Feb 25_2020 Si queréis, realmente, terminar con la maldad de satanás, con el ayuno le daréis el tiro de gracia. El ayuno, la oración, la penitencia, unidos a Nosotros, os van a dar una fuerza espiritual inmensa, que vosotros ni os imagináis.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO.

============================

Mensaje de la Santísima Virgen a J. V.

============================

Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y vengo a ayudaros para estos tiempos contra la maldad de satanás. Siempre os cuido, siempre estoy con vosotros, pero el mal ha ido creciendo a niveles muy superiores a vuestras capacidades y no os podeMos dejar solos, Mis pequeños.

Ciertamente, Mi Padre, Nuestro Padre y Señor, limita el poder de satanás, para que no os ataque con todas sus capacidades satánicas, porque os destrozaría, Sois demasiado pequeños, débiles, pero, sobre todo, testarudos y mediocres en la Fe. Os lo tengo que decir así, porque no habéis sido aquellos hijos, con los cuales, una Madre se sienta orgullosa de tenerlos. Os amo, porque tengo el Amor de la Santísima Trinidad, pero, también, tengo que reconocer que habéis ofendido gravemente, a Nuestro Dios y Señor, en Su Santísima Trinidad y actúo, Yo, en éste momento, como Intercesora ante vosotros, pero, también, aminoro vuestra maldad, con la Gracia que Me da Mi Señor y Mi Dios, para que no Le llegue, en Su Santísima Trinidad, toda la maldad que vosotros cometéis, desgraciadamente.

Mis pequeños, recordaréis aquél pasaje de la Escritura, en donde regresan los Apóstoles, después de que Mi Hijo los mandó a enseñar, a hacer milagros, a cuidar, dándoles la salud, a todos aquellos que se interesaran por la Palabra, y lo hicieron; pero hubo momentos, en los que ellos no pudieron sacar a ciertos demonios, y se quejaban ellos mismos, que hasta los habían pateado, burlado, y eso les molestaba. Ciertamente, habían caído en soberbia, porque se sentían, ya, muy grandes, porque andaban con Mi Hijo, que ya los había educado en la nueva Fe. Se sentían que podían hacer todo, y ese fracaso, en cierta forma, les afectó, primeramente, por no haber podido sacar a esos demonios, y segundo, como les dijo Mi Hijo, “hay demonios que son más poderosos, y solamente, con el ayuno y la oración, los podréis sacar”. Ciertamente, ellos oraban, pero el ayuno da una fuerza mucho mayor al Poder que Nuestro Dios os da para poder vencer a satanás. A hermanos vuestros que están siendo atormentados, satanás los ha llevado a una situación en la cual les ha anulado la Gracia Divina.

Recordaréis, Mis pequeños, en Mis Apariciones, os pedía la oración, el rezo del Santo Rosario, pero fue ya, tiempo después en que os pedí la oración, la penitencia y el ayuno. ¿Por qué es esto, Mis pequeños? La humanidad se ha apartado, sensiblemente, de la Gracia que os da Nuestro Dios y Señor en Su Santísima Trinidad. Caísteis en la soberbia, creyendo que ya erais autosuficientes, primeramente, por vuestras capacidades en vuestras profesiones y por el dinero que ganáis. Cuando estáis así, que ya os sentís poderosos, porque tenéis mucho de lo del Mundo, sentís que ya no necesitáis a vuestro Dios para que os guíe, para que os aconseje, para que os proteja, para que os salve, para que os santifique. Os apartáis de Él y creéis que esos bienes que tenéis del Mundo, son suficientes para que no tengáis ningún tipo de problemas y ese, es vuestro primer problema. La cantidad de bienes que tenéis, vosotros mismos los hacéis problemas, porque el hombre, al apartarse de su Dios, es atacado, inmediatamente, por satanás. Crecéis en soberbia, empezáis a cometer pecados graves, destruís vuestras familias, empezáis a hacer negocios sucios y la causa principal, es que no supisteis utilizar los bienes que Nuestro Dios y Señor os han dado y que los debéis manejar para el bien, pero, satanás os aconseja y os lleva hacia el mal, y ¿por qué sucede esto?, principalmente, os repito, por vuestra soberbia, porque os apartáis del Bien, porque no cumplís con los Mandamientos que se os han dado, porque os crecéis ante los hombres, os sentís poderosos por los bienes que tenéis, y queréis mandar a todos, porque creéis que el dinero os da ese poder para estar sobre vuestros hermanos, y poder hacer con ellos lo que vosotros queráis. Si os vais dando cuenta, son muchos pecados en los que caéis cuando os llenáis de bienes y os apartáis del principal Bien, que es Nuestro Dios, y todo lo que os dejó Mi Hijo.

Satanás ha ido tomando más poder alrededor del Mundo, ha afectado a la Iglesia, ha afectado a las autoridades de todos los países, a sus presidentes, ha afectado a las familias, ha afectado a la sociedad, y no sólo en un pecado, sino en toda una diversidad de pecados, y esto, porque os habéis apartado de los Bienes de Dios, de Sus Mandamientos y, sobre todo, de no vivir unidos a Nuestro Dios y Señor.

Cuando Yo os he dicho en Mis Apariciones: oración, penitencia, ayuno, es estar, primeramente, en la oración unidos a Mi Hijo. Aquí tomad nota de esto, os digo oración, no rezo, sino oración.

En la oración, como se os ha dicho antes, es una plática con Nuestro Dios, o es una plática, Conmigo, vuestra Madre. En la oración, necesariamente, estáis unidos, no podéis estar haciendo otra cosa. Cuando estáis platicando con alguien, por respeto, estáis atendiendo a esa persona; en este caso, cuando estáis viviendo en oración, estáis unidos al Cielo, o estáis unidos al Padre, o al Hijo, o al Espíritu Santo, o Conmigo, con algún Santo, con alguien superior, que os pueda ayudar y que está en el Reino de los Cielos.

En la oración, vosotros, que en estos tiempos estáis muy necesitados, estáis tomando en cuenta, fuertemente, al Ser con el que estáis orando, Seres Divinos, Seres Benditos, pero estáis platicando.

En el rezo, ciertamente, que también es bueno, pero os distraéis mucho, porque son oraciones, ya, prefabricadas, que las podéis repetir, sin estar concentrados, perfectamente, en ellos, ni estar concentrados en quienes os estáis dirigiendo.

Quiero que entendáis esto perfectamente, Mis pequeños porque estos son tiempos de unión, de unión fuerte con el Cielo.

Ahora, penitencia. En la penitencia, vosotros os estáis negando a vosotros mismos, estáis ofreciendo lo que Mi Hijo ofreció por vuestra salvación, estos son tiempos, otra vez, repito, de unión.

Mi Hijo oraba con el Padre y Se ofrecía todo el tiempo y no estoy hablando, solamente al final, ya en Su Pasión, en Su Muerte. Desde Pequeño vivía en oración profunda con el Padre. Era una unión profunda y todos, todos vosotros, de antes de ese tiempo y en lo futuro, estaban en Su Pensamiento y en Su Corazón. Por eso, os pido eso, la penitencia, para que os unáis perfectamente a Mi Hijo y oréis por vuestros hermanos. Estos son tiempos en que vosotros estaréis llevando la cruz propia y la de vuestros hermanos, y eso os va a ir emparentando con Mi Hijo, seréis corredentores, porque estaréis, también, levantando a muchos pecadores con vuestra oración, con vuestra intercesión, con vuestros dolores, con la sangre que deis por ellos.

¿Os estáis dando cuenta, de estos momentos tan grandes de la historia que os han tocado?

Y tercero, el ayuno. En el ayuno, vosotros dominaréis vuestro cuerpo y es vuestra alma la que se fortalecerá con la ayuda del Santo Espíritu, Mi Esposo, que vive en vosotros. Cuando vosotros domináis vuestro cuerpo, sus pasiones, los pecados en los que caéis continuamente, se fortalece vuestra alma, y vuestra unión se va dando más fuertemente.

¿Os dais cuenta, cómo la unión con la Santísima Trinidad y Conmigo, es importantísima en este tiempo? Porque no vais a luchar solos, Mis pequeños, estaMos con vosotros y con esto os quiero resaltar, que debeMos estar unidos para acabar con la fuerza de satanás.

Habéis orado mucho, como oraban, también, los Apóstoles, y ciertamente, con vuestra oración unida a la Santísima Trinidad, habéis detenido, bastante, la fuerza de satanás.

Pero ahora, os voy a pedir, y quiero que entendáis, perfectamente, lo que es el ayuno. Si queréis, realmente, terminar con la maldad de satanás, con el ayuno le daréis el tiro de gracia. El ayuno, la oración, la penitencia, unidos a Nosotros, os van a dar una fuerza espiritual inmensa, que vosotros ni os imagináis.

Recordad, como Nos ha dicho Nuestro Padre Dios, Él, siempre, de un mal, que provoca satanás, saca un Bien. Todo esto que está sucediendo alrededor del Mundo: desastres naturales, ataques de satanás por todos lados, los errores que se están difundiendo  a través de la Iglesia, la maldad de vuestros presidentes o dirigentes políticos, caos social y de aquellos hogares desunidos, en donde se ha generado mucho pecado, por la falta de la unión familiar y de crecimiento espiritual. Todo eso ha creado un caos y lo ha aprovechado satanás, que, ciertamente, él es el causante principal de todo esto, para que se fuera dando. Pero el mal, nunca va a ser superior al Bien que sale de Nuestro Dios y Señor.

Mucho os habéis unido, aunque no lo sintáis así, porque el Mundo está orando y es lo que necesitaba el Mundo, para que se derramaran grandes Bendiciones del Cielo sobre todos vosotros, por la oración, por la penitencia y os falta ahora por el ayuno, como os dije, para que le deis ese tiro de gracia a satanás, para que no pueda seguir haciendo lo que está haciendo, para que os podáis salvar, para que podáis regresar al Reino de los Cielos.

Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, os amo, Mis pequeños, y os quiero ayudar, con todo esto, a que entendáis que podéis regresar, si os aplicáis, en vuestra espiritualidad.

Pedid ayuda al Cielo, pedidLe ayuda a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, pedidMe ayuda a Mí, vuestra Madre, para que os tome de la mano y os lleve por caminos seguros, caminos de salvación, caminos que os llevarán de retorno a vuestro Hogar Eterno.

Gracias, Mis pequeños.