Abr 06_2020 El mayor dolor, es que no iba a ser apreciado por tantas y tantas almas tomadas por satanás, rechazando todo lo que Yo os doy. ¡Ese es el gran dolor porque os está tomando a vosotros! Os está quitando el estado de Gracia.

Rosario matutino- Mensaje ÚNICO.

================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo

Hijitos Míos, cuando Yo le pedí a Mi Padre: “Si es posible, aparta de Mí este cáliz, pero que no se haga Mi Voluntad sino la Tuya”. Mis pequeños, ciertamente pude haber venido como un Rey y con Mi Poder y Gloria, eliminar toda la maldad que existía en el pueblo de Israel y aun en el mundo entero.

El dolor entró con el Pecado de vuestros Primeros Padres, pero hay dolor salvífico, cuando lo ofrecéis, cuando lo unís a Mi Sufrimiento, cuando lo ofrecéis por el perdón de los pecados; pero hay dolor lleno de saña y malicia, como Me tocó a Mí que, por orden de los fariseos, se ensañaron conMigo los verdugos romanos. Ellos no Me conocían, habían escuchado de Mí, pero no Me seguían porque, siendo ellos idólatras, Yo no contaba en su vida. Fue satanás el que se ensañó contra Mí a través de ellos, era dolor con malicia para tratar de destruir a su Dios, el que lo arrojó de los Cielos.

Un dolor con malicia de parte de satanás porque, a lo largo de Mi Vida en la Tierra, no pudo contra Mí; Me probó de muchas formas y siempre lo hice a un lado, venciéndolo con el Amor. Eso es lo que Me dolía tanto, Mis pequeños, pero lo ofrecía a Mi Padre, aun sabiendo todo lo que iba a sufrir, porque iba a ser para el bien vuestro, para vuestra Redención. Pero, el mayor dolor, es que no iba a ser apreciado por tantas y tantas almas tomadas por satanás, rechazando todo lo que Yo os doy. ¡Ese es el gran dolor porque os está tomando a vosotros! Os está quitando el estado de Gracia.Os humilla, como no lo pudo hacer conMigo; os vence, como no lo pudo hacer conMigo; os desvía de vuestra misión, como no lo pudo hacer conMigo; os lleva a la perdición, como no lo pudo hacer conMigo. Me ataca a través de vosotros y Me duele, y Me duele mucho, y vosotros no hacéis nada, ¿no os dais cuenta hacia donde os está llevando el enemigo del Bien?

Estáis tan metidos en vuestras preocupaciones que no os dais cuenta que, ante Mis Ojos, habéis perdido la Gracia y, con ello, poder entrar al Reino de los Cielos. En el Infierno os azotará satanás y no dejará de hacerlo por toda la eternidad; se desquita con las almas que no quisieron entender este misterio de Amor, porque no pudo vencerMe a Mí, vuestro Dios.

Cada vez que vosotros pecáis, os ponéis en contra Mía y satanás se burla de Mí por vuestra caída. Vosotros debéis luchar por manteneros en la pureza, en la santidad, en el amor, para poder vencerlo. Mi sufrimiento continúa porque os veo a vosotros sufrir, caer en las garras de satanás; os azota, os vence y se burla de vosotros. Lo que no pudo hacer contra Mí, lo hace con vosotros y Me duele. ¡Reaccionad, Mis pequeños! ¡Reaccionad! Porque podéis perder vuestra oportunidad de entrar al Reino de los Cielos y ser humillados, golpeados, masacrados por toda la eternidad. Satanás es así: vengativo, malo al extremo. ¡Vencedlo con Mi Amor! ¡Vencedlo con la obediencia de vivir en el Bien! ¡Vencedlo produciendo amor a vuestro alrededor!

La humanidad ahora sufre, Me acompañará en estos momentos de dolor. La humanidad también será azotada, como se Me azotó a Mí. Tendréis momentos de oscuridad, de muerte espiritual, pero los que estáis conMigo gozaréis, porque tendréis vuestra resurrección, sabiendo que estáis conMigo y que padeceréis lo mismo que Yo padecí. Esperad conMigo vuestra resurrección.

¡Ay, de aquellos que no quieran entender lo que está pasando en su vida, lo que está pasando a vuestro alrededor! Seguís viviendo una vida de pecado, una vida alejada de la Gracia, una vida donde vosotros no queréis que Yo os dé Vida, porque no tomáis de Mis Sacramentos, no venís a buscarMe porque no queréis estar conMigo.

Ahora la humanidad va a padecer lo que Yo, vuestro Redentor, padecí. ¡Afianzaos en Mí, Mis pequeños! AcompañadMe en todo momento, ofrecedMe vuestros sufrimientos y así, unidos, os levantaré y os premiaré, como Mi Padre Me premió a Mí con la Resurrección. El mal no podrá contra vosotros porque Yo estoy con vosotros. Gracias, Mis pequeños.