Nov 14_19 Os pido, Mis pequeños, que meditéis todo esto, que volváis a repasar, en las Sagradas Escrituras, en forma muy atenta e inspirados por Mi Santo Espíritu, para que entendáis, perfectamente, el momento de la historia que estáis pasando y que irá paralela a Mi Vida de Donación por vuestra salvación.

Rosario vespertino- Mensaje ÚNICO

==================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

=================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, Yo Soy el Divino Maestro, he venido a la Tierra porque así Me lo pidió Mi Padre, para serviros a vosotros y llevaros a un crecimiento espiritual, para que vosotros podáis vivir eternamente en el Reino de los Cielos.

Ciertamente, se os ha dicho que estáis viviendo los momentos de la Pasión, como Yo los tuve y que, ahora, vosotros, los debéis pasar también. Os quejáis de todo lo que está pasando a vuestro alrededor, en vuestra vida, en vuestra economía, pero casi no le hacéis caso a vuestra espiritualidad. Pensáis básicamente, en lo material, y no en lo espiritual.

Para eso estoy aquí, con vosotros, vuestro Divino Maestro, os he dado Ejemplo de que, siendo Dios, pude haber mandado que Miríadas de Ángeles vinieran a protegerMe, cuando estaba Yo en esos sufrimientos, y hubieran acabado con toda esa gente que Me atacaba, que Me blasfemaba, pero no lo hice, porque Mi Padre Me pidió el Ofrecimiento total. Sí, Mis pequeños, total, para vuestra salvación. Las Puertas del Cielo estaban cerradas y Mi Donación total las abrió nuevamente.

Como vosotros vais a tener, también, vuestra purificación, os debéis comportar como Yo, vuestro Maestro. El silencio os va a hacer crecer muchísimo, deberéis llevar una vida íntima Conmigo, como Yo la llevaba con Mi Padre, cuando estaba padeciendo esos sufrimientos tan fuertes, que empezaron en el Huerto de los Olivos. Antes de que llegaran los soldados, Yo sabía todo lo que iba a pasar y, ciertamente, en algún momento Le pedí a Mi Padre que quitara el Cáliz, ese Dolor tan grande que Yo iba a sufrir por todos vosotros, y, que, no muchos iban a agradecer en los siglos futuros. Ese es un gran Dolor, Mis pequeños, sobre todo, cuando hacéis algo con Amor.

Después de que Soy tomado en el Huerto de los Olivos, empiezan los golpes, las blasfemias, los ataques fuertes a Mi Persona y Yo, en silencio, ofreciendo todo a Mi Padre por vosotros. Sufría, ciertamente, y sufría mucho, porque Soy vuestro Dios y Mi Delicadeza Espiritual es infinitamente más grande que la vuestra; lo que para vosotros, una grosería fuerte, casi no mueve vuestro ser, a Mí, como Dios, y extremadamente sensible, groserías y barbaridades, que Me decían, vociferaban, Yo sufría muchísimo, pero tenía que callar por vosotros, porque en si no, no se cumpliría la petición de Mi Padre para vuestra salvación eterna.

Poco meditáis en esto, Mis pequeños, porque si Yo Me hubiera negado a tomar la Cruz, vosotros, no tendríais ahora las Puertas abiertas al Reino de los Cielos.

Mi Padre os ama tanto, Yo también, aún en el sufrimiento os he amado mucho. Me habéis costado demasiado y no todos agradecéis.

Pero, a lo que iba, Mis pequeños, es el  mantenerse en silencio, en silencio exterior, pero con una vida íntima Conmigo, en el sufrimiento, en las pruebas, porque, así, como satanás, en ese momento tomó a los soldados para flagelarMe, para decirMe infinidad de blasfemias, groserías, para infringirMe muchísimos dolores, tomó las turbas y también, ellas gritándoMe groserías inmensas, apedrándoMe y causándoMe muchos daños, físicos y espirituales, lo soportaba todo esto por vosotros, pero esto no lo meditáis ni lo agradecéis, y seguía Yo en silencio, ofreciendo todo esto por vosotros.

Ved cómo Me quitan todo, Me despojan mis ropas, Me quedo sin nada y, eso, es a donde quiero llegar, que tendréis que padecer vosotros lo mismo y ahora lo estáis viendo con la mayoría de los gobiernos que tenéis en, prácticamente, todos los pueblos de la Tierra, os están despojando de todo.

Satanás está con ellos, os están quitando vuestros bienes materiales, y aún los espirituales, y no podéis hacer nada, porque todos están comandados por satanás, todos se protegen entre ellos, están coludidos entre ellos para hacer el mal y, por más que tratéis, no lograréis gran cosa, porque se tiene que dar, lo que ahora os estoy explicando, que seréis despojados de lo material, pero si os mantenéis Conmigo, se os dará una fuerza espiritual muy grande y, por eso, es el silencio, meditar lo que Yo sufrí, ofrecerMe lo que estáis sufriendo y, de esta forma, Nos unireMos para pedirLe a Nuestro Padre que termine éste sufrimiento, esta Prueba, que Yo, ciertamente, como Dios, la pasé, la superé, a pesar de los grandes Dolores que Me propinaron.

Vosotros, estando Conmigo, también podréis pasar la prueba y deberéis ayudar a vuestros hermanos que se quejan, que Me blasfeman, que no quieran aceptar su posición en este momento de la historia.

Se os dará Mi Santo Espíritu, para que vosotros ayudéis a vuestros hermanos, y así, podáis pasar, también, vuestra pasión. Luego vendrá la muerte, con la muerte de lo espiritual, con el alejamiento de las almas hacia todo lo Mío y, creyendo satanás, haberMe vencido, por el dolor que se os va a causar, ese será su último gusto, porque luego vendré Yo, Triunfante, después de que Mi Madre le haya aplastado la cabeza y, así, las almas escogidas, gozarán su resurrección y estaré entre vosotros, como prometido está.

Os pido, Mis pequeños, que meditéis todo esto, que volváis a repasar, en las Sagradas Escrituras, en forma muy atenta e inspirados por Mi Santo Espíritu, para que entendáis, perfectamente, el momento de la historia que estáis pasando y que irá paralela a Mi Vida de Donación por vuestra salvación. Veréis muchas similitudes, habrá sufrimiento, dolor, lágrimas, pero, después, vendrá el Triunfo, la alegría de estar Conmigo y de poder gozar una Nueva Vida y una Verdadera Nueva Vida, en donde, ya todo el mal, con el que se gozó satanás para atacaros, no existirá.

Como os dije al principio de estos Mensajes, que le he dado a Mi hijo desde hace 21 años, que no os fijarais en estos momentos de dolor y tribulación, sino que pusierais vuestra atención en los regalos tan grandes que os voy a dar después de esta prueba, de esta purificación. Manteneos, pues, con esa Esperanza.

Pedid a Mi Santo Espíritu que habite fuertemente en vosotros, que os dé la Fuerza Espiritual para que no sucumbáis en la prueba que, a pesar de los ataques de satanás, os mantengáis firmes, sabiendo que vuestra donación, también, salvará a infinidad de almas y, además, daréis Gloria a Nuestro Santo Nombre, como Padre, como Hijo y como Espíritu Santo. Os Bendigo, Mis pequeños y seguid adelante, estaMos con vosotros.

Gracias, Mis pequeños.