Mayo 28_19 ¿Cuál es la mejor forma de amarMe?, os preguntaréis, es siguiendo los Mandamientos que Mi Padre os dio.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO

================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo  a J. V.

================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: ¿Cuál es la mejor forma de amarMe?, os preguntaréis, es siguiendo los Mandamientos que Mi Padre os dio.

Hijitos Míos, Mi Corazón siempre está abierto para recibir a las almas que quieran venir a Mí, Mi Misericordia es Infinita, y ésta siempre persistirá, aún a pesar de que os anuncié, hace tiempo, que estáis ya, en Tiempo de Justicia.

Yo voy aprovechando, Mis pequeños, todos los acontecimientos a vuestro alrededor. Recordad que siempre os he dicho que de un mal, siempre sacaré un bien. Satanás utiliza las fuerzas de la Naturaleza para tratar de destruiros pero, siempre, de un mal, voy a sacar un bien, como os dije; y esto lo aprovecho, para que, dentro de todo lo que esté sucediendo a vuestro alrededor, atraeré almas hacia Mí, pidiendo ayuda, pidiéndoMe Misericordia, y así, es como podéis ver cómo se va desarrollando Mi Justicia, pero llena de Misericordia.

Mis pequeños, vosotros fuisteis creados para amar, para amarMe, para buscar Mi Amor, el que Yo os dejé en la Tierra, no a buscar los amoríos humanos, que os llevan a la perdición, sino para amarMe y, ¿cuál es la mejor forma de amarMe?, os preguntaréis, es siguiendo los Mandamientos que Mi Padre os dio.

Si vosotros os ponéis a reflexionar sobre ellos, si meditáis sobre cada uno de ellos, veréis una gama impresionante de formas en que vosotros podéis pecar, en cada uno de los Mandamientos.

Esto os lleva a que vosotros mismos, busquéis la ayuda Divina para no caer en los errores, que podéis cometer en cada uno de los Mandamientos que se os han dado. Satanás, tiene una forma muy sutil de llevaros hacia el mal, por eso, es que se necesita que vosotros pidáis la Luz de Mi Santo Espíritu, para que podáis discernir, perfectamente, en todos los acontecimientos que pasen en vuestra vida, en lo particular.

Cada uno de vosotros traéis una misión diferente, cada uno de vosotros tenéis gustos, tenéis deseos diferentes a vuestros hermanos pero, también, tenéis debilidades, en donde podéis, fácilmente, caer en pecado que os va a apartar de Mi Gracia y de Mi Amor.

Vosotros debéis estar siempre escudriñando, en lo profundo de vuestro ser, buscando cuáles son vuestras debilidades para tratar de evitarlas, Mis pequeños. Ahí es donde está el amor, el amor que vosotros debéis darMe. Al momento en que vosotros, estáis viendo la forma en que podéis evitar el dañar Mi Sacratísimo Corazón, es una forma inmensa de amarMe, porque estáis tratando de evitar, a toda costa, que vuestros actos malos, que vuestras malas palabras, que vuestros sucios pensamientos, dañen Mi Corazón. Ciertamente, no lo podréis hacer al cien por ciento, por vuestra debilidad humana pero, ya el hecho de querer y poner de vuestra parte el tratar de evitar, lo más posible, el pecar contra cualquiera de los Diez Mandamientos, ya es grande a Mis Ojos, Mis pequeños, y ciertamente, que Mi Santo Espíritu os ayudará a que vosotros alcancéis la perfección de vuestros actos, de vuestra persona, para vuestra santidad, Mis pequeños.

Es muy necesario que todos vosotros, a diario, tengáis unos cuantos minutos, en donde entréis a vuestro corazón, penséis cómo os comportasteis en ese día. Mi Santo Espíritu os irá guiando, Mis pequeños, llamadLo, invocadLo, y Él os irá llevando a esos puntos débiles, a esos puntos, en los cuales vosotros debéis mejorar para alcanzar vuestra santificación.

No lo toméis esto, Mis pequeños, a la ligera, recordad que para que entréis al Reino de los Cielos deberéis ser almas puras, almas santas, almas que hayáis luchado contra vuestras propias debilidades, sobre todo, que hayáis tratado de dar lo mejor de vosotros hacia Nuestra Santísima Trinidad.

No dudéis nunca de Nuestra ayuda, Mis pequeños, siempre estareMos junto a vosotros para mejoraros, para llevaros a la perfección. Yo quiero almas perfectas, porque, además, Mi Padre os lo pidió así, que seáis perfectos, como Él es Perfecto. Todo entra dentro del Amor y la Perfección, así que, Mis pequeños, no desdeñéis todas las ayudas que podaMos daros Nosotros, si es que Nos llamáis.

Tened siempre la confianza de buscarNos, en cualquier momento, para que vosotros no caigáis en todos los ataques de satanás.

Venid, pues, con toda confianza hacia Nosotros, que os llevareMos siempre por el mejor camino, hacia vuestra perfección y, sobre todo, para vuestra santificación.

Os amo, Mis pequeños y os Bendigo, Amén.