Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.
=================================
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
=================================
Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Yo Soy Camino, Verdad y Vida, y vine a la Tierra para traeros esto, Mis pequeños, y para que lo siguierais.
Soy el Camino, el único y verdadero Camino para regresar a vuestro Hogar Eterno. ¿Cuántos caminos vosotros tenéis a lo largo de vuestra vida? Se os abren por aquí y por allá y vosotros, si estáis conMigo, si habéis buscado dónde está el Amor Verdadero, que Soy Yo, encontraréis el camino correcto, pero si no, perderéis vuestro tiempo, mucho tiempo a veces, en encontrar el camino correcto. Caminos hay muchos, pero uno solo es el Verdadero, ciertamente difícil porque el mundo está en vuestra contra, como lo estuvo primeramente conMigo.
El Camino Verdadero os traerá muchas dificultades, pero la fe, la fe en Mí siempre os va a llevar correctamente hacia donde llegaréis al final de vuestra existencia, que será el Reino de los Cielos. El Discernimiento Santo, que debéis pedir continuamente, es el que os va a llevar a escoger el camino correcto y, como os dije, es un camino doloroso, sufriente, porque aun aquellos que están con vosotros no lo aceptan, se les hace difícil tomar el camino que Yo os dejé, pero solamente aquellos que verdaderamente aman se mantendrán en el camino correcto, porque Mi Camino es de Amor.
En Mi Camino levantaréis almas, ayudaréis a otras a reconocer el Camino Verdadero gracias a vuestra donación y al Discernimiento Santo que Yo os daré, si Me lo pedís. No temáis al camino que os lleva a la santidad, al final encontraréis la Felicidad Eterna.
Yo soy la Verdad, la única Verdad, y vine a enseñárosla. ¿Estáis conMigo o estáis contra Mí? Yo Soy la Verdad y satanás os va a llevar a escoger otras ideologías, ideologías llenas de mentiras, ideologías que fácilmente podréis seguir porque estarán llenas de mentira, porque el padre de la mentira os pondrá todas esas opciones que os separarán de la Verdad, pero ¿qué es la Verdad? La Verdad es el encontrarMe a Mí, vuestro Dios, es conocerMe, es amarMe, es el apartaros de todo aquello que no os permite crecer, que no os permite llegar a la Sabiduría Santa a la que estáis llamados todos vosotros, y que ella os llevará a la santidad, y esta santidad os abrirá las puertas del Reino de los Cielos.
¡Cuántas guerras! ¡Cuántas luchas! Cuántos problemas sociales, y aun familiares, tenéis durante vuestra existencia, creyendo seguir una determinada verdad. Ciertamente, la Verdad que Yo os he dejado causará también molestias entre los vuestros, y os he profetizado que, aun dentro de vuestro hogar, os separaréis unos de los otros porque Mis Verdades no son aceptadas por todos por la dificultad de llevarlas a cabo, porque estáis viviendo en un mundo de mentira y os habéis acostumbrado a las mentiras y falsedades de satanás.
Vivir en la Verdad se os vuelve difícil porque os habéis acostumbrado a la mentira. En todo momento de vuestra existencia veis mentira por todos lados, y la mentira os lleva a perder la integridad espiritual a la que Yo os he llevado, a lo que Yo os enseñé, a lo que Yo practiqué en Mi Vida sobre la Tierra.
Los fariseos, los escribas, actuaban en la mentira, hacían que el pueblo se confundiera haciéndoles creer que lo que ellos enseñaban era la verdad. ¡Cuán equivocados estaban y el pueblo les creía! Ahora vosotros estáis viviendo mentiras a vuestro alrededor que os afectan en vuestra vida diaria y las aceptáis como verdades y éstas os llevan al temor, al error, a la maldad, y de esta forma os estáis alejando grandemente de lo que Yo os vine a enseñar.
Mi Padre os dio los Mandamientos, que son las Verdades que vosotros debéis seguir; todo aquello que se salga de estas verdades no está cumpliendo con lo que Mi Padre desea para Sus hijos, Sus verdaderos hijos.
Yo Soy Vida, os vine a traer Vida, Me di por vosotros. El hombre vivía en la muerte, en la muerte del pecado, Me presento Yo al mundo y os traigo una vida diferente a la que se estaba viviendo. El hombre empieza a reaccionar y se da cuenta que estaba viviendo una vida de muerte, una vida manipulada por aquellos que se decían los “guías”, los “maestros”.
Yo Soy la Vida, os traje la Vida para que vosotros la siguierais, para que no os dejarais llevar por la muerte a donde os lleva satanás, que es el pecado. El pecado os lleva a la muerte, os separa de Mí, esa es la muerte en la que muchos de vosotros estáis viviendo; os habéis apartado de los Mandamientos, os habéis apartado de la vida de la Gracia, no hay vida en vosotros, estáis muertos y no queréis reaccionar, no deseáis reaccionar porque Me habéis dado la espalda.
Sois esos apóstatas de Mis Enseñanzas, apóstatas de la fe y de todo aquello que Yo os traje. No estáis viviendo de acuerdo a lo que Yo os enseñé y lo que quiero para vosotros. Sin Vida no podéis entrar a vuestro Hogar Eterno en donde se vive la Vida Verdadera que, ciertamente, ésta la podéis empezar a vivir buscando la Gracia, buscando Mis Enseñanzas, apartándoos del pecado, viviendo en el Amor Verdadero.
Yo os vine a mostrar la forma en que vosotros debéis actuar, cada uno de vosotros debéis poner vuestro granito de arena. Yo Soy vuestro Dios, Soy el Maestro que os ha enseñado a tomar el camino correcto, a guiaros por las Verdades que os enseñé y que éstas os llevarán a la Vida Verdadera.
Ahora debéis vosotros transmitirlo a vuestros hermanos, al menos a los que están a vuestro alrededor. Vinisteis a ser otros Cristos, ayudadles a vuestros hermanos a encontrar el camino correcto, a vivir como se debe vivir en la Verdad; aun a pesar de que todo se vuelva en contra vuestra, esa Verdad y ese Amor hacia Mí os llevará a la Vida Eterna. Ciertamente sufriréis, porque también así está profetizado, que aquel que Me siga sufrirá, pero después tendréis la Vida Eterna, la verdadera Vida Eterna.
Tomad de Mí lo que necesitéis, Mis pequeños, para ayudar a vuestros hermanos. Tenéis una tarea excelsa, que es la salvación de las almas, y Yo pago también en una forma excelsa a aquellos que, cuando menos, salven a un alma para el Cielo.
Gracias, Mis pequeños.