Jul 30_19 Os pido almas, como os lo he pedido en la Cruz, imploro almas, para que Mi Sangre Preciosa quede gratificada por su salvación.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO.

===============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Los demonios enojados están, aúllan como perros feroces, saben que el tiempo se les termina y su ataque va a ser cada vez más fuerte contra vosotros. ¿Por qué no entendéis, Mis pequeños?, hacéis oídos sordos, tapáis vuestros ojos, vuestra mente y vuestro corazón, alejados estáis de Mí.

Dice J.V: Veo demonios, como animales, como aullando con furia desde el Infierno hacia el exterior y dice Dios Nuestro Señor:

Hijitos Míos, los demonios enojados están, aúllan como perros feroces, saben que el tiempo se les termina y su ataque va a ser cada vez más fuerte contra vosotros. ¿Por qué no entendéis, Mis pequeños?, hacéis oídos sordos, tapáis vuestros ojos, vuestra mente y vuestro corazón, alejados estáis de Mí.

Yo puedo ver lo que está por suceder y así como estáis ahora, Mis pequeños, seréis destrozados, fácilmente, por la furia de satanás.

Su tiempo es corto para que cese su poder sobre vosotros, sobre todo lo creado y, ciertamente, que va a utilizar su maldad, con una fuerza que vosotros no imagináis.

Os heMos venido previniendo, desde mucho tiempo atrás, por estos tiempos que tendréis que pasar, por estos tiempos de dolor que la humanidad tendrá. Os heMos dado todas las indicaciones para poder disminuir el dolor que sufriréis, pero no os ha interesado escuchar.

Mi Madre, la Siempre Virgen María, en Sus Apariciones, os ha insistido en el rezo del Santo Rosario, la penitencia, el ayuno, la oración y cuántos de vosotros, realmente, lo hacéis. Ponéis muchos pretextos para no hacerlo, y tarde os daréis cuenta, que si lo hubierais hecho, no hubierais sufrido tanto.

Yo Mismo Me he mostrado, en la Sagrada Eucaristía, Vivo. Mi Corazón latiendo ahí, Mi Carne Divina Viva está ante vosotros, y ¿cuántos, realmente, han cambiado de vida o cuántos se han convertido con estos Milagros tan portentosos que se os han dejado vivir? Pocos, muy pocos, lo veis como algo asombroso, pero no dejáis que eso mueva vuestro corazón hacia una mejora espiritual.

Preferís esconder vuestra cabeza en un agujero, como un avestruz y no queréis escuchar las advertencias que llegan del Cielo, y así, como los avestruces: “si no escucho nada, si no veo nada, nada está sucediendo a mi alrededor”. Qué forma tan torpe de pensar, Mis pequeños, y desgraciadamente, muchos vivís así. Tan pronto se les empieza a hablar de lo que está sucediendo y de lo que vendrá, os hacen a un lado a vosotros, y bien sabéis que eso sucede, no quieren saber de lo que está sucediendo en Mi Iglesia, lo que está sucediendo en el Mundo entre los hombres, sobre los pecados tan grandes que se están dando. Sodoma y Gomorra, ahora sí se quedan bajos ante lo que estáis viviendo en este Mundo.

Este es el Dolor tan grande que sufrí, en Mi Pasión, en el Huerto. Le pedí a Mi Padre, que apartara ese cáliz, o sea, Mi Muerte, porque veía que para muchas almas no les iba a ayudar en lo absoluto, porque Yo no les importaba para nada.

Cuando vosotros morís, o dais vuestra vida por alguien a quien amáis y esa persona os ama, al menos, hay un agradecimiento grande e inmenso de corazón; pero cuando no hay agradecimiento, cuando hacéis todo lo que está de vuestra parte para ayudarles, aún dando vuestra propia vida y a esa persona no le importa ni lo agradece, con toda razón decís, no quiero darme por esta persona, porque no lo va a agradecer, y eso es lo que ha pasado, Mis pequeños, millones y millones de almas no Me han tomado en cuenta, no Me agradecen. No les interesa vivir los Mandamientos, tomar los Sacramentos, vivir en estado de Gracia, haciendo que el Cielo se alegre de veros aquí en la Tierra, protegiendo todo lo que es Mío, produciendo Amor, viviendo la alegría del Cielo en la Tierra, prácticamente, eso no existe entre vosotros.

Estáis rodeados de una maldad extrema de satanás, es evidente que satanás está reinando ya entre vosotros y no os queréis dar cuenta. Maldad por todos lados, maldad en los gobiernos, maldad en la Iglesia, maldad en las familias, maldad en la sociedad. Esto no fue lo que Mi Padre pensó en un Principio para vosotros, Él os creó para el Bien, no para que fuerais siervos de satanás, como la gran mayoría de vosotros lo sois ahora.

La tribulación está ya sobre vosotros y se irán incrementando los acontecimientos de la Purificación, os lo he venido anunciando y a pesar de que lo estáis viendo, no queréis entender; esperáis a que cada uno de vosotros os suceda algo tremendo para que entendáis, no queréis entender con el dolor ajeno, os creéis libres de todo mal y no es así, Mis pequeños.

Todos seréis puestos en la balanza, ciertamente, buenos y malos morirán. Buenos, serán víctimas para salvar a algunos malos que se pudieran haber arrepentido en el último momento, pero muchos malos irán al fuego eterno y, eso, no Me alegra, Mis pequeños. Os lo he dicho tantas veces, Mi Sangre Preciosa, Mis Dolores, se dieron para todos, sin excepción y Me duele, inmensamente, que se haya desperdiciado tanto de Mi Ofrecimiento de Salvación para esas almas que no han querido estar en una vida Celestial aquí en la Tierra, prefieren estar viviendo en forma satánica y lo estáis viendo, Mis pequeños. Esto tiene que terminar, ya, es nauseabundo ver desde el Cielo lo que está sucediendo en la Tierra.

Orad, pues, Mis pequeños, los que entendéis todo esto que os he venido dando, para poder aminorar los dolores de vuestra purificación. Os pido almas, como os lo he pedido en la Cruz, imploro almas, para que Mi Sangre Preciosa quede gratificada por su salvación. Gracias, Mis pequeños.