Mayo 09_19 Tendréis algún momento de reflexión, que todavía os daré para salvaros, aprovechadlo.

Rosario vespertino- Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: PerdónenMe si os hablo así de fuerte, pero es tanto el dolor que Me habéis causado, la gran mayoría de vosotros, y por muchos años de vuestra existencia, que ya no puedo más, Mi Brazo Justiciero ha de caer ya, sobre los hombres.

Hijitos Míos, os quisiera hacer una pregunta: si tuvierais dos montañas, una de oro y otra de basura, hasta sería tonto preguntaros cuál preferiríais, porque todos Me diréis que la de oro, pero, espiritualmente hablando, habéis escogido la basura.

Tuvisteis a Mi Hijo, el Cielo mismo estuvo entre vosotros. Mi Hijo os trajo a la Tierra las riquezas del Reino de los Cielos.

Vosotros mismos, cuando de otro país, os solía visitar un alto dignatario o un gran personaje, las calles se llenaban de júbilo, salíais todos a saludar a ese personaje; y era, tan sólo, un hombre, un hombre que, quizá, no os iba a dejar nada, pero vosotros le estabais dando vuestro afecto, vuestra alegría, quizá vuestro amor.

Vino a la Tierra Mi Hijo, mucho más grande que cualquier hombre, que tenga o haya tenido infinidad de bienes terrenos.

¿Os dais cuenta de vuestros errores, Mis pequeños?, y lo seguís haciendo. En el pasado, cuando vino Mi Hijo podríais decir, “bueno, era un pueblo analfabeta, un pueblo manipulado por sus jefes, fariseos y escribas”, pero lo seguís haciendo, seguís fallándoMe, seguís buscando, solamente, las cosas del mundo.

¿Cuándo os daréis cuenta, Mis pequeños, que vuestra alma es lo más preciado que tenéis en vosotros y que vale muchísimo más que una montaña de oro? Pero seguís buscando ese oro terreno, que luego se convierte en ese otro montón de basura.

La gran mayoría de vosotros estáis vacíos espiritualmente, vuestra alma no ha crecido, vuestra alma languidece, vuestra alma está moribunda; y lo veis por todos lados, cómo las almas de los hombres buscan lo humano y no lo Divino, se han vaciado de Mi Divinidad y satanás ha llenado vuestras almas de basura.

Al estar vacíos de Mi Sabiduría, de Mi Amor, de todo lo que venga de Mí, y al haber llenado vuestra alma con la basura del mundo, fácilmente os ha venido manipulando satanás, como en aquellos tiempos, cuando los escribas y fariseos manipulaban al pueblo de Israel.

Ya no tenéis Sabiduría para poder preguntaros si está bien o no, lo que estáis viviendo a vuestro alrededor y lo que dejáis entrar a vuestra mente y a vuestro corazón; simplemente, vais deambulando por el mundo. Hacéis lo que tenéis que hacer, pero como autómatas, ya no pensáis, actuáis como autómatas, os repito, ya no seguís lo que Mi Hijo os dejó: Sabiduría, pero con Su Ejemplo. Él caminaba entre los hombres e iba moviendo corazones con Sus Palabras, con Sus Parábolas, con Su Ejemplo, con el Amor que iba mostrando, paso a paso, entre los hombres, ya fuera sanando personas, tanto de cuerpo como de alma, o dejando alguna sonrisa en algún niño o en algún anciano, o dejando una Palabra de aliento en aquellos enfermos o en los necesitados.

Él iba dejando alegría, dejando Amor, levantaba a las almas que agobiadas estaban por el dolor, tanto de sus penas, de sus pecados, como de los dolores físicos.

Por eso, os pido tanto, sed otros Cristos, para que os deis por vuestros hermanos, porque ya no hay Caridad en vuestros corazones, despreciáis al anciano, al niño ni caso le hacéis, con los vuestros os peleáis, ya cada quien ha hecho su propio mundo y os envolvéis en lo vuestro, ya ni siquiera hacéis el silencio en vuestra mente, en vuestros oídos, para entrar en vuestro corazón esperando que Yo os dé alguna Palabra, algún Consejo, alguna ayuda espiritual.

Os confundís, ya, con el mundo, con tantas cosas inaceptables, tantas cosas que no os dan nada bueno para vuestro crecimiento espiritual, que hay alrededor de vosotros en el mundo en el que vivís. Ya no os preocupáis por ir a buscar, en la Fuente de la Sabiduría que Soy Yo, Mis Palabras en las Sagradas Escrituras. Desperdiciáis tantos tesoros que ahí se encuentran en el Libro más preciado que tenéis entre vosotros.

¿Qué hacéis vosotros con la basura?, la quemáis, la enterráis, os deshacéis de ella. Si os habéis vuelto basura entre los hombres, basura ante Mis Ojos, no podéis esperar grandes cosas.

PerdónenMe si os hablo así de fuerte, pero es tanto el dolor que Me habéis causado la gran mayoría de vosotros, y por muchos años de vuestra existencia, que ya no puedo más, Mi Brazo Justiciero ha de caer ya, sobre los hombres.

Mucho tiempo os di y no reaccionasteis. Os sigo mostrando que hay oro a vuestro alrededor, o sea, que hay almas buenas, hay lugares donde podéis encontrar ese oro Divino, o sea, Mis Palabras, Mis Pensamientos, Mi Herencia de Amor, que es en las Sagradas Escrituras, en la oración, en la Misa, en el rezo, pero no lo buscáis, con eso os podríais defender de Mi Ira, pero no queréis responder.

Una nueva generación formará a un nuevo pueblo, una generación escogida por Mí, que Me ama, que Me busca, que se alegra en Mi Palabra y en Mis Obras; una generación que busca su santidad, que busca ser mejores, que busca alegrarMe y agradecerMe lo que sois y lo que os doy.

El tiempo apremia, los dolores de parto ya están sobre vosotros, esta humanidad no se imagina el dolor que tendrá que padecer, porque mucho dolor Me habéis causado y poco habéis reparado para evitar todo este dolor que ha de caer sobre vosotros.

Tendréis algún momento de reflexión, que todavía os daré para salvaros, aprovechadlo.

Soy vuestro Dios, Soy Misericordioso pero, también, Soy Justiciero y este es tiempo de Justicia, pero, recordad, que Mi Misericordia siempre estará a las puertas y podré recibir vuestro arrepentimiento, aunque sea en el último segundo de vuestra existencia para salvaros. Aprovechad estos momentos que todavía os doy antes del gran momento. Del castigo, ya no tendréis escapatoria, los que no estáis Conmigo, los que no quisisteis servirMe, pero, sobre todo, aquellos que Me causaron tanto dolor, porque hicieron pacto con el enemigo, porque se unieron a él para destruir todo lo que Mi Hijo os dejó.

Gracias, Mis pequeños.