Ago 15_19 Vosotros al orar por las ovejas perdidas, ciertamente, regresarán, porque por vuestra oración Yo las toco y les hago ver lo que habían perdido.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

=====================================

Mensaje de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO a J. V.

=====================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo

Hijitos Míos, acabáis de escuchar, hace pocos días, el Evangelio, Mi Palabra, en donde les hablo del Buen Pastor, el que pierde una oveja, que deja las noventa y nueve y va por aquella que se perdió.

Ciertamente, en estos tiempos, hay muchas, muchas ovejas que se han perdido, muchas ovejas que ya no están en el redil, que han querido tomar otros caminos, y sufro, Mis pequeños, y aunque ciertamente, voy y las busco, muchas de ellas, a pesar de que las encuentro, no quieren quedarse Conmigo. ¡Hay tanta maldad a vuestro alrededor!

Satanás os ha llenado de tantas ideas negativas y vosotros, una gran mayoría, las habéis preferido a Mis Enseñanzas, a Mis Cuidados, al Amor que viene del Cielo y que Yo os he traído a la Tierra. A ese grado está distorsionado el pensar del hombre, ya el hecho de seguir unas enseñanzas falsas, enseñanzas que os están haciendo daño, enseñanzas que os coartan vuestra libertad, que os atemorizan y que ya no tenéis, ni siquiera, la seguridad de que al salir de vuestro hogar, volveréis con vida, a ¿eso le llamáis bueno, Mis pequeños?, y lo sabéis, sabéis que todo esto está pasando y aun así os mantenéis en esas necedades, en esas maldades a donde satanás os ha llevado.

Ciertamente, hay algunas ovejas que se han perdido y, cuando se dan cuenta de su error, Me llaman y voy por ellas, y Me alegro inmensamente, y es cuando la Parábola se realiza, y gozo; gozo por esa oveja que Me ha llamado y la llevo al redil y las demás ovejas, también, se alegran pero, realmente, son pocas, muy pocas las que quieren regresar.

Mis pequeños, os insisto tanto en la oración, pero en la oración de corazón. Una oración hecha con un amor profundo como el Mío, como el que os he enseñado, ese tipo de oración es la que hace milagros.

Así como Mis primeros Apóstoles, que eran pescadores, ahora lo sois vosotros, seguís siendo pescadores y aunque no conozcáis a vuestros hermanos que necesitan de vuestra oración, que necesitan ser tocados en su corazón para regresar a Mí, con Fe, con una Fe profunda y absoluta, vosotros al orar por las ovejas perdidas, ciertamente, regresarán, porque por vuestra oración Yo las toco y les hago ver lo que habían perdido.

Vuestra oración es importantísima, Mis pequeños y por eso os lo he pedido tanto os lo pedía desde la Cruz y os lo sigo pidiendo.

Ciertamente, en la Parábola se habla de ovejas y ciertamente, el pastor llega a tener tal trato tan humano con ellas, que aprende a amar a sus animalitos. Sufre con ellos, goza con ellos, pero ahora Yo os estoy diciendo y de hecho está ejemplificando esa Parábola a los seres humanos, que vosotros sois más que una oveja o un animalito, a los cuales vosotros les habéis dado vuestro corazón.

El ser humano lleva un alma, que es una parte de Mí y eso es lo que quiero recuperar, Mis pequeños, su alma; y por eso Me alegro tanto cuando un alma regresa a Mí gracias a vuestra intercesión. Ciertamente, que vosotros seréis recompensados inmensamente por lo que hacéis por vuestros hermanos y, sobre todo, por la alegría que Me dais al ayudarMe a regresar un alma al redil.

Quiero que meditéis esto profundamente, Mis pequeños, porque estáis ayudando a vuestros hermanos que necesitan de vuestra oración, que viven en la maldad, que viven engañados por satanás, éstas son almas que necesitan ser arrancadas de las garras de satanás.

Vosotros ahora no os dais cuenta de esa tremenda realidad espiritual, pero quiero que os dejéis tocar por Mi Santo Espíritu, para que entendáis el valor de vuestra alma pero, sobre todo, el que le hayáis arrancado a satanás, con vuestra oración, un alma, para que regrese al Bien.

Desgraciadamente, hay muchas almas que no han tenido o no tuvieron instrucción religiosa desde pequeños y son almas que no tienen las armas espirituales necesarias para defenderse de satanás. Por eso, necesito tanto de vuestra oración pero, sobre todo, de vuestro amor hacia las almas necesitadas que, como os dije, no las conocéis ahora, pero las conoceréis más tarde y ellas mismas os agradecerán que les hayas abierto los ojos a la Fe, a Mi Amor. Luego, tendréis, también, vuestra recompensa, que os dareMos en Nuestra Santísima Trinidad, cuando estéis en el Reino de los Cielos y grande, grande será vuestra recompensa, por cada alma que hayáis ayudado a salvarse.

Gracias, Mis pequeños.