Oct 29_19 Ahora, estáis viviendo uno de esos momentos de obscuridad y ¿qué tenéis que hacer?, es obvio, con lo que Yo os acabo de decir: tenéis la Luz en las Sagradas Escrituras, en la Biblia, ahí tenéis la Verdad, ahí tenéis el Conocimiento Divino.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO

=================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

=================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, antes de que Yo bajara a la Tierra, había mucha confusión. El hombre se guiaba por lo que los profetas anunciaban, ciertamente, no todos los profetas vivían en una sola región, algunos preferían a unos, otros a otros, pero siempre era la Luz del Espíritu Santo, la que hacía que todos se guiaran por la Verdad, por la Verdad que Mi Padre les dictaba.

Satanás, atacaba, y la confusión crecía, por la obscuridad que causaba a su alrededor. Los seres humanos, en ese tiempo, no sabían qué hacer, además de que pocos se dejaban guiar por lo que los profetas les dictaban, y sabéis que, si no se atenían a lo que los poderosos querían, los eliminaban.

Satanás mueve al hombre hacia la obscuridad, hacia la confusión y estando así, confusos, llegué Yo a la Tierra, a caminar entre los hombres, a enseñarles, a llevarles, nuevamente, al Conocimiento de lo antiguo, a lo que Mi Padre les había dado a través de los profetas, y ahora, Yo, renovando todo en el Amor.

Os traje la Luz, hice que las tinieblas se disiparan, satanás seguía atacando, y Me atacó, ciertamente, a través de los escribas y fariseos para eliminarMe y lo hicieron, pero os dejé la Luz, os dejé el Conocimiento Divino y, así, vosotros, seres humanos, al seguir lo que Yo os dejé, encontraríais la Luz sin problemas.

Vosotros tenéis todo este Conocimiento en las Sagradas Escrituras, tenéis la Biblia y ahí podéis encontrar toda la Luz que necesitáis, ciertamente satanás siempre seguirá atacando a la Luz.

Esto es algo muy importante que os quiero hacer notar, Mis pequeños, porque a lo largo de la cristiandad, ha habido momentos de Luz y momentos de obscuridad en la Iglesia y ahora, estáis viviendo uno de esos momentos de obscuridad y ¿qué tenéis que hacer?, es obvio, con lo que Yo os acabo de decir: tenéis la Luz en las Sagradas Escrituras, en la Biblia, ahí tenéis la Verdad, ahí tenéis el Conocimiento Divino. No os debéis dejar mover, por lo que el hombre, que se ha dejado mover por satanás, inventa y entonces, os lleva, nuevamente, a la confusión. ¿Por qué hay, ahora, muchos de vosotros que estáis en la confusión?, porque no vais al Libro Divino, no lo estáis abriendo, no os estáis llenado de Su Sabiduría. No estáis poniendo Mis Palabras en vuestro corazón, no os estáis moviendo por sus enseñanzas y no transmitís la Verdad, que debéis transmitir, cuando, después de vivirla y gozarla, la debéis dar a vuestros hermanos, con el mismo amor con el cual, Yo lo di a los primeros que escogí, que fueron los Santos Apóstoles.

No debéis temer a estos momentos, porque ya los ha habido en la historia de la humanidad, y os vuelvo a repetir, si estáis en la obscuridad, es porque no queréis buscar la Luz y eso, ya es personal. Si realmente, Me queréis, si realmente, buscáis el llegar al Reino de los Cielos, es buscar la Luz y la tenéis a vuestro alcance.

No temáis, Mis pequeños Yo estoy con vosotros, con los que buscáis la Luz, sed ejemplo entre los hombres, llevad la Luz a vuestros hermanos, llenaos de la Sabiduría que os da el Libro Divino y compartid esa Sabiduría a vuestros hermanos.

No os dejéis llevar por lo que satanás quiera haceros a través de vuestros hermanos, que ya se dieron a satanás, orad por ellos, pero no os envolváis con lo que os den de conocimiento tergiversado y maldito, porque todo eso viene de satanás. Llenaos de Sabiduría Santa, vivid para transmitirMe, gozad lo que ya os he dado y vivid en la alegría, porque el momento triunfante, se acerca, cuando Yo vuelva entre los hombres y vea a aquellos que son Luz y que vendrán a Mí y que les abriré el Reino de los Cielos, para que estén Conmigo eternamente.

La obscuridad no es para los Míos, orad por aquellos que viven en el error y lo transmiten.

Gracias, Mis pequeños.