Jun 20_2020 Dejad que se muestre plenamente en vosotros, Nuestro Dios y Señor, y vuestra vida será santa, será ejemplar, será bellísima, porque, así como os compartirá Su Sabiduría, os compartirá también Sus Alegrías, Su Conocimiento y Su Amor Infinito.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

=============================

Mensaje de la Santísima Virgen a J. V.

=============================

Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y nunca os abandono, como tampoco os abandona el Amor de Mi Hijo. El Amor que Mi Señor y Mi Dios, en Su Santísima Trinidad, puso en Mí, se ha extendido para toda la Creación. Mi amor es inmenso, porque Mi Dios vive en Mí, porque con Mi Fiat, Yo le di total posesión de Mi voluntad.

Cuando habláis de Mi Inmaculado Corazón, no meditáis bien lo que “inmaculado” significa. Un corazón inmaculado, como el que Me concedió Mi Dios, en Su Santísima Trinidad, es un corazón que no pone ningún obstáculo a Su Voluntad, es un corazón totalmente limpio, pero, más que eso, obediente a la Voluntad de Mi Dios y Señor, aceptando lo que Él quiera en Mí, Su Sierva, Su Hija. Al haberMe dado este Corazón Inmaculado, sabían que Yo no podía oponerme a Su Voluntad, ciertamente Me dieron autonomía, pero Mi Humildad no permitió eso y les pedí ser Sierva.

Vosotros estáis llamados también a eso, Mis pequeños, a actuar en la Voluntad plena de Mi Dios y Señor. Ciertamente el mundo, las pasiones, los pecados, la vida desordenada, ha puesto en vosotros muchos obstáculos, para que actúe plenamente Mi Señor y Mi Dios en vosotros, y es por eso que Mi Hijo vino por vuestra salvación, para abriros nuevamente las puertas del Cielo, pero, sobre todo, para que cayeran sobre vosotros todas las bendiciones que pudieran purificar vuestra alma, todo vuestro ser, si vosotros poníais de vuestra parte, para que Él fuera purificando todo aquello que le impide actuar plenamente en vosotros.

Cuando vosotros os dejáis mover, como Yo Me dejé mover por vuestro Dios y Señor, Él actúa según Su Voluntad y siempre es para un bien perfecto. Lo podéis constatar en lo que fue Mi vida, para lo que Mi Señor y Mi Dios Me tomó: Ser un conducto puro, santo, perfecto, sin obstáculos, para que Su Segunda Persona, Mi Hijo, Jesucristo, pudiera venir del Cielo a la Tierra, y que pura y libremente estuviera en Mi Seno virginal y se desarrollara según Su voluntad y no Mi voluntad.

Fui un vehículo precioso, purísimo, santísimo, porque así Me creó Mi Señor y Mi Dios. En Mí no hubo soberbia sino total donación en base en la Humildad, que también se Me dio en máximo grado y a eso debéis tender, Mis pequeños, a dejaros llevar por la Voluntad de Nuestro Dios para que haga en vosotros la misión que os corresponde. Diréis vosotros: “Es mi misión y yo la llevo como yo deseo”, y no es así, Mis pequeños, sois instrumentos, como Yo misma lo fui y, al obrar plenamente en Mí, Mi Señor, todo salió perfecto y lo podéis ir viendo en las Sagradas Escrituras, cada acto, cada palabra, cada enseñanza, fue perfecta, todo lo que ahí se encuentra es perfecto, porque es Mi Dios y Señor, trabajando a través de Mí, Su Instrumento, y sobre todo de Mi Hijo, Instrumento Divino.

Cuando vosotros os dejáis mover plenamente por Mi Dios, vuestra vida adquiere otra tonalidad, la de la Divinidad. Ciertamente no seréis divinos, pero una fuerza Divina os estará moviendo para que le podáis servir como instrumentos obedientes a Nuestro Dios y Señor, y se puedan ir dando todas las necesidades de salvación que quiere Nuestro Dios para el bien de la humanidad y para vuestro propio bien.

Se os ha dicho, Mis pequeños, que también sois corredentores, porque vinisteis a salvar almas y a seguir compartiendo el Amor de Nuestro Dios y Señor a vuestros hermanos. Mientras no os dejéis mover plenamente por Nuestro Dios, vuestros actos no serán perfectos y se va atrasando la purificación de muchas almas y la salvación de ellas.

Aprended a olvidaros de vosotros mismos, sois siervos, sois instrumentos, dejad pues que Nuestro Dios trabaje plenamente en vosotros. Que en vosotros, Sus Palabras sean vuestras palabras, que vuestros pensamientos sean Sus Pensamientos, que vuestras obras sean las de Él. Dejad que se muestre plenamente en vosotros, Nuestro Dios y Señor, y vuestra vida será santa, será ejemplar, será bellísima, porque, así como os compartirá Su Sabiduría, os compartirá también Sus Alegrías, Su Conocimiento y Su Amor Infinito. Saldréis ganando al ciento por uno cuando os olvidéis de vosotros mismos y dejéis que Nuestro Dios y Señor trabaje en vosotros.

Gracias, Mis pequeños.