que hicierais una familia Conmigo, vuestro Dios, con vuestros hermanos del Cielo, del Purgatorio, de toda la Tierra y del Universo entero, pero eso no os ha importado, seguís cerrando, cada vez más, vuestro corazón, os quejáis de lo que os sucede, pero no regresáis a Mí pidiendo perdón, todo lo contrario, nuevamente, os causáis más malestar a vosotros mismos, porque preferís ir con agentes de satanás: brujos, hechiceras, magos, que os hagan “trabajos”, para que supuestamente, tengáis de lo necesario para vivir, y con eso hacéis que el agujero sea más grande, en donde seréis enterrados eternamente.
¡Qué tontos habéis sido!, Mis pequeños, vosotros, creados por Mí, vuestro Dios, que os he dado infinidad de Gracias, Bendiciones, Dones, Virtudes, Cuidados, y todo eso lo habéis despreciado y en lugar de venir a Mí, vuestro Salvador, vuestro Dios, vuestro Creador, os seguís acercando a aquel que os trata con tanta crueldad, con desamor, que os destruye, física y espiritualmente, y es que, al alejaros de Mí, no hay Sabiduría en vosotros, no hay amor con el que podáis venir a Mí y entregarMe, al menos, un poco de amor. Y no hay amor entre hermanos, porque os atacáis los unos a otros, vuestra vida ya ha sido destruida por el pecado, por la maldad de satanás y el velo de maldad que ha puesto satanás sobre vuestros ojos y en vuestra mente, no os permiten ver vuestra realidad y vuestra realidad es que estáis, totalmente separados de Mí, vuestro Dios y no tenéis la humildad de aceptar vuestros errores, vuestra maldad y tampoco tenéis el deseo de arrepentiros y regresar a Mí, porque Yo siempre os perdonaré de vuestras faltas, pero preferís estar alejados de Mí y seguir haciendo lo que vuestra voluntad os indica, que está totalmente fuera de lo que Yo deseo ver en vosotros. Estando así, no sois Mis hijos consentidos, os habéis vuelto traicioneros contra Mí, vuestro Padre, vuestro Creador, vuestro Salvador.
¿Acaso no os dais cuenta del error en el que estáis viviendo? Eso sí, vivís con grandes temores de que no vayáis a morir con estos inventos satánicos, preferís buscar vuestra salud de cuerpo y olvidar vuestra salud de alma, porque, estando Conmigo, vuestro Dios, Mi Hijo, Médico de cuerpos y almas, os puede curar de lo que sea, porque es vuestro Dios, Él estuvo entre los hombres y llegó, hasta resucitar a los muertos. Acercaos a Él, vosotros, muertos espiritualmente, sois cadáveres vivientes, acercaos a Mi Hijo y pedidLe perdón y resucitaréis y volveréis a Mí, vuestro Padre, que tanto os amo.
Si no reaccionáis, y pronto, se os vendrán desastres, que ni siquiera imagináis que existan. Dolores, que una persona sensata y sabia, no le gustaría padecer. Estáis embebidos en el mal, satanás no os deja pensar correctamente, actuáis ya, como animales, siguiendo solamente instinto animal, y ya ni siquiera humano, porque no respondéis como humanos.
El miedo, los dolores, os harán reaccionar lo que no quisisteis reaccionar en el Bien, en el Amor que tanto os prodigué. Algunos de vosotros, que, desgraciadamente, os repito, solo algunos de vosotros, reaccionaréis y volveréis a Mí, porque, ni aun así, ni con el dolor ni con el miedo reaccionaréis todos vosotros.
Me duele tanto el veros sufrir lo que vais a sufrir, pero no Me dejáis otra opción, os amo, y aunque sea que regreséis por temor y con dolor, lo acepto, con tal de que os arrepintáis y os podáis salvar. La maldad ya es demasiada sobre la Tierra, y cada uno de vosotros habéis hecho que esa maldad crezca o se disemine por todos lados, porque no vivís en la pureza ni en la santidad ni en el amor fraterno. No vivís según Mi Amor Divino.
AceptadMe, pues, estas pruebas fuertes que tendréis, que permito, porque quiero que regreséis a Mí, y os vuelvo a repetir: no quisisteis volver en el Amor, en la Paz, en el arrepentimiento, ahora volveréis, algunos de vosotros, en el dolor. Lo siento, Mis pequeños, pero vosotros Me orillasteis a tomar esta decisión.
Gracias, Mis pequeños.